Llegó la hora del descanso.

De inmediato todos voltearon a vernos. Tú sólo les sonreíste mientras salias rápidamente del salón.

En cuanto te fuiste, recibí varias miradas de odio de las demás chicas y chicos. Pero también unas de aliento de otros.

Salí lentamente mientras sentía mis piernas temblar.

Todos me miraban y yo solo caminaba con la cabeza en alto en dirección contraria a donde me habías citado.

Me encerré en los baños mientras respiraba nervioso.

De pronto entró Amber.

— ¿Qué haces aquí? Deberías de estar con aquel chico —

Me tapé los oídos. ¿Por qué todo el mundo habla sólo de ti?

Ella se sentó a mi lado.

— Si huyes de las cosas, nunca podrás saber si realmente te gustan — ella acarició mi espalda. — Dale una oportunidad, no es tan mal chico después de todo, solo un poco narcisista, pero no creo que importe —

Suspiré.

— Tengo miedo de lastimarlo... —

— Así es el amor, y si lo lastimas, tu mismo podrás ayudarlo. —

Chico alfabeto, estoy listo.

La parte que sigue es el final ಥ‿ಥ