Capítulo 56
" Esto podría ser un desastre. Hay demasiados factores para que lo sea. Como, ¿qué pasa si te asustas y perdemos lo que tenemos en el capítulo crítico? Ese donde te digo que te amo y no lo dices de vuelta. Esto podría ser un desastre."
-Disaster
(Conan Gray)
☾
Jungkook no estaba del todo seguro acerca de cómo su ropa había acabado tirada en el suelo envuelta con la de Taehyung, pero mientras sus manos se posaban sobre el pecho desnudo del alfa norteño al menos sabía que ese lugar se sentía adecuado y lleno de acogedora esperanza.
No habían hecho nada más que abrazarse, a pesar de las ganas que sus lobos parecían mostrar por obtener un tipo de contacto más íntimo. Eran conscientes de que todavía tenían cosas que hablar y mucho en lo que trabajar si ambos deseaban que su intento de relación tuviese éxito.
-¿Estás cómodo con esta posición? Podemos cambiarla si lo prefieres.
Jungkook cerró los ojos cuando la mano de Taehyung se desplazó sobre su mejilla, acariciandole la piel con calma y haciendo que el frescor de la palma del norteño calmase un poco esa sensación de calor que se extendía alrededor de su boca.
Uno de los motivos por los que todavía no habían hecho más que acurrucarse, se debía a que estaban centrados en acostumbrarse al cuerpo y piel del contrario. Con la luna como única iluminación y sus piernas plenamente entrelazadas, los torsos pegados y sus bocas tan cerca que en cualquier momento la diminuta distancia podría dar lugar a un beso buscado o no.
-Estoy bien así. Esto es cómodo, más cómodo de lo esperado si quieres que sea sincero.
Jungkook sonrió un poco, recordando que la última vez que se había encontrado en una situación similar con Taehyung el celo adelantado ocasionó que sobrepasasen la línea marcada de lo que él creía en aquellos días que dos alfas deberían hacer juntos. Su mente había evolucionado desde ese momento, muchas cosas estaban cambiando en su vida y en su manera de tener en cuenta el mundo que lo rodeaba.
Las cosas parecían modificarse con la suficiente rapidez como para que su cabeza comenzara a dar vueltas y más vueltas en consecuencia. No parecía fácil dejar que una vida entera de enseñanzas se empezase a caer de forma inevitable, pero tal vez mereciese la pena si a cambio podía sentirse tan bien como en ese instante. Su lobo era feliz al lado del hijo de los Kim.
-Hablemos de esa visita a los cazadores humanos. Yo nunca he visto a uno frente a mis ojos… ¿Cómo…? ¿Cómo son ellos?
Jungkook relamió sus labios, sintiendo el aliento caliente de la boca de Tae tropezar contra su barbilla mientras él se aventuraba a rodear con sus piernas la cintura del norteño. Podía sentir el miembro de este rozar contra su piel, todavía dormido y expectante. Era tan difícil concentrarse siendo consciente de que deseaba besar cada zona de piel expuesta del norteño. Ansiaba llevar sus manos hasta la espalda de este, para acariciarla y para explorar la sensación que esta provocaba bajo las yemas de sus dedos.
Kim Taehyung era paciente, tanto que Jungkook lograba sentirse plenamente confiado en un tipo de situación que jamás se había planteado tener que atravesar en toda su vida.
-Son humanos pero no el tipo de humano que escapa cuando escucha leyendas sobre nuestra montaña. Tampoco el tipo de humano curioso que cruza las fronteras del arenal para investigar sobre mitos inventados. - las manos de Jungkook juguetearon sobre el pecho de Taehyung, acariciando la tinta negra de las runas y tatuajes que cubrían el cuerpo del chico. En la oscuridad solo rota por la luz de luna, cada trazo parecía una sombra diferente. - Son el tipo de humanos que no parecen sentir miedo al escuchar hablar sobre lobos de enorme tamaño que pueden matar con gracia y facilidad. Ellos tienen trampas alrededor de todas sus casas y la zona en la que viven hace que la piel de cualquier licántropo se vuelva fría.
Taehyung asintió mientras llevaba el suave toque de las palmas de sus manos a lo largo de los brazos de Jungkook.
-¿Puedo saber por qué habéis ido a ese lugar? ¿Tiene algo que ver con lo que le sucedió a las tribus del norte?
-Tal vez. - Jungkook dejó escapar una carcajada. - Para odiar lo que supone la guardia, pareces el tipo de lobo que encajaría bien en las unidades de investigación. Siempre preguntas y creas tus propias teorías en función de la información que decido darte.
Los ojos de Taehyung se iluminaron por un instante y brillaron en la oscuridad de la habitación a la par que una sonrisa se abría paso entre sus labios. Le gustaba la sensación de ser felicitado por Jungkook, en la voz del sureño había una especie de admiración que hacía temblar al lobo del norteño.
-Soy curioso. Supongo que lo llevo en la sangre, debería poner la culpa de eso sobre el ADN de mi padre.
-Bueno, lobo curioso, mi respuesta a tu pregunta va a ser ambigua. Ni siquiera nosotros mismos sabemos qué es exactamente lo que estamos persiguiendo pero el hombre al que visitamos pudo reconocer quien fue el armador de las balas de plata usadas en el ataque al norte.
-¿Tenéis un sospechoso y pruebas contra él?
La voz de Taehyung sonaba casi emocionada y eso hizo que el corazón de Jungkook latiera con fuerza en el interior de su pecho. Sabía que Tae ansiaba dedicar su vida a la creación de runas pero de alguna manera la imagen de este trabajando a su lado en la guardia le resultaba tremendamente atractiva. El norteño haría un gran trabajo, él mismo le había dejado saber en muchas ocasiones que tenía el entrenamiento adecuado. Namjoon había puesto todo de sí mismo para enseñarle a Taehyung lo que como guardián sabía que cualquier lobo necesitaría para defenderse en la peor de las situaciones.
-Deja que termine de hablar. - Jungkook pellizcó la piel del torso de Taehyung y sonrió levemente cuando este se encogió con una protesta. - Creíamos que lograríamos tener a un sospechoso pero al parecer el armador que hizo esas balas falleció y eso no es lo más interesante, de hecho hay más.
-Sigue hablando entonces.
Los dos sonrieron.
-Al parecer el armador que creó las balas que se han usado en el norte fue el mismo que asesinó a tus abuelos sureños durante la última purga.
Algo pareció cambiar en torno a Taehyung, entonces Jungkook recordó sus muchas conversaciones con el alfa. Recordó el modo en el que de alguna manera Tae siempre había estado interesado en esa parte de familia que jamás había conocido y para la que su padre sureño siempre le respondía con evasivas. Recordó haber hablado con este acerca de recuerdos vagos sobre sus abuelos acercándose al río para saludarlo a lo lejos cuando era un cachorro. Recuerdos tan borrosos que a veces Tae dudaba acerca de si habían sucedido o si tal vez simplemente eran viejos sueños que el deseo le invitaba a querer definir como sucesos reales.
Ahora parecía obvio que habían sido imaginaciones suyas todo el tiempo. El deseo de conocer esa parte de su familia que nunca había logrado conocer, lo hizo pensar que en algún momento había llegado a verlos a lo lejos.
-No sabías eso. - Jungkook afirmó, sus manos moviéndose rápidamente hacia las de Taehyung para envolver los dedos alrededor de los de este. - De alguna manera imaginé que lo sabrías pero es imposible que lo supieras porque antes de nuestra pelea hablamos en varias ocasiones sobre las posibilidades de conocer a tu familia sureña que la unión te concedería.
Los labios de Jungkook se posaron lentamente sobre la comisura de los de Tae.
-Bueno, no lo sabía. - Taehyung se encogió de hombros. - Pero uno no puede extrañar aquello que nunca ha tenido realmente. ¿No es cierto?
-Todos podemos extrañar la falta de algo que nos gustaría tener, Tae. - Jungkook decidió dejar caer el peso de su cuerpo sobre el pecho de Taehyung. - Ese sentimiento en concreto es el que me ha animado a luchar por lo que quiero tener contigo a pesar de que los dos seamos alfas. Sinceramente, creo que si tenías la esperanza de saber un poco más sobre ellos… Es normal que la noticia te genere dolor o desesperanza. Siento haberlo dicho con tan poca sensibilidad, no soy bueno para dar noticias con delicadeza. Creí que merecías saberlo.
Taehyung negó, dejando escapar una pequeña sonrisa de su boca.
-¿Qué puedo pedir de un sureño? Te han criado entre lecciones de lucha y nociones de guerra.
Los dos se observaron por unos instantes y Jungkook no pudo evitar una mueca de tristeza. ¿Se había equivocado al contarle eso a Taehyung? Tal vez tendría que haber dejado esa información tan enterrada como lo hizo el propio Namjoon.
-Está bien, al menos has sido más sincero que mi propio padre. - los labios de Taehyung buscaron los de Jungkook. - No detengas el relato. Si ese armador falleció, ¿cómo han llegado las balas a la tribu del norte?
-Eso es lo que debemos averiguar ahora. - Jungkook apoyó la barbilla sobre el pecho de Taehyung y alzó los ojos para mirarlo. - Durante las purgas los cazadores aprovecharon las guerras internas entre nuestros clanes y manadas para asesinar a cada lobo entretenido por el conflicto con el que se cruzaban.
-Usar la guerra interna para aprovecharse de nuestras debilidades… Suena cruel pero también productivo.
Jungkook asintió.
-Hasta donde yo sé, muchos cazadores terminaron muriendo al ser atrapados antes de dejar la montaña, otros escaparon sin más y en consecuencia… Nuestras dos líneas de defensa requisaron las armas que llevaban encima sus prisioneros. Tanto el sur como el norte tienen armamento de cazadores, supuestamente un armamento al que está prohibido darle uso. Después de eso se llevó a cabo la firma de los pactos entre lobos y cazadores, nosotros liberamos a los prisioneros y prometimos no vivir más de lo necesario entre sus gentes. Ellos prometieron no cazar sin motivos. Aunque esos motivos suyos… penden de un hilo. Casi cualquier cosa podría ser considerada de su parte como una excusa para activar nuevamente la caza.
Taehyung asintió, prestando atención a las palabras de Jungkook.
-Aún con todo, es extraño que hayan sido los cazadores. No te haces una idea de lo envejecidas que están sus familias. Son pocos los chicos jóvenes que han tomado el relevo de sus padres y abuelos después de tantos años en pausa. Siguen cuidándose pero ya no parecen una amenaza… No creo que quieran meterse en una guerra de cabeza por sus propias acciones.
-¿Crees que fueron lobos y no cazadores?
-Creo que es importante poner cada una de las posibilidades sobre la mesa e investigar todo aquello que pueda resultar mínimamente sospechoso. Los líderes están trabajando en la hipótesis de grupos de rebeldes extremistas que hayan podido decidir ejercer justicia a su propia forma.
-¿No son acaso los rebeldes quienes generalmente defienden los derechos de su pueblo? - Taehyung miró a los ojos a Jungkook, su mano todavía apoyada sobre el brazo de este.
-No todos los rebeldes son buenos, Tae. Depende de la causa que hayan decidido defender.
-Entiendo.
Jungkook se tomó un instante para observar las expresiones de Taehyung, había un brillo inesperado en la mirada de este.
-De todos modos… - el sureño odiaba no ser capaz de callarse una sola cosa mientras era Tae quién estaba a su lado. - Como dije, estamos investigando alrededor de muchas opciones. Hay varias hipótesis que podrían tener sentido. Lobos o cazadores, alguien ha causado masacres en el norte y nuestro deber es descubrir quién está detrás de todo eso.
Taehyung suspiró, entonces sus labios buscaron los de Jungkook y el beso que compartieron fue mucho más intenso y necesitado de lo que lo habían sido los suaves toques cariñosos que compartieron durante las últimas horas mientras se acurrucaban juntos. Piel contra piel.
-Ya no quiero hablar de eso. - susurró el norteño sobre los labios del sureño. - Solo quiero besarte y disfrutar de tí. Al menos por esta noche, antes de que decidas cambiar de opinión.
-Yo… - Jungkook se relamió. - No voy a cambiar de opinión. Solo necesito que seas paciente conmigo, jamás he estado con un alfa. Recuerda eso.
-Lo haré.
Taehyung lo recordó. Lo hizo mientras sus manos se deslizaban por los brazos de Jungkook en un intento por aportarle la calma que sabía que el sureño probablemente necesitaría para enfrentar una situación plenamente nueva. No olvidaba que hasta hace muy poco para el chico ante sus ojos, la sola imagen de dos alfas compartiendo más que amistad era de por sí un pecado.
Así que le habló acerca de lo muy normales que las relaciones entre dos alfas eran, iguales y similares a las que cualquier lobo tendría con otro. Le explicó todas las dudas que el sureño se atrevió a mencionar en voz alta incluso cuando estas parecían ser infinitas. Le dijo al oído lo que probablemente sentiría y le aseguró que nunca irían más allá de aquello que Jungkook quisiera. Una sola negación y las manos de Tae se apartarían al instante del cuerpo de este.
Cuando los dos se separaron para prepararse, la madrugada ya estaba asentada y el canto de los grillos se colaba por las ventanas de la habitación junto con la agradable sensación que dejaba en el ambiente la brisa veraniega nocturna. Sobre la cama, las manos del norteño jugueteaban con las finas sábanas mientras sus ojos se clavaban en la puerta abierta. No apartó la vista de ese lugar hasta que finalmente Jungkook regresó del baño con las mejillas echas un revuelo de sonrojos y los ojos todavía brillantes. Él realmente estaba ahí, dispuesto y listo para dar un paso que jamás creyó poder dar.
-¿Preparado? - la voz de Kim Taehyung era calmada, suave y tranquila. - Si necesitas más tiempo…
-Mierda, tú realmente me has hecho ir al baño y hacerme una limpieza, cómo lo haría un omega.
Mientras se miraban a los ojos con el silencio de la madrugada solo roto por el cantar de los grillos, ninguno pudo evitar dejar escapar una enorme carcajada en consecuencia de esas palabras. Para Jungkook eran los omegas quienes debían mantenerse limpios en función de lo que él había aprendido y experimentado en el pasado, pero ahora se encontraba en una situación en la que él mismo debía experimentar la sensación de cuidarse de ese modo. De nuevo, por primera vez en su vida.
Él se había limpiado para Taehyung y Taehyung había encontrado protección adecuada para ambos en los cajones de su mesilla. De alguna manera se sentía como un trabajo en equipo. Sobre todo si tenía en cuenta la forma en la que el norteño le había aportado la tranquilidad suficiente para haber dejado de pensar en su padre, la guardia, el mucho trabajo que le esperaba al día siguiente o en todo aquello que en definitiva como un Jeon debería respetar.
Quería a un Kim, a un norteño, a un alfa, a un hijo de traidores, a alguien que usaba la comunicación mental sin miedo y hacía bailar el agua en el aire con las formas que se le antojaban… Lo peor de todo quizás fuese el que no podía evitar no sentirse ni lo más remotamente culpable por ello.
-Te dije que podía ayudarte si lo necesitabas.
Jungkook dejó caer la toalla en el suelo de la habitación y esta se deslizó en un instante junto a esa ropa que horas atrás ambos tiraron de cualquier manera en su rápido camino hacia la cama.
-Estoy seguro de que no es el tipo de cosa que pueda ayudar a mantener viva la libido de una pareja.
-Si vamos a intentar ser una pareja, entonces deberías saber que el objetivo es acompañarnos en las buenas y las malas.
Jungkook bufó.
-Y por supuesto hacerme una limpieza anal forma parte de las malas.
Taehyung sonrió de nuevo, lleno de felicidad mientras se levantaba para tirar del cuerpo de Jungkook hacia su lado en la cama.
-Es simple, Kook. - el norteño posó la palma de su mano sobre el torso del sureño. - Solo necesitaremos acostumbrarnos el uno al otro y entonces incluso podré limpiarte los mocos si te resfrias.
-¿Eso debería sonar como una frase romántica? - Jungkook colocó su mano derecha sobre la nuca de Taehyung y permitió que las yemas de sus dedos juguetearan entre las hebras plateadas de este.
-No lo sé. Creo que necesitaremos un poco de tiempo para descubrir qué es lo que nos parece romántico a cada uno. Nos conocemos como amigos e incluso como amigos con derecho a roce, supongo que la fase de pareja implica algunas cosillas más. Como por ejemplo saber si a tu compañero le gusta recibir rosas como regalo, lavanda, dulces o una noche de arrumacos. Si prefiere las temperaturas veraniegas, el alivio del clima otoñal, el frío gélido del invierno o el olor de las flores durante la primavera. Si prefiere las manzanas dulces y rojas, o las verdes y ácidas. - el norteño se encogió de hombros. - Solo digo que en algún momento la confianza va a aparecer y comenzará a formar parte de nuestra rutina con un poco de suerte. Si te enfermas no tendré reparos en cuidarte.
-Y aún así, si alguna vez más decido tener esta posición… Puedes estar seguro de que no voy a dejar que me ayudes a hacerme una limpieza. Maldita sea, ya me siento lo suficientemente avergonzado por tener que hacerlo yo mismo.
Jungkook dió un pequeño manotazo a los dedos de Taehyung que le hacían cosquillas en el costado, no fue un acto caprichoso y mucho menos violento. Fue algo tan rutinario y tranquilo que los dos se encontraron sonriendo por ello.
-¿Resulta humillante para un alfa que ha crecido con la idea de que el omega es quien tiene que hacer todo el trabajo en la cama?
Jungkook rodó los ojos. Acostado ahí, con un brazo de Taehyung rodeándole el cuerpo mientras esté apoyaba la cabeza en una mano y lo observaba desde arriba era… Agradable. Plenamente agradable.
-Resulta complicado. Puede que incluso más debido a mi educación, pero no creo que sea humillante. No cuando tú te compartas con tanta normalidad cada vez que me hablas de ello.
-Deja que te dé un premio por estar siendo tan comprensivo hoy.
-Eso me gustaría. - Jungkook enterró su mano en el cabello de Tae y lo acercó a sus labios en busca de un beso que le fue concedido casi al instante. - Y me gusta lo cerca que estás ahora de mí. Incluso mi lobo se siente un poco encantado con tu olor envolviendonos.
Taehyung lo llenó de mimos, porque quiso y porque su lobo también estaba feliz de olisquear en el ambiente su aroma natural fundiéndose con el de Jungkook. Para cuando el juego previo de caricias, besos y susurros compartidos terminó, los dos se encontraban lo suficientemente necesitados y sensibles como para que el mínimo roce despertase sus partes animales.
-Creo que… Estoy lo suficientemente seguro acerca de todo esto. El problema quizás sea que como un alfa macho, mi capacidad de lubricación es nula.
Taehyung negó y una sonrisa brotó concienzudamente de sus labios mientras sus manos se posaban en la atractiva cintura de Jungkook para girarlo hacia él por completo.
-¿Quieres que te demuestre lo bien que un alfa puede llegar a lubricar?
Los latidos acelerados del corazón del sureño resonaron en los tímpanos del norteño. Estaba atento hasta a la más mínima reacción que pudiera detonar miedo o arrepentimiento, sin embargo Jungkook tan solo parecía excitado y tan necesitado que sus manos no dejaban de buscar contacto.
-¿No estás dispuesto a dejar de sorprenderme nunca? - Jungkook se relamió los labios. - Bien, no he lubricado en toda mi vida y puedo asegurarte que he atravesado más de un par de celos con buena compañía. Ni siquiera ese día en el que la Luna jugó con nuestros ciclos e hizo que se adelantasen, a pesar de lo caliente que estaba y sin importar lo bien que se sintió cuando nos rozamos el uno contra el otro… Ni siquiera en esa ocasión lubriqué. Así que supongo que es un reto, de todos modos soy un alfa y podría fácilmente estar sobre tí si la idea de permanecer debajo se torna complicada.
-Puedes estar encima desde el inicio si es lo que quieres. - Taehyung le quitó importancia a la situación. - Si es más sencillo para tí, adelante. Yo también he pasado algunos celos acompañado y creeme que no me he limitado a una única posición durante estos.
Algo pareció brillar en los ojos de Jungkook, sin embargo negó con la cabeza.
-Hoy quiero sentirte de esa manera. Después podré decidir si me gusta o no, vamos a intentarlo Taehyung. Enséñame una cosa nueva más.
Las mejillas del sureño se habían llenado de un sonrojo rosado mientras entendía lo muy profundo que estaba cayendo. En toda su vida nunca se le pasó por la cabeza el hecho de necesitar tener el miembro de un lobo en su interior, mucho menos cuando estaba en la cama con algún omega bonito.
Era diferente con Kim Taehyung. Lo había sido prácticamente desde el inicio.
Esa excitación, la sensación de que el estómago le quemaba cada una de las veces en las que el norteño rozaba con sus manos cerca de su vientre o jugueteaba superficialmente alrededor de sus pezones con los dedos. Nunca se había sentido así con otro lobo, sin importar la maldita clase. Era la personalidad de este y no el tipo de lobo que lo representaba.
-Bien. Abre las piernas para mí, lobito.
Una vez más, Jungkook obedeció sin sentirse del todo culpable por ello.
-¿Sabes? Me gusta el pensamiento de ser tu primer alfa. - mientras hablaba, una de las manos de Taehyung se movió sin prisa hacia el miembro de Jungkook para comenzar a acariciarlo. - Habrás tenido muchos omegas pero al menos yo podré ser el primero en dejarte experimentar una buena cantidad de placeres que hasta ahora te habías negado a probar.
Jungkook murmuró una maldición ininteligible, sus ojos se encontraban posados sobre los dedos de Taehyung y su atención se mantenía concentrada en la forma experta con la que este movía su toque hacia arriba y abajo sin tan siquiera dudar un poco.
Le gustaba, le gustaba esa sensación de estar siendo atendido por Kim Taehyung.
-Mi primer alfa. No creí que fueses el tipo de lobo al que le gusta presumir de ser el primero en ciertas cosas.
La mano del sureño se movió hacia la barbilla de Taehyung y se apresuró a juntar sus bocas. El toque de este sobre su miembro estaba realmente bien pero sus labios todavía cosquilleaban por la necesidad de mantener un poco más de contacto. Algo en su lobo lo empujaba a mantener lo más cerca posible al norteño.
-Vas a necesitar mis labios en otro sitio ahora, deja que te enseñé a lubricar.
Jungkook no podía entender demasiado con todo ese calor recorriendole el cuerpo, razón por la que no respondió con la suficiente rapidez cuando Tae se escabulló para hundir la cabeza entre sus piernas.
No, los labios de Taehyung no estaban donde él habría esperado en un primer momento y la lengua tampoco. El norteño no dejaba besos sobre la piel de Jungkook o le envolvía el miembro con algo que no fuese su mano izquierda, en lugar de eso la lengua de este acariciaba la zona exterior de su entrada logrando que hasta la última parte del cuerpo del sureño se erizase en consecuencia.
-¿Qué…? Tae… Tú…
Hubo una especie de respuesta, un rugido desde la boca de Taehyung que vibró contra las sensibles paredes exteriores de la entrada de Jungkook logrando que este alzase sus caderas casi por instinto. Esa sensación era nueva y le gustaba, estaba sintiéndose realmente bien al ser atendido de esa forma, ya no podía negarlo a pesar de que el instinto de hacerlo seguía trepando por sus cuerdas vocales.
-Taehyung…
-Sigue diciendo mi nombre y tendrás mucho más que un par de lamidas.
El sonido de su voz, la forma en la que sus manos ahora le envolvían los muslos con la intención de modificar la posición a su antojo y la manera en la que había logrado excitarlo a través de una simple amenaza. Jungkook estaba perdiendo la cabeza al no detenerlo, aún siendo plenamente consciente de aquello que estaban a punto de hacer. Cada segundo que pasaba la evidencia era más notable y arrasadora en su propio cuerpo.
-Tae… Kim Taehyung… Tú… Tú realmente estás jugando conmigo ahora.
Taehyung no contestó, en lugar de eso decidió usar toda la experiencia que tenía para lograr que la situación en la que se encontraban fuera satisfactoria para Jungkook. No había mentido al decir que le gustaba ser el primer alfa del sureño pero aquello ponía cierta presión sobre sus hombros. Tendría que hacerlo lo suficientemente bien si no quería que el sureño tuviera una mala primera experiencia a su lado.
-Tae…
Jungkook notó la sensación de humedad recorrer sus piernas incluso antes de que la lengua de Taehyung atravesase su entrada y comenzase a moverse lentamente contra esta. Al inicio creyó que de alguna manera había vuelto a ser un novato precoz, pensó que el orgasmo lo había golpeado pronto y que probablemente el hijo de los Kim se sentiría avergonzado por tener que compartir la cama con un alfa tan insulso como lo era él. Sin embargo, cuando las penetraciones de la lengua del norteño continuaron casi a la par que esa interminable humedad que se desplazaba ya desde sus muslos hasta las sábanas de la cama, Jungkook finalmente lo entendió.
Taehyung había dicho que le enseñaría a lubricar y de alguna manera que él todavía no era capaz de explicarse, el norteño realmente lo había conseguido.
-¿Cómo?
Las mejillas de Jeon Jungkook parecían estar a punto de explotar cuando Taehyung levantó la cabeza y se relamió los labios mojados ante su mirada. Los mechones de cabello plateado caían sobre su frente de forma desordenada mientras lo observaba.
¿Por qué debería estar avergonzado? Jungkook se había inclinado para lamer entre las piernas de muchas omegas durante su celo, él había estado en esa posición que Taehyung ocupaba y lo había hecho con la misma expresión de excitación y superioridad que ahora el hijo de los Kim le dedicaba. El caso era que, al ser él mismo quien mantenía las piernas bien abiertas y sentía su entrada pulsar ante la necesidad de ser tomado… Bien, ahí las cosas de alguna manera se tornaban un poco diferentes.
Se sentía avergonzado, necesitado y lleno de ilusión. Y con todo eso ni siquiera así decidió frenar al norteño cuando los dedos de este se abrieron paso a través de su entrada para prepararlo sin prisa.
-Parece que he encontrado a un alfa sureño que sí puede lubricar. - Taehyung le guiñó un ojo a Jungkook. - Toda una joya escondida.
-Vas a echarmelo en cara muchas veces antes de que ese orgullo tuyo desaparezca de tu mirada. Lo sé, sin necesidad de preguntarte al respecto, simplemente soy consciente de ello.
Taehyung no lo negó, en lugar de eso movió sus dedos de una forma en la que la incómoda intromisión pudiera dejar paso al placer. Jungkook no se había quejado, estaba siendo todo lo paciente que podía mientras sentía el leve dolor recorrer la zona baja de su cuerpo. Pero aún sin quejas de por medio el norteño sabía por las arrugas que se formaban alrededor de los ojos del sureño, que la adaptación estaba siendo progresiva y que por al menos algunos segundos habría sensación de quemazón aún con la lubricación natural de su lobo presente.
Si bien los alfas podían lubricar, lo hacían en menor medida que los omegas la mayoría del tiempo.
-Ven aquí.
Taehyung se movió en cuanto Jungkook le pidió que se acercara. Sus labios se encontraron en un beso juguetón, destinado a apartar la atención del alfa sureño de un proceso de adaptación que debía ser lento para que el siguiente paso fuese dado de la manera correcta.
-Yo… - Jungkook se relamió los labios. - No estoy del todo seguro al respecto pero algo me dice que ya estoy listo para tí.
-Estás listo para los dos. - con un movimiento tranquilo, Taehyung acarició con sus dedos las hebras de cabello azabache de Jungkook. - Recuerda que puedes frenarme si sientes que es demasiado para ti. ¿Okay?
-Okay.
Jungkook se dejó llevar, permitiendo que toda su atención se centrase en lo bien que la piel de Kim Taehyung se sentía cuando rozaba la suya o en lo muy excitado que su lobo se mostró en el interior de su cuerpo en el instante en el que el norteño le abrió las piernas con un golpe de rodilla.
-¿Listo?
-Listo.
Los ojos del sureño se posaron sobre el miembro del norteño y aunque sabía que quizás fuese un poco sucio querer verlo, no pudo evitar la curiosidad que esa situación le generaba. Como tampoco fue capaz de evitar que el sudor comenzase a descender por su frente hasta ser atrapado por las pestañas de sus ojos. Estaba bien, sorprendentemente feliz y casi satisfecho gracias a las caricias que los dedos de las manos de Taehyung dejaban continuamente alrededor de sus muslos.
-Hazlo, Tae.
-No tenemos prisa, lobito.
Las manos de Jungkook estaban apoyadas sobre los hombros de Taehyung cuando finalmente el glande de este se abrió paso hacia el interior de su entrada, consiguiendo que un estallido de quemazón lo hiciera gimotear nervioso. Taehyung parecía y olía tranquilo mientras los dos estaban a punto de cometer lo que para cualquier Jeon podría ser considerado como un imperdonable pecado antes de la unión.
Kim Taehyung era su tabú. Su maldita condena.
Ese norteño que había llegado a su vida de manera inesperada desde el primer instante, aquel que lo había retado con miradas condescendientes e interminables charlas acerca de lo idiotas que los sureños eran, el mismo que de alguna manera sin tan siquiera pretenderlo llegó a conseguir que se enfrentara a su padre tras una eternidad bajando la cabeza hacia cada cosa que este le ordenaba. Ese lobo de enorme tamaño que logró que un alfa entrenado inclinase la cabeza y quisiera mostrar la panza en sumisión. Él. Él era su primer alfa. Y lo había elegido en base a aquello que su corazón y su propio lobo parecían ansiar, sin tener en cuenta la capacidad reproductiva de este o lo buena que sería su familia si llegasen a unirse.
Aunque todo lo que suponía Taehyung debería haberlo hecho retroceder, ni él mismo pudo detenerse ante la necesidad de volver una y otra y otra vez a sus brazos.
-Ah…Ah…
-Lo sé, lobito.
Los labios de Taehyung fueron hacia el cuello de Jungkook a la par que su primera estocada lenta hizo que el cuerpo del sureño se arquease contra el suyo.
-Tan bonito. - Taehyung susurró contra el cuello de Jungkook, en la misma zona en la que habría un tatuaje como el suyo si Kook hubiera nacido en otra parte de la montaña. - Tu piel, tu cabello, tus ojos, tu lobo y tu aroma natural… Todo está gritándome que eres un sureño y se siente jodidamente bien el que lo seas, el que hayas elegido romper muchas de tus costumbres para estar conmigo.
Las manos que Taehyung había mantenido alrededor de las piernas de Jungkook, subieron en un lento camino de caricias por todo el cuerpo de este hasta finalmente envolverle las muñecas.
-¿Cómo se siente?
Tae no se había movido después de la primera estocada, dejando que Jungkook se acostumbrase a su forma y tamaño. A la sensación de estar en una postura diferente de la que solía adoptar con otros lobos.
-Muévete. - Jungkook deslizó su mano por el dorso del brazo de Taehyung, zafándose del agarre de este. - Si quieres que sepa lo que es estar con un alfa, entonces muévete. Lo estás haciendo aburrido con tantas palabras de por medio.
Algo parecido a un gruñido abandonó los labios de Taehyung y Jungkook solo pudo sonreír y gimotear complacido cuando una fuerte estocada lo hizo sentirse completamente atravesado por el aroma, sabor y la presencia del alfa ante sus ojos.
Después de aquello ambos se vieron envueltos en una maraña de piernas entrelazadas, manos buscando la forma de controlar las caricias del contrario, besos desordenados y mordidas muy cercanas al lugar en el que una pareja marcaría a su compañero durante una unión.
A Jungkook tener relaciones con Kim Taehyung le recordaba un poco a sus lecciones de lucha. Los dos estaban en medio de una placentera guerra en la que ambos se peleaban y mordían para alcanzar el control sobre el otro.
Era la naturaleza de un alfa. Con aquello se había explicado durante años en el sur la razón del pecado que implicaba un delta. Los alfas nacían con la intrincada necesidad vital de mostrarse poderosos, controlar e imponer sumisión sobre sus parejas. Por eso cuando dos decidían unirse de por vida, todo a su alrededor podría derivar en un enorme desastre.
Pero ese desastre. Oh, maldita sea. Ese desastre que ahora Jeon Jungkook experimentaba mientras obligaba a girar a Taehyung sobre su propio cuerpo para montarlo como un omega lo habría hecho con su compañero, el desastre que suponía que solo unos segundos después Taehyung fuera el que volviese a girar sus cuerpos para mantener la presión de su peso contra él a medida que se hundía y el desastre que su labio inferior era por un mordisco inesperado. El desastre de sus cuerpos fundiéndose juntos, de sus manos inmobilizando las del otro para a continuación liberarse del toque y regresar a la batalla. El desastre de gemidos, de placer, de necesidad, de felicidad, de vida y de alivio…
Ese pecaminoso pecado se sentía mejor de lo que nada antes se había sentido en la vida de Jungkook.
-Tengo que salir. - Taehyung gruñó cuando Jungkook volvió a girar sobre la cama, su cuerpo completamente sobre el del norteño. - Estoy cerca de formar un nudo y aunque hayamos tomado anticonceptivos será doloroso para ti. Es tu primera vez y…
-Solo hazlo, maldita sea. - el pecho de Jungkook subía y bajaba. - Anúdame.
La saliva bajó por la garganta del norteño y el movimiento de esta al tragar encendió el cuerpo entero de Jungkook, quién no dudó en moverse por sí mismo de nuevo. Sus caderas generaron círculos en busca de su propio placer mientras la mano de Tae jugueteaba acariciándole el miembro.
Y entonces, unos segundos después, aquello que había estado esperando finalmente ocurrió. El nudo de Taehyung lo llenó de manera tan fuerte que Jungkook no pudo evitar desplomarse sobre el pecho de este con un lloriqueo absurdo a la par que que su miembro dejaba escapar el resultado de un orgasmo tan confuso como intenso.
-Tae…
-Shh… Está bien, lindo. Quédate quieto hasta que el dolor pase. Tu alfa va a cuidarte bien.
-Esto no es sexo. Esto es una maldita pelea. Creo que no voy a poder levantarme a tiempo para la reunión que los líderes harán mañana.
-Siempre he tenido la sensación de que los guardianes pasáis demasiado tiempo trabajando. ¿Qué podría pasar si faltas un día al trabajo?
Jungkook sonrió y depositó algunos besos sobre el pecho de Taehyung.
-Supongo que nada. - bostezó. - Todo lo que quiero ahora es poder acurrucarme con mi alfa.
La mano de Taehyung se enterró en el azabache cabello de Jungkook y sus labios apoyaron un beso sobre la frente de este.
La manera en la que él lo había llamado. No delta, sino alfa. Su alfa. Su pareja.
-Entonces hagamos eso. De todos modos, el nudo durará un tiempo y ya está comenzando a amanecer.
Jungkook solo asintió, el sonido del corazón de Taehyung bajo sus mejillas cuando apoyaba la cara en el pecho de este. Ese era el sonido que ansiaba escuchar cada noche, y mientras el nudo comenzaba a deshacerse en su interior, él se quedó dormido escuchando el ritmo musical y armónico de esos latidos que estaba comenzando a conocer.
-Durmamos. - Taehyung susurró contra el oído de Jungkook.
-Ajá… Vamos a dormir, solo un poco.
----------
Hi!!
Con un poco de retraso pero aquí está el nuevo capítulo de Alpha War. No sé cómo habrá quedado y ciertamente hacía mucho que no escribía lemon por lo que seguramente no sea especialmente bueno. Pero aún así, espero que os haya agradado baes.
Un beso,
os amo
Mel
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