Capítulo 55
"Tú diriges, yo sigo. Tú respiras, yo lo siento en mis huesos. El mundo está suspendido, caemos más rápido que una piedra. [...] Me tienes más cerca del borde que nunca. Ambos lo queremos, pero no nos rendimos y podríamos hacer que dure para siempre. El paraíso es aún mejor cuando estamos juntos."
-Come Together
(DEMI LOVATO)
☾
La noche ya cubría el cielo y los bosques cuando el señor Kim aparcó el coche de la guardia en el poblado neutral.
-Taehyung sigue en el norte, si vas a volver creo que los dos deberíais tener una conversación a solas. - Namjoon extendió una mano para dejar un par de palmadas sobre la espalda de Jungkook. - Mi hijo es cabezota pero si hay motivos para perdonar lo que sea que le hayas hecho, entonces estoy seguro de que no te pondrá la zancadilla. Si tienes que disculparte hazlo con sinceridad, yo también he estado en esa fase de negación en el pasado.
-¿Fase de negación? - Jungkook jugueteó con sus manos, viendo todavía como Moon Byul se alejaba del vehículo y el poblado para dirigirse hacia la casa de líderes. - No estoy en ninguna fase de negación.
El señor Kim sonrió.
-Este lobo tiene ojos, oídos y está entrenado en el arte de observar e interrogar. - Namjoon se limitó a cerrar las ventanillas para después incluir la llave del coche en su propio llavero. - Incluso si no lo habéis mencionado en voz alta, sé que entre mi hijo y tú ocurre algo. Lo único que voy a pedirte es que lo cuides y lo quieras bien. Sé lo difícil que es para alguien criado en el sur sentir algo que no sea aversión hacia un norteño que además puede ser considerado como un delta, he estado ahí y por eso confío un poco en que puedas abandonar esa fase en algún momento.
-¿Por qué confía en mí para cuidar bien de su hijo? - ni él mismo confiaba en que podría mantener a Taehyung feliz y sus sentimientos todavía parecían una pegajosa telaraña de la que no lograba desprenderse. - Yo podría estar simplemente confundido y mi confusión podría arrastrar a Tae.
Namjoon apoyó los dedos de su mano derecha sobre el hombro de Jungkook.
-Supongo que ningún padre está libre de sentir miedo hacia las elecciones que hace su hijo pero sé cómo es Taehyung, soy consciente de que él no podría amar a un lobo cruel o desconsiderado. Si mi hijo se ha interesado en tí después de conocerte lo suficiente, hay una enorme probabilidad de que se deba a que ha visto algo bueno bajo toda esa capa de enseñanzas arcaicas con las que los dos hemos crecido. Y yo también lo he visto, Jungkook. Mientras estabas en mi casa he logrado percibir el cambio en tus conductas.
-¿Y qué pasa si en realidad sólo estoy confundido pero no amo a Taehyung? ¿Qué ocurre con la posibilidad de que mi lobo solo se sienta atraído hacia la idea de lo diferente y nuevo?
Namjoon sonrió de nuevo.
-Entonces los dos deberíais hablar de ello y llegar a un acuerdo pacífico. Hablar, hablar y hablar de nuevo. Esa siempre es la clave, Seokjin es quien me lo ha enseñado. Además, para amar necesitáis tiempo. - los ojos de Namjoon se posaron sobre la cabaña frente a ellos, la luz anaranjada de las bombillas lograba que el sitio se pareciese mucho a un hogar lleno de vida. - Nunca deja de sorprenderme la facilidad con la que los jóvenes hablan de amar, cuando crezcas vas a entender que eso es algo que solo llega después de pasar años al lado de tu pareja. Llega tras peleas, reconciliaciones, momentos duros y momentos felices. Llega cuando aprendemos a vivir juntos y estar juntos es precisamente uno de los principales motivos por los que sonreímos.
Namjoon volvió a dejar un par de palmadas sobre la espalda de Jungkook, siendo capaz percibir las expresiones de conflicto que se pasaban por los ojos de este. Las arrugas se formaban alrededor de su mirada, su ceño estaba fruncido y los labios se le curvaban hacia abajo.
-He visto lobos que asesinaron deltas ansiando poder redimirse, los he visto confesando sus pecados y defendiendo al norte tras abandonar el sur. Ellos te enseñaron ciertas cosas, creciste en base a ideas que creías correctas y no está mal que lo hicieras porque eso era lo único que tenías y conocías, pero en la vida de todos hay un instante en el que debemos comenzar a plantearnos si lo que nos han transmitido es lo que realmente deseamos para nosotros mismos.
Jungkook tragó saliva, sus ojos parecían buscar en el señor Kim esa figura de padre que su propio progenitor nunca le había dejado ver.
-No quiero empezar algo con él y después abandonarlo por miedo a lo que supone… O lo que es peor, por el hecho de que no me guste realmente.
-Si necesitas que Taehyung te ayude a encontrar el camino, adelante con ello pero debes decírselo desde el primer instante. - Namjoon no dudó en sonreír. - Dile que no sabes bien lo que sientes todavía y dile que hay unas enseñanzas que son la base de tu vida y corren el riesgo de tambalearse. Háblale de que será difícil para tí pero no olvides mencionar que a pesar de todo deseas como mínimo intentarlo si él quiere lo mismo. No serás el primer lobo en su vida, quizás tampoco el último, pero si los dos sabéis mantener la honestidad como una costumbre es probable que no haya rupturas dolorosas de por medio. Solo acuerdos tácitos.
Jungkook asintió. Era extraño hablar con el señor Kim de una cosa así, en realidad era extraño hablar con cualquiera acerca de una posible vida amorosa porque en su realidad nunca se había planteado escoger a una pareja en base a sentimientos románticos. Todo lo que él sabía acerca de seleccionar a un compañero de vida se basaba en el olor de este y en sus probabilidades para concebir lobos fuertes que pudieran seguir sus pasos en la guardia sureña.
-Yo, seré sincero con Taehyung.
-Bien, eso es importante. - Namjoon sonrió de nuevo, bajando del coche finalmente.
Mañana les esperaba una reunión y una larga jornada de debate, quizás otra visita al poblado de cazadores si los líderes decidían que la mentira de Axel era lo suficientemente arriesgada como para necesitar un interrogatorio. Incluso si dicho interrogatorio podría hacer caer cada uno de los pactos firmados entre lobos y cazadores siglos atrás.
-¿Cómo…? ¿Cómo sabe que yo siento algo más por su hijo que simple amistad?
-Bueno, como un sureño… - Namjoon le rodeó los hombros a Jungkook con uno de sus brazos cuando los dos se encontraron caminando a través del poblado de guardianes. - Nunca me habría atrevido a hablarle a mi padre como tú lo hiciste, mucho menos por una familia de deltas del norte que es considerada como un cúmulo de traidores sodomitas. Qué hicieras una defensa nuestra en público solo confirmó mis sospechas. Te expusiste a tí mismo, Jungkook. Lo hiciste ante cada lobo presente que estaba poniendo su atención sobre la pelea.
-¿Sospechabas antes de eso?
-Tú fuiste quién se ofreció a sacar a Taehyung de los incendios de Casiopea cuando lo lastimaron, también eres la persona que se sentaba a su lado en el sofá de nuestra casa y lo observaba con los ojos brillantes. Te he visto aprender y absorber cada palabra que mi hijo decía, si bien no sé qué es exactamente lo que sientes…
-Se puede hacer una idea. - entendió Jungkook.
-Exactamente. Aunque por supuesto también estaba la posibilidad de que fuese simple admiración.
-No. - Jungkook sonrió un poco. - A usted lo admiro y por supuesto admiro en muchos aspectos a Tae, incluso admiro a Jimin por su buena capacidad para seguir rastros… Con Taehyung es más que admiración. Incluso si estoy confundido puedo apreciar que hay algo en su hijo que hace que mi lobo quiera estar todo el tiempo a su lado.
Jungkook dió algunas vueltas delante de la casa de los Kim antes de finalmente alzar su puño para llevarlo un par de veces contra la madera de la puerta.
Seguía llevando la ropa de Hoseok que este le había dejado esa mañana y el sudor se precipitaba por su nuca debido a los nervios que esa situación le ocasionaba. Su lobo estaba tan exaltado que incluso le pareció escuchar susurros cerca de la casa de los Park a pesar de que había visto a los padres de Jimin en el poblado de guardianes antes de cruzar el puente para dirigirse hacia el norte.
No sabía lo que iba a decir o lo que podría decidir hacer para que Taehyung perdonase sus actos de egoísmo. Aunque para ser sincero tampoco tenía claro si él era culpable de algo, todo lo que pretendió fue proteger al hijo de los Kim cuando se precipitó a decirle que se casaría con una de las herederas de la señora Lae. Y maldita sea, si Vianea descubría que él sentía más que un sencillo aprecio hacia el hijo de los Kim… Esta sería capaz de desterrarlo con el apoyo de su padre y otros miembros del consejo territorial. Lo que sea por mantener su apellido en lo alto de la pirámide, incluso si para lograrlo tenía que pasar sobre un Jeon.
Así que aunque Jungkook era consciente de que algunas de sus decisiones fueron incorrectas, todavía creía que su excusa era más que válida para tomar la decisión que días atrás tomó.
Decidir querer a Tae era arriesgado, absurdo, kamikaze y casi masoquista pero de alguna manera esa noche no podía importarle menos. Y cuando la cara del alfa norteño apareció iluminada por la cálida luz del hogar, con los mechones de plata cayendo ante sus ojos y los labios rojizos destacando sobre su piel… Perdió el hilo. Jungkook se congeló, se quedó trabado, en blanco, como golpeado por un evento inesperado a pesar de que él mismo había tocado la puerta esperando ver a Kim Taehyung.
-Ho…Hola. - solo fue capaz de soltar un tartamudeo como saludo.
-¿Kook? ¿Qué haces aquí?
Taehyung abrió más la puerta y se hizo a un lado, dejándole saber al sureño que era bien recibido a pesar de todo, pero este continuaba quieto en su lugar sobre el felpudo. Ni un solo movimiento mientras recorría con los ojos hasta la más pequeña esquina de piel de la cara del norteño.
-¿Ocurre algo? Hueles… Diferente.
Bien, si tan solo su corazón se calmase un poco tal vez podría decidir qué hacer con esos malditos nervios que le llenaban el cuerpo de inseguridades. El problema era que ni siquiera estaba del todo seguro sobre cómo empezar su discurso, mucho menos lo estaba acerca de las palabras que podrían ayudarle a crear una disculpa honesta que pudiera convencer a Tae de que él merecía una segunda oportunidad.
-Estoy bien. - susurró. - Es solo que… Bueno, he dormido en el bosque y a pesar de que he tomado una ducha esta mañana todavía estoy llevando la ropa de Hoseok lo que podría significar que nuestros olores se han mezclado un poco. Y, oh, también fui a visitar una casa de cazadores con tu padre y Moon Byul durante la tarde como parte de mi trabajo. - Jungkook se mordió el labio inferior y levantó un poco las cejas mientras hundía las dos manos en los bolsillos delanteros de sus pantalones negros. - Todavía no he comido nada pero podría hablarte sobre toda esa locura de conocer a un cazador humano, si quieres. Quizás mientras cenamos algo, si te interesa te daré todos los detalles. Nunca he comido en un local norteño y…
-Pasa. Me interesa más el porqué has dormido en el bosque pero quizás podamos hablar también sobre tu visita a una casa de cazadores mientras te preparo algo de cenar.
El alfa norteño sonrió y fue ese tipo de sonrisa atractiva la que Jungkook había comenzado a sentir como un ataque personal. Cuando Tae sonreía de esa manera, él sentía a su lobo arañarle el pecho en consecuencia.
-Definitivamente deberíamos hablar del detalle de que traté de darle una lección a tu padre, de que casi lo ahogo y de que de todos modos tú parecías más preocupado por mí que por él.
Taehyung sonaba más frío de lo normal pero todavía estaba siendo amigable y juguetón. Todavía era el lobo conocido al que el sureño había comenzado a aceptar en su vida de forma lenta pero continúa. Ahí estaba él, tan bonito y perfecto como siempre. Con su mirada atenta, la mano izquierda sobre el pomo de la puerta y la respiración muy levemente agitada. Parecía y se sentía como la persona adecuada. Tae era en cada sentido el chico en el que Jungkook ya no podía dejar de pensar últimamente. Y también era el primer lobo que le causaba todas esas sensaciones incorrectas que llevaba años tratando de evitar.
Kim Taehyung suponía un tabú para su tradición y honor, alguien tan dulce como las galletas de la señora Jung. Merecía la pena, a pesar de todo Jungkook sabía que por Tae debería estar dispuesto a abrir un poco más su mente a las novedades prohibidas. Lo que por supuesto hizo que él se sintiese muchísimo más culpable por haber hecho todo del revés.
Namjoon había mencionado que su hijo perdonaría si había algo que mereciera la pena ser perdonado, así que la decisión estaba tomada.
-Bueno, la realidad es que realmente me estaba preocupando más por tí, tus padres y lo que el consejo pudiera decidir hacer para castigarte que por mi propio padre o su fama de viejo guerrero siendo pateada. - Jungkook se detuvo para mirar a Taehyung a los ojos, esperando que su sinceridad sirviese de algo. - Mi padre no necesitaba mi defensa pero pensé que tal vez vosotros sí. Ese juego de agua tuyo, se veía grotesco para un sureño que nunca ha tenido contacto con vuestra magia… Especialmente cuando os resultaría tan sencillo usarlo en batalla.
-Los norteños no usamos nuestra conexión con la naturaleza para atacar a otros, ese día yo… - Taehyung respiró profundamente. - No estoy seguro de lo que me empujó a tomar una decisión tan estúpida pero es bueno que decidieras aparecer en ese instante.
-Había demasiado público dispuesto a juzgar poniendo la mirada sobre tu poder. Lobos a los que les gusta el derramamiento de sangre y se han forjado a través de la guerra, las armas y la lucha.
Jungkook se inclinó hacia delante hasta que su flequillo rozó el de Taehyung, las manos todavía en los bolsillos y el corazón pulsando con fuerza en el interior del pecho. Estaba seguro de que Tae podía escuchar la fuerza de cada uno de sus malditos latidos.
-Además, seamos sinceros, creo que entre un sureño con una vieja lesión y un alfa norteño joven que puede controlar el agua para ahogar a sus oponentes, el lado adecuado al que apoyar era obvio. Como guardián me han enseñado a medir las batallas que puedo o no ganar, había más posibilidades de que tú ahogases a mi padre y fueses castigado de las que había de que él te hiciera daño.
Taehyung no pudo evitar sonreír, esta vez mostrando sus dientes en un gesto sincero antes de dar un par de pasos hacia atrás. Su acción provocó que el sureño se tambalease hacia el interior de la casa.
-Cierra la puerta detrás de ti, Jeon. Vamos a ver cuán interesante puede ser la conversación contigo esta noche.
Jungkook simplemente obedeció. El hecho de recibir una orden de parte de otro alfa que no fuese su superior en la guardia, lo habría puesto de los malditos nervios unas semanas atrás pero en ese instante cerrar una puerta era sencillamente cerrar una puerta. Ya no lo veía como una batalla de poder en la que su lobo se estuviera rindiendo ante el de Taehyung.
Recordaba la casa de los Kim del norte con detalle a pesar de que podía contar con los dedos de una sola mano las ocasiones en las que había estado en esta.
-¿De verás quieres cocinar algo? ¿Por qué siento que podrías prenderle fuego a las cortinas de la cocina si lo intentas?
Taehyung rodó los ojos y Jungkook apoyó su espalda contra la encimera mientras se rodeaba el torso con los brazos cruzados. Le gustaba esa imagen hogareña de Taehyung vistiendo ropa ancha mientras pretendía entender cómo cocinar las cosas más simples.
-Bueno, tú eres el que tiene hambre. - el norteño lanzó una espumadera de madera hacia Jungkook, quién la alcanzó al instante. - Así que puedes cocinar por esta vez.
-También soy el que tiene que pedir disculpas.
-¿Mmmm?
Tae se había sentado sobre una silla cercana a los fogones de la cocina de hierro y ahora observaba a Jungkook con cierta sorpresa y confusión mientras mordisqueaba una manzana roja.
-No soy bueno para pedir disculpas. ¿Sabías eso?
-Puede que haya escuchado algo al respecto. - el norteño se encogió de hombros, el brillo travieso cruzó sus ojos en un instante. - Me gustaría ver un ejemplo, deja que te diga lo malo que eres para las disculpas. Prometo ser sincero al respecto.
-¿Así? ¿Sin más vas a sentarte dispuesto a juzgar mi intento de disculpa?
-Así. - Taehyung asintió con la cabeza, sus labios todavía mostrando una amplia sonrisa. - Sin más voy a sentarme dispuesto a juzgar tu intento de disculpa. Ojos atentos y oídos preparados, lobito.
-Okay.
Jungkook relamió sus labios antes de girarse hacia los fogones de la cocina, tal vez si mantenía su atención lejos de la expectante mirada de Taehyung podría pensar en alguna frase con sentido que hiciera de su disculpa un momento memorable para ambos. Entonces percibió que ni siquiera se había parado a tomar algún ingrediente de la despensa.
-¿Qué tal huevos con patatas? ¿Tienes algo de eso en casa?
Taehyung asintió y abandonó su zona en la silla para caminar hacia la despensa.
-Llené las estanterías de cosas hace unos días, cuando me contaste lo de tu matrimonio por asuntos políticos decidí escabullirme al norte. Tengo que confesar que me sentí como todo un cachorro al celarme y sentirme rechazado por un alfa pero no es nada que no pueda superar. Ninguno de nosotros tiene nada serio con el otro, supongo que los besos y…
-Me gustaría que tengamos algo serio pero antes deja que diga todo lo que he ensayado mientras caminaba hacia tu casa. - Jungkook forzó una sonrisa y llevó las palmas de sus manos hasta el pecho de Taehyung para mantenerlo unos pasos alejado de él. - Solo espera a que tenga la cena lista y entonces podré exponerme a mí mismo ante tí y de paso te contaré todos esos secretos de la guardia que se supone que no debes saber pero nunca puedo callarme en tu presencia.
El alfa norteño sentía curiosidad. Las palabras de Jungkook no podrían ser más claras y aún así él estaba comenzando a crear explicaciones en su mente que pudieran definir lo que este quería decir al mencionar "algo serio". ¿Qué podría significar una relación seria para una persona que directamente no creía en el amor y veía los emparejamientos como un mero asunto reproductivo?
-Algo serio, dices.
-Ajá. - Jungkook volvió a morderse el labio inferior mientras comenzaba a lavar las patatas.
-Vas a lastimarte si haces eso. - la mano de Taehyung se movió casi por acto reflejo hacia la barbilla del sureño.
Paralizado. Jungkook se sintió una vez más de un modo tan sumamente irracional, porque el toque de Taehyung era algo que no debería haber echado tantísimo de menos pero lo hizo.
La maldita cuestión era que simplemente no podía controlar la ansiedad que su lobo mostraba por este. Recordaba haberle pedido a su madre frambuesas a pesar de saber que eran pocas las épocas en las que estas se consumían en el sur y definitivamente casi nunca durante el verano. El sabor de Taehyung había aparecido en su mente una y otra vez a lo largo de esos días. Su cuerpo entero se sentía necesitado de él.
-Tu olor es diferente pero no creo que se deba a la ropa de Hoseok.
Taehyung perfiló el labio inferior de Jungkook con uno de sus dedos y las excusas o protestas que pudiera estar tratando de generar simplemente murieron en el interior de su garganta cuando el chico abrió la boca como dispuesto a saborear su piel.
Y lo hizo. Jungkook decidió dejar de lado su propuesta de cena cuando un paso adelante fue suficiente para acorralar a Kim Taehyung contra la encimera y sus labios envolvieron el dedo de este como si el toque de la piel y la entera presencia del muchacho lo hubiera empujado a cometer locura tras locura.
No sabía qué mierda estaba haciendo pero sabía que lo quería a él. No a Lae Vanity o a cualquier omega con increíble capacidad reproductiva y de buena familia. No a otro alfa o algún beta atractivo. No. Él ansiaba y necesitaba en su vida a Taehyung. El lobo que lograba que su propio lobo se volviese revoltoso tras una vida dedicada al entrenamiento no solo físico sino también psicológico.
Con Taehyung poco le importaba el control que siempre supo anteponer a todos sus deseos. Algunos besos y medio verano de debates interminables le habían servido para apreciar al hijo de los Kim pero principalmente habían ocasionado esa sensación tan difícil de definir que lo llevaba a querer poner sus ojos sobre Tae constantemente.
Lo cierto era que el sureño se sentía como un adolescente que acababa de descubrir el significado de atracción en su plena variedad de sentidos. Lo que lo llevaba a querer estar con Taehyung no solo era la evidente necesidad de rozar sus pieles o hacer chocar sus labios en largos besos, sino también la tranquilidad que le ocasionaba permanecer a su lado. Hablar con él, tumbarse con este en el sofá, correr por los bosques juntos y descubrir las zonas del norte que siempre había sentido tan prohibidas como el peor de los pecados.
Cuando estaba con Taehyung, se sentía libre. Libre de verdad.
-Mi disculpa. - Jungkook susurró cuando la nariz del norteño le rozó la glándula de olor bajo la oreja. - Quizás más tarde podría escribir una carta entera si la quieres para que critiques hasta los puntos, las comas y tildes de cada palabra… Pero ahora, en este momento… Solo quiero decirte que siento no haber hablado contigo antes de decidir actuar como todo un estúpido alfa que quería proteger a su pareja, a pesar de que ni siquiera lo eras… No todavía.
-¿Todavía?
El aliento caliente de Taehyung le rozó la piel del cuello a Jungkook en el instante en el que este sonrió con diversión. No era una carcajada mala, en realidad estaba llena de familiaridad y cercanía. Hizo vibrar hasta la punta de los pies del sureño.
-No voy a casarme con Lae Vanity, ni con su hermana o alguno de los omegas en la lista de mi padre. - Jungkook apoyó nuevamente las palmas de su mano sobre el pecho de Taehyung y alzó la mirada para poder mirar a los ojos al alfa norteño. - Ni siquiera voy a prestar atención a las exigencias de mi padre de nuevo. Cuando la semana de juegos termine oficialmente y cuando mi lugar en la guardia sea estipulado, voy a pedirte ante todos los presentes que accedas a ser mi pareja. Para bien o para mal, me gustaría que me des la oportunidad de intentarlo. No voy a ser el mejor novio del mundo pero estoy dispuesto a intentarlo y por supuesto a aprender. Este estúpido alfa sureño quiere evolucionar y abrir su mente un poco más si es posible. Enséñame y yo aprenderé.
-Wow, espera… ¿Realmente vas a pedirme que sea tu pareja en la clausura de los juegos? ¿Algo así como lo que tu amigo Yugyeom hizo con esa chica?
Jungkook dudó.
-No será una propuesta de matrimonio porque si decides perdonarme te convertirás en mi primer alfa y aunque estoy cansado de escucharte decir que el amor entre alfas es igual al que otros dos amantes de cualquier clase tienen yo todavía necesito…
-Las primeras veces son difíciles. Sé eso, Kook. Probablemente necesitarás acostumbrarte a la idea de tener una relación con un alfa. Sobre todo después de haber pasado gran parte de tu vida aprendiendo a caracterizar como un tabú todo lo que envuelve que dos lobos de nuestra misma clase decidan juntarse.
Jungkook solo asintió, las palabras estaban nuevamente atrancadas en sus cuerdas vocales por lo que hizo lo único que se le ocurrió. Hizo aquello por lo que su lobo lloraba y los dedos de sus manos cosquilleaban. Rompió el espacio existente entre los dos, sin saber si Tae había decidido perdonarlo o no.
El norteño sonrió sobre la boca del sureño y sus manos se posaron sobre las mejillas de este para dirigir la posición de sus caras levemente inclinadas, convirtiendo el dulce beso iniciado por Jungkook en un caliente juego de poder que finalmente ganó con pasmosa facilidad.
El sureño suspiró, feliz de tener esa sensación de vida burbujeando una vez más en su pecho. Solo se había sentido de ese modo con Taehyung.
-Podría decir que te gusta tener mis manos sobre tí mientras nos besamos, a juzgar por esa reacción. - Taehyung depositó un beso cariñoso sobre la frente de Jungkook. - Tus mejillas están sonrojadas y eso hace que parezcas adorable. Un alfa como tú siendo así de bonito debería estar prohibido.
Jungkook tragó aire y se encogió de hombros.
-Me gusta eso y me gusta la sensación que me recorre el cuerpo cuando dices que soy bonito. Es… Extraño y diferente de lo que he sentido con otras personas, pero de veras logras que me sienta especialmente bien. Eres la principal razón por la que he comenzado a cuestionarme muchas de las cosas que para mí siempre habían sido incuestionables.
Taehyung alzó una ceja en respuesta, su mirada llena de felicidad y esperanza estaba consiguiendo que los latidos del corazón del sureño se hicieran más y más rápidos a cada instante que pasaba.
Los dos se besaron de nuevo. Sus pechos agitados demostraban que la separación, aunque corta, había sido lo suficientemente dura como para que se activase en ellos esa zona animal que los empujaba a seguir estrellándose el uno contra el otro. Una y otra y otra vez.
-Estás perdonado y en prueba.
-¿En prueba?
-Tú lo has dicho, es tu primer intento de relación con un alfa y estoy seguro que de hecho será tu primer intento de noviazgo sincero también. Si queremos que esto funcione tendremos que ir poco a poco y si espero mantener mi corazón sano también tendré que ponerte a prueba hasta que demuestres que realmente quieres comprometerte a tener algo más que besos momentáneos conmigo cada vez que te sientes triste o caliente. Por supuesto, solo si te parece justo.
Jungkook miró sus manos posadas sobre el pecho de Taehyung y las deslizó lentamente sobre el torso de este hasta finalmente detenerlas cerca de la cintura del alfa. Sus labios formaron una sonrisa.
-Ni siquiera he podido decir todo lo que tenía pensado decirte. Quiero una relación seria y quiero compartir tiempo contigo además de besos y otras cosas… También quiero que sepas que a partir de ahora trataré de ser un poco más sincero y preguntaré antes de tomar yo solo una decisión que nos afecte a ambos. Tu padre ha… Él me ha aconsejado un poco y creo que tiene razón en muchas de las cosas que me ha dicho.
Taehyung envolvió los brazos alrededor de la nuca de Jungkook.
-¿Has estado hablando con mi padre sobre lo que sea que tenemos?
-No se lo he dicho yo. - Jungkook se relamió los labios. - De alguna manera él simplemente sabía que nosotros dos estábamos en medio de algo. Mencionó que el hecho de que yo os defendiera frente a mi padre supuso una confirmación de sus sospechas.
-¿Y después? ¿Cuáles son esos consejos que te ha dado?
-Me ha mencionado que deberíamos ser sinceros para mantener la relación constantemente en un punto donde la honestidad nos permita comunicarnos sin malentendidos. Dijo que de ese modo si las cosas no funcionan, al menos podremos seguir siendo amigos o mantener la cordialidad. Así que voy a seguir sus consejos, cuando sienta que algo debe ser dicho, sencillamente te lo diré.
-Haré lo mismo. - Taehyung no había apartado sus manos de la nuca de Jungkook, por lo que solo necesitó ejercer un poco de presión para lograr que los ojos de este se posaran sobre los suyos rápidamente. - Si vamos a empezar algo serio entonces los dos estaremos luchando para que salga bien. Quiero esa disculpa pero también quiero que sepas que es normal cometer errores de vez en cuando. Incluso los amantes más sinceros se lastiman sin pretenderlo.
-¿Qué debería hacer si te lastimo?
Los ojos de Jungkook brillaban de la misma manera en la que lo harían los de un pequeño cervatillo. A Taehyung le gustaba esa especial característica del muchacho, casi tanto como le gustaba el delicioso olor de este.
-¿Y qué debería hacer yo? De nuevo, si empezamos algo juntos entonces la clave está en resolver los obstáculos juntos. Si me lastimas ven a hablar conmigo, no quiero que decidas escaparte si tu padre empieza a meterse con mi familia de nuevo o que simplemente decidas que es demasiado complicado y te alejes. ¿Quieres que nos emparejemos? Bien, entonces trabajemos en ello para que dure un poco. Si termina siendo un fracaso, entonces será un fracaso de los dos. Y si te conviertes en un idiota seré el primero en darte una patada en el trasero para que sepas reconducir tu conducta.
Los dos sonrieron.
-¿Hay más cosas que quieras decirme antes de que te lleve a mi habitación?
El corazón de Jungkook dió un golpetazo y Taehyung sonrió con ganas, podía escucharlo tan sumamente bien que la piel del cuerpo se le había erizado en respuesta. Cada latido del sureño era música para él.
-No tenemos que hacer nada si no quieres, podemos meternos en mi cama y acurrucarnos los dos juntos.
-Eso estaría bien pero… Mi lobo se siente un poco necesitado de algo más que abrazos.
-Bien, el mío se siente igual. - sonrieron. - Así que el hecho de que no sea el único me hace sentir un poco menos pervertido. - Taehyung acarició con dos de sus dedos las mejillas de Jungkook. - Entonces… ¿Algo más que quieras decir?
-Bueno, tal vez sea importante mencionar que estoy en la calle. Cómo… Literalmente. No podré volver a casa en un tiempo y solo regresaré para ver a mi madre de vez en cuando.
-¿Se pusieron las cosas feas con tu padre por lo de mi pequeño juego de agua?
Jungkook miró a Taehyung con severidad. Tratar de ahogar a alguien no parecía un juego precisamente, sin embargo decidió dejar pasar el asunto por un momento. Tendrían tiempo de conversar acerca de aquello que la magia implicaba para los norteños y lo que suponía para la unión entre sus territorios. Poco a poco y paso a paso.
Jungkook no podía olvidar que la propia unión tendría que establecer normas acerca de aquello. Él sabía que ni Joy, ni mucho menos el consejo territorial, dejarían pasar el detalle de que una enorme cantidad de norteños tenían en sus manos un poder que podría llegar a suponer enormes diferencias entre los dos clanes. Un poder que dejaría a su paso muchos muertos si algún norteño decidiera usarlo de la forma incorrecta.
Pero de nuevo, habría tiempo para hablar de eso. Ahora él tan solo quería centrarse en el detalle de que había sido perdonado, de que Taehyung estaba ahí… A su lado de nuevo. Y los dos parecían perfectamente bien con el hecho de intentar tener una relación juntos.
-Bueno, si el asunto ya estaba mal de por sí… Cuando le confesé que odiaba ser su hijo o que él siempre terminaba estropeando todo lo que a mí me importa…
-Ven aquí, lobito. Deja que tu alfa te ayude a curar algunas heridas que siguen sin cicatrizar dentro de tu pecho.
Jungkook no preguntó. Tampoco dudó cuando Taehyung apagó los fogones de la cocina y lo llevó hasta su habitación a través de la casa del norte de los Kim. Él simplemente siguió cada uno de los pasos de su pareja.
Al fin podía respirar de nuevo. Al fin se sentía a gusto otra vez.
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Hiii!!
Desde que no tengo el pc me cuesta un poco más escribir con la rapidez que solía tener anteriormente, es por eso que estaréis notando que últimamente los miércoles el capítulo sale algunas horas más tarde de lo que solía acostumbrar. Espero que no os suponga demasiada problemática para leerlo por vuestros horarios.
Y espero que os haya gustado. Se vienen muchas cositas en Alpha War, jeje.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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