“Todos tenemos un monstruo dentro, Doctor Tenma.
Lo único que yo hago,
es ayudar a que el tuyo sea libre.”— Johan Liebheart.

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A sus casi cuarenta años de edad es un hombre bien parecido, muy trabajador e increíblemente soltero. A pesar de ya tener sus años, su físico no lo delata como un señor tan mayor como en realidad es, tal vez se deba a sus raíces asiáticas. En Japón mucha gente se ve medianamente joven cuando en realidad tienen más edad de la que aparenta. Tampoco parece verse como un hombre de veinte años, definitivamente no, pero sabe conservarse muy bien.

Piel clara, cabello oscuro que le llega hasta los hombros y que cuando está en ambiente caluroso se ve un poco esponjado, ojos rasgados de color castaños. Es bastante notorio que es un extranjero, un nipón en tierras europeas. Nunca ha sufrido discriminación desde que se mudó ahí, menos considerando que es un importante doctor que trabaja en un hospital de renombre en el país alemán y el mejor de su generación puede presumir.

Debido a una mala experiencia en el pasado respecto al tema del amor y que luego su trabajo muchas veces le impedía siquiera tener una cita decente con alguien, es que desistió de conseguir pareja y prefirió solo centrarse en el hospital y sus pacientes.

Cada cierto lapso de tiempo tiene unas merecidas vacaciones completas sin interrupciones que duran hasta quince días, y otras veces cuando solo tiene algo de tiempo libre es que va a bares cercanos a despejarse y beber un poco antes de trabajar el siguiente día.

Quizás exageró y tomó copas demás.

Más de lo que sus aguante al alcohol mismo le permite. Para su suerte misma, el es de esos borrachos pasivos, torpes y que más que ser agresivos, son calmados.

Lo último que recuerda antes de caer completamente dormido en el coche de alguien que lo va a llevar a su departamento que no queda lejos del bar, es un aroma extravagante que nunca antes había olido en su vida, ni siquiera en los Omegas más seductores que se ha llegado a topar en el bar o en la calle, huelen así de bien, ¿Quizás esté confundido?

En los asientos traseros dónde descansa y se va quedando profundamente dormido casi de inmediato, puede sentir su mismo rostro caliente, tal vez a causa del mismo alcohol. Pero, lo raro es que también siente calor en otras partes de su cuerpo que no debe ser.

¿Qué es normal?

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En medio de sus más profundos sueños escucha voces, o quizás es solo una, no sabe distinguir bien. También siente pequeñas caricias en su cabeza, cómo alguien acariciando y peinando desde sus raíces de cabello hasta las puntas. Fue tan relajante pero confuso a la vez.

Hay veces que cree estar despierto pero se vuelve a acostar, ya no sabe que es un sueño. Fueron unas pesadas horas donde no supo diferenciar entre la realidad y los sueños. Desconoce si los besos húmedos en todo su cuerpo también fueron parte de su mente jugando con él.

El calor sigue expandiéndose.

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Tenma Kenzo odia el dolor de cabeza por las mañanas, la insoportable resaca acompañado de tener seca la garganta le molesta, el sentirla rasposa, la voz ronca, y un mal sabor de boca que si no se lava los dientes pronto tendrá mal aliento. Fuera de esto, siente pesadez en sus párpados, no exactamente sueño, pero si mucho cansancio para descansar un largo rato más. Aún le faltan varias semanas para tener sus ya merecidas y necesitadas vacaciones, aunque nunca tiene con quién pasarlas exactamente. Las veces anteriores aprovecha para ir a su ciudad natal en Japón, ahí todavía tiene algunos amigos que siguen sorprendidos del gran doctor en el que se ha convertido y como es más popular en Alemania que en su propio país de nacimiento.
También va ahí porque están las tumbas de sus padres ya fallecidos. Es hijo único por lo que no tiene ningún hermano a quien visitar, y tampoco tiene algún primo o tío, solo viejos amigos del instituto.

Recordar todo ello le causa nostalgia y motiva a querer levantarse.

Para su casi fortuna, el siempre tiene y guarda en algún cajón del baño, unas pastillas para este tipo de situaciones que se dan con regularidad cada vez que se pasa de copas. Solo tiene que levantarse, ir al baño y tomarlas con agua.

El hombre de apenas treinta y nueve años de edad, con pocas ganas de levantarse de la comodidad de su cama pero siendo empujado por la fuerte necesidad de calmar el dolor de cabeza y beber agua, queda totalmente desorientado y confundido cuando, el abrir sus párpados se da cuenta que el lugar donde está, no es su cuarto, no es su departamento. ¿En dónde carajo está y por qué aún no lo recuerda?

¿Es un hotel?¿Por qué estando borracho iría a un hotel si nisiquiera puede ir a su propio departamento solo?

La habitación es grande y demasiado lujosa para su estilo, tiene bien guardado dinero pero ni de coña se atrevería a hospedarse una noche en un hotel tan caro cuando ya tiene su propio departamento. El ambiente es frío, el aire acondicionado estuvo prendido y probablemente hace poco fue apagado por lo que realmente siente ese ambiente helado alrededor.

Cualquier sospecha de que se encuentre en un hotel completamente solo queda casi en el olvido al darse cuenta que está desnudo en la cama.

Desnudo y con sospechosos moretones en su cuerpo, además que le llega muy de golpe un aroma que definitivamente, no es el suyo.

Huele a canela, vainilla y cacao. Es un olor que, debe admitir la combinación es ambiciosa, peculiar pero también exquisita, sin embargo es demasiado fuerte y por lo tanto molesta para él. Al principio el aire frío y las colchas lo distrajeron de dicho aroma. El dolor de resaca también le impidió concentrarse lo suficiente para detectarlo.

El japonés parpadeo un par de veces pues, la habitación que estaba casi a oscuras, las luces se encendieron por alguna mecanismo desconocido para él y le vino de golpe que tardó un poco en acostumbrarse a la molesta luz del lugar.

—Huele a Alpha...— murmura sintiendo náuseas. No sabe si por el aroma tan fuerte, o por la noche pasada de copas o por ambas. Aún así, se le hace raro que no lo hubiese notado apenas despertó o incluso estando dormido. — Otro Alpha. ¿Por qué demonios estoy desnudo?— se dice para si mismo con la voz baja y ronca, aún muy desorientado e intentando levantarse de la cama para ir al baño.

Sin embargo apenas se pone de pie, aparte de sentir sus piernas entumecidas y caerse hacia atrás en la cama, también logra sentirse muy raro abajo. En su parte baja, como si tuviese algo raro y duro ahí.

—¿Pero que carajos es esto?— soltó en pánico y estático, con temor y descubrir todavía más cosas.

Se revisa completamente, hay algo en su entrada, en su esfínter. Cómo una clase de tapón, es una sensación rara y muy incómoda. Otra cosa de la que apenas se dio cuenta al momento de moverse más y ponerse a penas de pie. 

Esta más que claro que alguien lo llevo ahí, lo desnudo, dejó moretones y aparte le puso ese raro tapón que comienza a cuestionarse si quitárselo o esperarse un poco más.

Alertado empieza a buscar más en su cuerpo, alguna herida o señal de cortadura, pensando que tal vez le sacaron algún órgano, que quizás esto se trata de un secuestro y la están quitando sus órganos para después venderlos al mercado negro, sin embargo no encuentra nada raro, en cierta medida lo alivia pero sigue preocupado.

Recuerda entonces que en la madrugada, un desconocido joven lo recogió, diciéndole que lo iba a llevar a su hogar.

Pero ese no es su departamento.

Centrado en sus pensamientos que lo hacían preocuparse, dándose cuenta de la hora por un reloj digital que está en la mesita de noche señalando las diez y quince de la mañana, antes de entrar en la sumida desesperación y alertarse todavía más, la voz de alguien lo despierta de sus más profundos pensamientos.

La puerta la escucho abrirse junto a unos muy ligeros pasos.

—Veo que ha despertado, doctor Tenma.

Cómo lo sospecho, es un Alpha. No estaba seguro si hombre o mujer, pero ya que lo ve bien, es varón. Aproximadamente de veinte años y poco más, duda que tenga treinta, tan alto como él y por sus rasgos si es alemán, pero no de la zona. Tiene cabellos rubios tan claros. Toda la gente que el ha conocido que son rubios naturales suele ser un rubio más opacado, oscuro o tirando al castaño. En cambio su rubio es de una tonalidad tan clara que parece pálido. Es fácil saber cuándo es natural, ya que sus pestañas y cejas son del mismo color que de su cabello. Su expresión es serena y seria, sus ojos azules parecen el frío océano en el que fácilmente te puedes perder en ellos. Viste muy formal, como si hubiese salido a trabajar y fuesen estrictos con la vestimenta. Sino fuera por su aroma y la extraña como desconfiada aura que desprende, hubiese pensando que es un Omega por los finos rasgos de su rostro.

Es extraño e increíble como se quedó helado apenas él entró y sus miradas se cruzaron, fue como un raro trance que parecía eterno, como si lo dejara sin respirar y sin moverse.

El hombre rubio cerró detrás de si con seguro lo cuál lo alertó pero también reunió valor para hablar.

—¿Quién es usted?¿¡Qué mierda me ha hecho!?— alzó la voz al final al recordar los moretones en su cuerpo, apenas visibles pero por su clara piel notables.

Quiso ponerse de pie y estar a la defensiva, pero recordar vergonzosamente que aún tiene un tapón ahí abajo, además de estar desnudo y no encontrar su ropa ni siquiera tirada en el suelo o algún mueble cercano, fue lo que hizo que desistiera de hacerlo.

—No se altere demasiado, o puede perjudicarlo.

Su manera de hablar tan despreocupado y como parecía no tenerle ni una pizca de miedo, le molestaba aún más.

—¿Me está amenazando? No le tengo miedo, usted no me intimida. — dijo frunciendo el ceño, al pendiente de cada movimiento del contrario por si lo ataca.

El Alpha más joven tomo asiento en la orilla de la cama, cerca de sus pies. La desnudez del doctor es tan solo cubierta por una sábana y una colcha.

—Le traere algo de agua fresca, por su voz deduzco que tiene mucha sed. Pero es normal, después de todo lleva mucho tiempo dormido.

Tenma ignorando lo, vio a los lados intentando buscar algo. Si su ropa no está, ¿Qué le hizo creer que tendría suerte con su móvil?

—¿Dónde mierda está mi teléfono?

—Aqui lo tiene.

Para su gran sorpresa, el rubio se lo entregó fácilmente y confiado. Kenzo pensó que el contrario le había quitado sus cosas para no devolvérselas.

Tenma lo encendió, miró la batería de su celular que es de apenas un diez por ciento, exageradamente agotada, después vio la hora y la fecha dejándolo esto último un tanto aturdido.

Se supone que era jueves por la noche  cuando fue a tomar al bar, y por ende sería la mañana del siguiente día, viernes. Pero para su gran sorpresa y extrañes, es sábado. ¿Cómo carajos es posible?¿Cuánto tiempo en realidad estuvo dormido? Es que es imposible que haya estado todo un día entero en ese lugar pero se sienta totalmente desorientado y no recuerde haberse despertado antes en algún momento.

Reviso el correo, y su historial de llamadas. No tiene nada, ningún mensaje que le diga que hubo alguna emergencia en el hospital, todo parece tan tranquilo y vacío. Por un segundo pensó en la posibilidad de que el hombre rubio le haya borrado cualquier cosa que le hubiese llegado, pero no tiene sentido que lo hiciera, para eso mejor no le entrega su teléfono. Esto quiere decir que las cosas en el hospital van inusualmente calmadas, sin algún paciente que necesita urgentemente de su presencia.

Estuvo un par de minutos revisando su teléfono, pero todo parecía intacto, al menos en su contenido. No parecía haber sido forzado. Aprovecho que el contrario no hacía nada para mandar un mensaje a uno de sus compañeros del hospital, por si algo le pasaba al menos dejarle a alguien la descripción de la persona que lo ha secuestrado.

Frunció el ceño al percatarse de cierto detalle.

—¿Por qué no sirve la red aquí?

—La señal cayó hace unos minutos, tardarán una hora hasta que regrese. — respondió con calma y encogido de hombros, al nipón no le gustó para nada esa respuesta, tampoco que el rubio este cerca de él y no dejé de verlo. Y ni mencionar que aún sigue desnudo.

—¿Qué quieres de mi? Esto se considera secuestro, tengo moretones en mi cuerpo, estoy desnudo y tengo un...— se ruborizo avergonzado, pero tuvo que decirlo.—Tapón ahí abajo. Esto no está nada bien, así que será mejor que me diga en donde me tiene y porque, además de dejarme salir y consideraré que la policía le de menos cargos. — le acusó intentando sonar lo más serio posible, pero sin atacarlo bruscamente, sospecha de que tal vez tenga algún arma y prefiere evitarse todavía más problemas o en el peor de los casos, no salir vivo de ahí.

Muy a lo contrario de lo que llegó a imaginar Tenma en cuanto a la reacción del alemán rubio, esté en vez de mostrar algo de seriedad o incluso un poco de temor y preocupación, se rió.

Río de una forma genuina y fastidiosa para el azabache que solo le irritó todavía más. Cómo si le causará tanta diversión todo lo que está pasando y se burle en su propia cara, lo cuál no termina de comprender Tenma el porque el contrario se comporta tan calmado y despreocupado, ¿Acaso cree que él no irá a la policía a acusarlo?

Incluso si el Alpha rubio no lo deja salir, él escaparía. Puede que ambos sean de la misma casta, pero Tenma cree que le puede ganar casi fácilmente. Es un poco más grande, definitivamente más robusto y jura que tiene más músculo que el de más joven edad. Es Doctor pero ocasionalmente hace el suficiente ejercicio y por ello se ha mantenido en forma y se ha sabido conservar muy bien durante tantos años, la única forma de que el otro le gane sería que porte un arma. Pero si es combate cuerpo a cuerpo, le ganaría sin problema. ¿Verdad?

El alemán se calmó, dejó de reír para después decirle:

—Realmente tiene un sentido del humor único, Doctor Tenma.

—¿¡Le parece esto gracioso!?— soltó enojado y ofendido. Quiere golpearle en su cara de niño bonito, porque no es nada más que eso.

El contrario le sonrió de una manera extraña, con malicia. No dijo nada por un breve rato, cuando lo pensó ya es que habló.

—Es toda una escena hilarante.— dijo lentamente.—Pero no tiene porqué angustiarse, eventualmente le iba a contar el porque está aquí, y otras tantas cosas que le interesen saber. — añadió, pero Tenma no se fía ni un poco del joven extraño que se ríe en esa situación.

Tenma se tapa la nariz, otra vez ese aroma se hizo más fuerte y presente. Son sus feromonas.

Π Ω μ

Palabras: 2,691
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Jueves 15 septiembre del 2022
Fandom: Monster
Au: Omegaverse
Nota del escritor:
Feliz noche mexicana!!!
Viva México 🇲🇽✨🤭

Actualizo aprovechando mi poco tiempo libre. En las siguientes dos-tres semanas estaré muy ocupado tanto estudiando como presentando exámenes por lo que muy probablemente no actualizaré en un bueeeeeeen rato, pero antes de estar como que desaparecido pues quise al menos traerles el primer cap para que no se queden con las ganas, ya es de noche y como siempre lloviendo.

Nos vemos la próxima!!!