Capítulo 64
"Si todo el mundo pudiera verte a través de mis ojos, no tendríamos que preocuparnos y dejarlo todo atrás. Sé que no es fácil, pero creo que necesitamos un nuevo comienzo. Te sostendré el corazón."
-Our Way Out
(Nico Collins)
☾
Taehyung y Jungkook despertaron cuando la noche cubría nuevamente el sur, a pesar de que su plan había sido dormir tan solo un par de horas para ayudar en la tarea de localizar a los lobos desaparecidos entre los que se encontraban muchas personas hacia las que sentían un enorme aprecio, el cansancio ganó la batalla en esa ocasión. Y quizás si los sonidos de la planta baja no hubieran sido tan llamativos como lo eran, habrían continuado durmiendo incluso cuando la Luna comenzaba a asomarse entre los nubarrones negros de la noche temprana.
-Hemos dormido demasiado. - Jungkook salió de la cama con prisa, sintiendo su corazón latir con tanta fuerza en el interior de su pecho que inevitablemente su lobo necesitó unos segundos para situarse en la estancia. Se sintió perdido por un instante, fuera de lugar y lleno de una desesperanza que jamás antes había llegado a experimentar.
La casa de líderes. Estaban en la casa de los líderes de la unión.
-Ya es de noche, otra vez. Tenemos que ayudar a despejar la montaña de heridos y muertos, buscar a los desaparecidos y comprobar que todo vaya bien en el norte. El hostal de los Jung, el templo y las personas escondidas en la cima, pueden correr peligro si nadie se mueve de zona para blindar los lugares que reúnen posibilidades de generar conflicto entre bandos. - Jungkook tragó aire, notando el mareo recorrerle el cuerpo ante la perspectiva de todo lo que necesitaba ser hecho y de lo poco que él había ayudado. - Pero antes necesito comprobar si el líder norteño ha mejorado y tengo que hablarle a mi prima acerca de todo lo que nuestra abuela hizo en la sombra mientras nuestro abuelo lideraba en contra de una unión.
Cuando Jeon Jungkook se tambaleó con su lobo todavía evidentemente cansado tras todo lo ocurrido, Taehyung sintió la necesidad de envolverlo en un abrazo apretado. Sin embargo no se movió, no lo hizo porque sabía que de alguna manera Jungkook necesitaba ordenar sus ideas antes de comenzar a tomar decisiones con cierto sentido. Era un guardian altiorem, había entrenado toda su vida para enfrentarse a situaciones como aquella y aunque la presión pudiera hacer mella en su mente... El norteño sabía que su pareja era uno de los lobos más adecuados para pensar en estrategias que pudieran serle de ayuda a sus manadas. No dudaría ni por un instante de aquello que Jungkook decidiera.
-Necesito salir a buscar a mis propios padres antes de empezar a ayudar a los guardianes con las ceremonias funerarias masivas y desde luego debo llegar hasta Hoseok para comprobar que los refuerzos que Joy envió al norte están haciendo bien su trabajo. Oh... Y Yugyeom, es importante que hable con Yugyeom para pedirle que se desplace a la cima del norte como encargado de la seguridad de su prometida y los otros lobos que se esconden en las cuevas. Lae Vanity y su hermana serán importantes en el futuro de nuestras manadas si se desencadena una guerra, omegas o no, son parte de una de las familias más antiguas y respetadas del sur y los lobos confiarán en sus consejos si deciden apoyar la unión a pesar de todo para evitar que el conflicto se vuelva todavía más sangriento si los radicales sureños deciden entrar en el campo de batalla.
-Está bien, Kook. Mis padres nos habrían despertado si hubiéramos sido necesarios. Hay mucho que hacer pero el peso de la guerra o de la posible nueva batalla no recae sobre tus hombros. Hay muchos guardianes dispuestos a ayudar, muchos voluntarios que saldrán ahí fuera para salvar todas las vidas que nos sea posible. Está bien si descansas un poco, está perfectamente bien si decides que lo primero son tus padres y que tu deber como príncipe Jeon puede esperar hasta tener la certeza de que tu familia está bien... O tal vez que están mal, pero al menos sabrás el lugar en el que se encuentran. - Taehyung prestó atención a los sonidos que atravesaban las paredes a la par que sus ojos y su runa brillaban mientras observaba al sureño. - Bajemos. Quizás hayan encontrado a los lobos desaparecidos en batalla. Siento murmullos, palabras altas y bajas. Hay todo un revuelo de olores entre estas paredes.
Jungkook frunció el ceño pero asintió. Él deseaba ver las facciones claras de sus padres en el instante en el que llegase al salón de la casa. Incluso si no había estado presente en la tarea de búsqueda como había planeado. No importaba, lo único importante sería que ellos estuvieran bien y a salvo. Necesitaba preguntarles muchas cosas pero también quería disculparse por muchas otras. Incluso con la rabia de haber sido engañado por una vida completa, ellos eran sus progenitores y habían preferido vivir una vida falsa en lugar de arriesgarse a perderlo.
-Vamos. Siento no poder darte un tiempo para despertar a gusto pero necesito saber lo qué ha ocurrido mientras dormíamos.
Taehyung asintió, dejando a un lado la fina sábana con la que los dos se habían cubierto durante la noche. Él también quería saber si su mejor amigo estaba bien o si realmente las Lunas Rojas seguían órdenes del señor Park como muchos lobos heridos habían mencionado en más de un par de ocasiones durante la madrugada del día anterior.
-No te preocupes. Necesito saber si Jimin está bien, deberíamos haber activado el despertador.
Taehyung se acercó a Jungkook para depositar un beso cariñoso sobre los labios de este. Ellos dos no habían tenido un solo segundo para disfrutar de su recién estrenada relación y eso inevitablemente lo enfadaba y ponía de los nervios. Nunca había sido una persona demasiado afortunada pero deseaba que todo ese lío se pudiera solucionar sin una guerra de por medio. Ya habían pasado demasiados años enfrentados y no estaba dispuesto a separarse de la persona que quería ahora que ambos parecían plenamente dispuestos a intentar algo juntos. A pesar del norte y el sur, de los Jeon y los Yook, de una posible guerra que amenazaba con abrirse paso en su presente.
-Bajemos a ver si tus padres están sanos y salvos, lobito. - Taehyung acarició el cabello azabache que resbalaba sobre la nuca de su pareja. - Y si no están aquí, yo mismo iré contigo a buscarlos sin importar quien se esconda todavía entre las montañas del sur. Allí a donde tú vayas, te seguiré. ¿De acuerdo? Si quieres ir al norte, guiaré tus pasos. Si deseas recoger los cuerpos de los caídos en batallas para llevarlos a la zona donde se realizará la ceremonia funeraria, pondré mis manos dispuestas para ese trabajo. Sea lo que sea, pídelo y estaré ahí para ayudarte a tí y para acabar con el sufrimiento y dolor de todas las personas que me resulte posible.
Jungkook sintió su corazón latir con fuerza. Su lobo estaba feliz incluso en medio del dolor y debía agradecerle ese sentimiento a Kim Taehyung.
-Gracias. - susurró, su mano envolviendo la de su pareja y acariciando la piel de los nudillos de este. - Gracias por estar a mi lado y por tratar de comprenderme.
El alfa norteño tan solo negó.
-No tienes nada que agradecerme, lo hago por tí, por nosotros y por qué ser una pareja implica apoyarse el uno al otro.
Con las manos unidas los dos bajaron con prisa las escaleras de la casa de líderes.
Jimin sintió su pecho encogerse ante el gruñido que recibió tras su llegada, a sus espaldas no solo se encontraba Lee Taemin sino también una veintena de mestizos de sombras completamente decididos a ayudar en la causa de atrapar a aquel hombre que había tratado de lastimarlos. Y ese hombre, el hombre que había causado una masacre en la montaña, era su padre.
Tras una extraña noche en el poblado de humanos y luchando contra el calor que se colaba por las ventanas abiertas del pequeño departamento del camarero, Jimin y él habían hablado durante al menos tres horas antes de finalmente reunirse con todos los mestizos que Taemin conocía. Muchos declinaron la oferta de unirse a su causa y luchar al lado de los lobos a cambio de la libertad asegurada. Una libertad real, sin tratados, pactos y normas estúpidas de por medio. Pero otros, aquellos que se habían cansado de mantenerse ocultos en la oscuridad como un secreto de las relaciones prohibidas entre lobos y humanos, esos decidieron seguirlos. Si morían o vivían en la montaña, sería como efecto secundario de sus propias decisiones.
-"Queremos un sitio en esa montaña si los cazadores deciden que hemos roto los pactos". - le había mencionado Taemin mientras atravesaban los oscuros caminos que llevaban hacia la casa de líderes en el sur.
-"Prometo que lo intentaré, voy a hacer todo lo que esté en mis manos para conseguir que los miembros del Consejo acepten vuestra presencia en la montaña sin ponerse quisquillosos. Deberían ser capaces de ver los puntos positivos que tiene una alianza con los mestizos. Sois en parte humanos pero en cuestiones de fuerza los superáis con creces, si la guerra se avecina... Toda ayuda será bien recibida."
Y Jimin de verás lo pensaba. Tan solo había pasado un día en el poblado humano y algunas horas con aquellos mestizos que se prestaron para dar su ayuda a cambio de un futuro mejor en el que lobos y mestizos pudieran convivir sin que los últimos tuvieran que sentir miedo de su propia existencia.
Sabía que era arriesgado, era consciente de que los cazadores estarían en el derecho de atacar la montaña si descubrieran que los antiguos tratados estaban siendo rotos de forma deliberada, pero su gente... Aquellos que amaba corrían peligro por las malas decisiones de su padre y el grupo de rebeldes al que este había decidido aliarse para conseguir el completo y total control de una montaña que bajo la unión estaba comenzando a encontrar la paz poco a poco.
-A pesar del riesgo que supone desobedecer los tratados que se firmaron con los cazadores para detener su ataque, creo fielmente que en esta situación cualquier refuerzo es bueno. Ellos quieren luchar a nuestro lado, están dispuestos a morir si es preciso. Por favor, la unión siempre genera más fuerza que la división.
Jimin escondió las manos en los bolsillos de los vaqueros que Taemin le había prestado esa mañana. Su olor natural parecía un poco más ácido ahora que portaba ropajes de un mestizo consigo.
-Al menos deberíais escuchar sus palabras. - Taemin habló. - Como mestizos de sombras servimos a los lobos en el pasado. Si confiaron en nuestras capacidades tiempo atrás, probablemente se debió a algo. No somos lobos pero nuestra constitución es mucho más fuerte que la de un humano. No moriremos fácilmente. Mucho menos cuando un futuro mejor para nuestras familias está en juego. Tenemos algo por lo que luchar, un motivo por el que ser fieles a una alianza.
Jimin asintió. Podía ver los diferentes rastros de humor sobrevolando la estancia, los comprendía con mucha más facilidad que los murmullos de aquellos lobos presentes en la sala.
-Una oportunidad. Es todo lo que pedimos, queremos una oportunidad para hacer las cosas bien.
-¡Es un Park! - gruñó finalmente uno de los betas que se encontraban en el salón de la casa de líderes. - ¡No podéis pretender que confiemos en su palabra cuando su padre ha sido el responsable de que los Lunas Rojas le hayan declarado la guerra a los Azules y al sur! ¡Muchas personas han muerto!
-Y morirán muchas más si los cazadores deciden perseguirnos de nuevo por la ruptura de unos estúpidos tratados. - un guardián norteño se cruzó de brazos cerca de Jimin, sus ojos llenos de rabia contenida.
-¡Tiene razón! - una alfa sureña gritó desde el sofá, asintiendo rápidamente con su cabeza. - Yo digo que deberíamos atarlo a un árbol y esperar hasta que la zorra de su madre aparezca. Será la forma más sencilla de acabar con una estirpe completa de traidores. Con un poco de suerte su padre también asomará el hocico cuando vea que su mujer y su cachorro están en peligro.
Taemin no pudo evitar gruñir, incluso si no era plenamente un licántropo, la sangre de una loba que había desafiado las normas de su propia manada corría por sus venas. Nadie tocaría al chico que le salvó la vida y le permitió escapar cuando toda la montaña estaba sumida en una batalla. No si podía evitarlo. Si se trataba de luchar, entonces sencillamente lucharía, con o sin la aprobación de un par de manadas tan rotas como la montaña en la que habitaban.
-¿Te estás escuchando a tí misma? - la voz del señor Kim atravesó la estancia y Jimin sintió el alivio de encontrar cariño en los ojos del padre de Taehyung. - Conozco a muy pocas personas más fieles a la paz, a las Lunas Azules y a su manada de lo que lo ha sido y estoy seguro que sigue siendo Park Eunha. Me da igual si ha desaparecido en batalla, debe haber una razón más allá de lo que su desgraciado esposo ha provocado. Su hijo no tiene nada que ver con el conflicto entre Lunas Rojas y Lunas Azules.
Su madre. Jimin sintió las ganas de llorar acumulándose en el interior de su garganta, su padre escapó antes sus propios ojos pero su madre fue declarada como una guardiana desaparecida en batalla. Y él sabía que con toda probabilidad ella habría luchado hasta su último aliento.
-Oh, vamos, Kim. Solo dices eso porque esa loba era tu segunda al mando. Reconocer que es una traidora te dejaría en muy mala posición como jefe de los guardianes norteños. - el que hablaba no era otro que el padre de Jeon Joy, sosteniendo su bastón y con un pañuelo entre el puño que formaba su mano, el hombre mostraba un evidente estado de debilidad como consecuencia de la enfermedad que tiempo atrás lo obligó a abandonar su puesto como líder. Había luchado al lado de otros lobos cuando los Lunas Rojas atacaron en el sur y las consecuencias no tardaron en hacerse notar. - Debemos esperar a que mi hija pueda presentarse ante nosotros para tomar una decisión, sin embargo si mi consejo todavía sirve de algo, propongo que encerremos al joven Park y devolvamos a los mestizos a su lugar entre los humanos. No hagamos de este conflicto algo mucho más complicado de lo que por sí ya lo es...
Jimin estaba a punto de bajar su cabeza y dar un paso al frente, tal vez podría prestarse como voluntario para ejercer de cebo en la tarea de atrapar a su padre. Después de todo, nadie tenía conocimiento del lugar en el que este y su propia madre se encontraban. Había pasado un día y la montaña estaba tan calmada que el simple hecho de caminar a través del bosque daba miedo. Su subida hacia el sur acompañado por los mestizos fue sencilla porque ni un solo guardia se encontraba salvaguardando las fronteras con el poblado de los humanos. La batalla sirvió para desequilibrar cada una de las rutinas de aquellos que residían en la montaña habitualmente. Esa era la parte más peligrosa, la falta de un plan, el silencio que prevenía una fuerte tormenta en el instante menos esperado.
Ahora nadie parecía seguro acerca de si podrían confiar o no en sus vecinos, amigos y familiares. Nadie se atrevía a cerrar los ojos para dormir incluso si lo necesitaban, a alzar la voz más de lo necesario o a hundir sus patas en la tierra fresca tras la noche lluviosa.
-Yo... Si puedo ser útil para encontrar a mi padre y traerlo ante la justicia, entonces que así sea.
-No tienes que hacer nada de eso. - el señor Kim atravesó la sala de la casa de líderes para colocarse al lado de Jimin. - Has venido aquí con refuerzos y dispuesto a ayudar a tu manada, es todo lo que yo exigiré de tu parte. No eres culpable de los pecados y decisiones de tu padre, Jimin.
Pero los lobos que estaban repartidos por la estancia no parecían pensar lo mismo.
-Si el chico quiere ayudar entonces que lo haga. - una alfa anciana protestó, alzando su bastón de madera de roble para señalarlo. - De todos modos no hay nadie aquí que pueda confiar plenamente en un Park, no al menos después de lo ocurrido. Señor Kim, jefe de guardianes o no, usted no tiene la potestad para imponerse al mandato de un líder y si el pueblo quiere que el muchacho preste su cabeza para atraer el traidor entonces así debe ordenarlo la señorita Joy. Ella escuchará nuestras opiniones como siempre ha hecho.
Kim Namjoon y Taemin gruñeron casi a la par.
-Si hacemos eso la guerra nunca se terminará, no podemos sacrificar a inocentes por el mero hecho de que alguno de nosotros tenga sospechas infundadas. Mis padres mataban y sacrificaban a deltas y yo...
-Y tú te convertiste en uno muy a pesar de lo que eso significó para tu familia y manada. - el padre de Joy clavó sus ojos sobre Namjoon. - Traidor una vez, traidor siempre. ¿Quién puede asegurar que no has decidido cambiar de bando nuevamente? Estás poniendo demasiado empeño en proteger al cachorro de nuestro enemigo.
-¡Yo! Yo puedo asegurar que Kim Namjoon tan solo es fiel a la paz y a su líder. No está ciego y sabe distinguir entre el bien y el mal, esa es la mejor de sus características y es lo que lo ha llevado a convertirse en jefe de guardianes. Cada una de sus palabras, yo las creo y secundo. Si él miente en algo, que la responsabilidad caiga sobre mis hombros y la casa de los Jeon.
Los lobos presentes giraron sobre sus pies cuando la fuerte y segura voz de Jeon Jungkook reverberó en la estancia. El príncipe Jeon se encontraba en la entrada del gran salón y su mano rodeaba la del hijo del traidor Kim como si sintiese más que simple aprecio hacia este. Y así era, todos lo habían visto mostrándose abiertamente cariñoso con ese alfa norteño el día anterior. Sin esconderse tan siquiera. A pesar de su lugar en el clan, a pesar de su futuro puesto en la guardia sureña y a pesar de las enseñanzas que había recibido por parte de sus senex.
-¡No te atrevas a pronunciar una sola palabra en nombre de nuestra familia! - el tío de Jungkook sostuvo con fuerza los reposabrazos de su sillón hasta conseguir que las venas se marcasen en la piel morena de sus manos. - ¡Has traicionado a tus padres y a toda tu estirpe al decidir unirte a un alfa! En otros tiempos habrías ardido en un pica, maldito y sucio sodomita.
-¡Maldito viejo estú...! - Taehyung cerró su boca tratando de controlarse a sí mismo. Odiaba el modo en el que el hombre le había hablado a su pareja. - Vuelva a la caverna de la que ha salido.
Jungkook cerró los ojos con fuerza y posó una de sus manos sobre el torso de Taehyung para evitar que este avanzase hacia su tío como parecía pretender. El hermano de su madre siempre había sido un hombre complicado y plenamente unido a las tradiciones de su clan. De alguna manera podía entender el motivo que había llevado a su abuela a decidir que este no merecía conocer los dogmas de las Lunas Azules a pesar de que fue el primero de sus hijos. Como un alfa, el padre de Joy aprendió que la sociedad de clases era lo único real y certero en el seno de su manada y que como líder él tendría que hacer lo posible por castigar a todos aquellos que desafiasen el orden artificial que se marcaba en el sur.
Si este no había explotado antes, Jungkook estaba seguro de que se debía a que Joy se lo había prohibido. La figura de un líder en su clan era intocable, así que incluso cuando su prima era la hija de un hombre que había estado en el poder durante años, su palabra valía mucho más y sus órdenes no podrían ser desobedecidas ni siquiera por un lobo que creció creyendo que el puesto de gobernante era el máximo esplendor de poder. El segundo por detrás de la propia Diosa Luna. Fuera el padre de Joy o no, la que tenía voz y voto actualmente era ella. Y Yook Sungjae, si lograba sobrevivir tras su intervención en batalla.
Las cosas eran de por sí demasiado complicadas como para sumar una disputa familiar al asunto. Si Jeon Jungkook conocía tan bien a Jeon Joy como creía hacerlo, estaba seguro de que ella no dejaría que su padre crease un espectáculo por una relación amorosa. Eso lo había salvado durante el día anterior, sin embargo atreverse a usar el nombre de su clan para defender a quien los Jeon consideraba un traidor... Aquello tal vez fue la gota que colmó el vaso para su tío.
-"Solo quiero llegar hasta Jimin, déjame ir." - la voz de Taehyung sonó en el interior de su cabeza. - "Necesito estar al lado de mi mejor amigo hoy, Kook. No pretendo gastar mi tiempo en tu tío o causarte problemas. Puedo controlar mis acciones móviles a pesar de que no pueda hacer lo mismo con mi boca."
Jungkook posó su mirada sobre Taehyung y aunque sabía que muchos lobos de familias importantes estaban concentrados en él y en su posición como un príncipe Jeon, todavía alzó la mano para acariciarle la mejilla a su lobo con cariño.
-"Lo siento. Ve con Jimin, él te necesita. Haré lo posible para lograr que esta gente escuche aquello que ha venido a decirnos."
Taehyung sonrió, el tipo de sonrisa con los labios curvados que en circunstancias normales habría alegrado el día completo de Jeon Jungkook.
-¿Vas a dejar que ese lobo tuyo me hable como si yo fuese una persona cualquiera? - gruñó su tío.
Jungkook no apartó la vista de Taehyung para mirar al padre de Joy hasta que su alfa llegó al lugar en el que se encontraba Jimin. Lo vio abrazar a su mejor amigo y devolverle la mirada en un intento por demostrarle que se encontraba bien y que era plenamente capaz de sobrellevar esa situación llena de presión.
Solo cuando estuvo seguro de que Tae no necesitaría su ayuda, él llevó los ojos hacia los de su tío.
-Lo siento mucho. - sonrió levemente. - Pero ya no eres el líder del clan Jeon por lo que en lo que respecta a los norteños, eres igual que cualquier otro lobo en nuestro territorio. Debes respetar a las personas si ansias obtener el mismo respeto a cambio.
La furia reverberó en la mirada del padre de Joy, sin embargo no pudo decir nada a cambio pues la presencia inesperada de su hija sorprendió a todos.
-Bajad la voz. - esas fueron las primeras palabras de una Jeon Joy que evidentemente estaba agotada. Las ojeras bajo sus ojos lo evidenciaban. - El líder Yook sigue débil a pesar de que las medicinas han servido para mejorar su estado de salud. Si él escucha esta disputa no habrá nada que yo pueda hacer para mantenerlo quieto en su lecho.
Joy caminó sin prisa hacia el sillón situado a un lado de la cristalera de la sala, el sillón que tradicionalmente ocupaba el líder del clan durante las reuniones de sociedad o emergencia. Reuniones como aquella.
-Bien. - suspiró. - Por lo que he logrado escuchar desde la distancia, creo que tenemos la oferta de obtener una alianza con los mestizos de sombras. ¿Es eso cierto?
Park Jimin vaciló antes de atreverse a hablar ante la líder sureña, solo el fuerte agarre de Taehyung y Taemin sobre sus hombros lo invitó a expresarse nuevamente en voz alta.
-Así es, líder Jeon. Estos mestizos fueron arrastrados por mi padre hacia la montaña durante el incendio de Casiopea, las Lunas Rojas y él pretendían culparlos por un crimen de odio e implicar al sur en el proceso, pero gracias a la Diosa Luna muchos lograron escapar. Ahora desean vengarse de la persona que ha tratado de causarles daño, una alianza podría permitir que mestizos de sombras y lobos podamos trabajar juntos en el futuro pero sobre todo nos ayudará en una futura batalla. Yo...
-Te he escuchado y te responderé en un periodo de tiempo máximo de dos horas. En épocas desesperadas las medidas que se toman pueden sobresalir por los bordes marcados para las circunstancias habituales. Os invito a descansar en la casa de líderes a tí y a tu grupo de mestizos, serás llamado después de que delibere con mi círculo de confianza. Sea cual sea la respuesta, agradezco tu interés por prestar ayuda a la unión. Esta decisión se tendrá en cuenta cuando la paz regrese a nuestras vidas, Park Jimin.
Jungkook debería estar buscando a sus padres en la negra espesura de la noche en ese instante, sin embargo se encontraba reunido con su prima mientras sus ojos se movían del señor Kim hacia Jung Wheein y vuelta a empezar. No dejaba de repetirse a sí mismo cuán molesta resultaba la tarea de comportarse como un príncipe y un guardián mientras sus seres queridos se encontraban desaparecidos. Él no podría simplemente irse y decidir por sí mismo cuáles serían sus siguientes pasos. No al menos sin pedir permiso o consultarlo.
-Es difícil. - Joy finalmente suspiró, permitiendo que en su mirada se viese un poco de esa inseguridad que había estado tratando de ocultar desde el preciso instante en el que accedió al puesto de líder. - Están sucediendo muchas cosas a la vez y yo no debería tomar decisiones sin escuchar la opinión de Sungjae pero sin duda cualquier refuerzo y alianza que formemos podría implicar una diferencia si una nueva batalla surge en nuestra montaña. Y él... Él no está recuperado todavía, debo hablar por los dos mientras su fuerza y lobo no vuelvan a ser lo suficientemente estables como para que los sucesos le sean comunicados de forma inmediata.
Jungkook se limitó a asentir, se sentía nervioso ante el hecho de que su prima no lo hubiera despertado durante la noche para darle noticias acerca de sus padres y de la unidad de guardias que había recibido la tarea de revisar la sede del consejo territorial. Ansiaba respuestas aunque conocía su deber como guardian altiorem. Sus prioridades no dejaban de tambalearse.
-Es una opción. - el padre de Taehyung habló. - Por muy difícil que pueda resultar resolver los tratados si decidimos aliarnos con los mestizos...
-No es una opción cuando el hecho de ignorar los pactos podría causar un nuevo enfrentamiento con los cazadores después de años de paz, Kim. - Sehun suspiró. - Por no hablar de que todavía no estamos plenamente seguros acerca de si los Lunas Rojas atacarán de nuevo o si bien preferirán mantenerse al margen después de haberle causado un daño importante al líder que quieren que dirija su idea de montaña utópica.
Desconectó. Inevitablemente la mente de Jeon Jungkook escapó de aquella sala para comenzar a moverse a través de los bosques que lo habían visto crecer. Cualquier señal de alguno de sus padres sería bien recibida, una huella de patas, el resquicio del aroma natural o... El rastro de humor. Si Jimin fuera bien recibido entonces podría pedirle como un favor al mejor amigo de su alfa que lo ayudara en la tarea de encontrar a sus progenitores en medio del confuso aroma a sangre y muerte.
-Confío en Park Jimin. - se había perdido una parte importante de aquella charla, sin embargo decidió hablar. - Y creo en sus palabras. No podemos descartar todavía que hayan sido cazadores los responsables de la masacre del sur, los Lunas Rojas que han sido atrapados con vida niegan su participación en el ataque a las tribus.
Los cinco lobos presentes se giraron hacia él.
-Así que si mi voto sirve de algo, estoy de acuerdo con crear una alianza con los mestizos de sombras. En estos momentos tenemos un enemigo común y si los cazadores se niegan a verlo entonces pueden irse a la mierda. - Jungkook se revolvió el cabello azabache. - De todos modos su nueva generación nunca ha tenido que cazar y los principales jefes han envejecido lo suficiente como para que cualquier lobo pueda arrancarle la pistola de las manos con un mordisco. No me sorprendería nada si ni siquiera llegan a enterarse de que mestizos y licántropos estamos uniendo nuestras fuerzas en contra de la misma persona.
Joy mantuvo la mirada atenta sobre los ojos de su primo y cuando decidió ponerse de pie, este imitó su gesto.
-Entonces, si nadie tiene nada más añadir... Redactemos esa alianza y salgamos al bosque para encontrar a nuestros seres queridos, amigos y conocidos. Cuando las Lunas Rojas decidan atacar, responderemos con colmillos y aullidos de guerra. Hemos nacido en la batalla y hemos entrenado una vida entera para saber cómo defendernos. No estoy dispuesta a permitir que un ataque más pretenda hacer caer la paz que durante tanto tiempo deseamos obtener y que ahora al fin comienza a materializarse. No permitiré que mis futuros hijos lleguen a un mundo dividido y destrozado.
Jungkook sonrió. Lo hizo sabiendo lo que las palabras de Joy significaban y lo hizo conociendo el detalle de que quizás saldrían de esa situación mal parados. Fuera como fuese, si la paz dependía de ellos entonces estaba en sus manos hacer todo lo posible por obtenerla antes de que más personas inocentes fueran heridas.
-Bien. - Jungkook se puso en pie. - Ahora, mi líder, iré a buscar a mis padres.
Joy tragó aire repentinamente y a Jungkook le temblaron las manos. Conocía la expresión que le estaba mostrando su prima, la duda en la mirada de esta era dolorosamente evidente.
-Respecto a eso, Kook. - Joy miró a los guardianes presentes y tan solo habló cuando Jungkook asintió con la cabeza. Sin secretos. - Los guardianes que fueron a la sede se toparon con el cadáver de Lae Vianea, rastros de fuego, charcos de sangre y aunque nadie más del consejo estaba presente en ese instante, no podemos descartar la muerte de todos sus miembros.
Oh, Jungkook había creído estar preparado para recibir una noticia como aquella y sin embargo su mundo completo pareció tambalearse ante la noticia. Probablemente lo último que le había dicho y demostrado a su padre era que lo odiaba.
-"Jungkook." - la voz aterciopelada de Taehyung lo envolvió cuidadosamente. - "¿Ha ocurrido algo? Tu mente... Puedo sentir tu dolor agujereando mi pecho ahora mismo."
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Hiii!!!
Nuevo miércoles y nuevo capítulo de Alpha War. Sé que las cosas parecen un poco estancadas últimamente pero pronto habrá sucesos interesantes y más escenas de amor entre Tae y Kook. Espero de verás que a pesar de todo os esté gustando el rumbo que ha tomado la historia, recordad que es mi primer omegaverse.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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