Capítulo 74
"Me aferro a los momentos como si nunca se fuesen a alejar porque tú nunca llegaste a decir adiós. No hago preguntas mientras tus colores se apoderan de ti, mientras mi oscuridad se convierte en oro por dentro."
-Complete Mess
(5SOS)
☾
Jungkook y Taehyung tuvieron que obligarse a dejar las aguas termales mucho antes de lo que les habría gustado. En su cuerpo todavía reverberaba el agradable cosquilleo de las caricias cuando comenzaron a caminar hacia la planta principal del hostal sosteniéndose de las manos.
-El simple hecho de ver esto me resulta agobiante. - mencionó el guardián, apretando el agarre de sus dedos sobre la mano de su pareja.
El recibidor seguía abarrotado y los hijos de los señores Jung se movían a un lado y a otro con las manos y los brazos repletos de mantas, maletines de primeros auxilios y vivires de todo tipo. Era obvio que el hostal estaba a rebosar y que había pasado ya un buen tiempo desde que las habitaciones dejaron de ser suficientes para la cantidad de personas que las necesitaban. Con un poco de suerte tras la firma del tratado podrían comenzar a trasladar a los heridos sureños hacía otros edificios y enfermerías bien adaptados a lo que estos necesitasen, aquello sin duda restaría estrés a todos los empleados y sanadores implicados en la ayuda a heridos.
Había mucho que reconstruir, mucho que arreglar y muchas familias con las que hablar, muchos que habían perdido a personas importantes durante la batalla. Demasiadas heridas que curar, tanto exteriores como interiores. La innumerable lista ya estaba comenzando a vislumbrarse en la mente de Jungkook.
-Sí... - Taehyung arrastró las palabras haciendo reaccionar al sureño de nuevo. - Pasará un tiempo hasta que todo pueda asentarse y volver a la rutina de nuevo.
Incluso los niños más pequeños de la cima del norte habían comenzado a corretear arriba y abajo por las escaleras mientras algunos sanadores los observaban, calmados en parte gracias al ánimo que esas sonrisas tan inocentes generaban. De vez en cuando les daban la tarea de llevar a diferentes habitaciones suministros de ungüentos y medicaciones para el dolor, al menos lo hacían con los niños que comenzaban a mostrarse un poco sociables incluso cuando no parecían del todo interesados en hablar con nadie. Hoseok había mencionado que era importante integrarlos y ayudarles a participar en aquello que los pudiese alejar por un instante de los recuerdos trágicos. Y lo cierto es que a pesar de todo lo que habían atravesado, los cachorros parecían divertidos ante la idea de observar tantos rostros distintos a su alrededor.
-Parecen felices aquí... Dentro de las posibilidades que su felicidad puede alcanzar en comparación a la vida que solían tener con sus seres más queridos. Por supuesto estoy seguro de que preferirían regresar a su hogar y espero que puedan hacerlo cuando sea seguro para ellos. - Taehyung sonrió levemente. - ¿Recuerdas su rescate? No me dijiste mucho sobre ello y sé que te afectó de sobremanera pero algún día, cuanto te sientas preparado, me gustaría que me lo cuentes.
Taehyung acarició el cabello azabache que se ondulaba sobre la piel de la nuca de Jungkook.
-Yo... - el sureño suspiró, moviendo su cabeza hacia atrás para sentir un poco más el toque de su pareja.
¿Cómo podría olvidar ese rescate y cómo podría hablar de ello sin sentir ese profundo hoyo en el interior de su pecho? No se imaginaba a sí mismo olvidando jamás aquellas imágenes y tampoco lo deseaba. El recuerdo lo mantendría plenamente consciente de aquello que el odio y las rivalidades mal solucionadas ocasionaban. Porque incluso si todavía no conocían al culpable, no había otra palabra para definir la razón de lo ocurrido. Odio. Simplemente odio. Eso era lo único que Jungkook entendería como razón. Una razón que no podría ser justificable jamás de todos modos.
-Lo hago. Fue... Muy difícil lidiar con todas esas expresiones de miedo y tristeza. Y sus aromas... Resultaron asfixiantes en medio de todo el miedo, la confusión y desconfianza que nos tenían. Estaban agotados y demacrados. - Jungkook tragó saliva.- No puedo imaginar quién puede ser tan cruel como para eliminar una estirpe completa. Si los padres de esos cachorros no se hubieran sacrificado dando sus vidas, los niños ni siquiera estarían aquí, sanos y salvos, correteando a nuestro alrededor en este momento. Murieron por sus hijos pero ahora no queda un lugar al que estos puedan regresar para continuar con su legado y tradiciones.
-Los Jung han hecho un buen trabajo acogiendolos y cuidándolos del mejor modo que han podido. - Taehyung estrechó a Jungkook cerca de su cuerpo. - Me alegra que al menos tengan el hostal pero espero de verás que en algún momento el culpable sea juzgado como se merece.
-Estoy seguro de ello. - el sureño asintió. - Y también sé que Hoseok no ha hecho más que avanzar en su intento por entablar conversaciones con el alfa refugiado. Incluso si sigo sintiendo cierto rencor hacia ese chico por... - Jungkook acarició con su mano libre el cuello de Taehyung, girándose hacia este. También recordaba el modo en el que Yoongi trató de privar de la respiración a su pareja. El pánico que le había llenado el pecho había sido francamente horrendo. Así que tampoco quería olvidarlo, podría perdonar pero recordaría siempre que el refugiado de las tribus había intentado matar a su pareja. - Por lo que te hizo. Cuando lo miro todavía quiero golpear su cara, pero puedo entender lo importante que es que confíe en nosotros para contarnos hasta el más pequeño detalle acerca del ataque a las tribus. Estos niños son el único futuro que toda su comunidad tiene y él el único que puede darnos las claves necesarias para llegar hasta el culpable.
Los pequeños parecían claramente emocionados ante la idea de ver a tantas personas a su alrededor, el miedo de sus rostros que semanas atrás había congelado el cuerpo de Jungkook ante la intensidad de sentimientos repletos de ansiedad, era ya solo una pequeña mueca que llegaba hasta las caras de los cachorros durante las noches complicadas en las que las pesadillas devolvían a sus cabezas las imágenes de un ataque que todavía nadie había sido capaz de resolver. Probablemente esos niños fueran poco conscientes del motivo que había provocado que el hostal estuviese tan lleno que incluso el salón de fiestas se había convertido en una habitación, pero aún así sabían bien lo que la guerra ocasionaba porque lo habían vivido más en carne propia que cualquiera de ellos.
-Cuando todo esto acabe, recuérdame que te enseñe algunas cosas sobre las tribus. Mi padre solía contar historias realmente interesantes acerca de sus visitas como sanador a las cuevas. - Taehyung apartó la mano que Jungkook mantenía sobre su cuello y le besó la palma cariñosamente. - Cuando sientas ganas de juzgar a Yoongi, piensa en lo que habrías hecho tú si hubiesen acabado con todo lo que amas. Su objetivo fue el equivocado pero sus razones no son algo que nosotros dos podamos comprender plenamente. Tal vez perdió la cabeza en medio de la masacre, había mucho dolor y rabia en su interior cuando decidió atacar por él mismo a una manada completa.
Jungkook se limitó a asentir. Sabía aquello e incluso podría... Bueno, podría llegar a comprenderlo en algún instante pero eso no significaba que el recuerdo de Taehyung siendo estrangulado por Yoongi fuese menos intenso. El simple hecho de pensar en ello le erizaba el cabello y hacía que su lobo quisiera aullar en respuesta.
-Tengo que ir a la sala de reuniones, a estas alturas el tratado debe estar casi terminado y firmado. Joy necesita un testigo de la familia que dé fé más adelante de cómo se han desarrollado los acontecimientos en caso de que haya alguna protesta. - Jungkook depositó un suave beso sobre los labios de su pareja. - Ve a dormir un poco, tus ojos todavía parecen cansados.
Taehyung no soltó la mano de su pareja mientras recorría con los ojos la totalidad de la cara de este. Los dos parecían cansados en realidad, y él definitivamente estaba a punto de maldecir a la guardia como había hecho durante toda su vida por lo que a veces esta implicaba para las personas que más le importaban. Sabía que el trabajo de Jungkook era importante, porque tenía a su padre como principal ejemplo de ello, pero detestaba la idea de dormir afablemente en una cama mullida mientras su alfa continuaba trabajando por la paz.
-Intenta regresar pronto. Aunque sé lo importante que es el tratado para todos nosotros, estoy seguro de que tú derecho a descansar lo es en igual medida para tí... Y para mí.
Jungkook se limitó a sonreír. Un par de niños los rodearon a Taehyung y a él en su carrera hacia la cocina del hostal y sus tripas crujieron.
-Intentaré llegar lo antes posible, con un poco de suerte podremos comer algo juntos.
Taehyung asintió.
-Iré a preguntar si Jimin ha llegado... Y después prometo dormir un poco para encontrarme contigo en el comedor más tarde. Portate bien, lobito.
-Siempre lo hago. - Jungkook guiñó un ojo, divertido con la expresión de duda que usó su alfa para responderle. - Callate y ve. Ve a buscar a Jimin, si ha encontrado a su madre será un momento complicado porque apuesto a que la guardia querrá interrogarla.
Algo en la expresión del norteño cambió y un suspiro envolvió sus labios.
-Lo sé... La implicación de su padre en el ataque de las Lunas Rojas no es algo que la gente vaya a olvidar fácilmente.
Jungkook no se había equivocado. Taehyung solo necesitó seguir los cuchicheos para llegar hasta la zona en la que Jimin y su madre se encontraban acorralados entre murmullos.
-¿No tenéis nada que hacer? - el tono frío abandonó sus labios inevitablemente. - ¿Nada mejor que rodear a dos personas de esa manera?
Con la mayoría de guardianes en la sala de reuniones y sin nadie cerca que conociese a Jimin y a su familia como él lo hacía, todos parecían haber tomado la fácil opción de juzgar sin tan siquiera molestarse en darle una mínima oportunidad de explicarse a Jimin y a su madre y esa era una de las cosas que causaba el miedo, lograba que las personas señalasen con el dedo a cualquiera que pareciese lo mínimamente sospechoso de la misma manera en la que estaba ocurriendo en ese instante. Incluso cuando Jimin y su madre no deberían ser considerados culpables por los crímenes del señor Park sin un juicio o pruebas de por medio.
Taehyung se abrió paso entre el grupo de lobos y sus ojos buscaron a los de su mejor amigo. Verlo en esa situación, escuchar lo que las personas susurraban y saber tan bien como él lo sabía que Jimin jamás lastimaría a una persona conscientemente a pesar de lo que otros pudieran llegar a creer... El alfa norteño sencillamente sintió la rabia bullendo en el interior de su pecho de forma precipitada como lo haría en una olla cerrada rodeada de fuego candente. Había algo que lo estaba empujando a proteger al omega, incluso cuando ese preciso omega nunca había querido o necesitado la protección de nadie a lo largo de su vida. Porque aunque Jimin era fuerte, más que la mayoría de lobos de su generación, en ese instante parecía agotado y lleno de tristeza.
-Hay enfermos, heridos y personas que necesitan a alguien con quien hablar en prácticamente cada zona del hostal. Tal vez deberíais mover vuestro culo para ayudar en lugar de rodear a un chico y a su madre. Si tenéis energía para esto, también deberíais tenerla para repartir los suministros entre los huéspedes. La justicia llegará de la mano de quien tenga que impartirla en el momento adecuado.
Uno de los presentes gruñó cuando Taehyung trató de adentrarse en la estancia, caminando un poco más allá del semicírculo que las personas habían formado. Podía ver a Jimin acurrucado sobre un sillón, sangre manchando sus mejillas, ojos cristalinos y los brazos rodeando sus rodillas flexionadas. A su lado, la señora Park apoyaba los codos en las rodillas y miraba hacia el suelo tratando de evitar las miradas exhaustivas de la gente mientras se tapaba los ojos con el dorso de las manos.
Pero Taehyung sabía que las miradas no eran lo peor, se trataba de ese aroma lleno de desconfianza que llenaba la estancia y envolvía a los Park como un yugo.
Desconfianza hacia la mano derecha del líder de la guardia norteña y su hijo. Desconfianza hacia la misma mujer que había ayudado a innumerable cantidad de familias haciendo su trabajo del mejor modo que sabía y sacrificando su tiempo y salud en el proceso. Desconfianza causada por el miedo a una guerra y a la muerte que todos querían evitar desesperadamente.
-Son familia del hombre que casi lleva a nuestra manada a una guerra segura. - indicó el beta que había lanzado un gruñido. - No son bien recibidos aquí, no entre las personas que como tú has dicho están heridas o lastimadas mentalmente. Su dolor proviene de lo que ellos han ocasionado. Deberían estar en una celda, no en el salón de la casa de los Jung entre las personas que hemos sufrido perdidas por su culpa.
-¿Y quién sois vosotros para decir que ellos son culpables de algo?
Taehyung gruñó, él también sabía cómo hacer aquello y no dudó en poner su cuerpo delante del sofá en el que se encontraban Jimin y la señora Park en un intento por protegerlos de alguna forma. Su amigo apenas reaccionaba, ni tan siquiera lo miró a los ojos. Había demasiado dolor en esa expresión ausente, demasiado sufrimiento en el hecho de haber perdido a un padre y a la par estar siendo condenado aún cuando sus propias acciones habían logrado salvar a muchos de los presentes. Ese día Jimin pasó sobre las creencias de su progenitor sin tan siquiera dudar por un maldito instante, lo hizo por sí mismo y porque sabía que lo que las Líneas Rojas exigían llevaría de nuevo a sus manadas a una guerra interminable. Si Jimin era culpable de algo, quizás fuese de tratar de salvarle el pellejo a quien ahora lo señalaba con ojos llenos de odio.
-Es el hijo de un traidor. - un sureño alzó la voz hacia Taehyung.
Maldita sea. Sureños y norteños parecían por primera vez de acuerdo en algo y ese algo estaba lleno de rabia y sinsentido.
-Y es también la persona que arriesgó su vida en medio de la batalla para salvar el culo de muchos de los que estáis aquí vivos y sin heridas ahora. - Taehyung no pudo evitar el temblor de sus manos. - Estoy seguro de que muchos habéis visto a familias enteras divididas por sus dogmas de vida. Que un padre piense una cosa, no implica que su hijo deba seguir ciegamente ese pensamiento. Que un esposo decida crear una batalla en base a ideas radicales, tampoco implica que su esposa esté de acuerdo.
Los lobos a su alrededor todavía gruñían cuando Taehyung decidió darse la vuelta para alcanzar las manos de Jimin y la madre de este.
-Vamos, hay muchos lugares en los que podréis estar más tranquilos que aquí.
El omega levantó finalmente la mirada y sus ojos enrojecidos y llorosos hicieron que el corazón de Taehyung doliese. Park Jimin era una persona risueña y alegre la gran parte del tiempo, con una capacidad de empatía muy superior a la de casi cualquiera que él conocía. Jimin era el último al que Tae se atrevería a culpar de una guerra, no porque su mejor amigo no fuera fuerte sino porque precisamente la fortaleza de este se encontraba en su forma de ayudar ciegamente a las personas incluso cuando estas podían ser consideradas un enemigo.
Ese que ahora se encontraba al borde del llanto, era el mismo chico que se había atrevido a burlar a la guardia personal de los líderes para ayudar a escapar a un mestizo de sombras que consideraba inocente e injustamente capturado. Ese que era su mejor amigo, con el que él había crecido y había recorrido los montes del norte durante años. Y si había alguien por el que Kim Taehyung podría poner sus dos manos en el fuego, sin duda alguna era Park Jimin. Muy a pesar de quién fuese o lo que hubiese hecho uno de sus padres.
-Puedo entender sus dudas. - Jimin susurró y a su lado la señora Park asintió. - Ellos... Han luchado en una batalla causada por algo que mi padre inició.
-¡El propio chico lo admite! Nuestras sospechas están más que justificadas. - uno de los norteños dió un paso al frente para hablar. - Conocemos a su madre, Taehyung. Muchos de nosotros hemos puesto nuestras vidas durante años bajo su protección pero ahora es justificable que sintamos dudas. La justicia tendrá que decidir si ella y su hijo son culpables.
Taehyung chasqueó la lengua antes de girar su cuerpo.
-Y la justicia lo decidirá en base a unas pruebas y hechos factibles. No nosotros.
Aunque la sangre en el interior de su cuerpo bullía con la necesidad de decir algo, de debatir con todas esas personas que pretendían acorralar a Jimin y a la madre de este... Taehyung decidió que discutir podría causar un efecto contrario y negativo en sus intenciones. Ahora la situación era delicada, el dolor todavía permanecía reciente y arraigado en los corazones de los lobos.
-Dejemos que la justicia decida. - susurró. - Si fueran culpables no habrían venido aquí, al lugar donde líderes y guardianes se reúnen junto a mestizos para trazar una nueva unión y juzgar a los culpables de este intento de guerra. Al sitio en el que ellos dos sabían que la gente no los querría.
-Y ahora tampoco pretenden esconderse. - una beta anciana habló. - Ese chico nos sacó a mis nietos y a mí del templo, si es culpable solo por haber nacido de un traidor entonces esta unión no traerá ningún cambio. El hijo de los Kim tiene razón al decir que debemos esperar hasta que la justicia decida.
Un debate creció entre los presentes. Con el estallido de acusaciones, rumores y especulaciones tomando la atención de los lobos presentes, Taehyung aprovechó para tirar nuevamente de las manos de Jimin y su madre.
-Tenéis derecho a ser juzgados con objetividad. - habló. - No deberíais aceptar que estas personas digan cosas acerca de vosotros sin tan siquiera conoceros.
La señora Park fue la primera en decidir levantarse y caminar, a pesar de que muchos intentaron detenerla y exigir explicaciones que no estaban justificadas a pesar de su miedo o dolor.
-Puedo soportar todo esto si el odio recae sobre mí, pero no estoy dispuesta a permitir que mi hijo sufra. - su voz, a pesar de apagada, sonó con fuerza en la estancia. - Como Taehyung ha dicho, Jimin arriesgó su vida durante la batalla. No hay nada en mi hijo que pueda indicarle a nadie que estaba de acuerdo con las acciones de su padre. Me enfrentaré a la justicia y aceptaré un castigo si alguien cree que lo merezco, pero mi hijo está totalmente fuera de esto.
Sin añadir nada más, la señora Park sostuvo la mano de Jimin con fuerza y caminaron hacia el exterior de la estancia con Taehyung.
w-Mi gente debe ser considerada de la misma y exacta forma en la que lo es cualquier lobo de esta montaña. -Taemin observó a su alrededor, percibiendo las distintas expresiones en las miradas de aquellos que al igual que él se encontraban alrededor de la mesa de reuniones.
-Una petición justa y razonable. - Jungkook fue el primero en cabecear de acuerdo. - Creo que para que todo esto funcione, la clave es establecer igualdades. Los bandos basados en clases tendrán que pasar a ser errores del pasado si queremos que este acuerdo llegue a un buen sitio.
Sentir el respaldo de Jungkook significó mucho, no sólo para Taemin sino para cada uno de los mestizos presentes, algunos de los cuales todavía portaban ropas manchadas de sangre, tierra y sudor. Habían ayudado a los heridos como si se conocieran desde siempre. Ellos eran el claro ejemplo de que la unión podía hacer la fuerza cuando el odio se dejaba atrás.
-La única forma en la que los mestizos abandonaremos la protección de los cazadores y los pactos que nos benefician, es consiguiendo una ventaja. Si estamos dispuestos a firmar es para mejorar nuestro futuro, nunca para empeorarlo y creo que es así para todos los que estamos aquí hoy. - Taemin dejó caer las siete hojas que componían el borrador del nuevo tratado. - Seremos todos iguales y las mismas normas se aplicarán a la totalidad de nosotros incluso si algunos residimos fuera de estas montañas. Creemos que es lo justo y será lo único que aceptaremos. Lo único que nos proporcionará justicia real y equilibrada. Hemos sido vistos como ganado por lobos y cazadores durante mucho tiempo. Unos nos juraron protección, considerándonos solo en parte humanos, y otros quisieron usarnos como estrategia en sus asuntos privados teniendo en cuenta nuestra parte animal mas no creyéndonos suficientemente licántropos como para ser algo más allá de un secreto mal guardado. Queremos ser vistos únicamente como personas, no somos medio humanos, medio lobos, bastardos o secretos. Somos personas como todos los demás que se encuentran aquí reunidos, con los mismos derechos que ellos.
Sungjae compartió una rápida mirada con Joy. Sus manos habían estado tomadas bajo la mesa y las sensaciones que compartían casi parecían entrelazarse a través de su reciente vínculo. Ambos sabían que el proceso en el que se sumirían podría durar semanas o incluso meses. Sería una época difícil, larga y llena de rencores compartidos. Estar unidos era la mejor opción. Incluso si sus sentimientos todavía eran confusos y demasiado recientes como para asegurar que un matrimonio pudiera funcionar hasta que la muerte los separara, querían intentarlo.
Aún con todo, conocían su papel como líderes y lo que este implicaba. Sabían bien cuáles eran sus responsabilidades y estaban dispuestos a cambiar aquello que debía ser modificado para lograr que la paz se mantuviera durante el mayor tiempo posible. Viviese su amor hasta el final o no. Había responsabilidades que ellos nunca podrían ignorar.
Quizás por eso solo necesitaron mirarse a los ojos antes de asentir en silencio. De acuerdo con las palabras del mestizo y también con el apoyo que Jungkook le había mostrado a este.
-Estoy tomando nota de todas las peticiones. - Sungjae indicó, llevando su mirada hacia las personas presentes a su alrededor. - Y creedme cuando digo que la igualdad es uno de los puntos que he marcado a rojo desde el inicio en mi cuaderno. Cómo vosotros, creo que la unión se debe basar en un proyecto justo desde su mismísimo inicio.
Había muchas caras conocidas esa tarde pero también muchas otras que eran completamente nuevas. Personas que habían llegado a la montaña movidas por la posibilidad de que su ayuda les permitiese obtener la posibilidad de lograr un mejor futuro no solo para ellos sino también para sus familiares, amigos cercanos o simplemente conocidos. Todos ellos ahí reunidos con el mismo objetivo. Querían evitar la guerra a cualquier costo y la forma de hacerlo en realidad podría ser tan sencilla como mantener el diálogo activo sin que los bandos, dogmas y creencias sirvieran de arma arrojadiza.
-Tambien aprovecharé tu información para dejarle saber a aquellos que han llegado después del descanso, que se ha mencionado la posibilidad de crear viviendas para los mestizos que deseen mudarse a la montaña. Todos aquellos que deseen unirse a nosotros, serán bienvenidos. Queremos que este sea un hogar también para vosotros. - Sungjae sintió el modo en el que el agarre de Joy se apretaba sobre su mano en señal de ánimo mientras hablaba.
-Se trata de un proyecto en el que las mayores diferencias puedan ser dinamitadas con el objetivo de eliminar los mayores conflictos. -Joy añadió. - Todos podemos tener ideales diferentes y de hecho eso es lo que espero que ocurra, estoy ansiosa por aprender acerca de vuestras culturas y costumbres como jamás pude hacerlo a lo largo de mi vida.
Joy dejó que sus ojos buscarán los de cada una de las personas presentes en aquella sala. Mestizos, sureños o norteños. Ya no importaba, todo lo que cada uno de ellos ansiaba era la paz.
-Cada lobo, mestizo o humano es un mundo en sí mismo pero la guerra... La guerra es algo a lo que no debemos volver. Pase lo que pase este tratado debe darnos una salida ante la posibilidad de conflictos futuros que amenacen las vidas de quienes nos importan o las nuestras mismas. Dos días de batalla nos han servido para ver un mínimo resquicio de lo que podría ocurrir si continuamos peleándonos sin límites de por medio. No sé trata de un juego de orgullo o poder, hemos visto morir a personas inocentes, muchas otras han sufrido heridas de gravedad y una enorme cantidad de niños perdieron en el transcurso a padres, hermanos y abuelos.
Sungjae no podría sentirse más de acuerdo con lo que su prometida exponía. Su mirada llena de emoción dejaba que el resto de presentes apreciaran que sus palabras eran reales, que la paz era algo que deseaban y que no se trataba de ningún pacto con un único interés político para la expansión del dominio de los lobos sobre nuevos territorios.
De hecho, ese pacto podría reavivar viejas guerras con los cazadores y aún así... Aún con todo... Estaban dispuestos a arriesgarse a ello. Todo por una montaña libre donde las personas que la habitasen pudieran sentirse libres de moverse por el territorio completo sin miedo.
-Han pasado muchos años para los lobos de las manadas de esta montaña estando enfrentados por temas de un pasado que no es nuestro, debería servir de ejemplo sobre aquellos errores que no debemos cometer de nuevo. - Joy tragó saliva. - Cada uno de los testigos que se encuentra alrededor de esta mesa hoy, debe saber que tal vez estemos a punto de vivir un momento que será escrito en los libros que cuenta la historia de esta montaña.
-Por un futuro igualitario. - susurró Taemin.
-Por un futuro justo. - asintió Namjoon, extendiendo su mano para colocarla sobre la del mestizo.
-Y por la paz. Por un futuro lleno de paz. - Jungkook asintió uniendo su mano a la de los otros dos hombres.
-Sobre todo por la paz. - Sungjae y Joy fueron los siguientes en unir sus manos y entonces una reacción en cadena se produjo cuando cada uno de los testigos presentes hizo lo mismo.
-Por la unión.
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Hiii!!
Solo deciros lo de siempre, que espero que os guste y que la cuenta atrás para el final de la fic acaba de empezar definitivamente. Llevamos juntos más de un año con esta historia y pronto llegará el segundo libro, en el que se hablará mucho más de los cazadores y las tribus del norte y conoceremos más detalles sobre el pasado de la montaña ❤️
Un beso,
os amo
Mel
💜
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