Capítulo 48
"No, no tengo miedo de estar solo pero estoy aterrorizado de que me conozcan. Así que guardo mis secretos para mí. ¿Por qué confiaría en alguien más? Creo que voy a lastimar a alguien si sigo huyendo, y sigo huyendo. Voy a lastimar a alguien si no cambio."
- Inside Out
(Mokita)
☾
Los ojos del mestizo se abrieron a la par que un gruñido lleno de desesperación se escapaba desde el interior de su mismísima garganta. El chico movió las manos en un intento por liberarse de las cuerdas que lo mantenían retenido, su mirada voló hacia Jungkook y los dos lobos que se encontraban situados a un lado de este.
-Vosotros. - la voz parecía salir con dificultad de su boca después de haber ingerido lo que sea que ese sanador le había dado, aprovechándose de su estado de semiinconsciencia. - Me tendisteis una trampa.
Jungkook asintió, dando un paso hacía delante y soltando la mano de Tae que durante la totalidad del interrogatorio había estado manteniendo sujeta.
-No podíamos arriesgarnos a cometer el error de dejar suelto a un posible implicado en los ataques del norte. De manera más o menos ética, ahora sabemos que no mentías y podremos comenzar a trabajar juntos para acabar con quién sea que esté amenazando a nuestros pueblos. Ambos tenemos interés en encontrar al culpable y ambos deberíamos unir fuerzas en el intento por evitar que otros ataques sucedan. Debemos llegar a un acuerdo, antes de que sea demasiado tarde.
El mestizo sonrió. Una carcajada repleta de una especie de locura que logró erizarle la piel a Jungkook, la saliva resbaló de sus labios levemente dormidos como un efecto secundario al cóctel que le habían dado. Sus manos y pies comenzaron a moverse de nuevo en un intento por luchar contra las ataduras.
-¿Me crees tan idiota como para creer en la palabra de alguno de vosotros? - el chico escupió contra el suelo antes de poner las pupilas dilatadas sobre cada uno de los presentes. - Cometí ese error un par de veces en el pasado, puedes estar seguro de que no habrá una tercera vez. No voy a ser vuestra presa y no dejaré que me cacéis como al venado.
-Nadie va a cazarte, mucho menos a hacerte daño. - fue el líder Yook quien respondió, su toque alrededor de los hombros de Joy alejándose y sus pies dando un par de pasos hacia el muchacho que ahora volvía a gruñir en advertencia. - Prometo que nadie acechará a tu gente mientras estés bajo la protección del norte, podemos sellar el acuerdo mutuo a través de un pacto si así lo deseas. Lo único que pido a cambio es información, dime todo lo que sepas sin necesidad de otro cóctel y juraré bajo sangre si es necesario. Cualquier pequeño detalle, lo que sea que tú o los otros mestizos implicados hayan visto durante el ataque a Casiopea. Si esas personas lograron entrar en nuestra montaña con facilidad entonces es posible que vivan a diario entre nosotros. Danos información y os daremos protección.
-¿Protección? - el mestizo volvió a dejar escapar una carcajada de entre sus labios y esta vez el escupitajo que lanzó cayó a un lado de los pies de Sungjae. Yunho y Wheein se pusieron alerta, ojos y runas brillando en un instante mientras seguían cada movimiento del mestizo de sombras con la mirada. - No creo en vuestras palabras, mucho menos creeré en una promesa de protección sin importar los pactos que hagas en el proceso. Tu sangre no significa nada para mí, mucho menos tus palabras vacías. He escuchado muchas promesas a lo largo de mi vida y la gran parte de ellas han sido rotas sin consecuencias. ¿No somos nosotros considerados inferiores? Un error de los lobos en celo que fue usado para espiar a cazadores porque nosotros no podíamos ser llamados ni lobos, ni humanos... Ni siquiera sois plenamente conscientes del lugar del que mi generación de mestizos de sombras procede. ¿Cómo podría creer en la protección de manadas que nos ven como poco más que una piedra en su camino?
El líder Yook hizo el intento de avanzar de nuevo, mas Jeon Joy negó con la cabeza mientras se interponía en el camino de este.
-Bien, entonces tú lo has decidido por ti mismo. Vas a quedarte aquí hasta que conozcamos bien ese lugar del que dices proceder pero no somos conscientes. - la líder sureña solo necesitó mover una mano para que sus guardias personales se acercasen a asegurar las cuerdas que mantenían inmovilizado al chico. - Volveremos mañana y si no quieres acceder a un trato lo haremos de nuevo el siguiente día, y el siguiente del siguiente hasta que entiendas que esta causa va más allá de lo que tú crees conveniente. Mucho más allá de una manada que te ha traicionado a ti y a tu gente en el pasado, más allá de tu familia y la mía. Todos podríamos acabar llorando la muerte de nuestros seres queridos si no dejamos la actitud egoísta a un lado. Por las buenas o por las malas, llegará el momento en que lo entiendas.
Joy tan solo comenzó a caminar hacia la entrada de la vieja casa de su abuela y no necesitó hablar o preguntar para saber que el líder norteño se encontraba varios pasos por detrás de ella, cuestionando en silencio la decisión tomada.
-Cuando él decida colaborar... - Joy miró por encima de su hombro a los ojos iluminados de violeta que le mostraba Sungjae. - Cuando quiera salvar a su gente con ayuda tanto como nosotros queremos salvar a la nuestra, solo entonces será liberado y yo misma pondré mi sangre junto a la tuya para sellar un pacto como hace siglos que no se sella uno. Un pacto que sustituirá al último y para el que tendremos que convocar a los líderes de guardianes que continúan activos lejos de esta montaña. De momento, dejaremos que piense por una noche en la oferta.
-¿Qué pasa si no acepta? ¿Qué ocurre si no quiere confiar en nuestras manadas? - Jimin habló, fue como si los líderes y el resto de guardianes reparasen por primera vez en la presencia silenciosa de ese omega que se suponía que no debía estar ahí.
-Si eso pasa... - Joy clavó la mirada sobre el omega. - Entonces su gente estará completamente sola ante el peligro y si alguna vez osan pedir ayuda a nuestros clanes, la respuesta siempre será negativa. Está en sus manos elegir la opción correcta o aquella que es movida por rencores antiguos y malas experiencias.
-¿Estás seguro de que no quieres pasar el fin de semana aquí? Ha sido una semana... Compleja, sí... Compleja es una buena palabra para definirlo todo.
Jungkook sonrió al escuchar las palabras del hijo de los Kim, podía sentir a este quieto y de pie a unos pasos del lugar en el que él se encontraba llenando su mochila con la ropa sucia, prendas que había usado a lo largo de esa semana. Esta vez la carga pesaba mucho más de lo que lo había hecho en anteriores ocasiones.
-Últimamente solo puedo ver a mis padres los fines de semana, volver a casa me servirá para desconectar del trabajo pero si así lo deseas podríamos vernos. - Jungkook sintió su corazón latir con rapidez y se apuró a calmarlo mientras continuaba guardando camisetas, todas ellas de color negro. - Los juegos de verano están a punto de comenzar y el centro del sur estará lleno de ambiente festivo durante al menos quince días. La Casa de Armas de los Cha va a ser un hervidero de ir y venir de lobos que quieren inscribirse para comenzar a entrenar como guardianes o que están a punto de terminar su formación. Es algo digno de ver y una tradición que me gusta, por encima de otras, esta realmente tiene un significado para mí.
-¿Qué son exactamente esos juegos? - Taehyung se apoyó contra el alféizar de la ventana, la brisa de verano movía su cabello y chocaba contra su nuca mientras observaba a Jungkook.
-Los guardianes de la promoción de cada año se gradúan con la finalización de los juegos de verano. Durante dos semanas habrá torneos de lucha entre los lobos que decidan apuntarse y... Bueno, probablemente boxearé con alguno de mis compañeros y participaré en juegos de coordinación, fuerza y lucha. Me gustaría verte entre el público cuando gane.
Jungkook sonrió un poco mientras tiraba de las cremalleras de su mochila para forzar el cierre de esta.
-Pareces bastante seguro de que ganarás. - Taehyung reaccionó con cierto interés, escuchando sin dificultad la manera en la que el corazón de Jungkook golpeteaba rápidamente. - ¿Debería retarte y entrar a jugar contigo en alguno de esos torneos o solo está permitido que los sureños lo hagan?
El alfa sureño alzó por fin su mirada, dejando a un lado su tarea de juntar toda la ropa sucia que había ido acumulando a lo largo de la semana en el baúl de mimbre y giró sobre sus pies para observar a Tae. La mirada de este estaba repleta de un aire humorístico pero de alguna manera el tono de su voz... Parecía estar planteándose realmente entrar en un torneo para retarlo. Y eso a Jungkook le gustó, como había aprendido que le gustaban muchas cosas del hijo de los Kim con el paso de los días.
Kim Taehyung no creía en la violencia pero eso no significaba que no pudiera defenderse o incluso defender aquello que le importaba. Él había sido entrenado de la misma forma en la que lo sería cualquier hijo de un guardián sureño, su lobo era enorme y la forma en la que sabía apoyar las patas sobre el suelo sin crear el más mínimo resquicio de ruido... Era sencillamente talentoso, no solo hábil sino también francamente bueno en tareas que ni siquiera le gustaban.
A él no le cabía duda de que Tae podría hacer un trabajo más que satisfactorio si quisiera graduarse como guardián o tan solo entrar en uno de los torneos para retarlo. Él probablemente podría ganarle a más de un sureño.
-Si realmente no te importa mezclarte con brutos como nosotros, creo que será una buena oportunidad para mostrarte algunas de las tradiciones de mi clan. Y sí, todavía seguimos tradiciones... No tantas como vosotros pero tenemos nuestro mundo y costumbres aquí también.
Taehyung tan solo asintió antes de llevar sus ojos hacia el exterior, la luna brillaba en cuarto menguante rodeada por estrellas y el sonido de los grillos, el aroma a hierba mojada y castañas llenaba la estancia y se mezclaba con la esencia de las acacias norteñas que él mismo desprendía. Podría acostumbrarse, él... Taehyung podría realmente acostumbrarse al modo en el que extrañamente sus olores parecían encajar perfectamente bien con los de Jeon Jungkook.
-¿Crees que Taemin hablará?
Al sureño le llevó un par de segundos situar el nombre antes de recordar que el padre de Taehyung había mencionado que el mestizo se llamaba así.
-No lo sé. Lo que sí sé es que puedo asegurarte que lejos de lo que pueda parecer Joy no está tratando de ser cruel. Creo que quiere averiguar y saber más acerca de la posibilidad de que su madre... Ella no la conoció, éramos solo unos cachorros cuando nos dijeron que estaba gravemente enferma, apenas lo recordamos y mi prima ni siquiera pudo despedirse de ella antes de que fuese quemada para más tarde recibir una rápida ceremonia funeraria. Mi tío estaba destrozado y decidió que no quería hablar del tema por un tiempo, ese tiempo se ha extendido hasta la fecha.
Jungkook dejó la ropa a un lado para moverse hacia el alféizar de la ventana sobre la que Taehyung había terminado por sentarse. Sus ojos no buscaron a la Diosa Luna, en su lugar decidió poner la atención sobre la mandíbula marcada de Tae y el olor a frutos del bosque y acacias de este.
-Mi prima siempre la ha llorado en silencio. Un par de fotografías y una pulsera de acero no son demasiadas cosas para formar una imagen de una madre perdida incluso cuando todos los sirvientes en su casa le hablaban acerca de lo bonita y amable que era Jeon Moka, la perfecta hembra omega para el perfecto macho alfa. Mi tío nunca respondió a sus preguntas y mucho menos ha compartido recuerdos de su primera esposa más allá de diminutas anécdotas. No lo hizo durante los primeros años mientras cuidaba a Joy él solo a la vez que lideraba lo mejor que sabía nuestra manada y mucho menos después de volver a casarse.
Taehyung pareció curioso, sus ojos brillaron con la luz de luna sobre ellos y Jungkook le sonrió levemente. Lo hizo casi de forma tristona, pues los recuerdos que se amontonaban en el interior de su cabeza comenzaban a afectar su juicio. Memorias sobre su tía y sobre su prima llorando a alguien que ni siquiera recordaba plenamente.
-¿Él la amaba? ¿No fue un matrimonio de conveniencia? Tú... Siempre hablas acerca de esa mierda de encontrar a una omega perfecta para aparearse y dar descendencia a alfas fuertes que puedan relevarte en la guardia. Todo eso acerca de un legado para los lobos Jeon y demás, ¿fue así también con ellos dos?
Jungkook dudó por un instante antes de responder a la duda de Tae, cuestionándose a sí mismo en el proceso. Preguntándose también si su tío había llorado la muerte de Jeon Moka o si por lo contrario había llorado el hecho de perder a una buena hembra con una familia llena de aspectos positivos en la tarea de encontrar las conexiones adecuadas para mantener el liderazgo de la mejor de las maneras.
-No tengo los suficientes recuerdos de ellos dos como para responder a eso con seguridad, pero lo que sí puedo confirmar es que por un motivo u otro mi tío realmente lloró su muerte. - Jungkook hizo una pausa. - Él solo tomó a otra omega para darle a Joy lo que creía que ella necesitaba pero fue una mala decisión, esa omega hubiera estado feliz con un hijo propio que mi tío nunca quiso darle... Así que a menudo su rabia caía sobre la persona que buscaba desesperadamente su cariño.
-¿Esa persona era Joy?
Jungkook asintió, haciendo chocar el dorso de su mano contra la rodilla de Taehyung.
-Lo era y supongo que esa falta de cariño la hizo más fuerte. Mi prima solo quería palabras de aliento y como nunca las recibía decidió centrarse en entrenar, en convertirse en una fuerte alfa que pudiese obtener el respeto de su manada. Joy quería obtener el beneplácito de nuestro clan no solo por ser la hija del anterior líder, sino también por estar absolutamente bien preparada para el puesto.
-¿Y funcionó?
-Lo hizo pero ella todavía quiere el apoyo de esa madre que nunca ha sido su madre por decisión propia. La omega con la que mi tío se casó después de que la madre de Joy muriese, fue criada con la idea de que cuando el matrimonio llegase podría formar una familia llena de herederos con fuerza que en el transcurso de sus vidas obtendrían los mejores lugares en nuestra manada. Herederos propios. - Jungkook alcanzó la mano de Taehyung y dejó que la yema de su dedo anular recorriera la piel del chico sobre la muñeca de este, repasando las venas con delicadeza. - Ella deseaba a alguien que portase su sangre, que hubiese crecido en su vientre y quizás eso era más importante incluso que ser la madre sustituta de una líder.
-Al menos no fingió amar a Joy por el poder que eso podría darle en consecuencia.
Jungkook solamente asintió.
-En realidad es triste pero supongo que tienes razón, su obvio rechazo sigue siendo mucho mejor que una mentira.
Los dos alfas se mantuvieron en silencio por varios minutos, la piel de sus manos en contacto y sus miradas conectadas.
-Por eso es importante que elijas con tu corazón cuando llegue el momento de casarte con alguna de esas omegas que tanto analizas, Jungkookie. - Taehyung sonrió un poco, algo triste escapando de sus expresiones al hacerlo. - No solo te castigarás a ti mismo si decides tomar en matrimonio a un lobo basándote únicamente en su capacidad reproductiva, sino también a ese pobre omega que ha sido criado con la equivocada idea de que su deber se basa en traer cachorros fuertes al mundo. Sin importar el amor o la manera en la que pueda llegar a tratarlo su pareja.
-Bueno... - Jungkook sonrió levemente. - Supongo que el matrimonio no es mi mayor prioridad actualmente. Antes de tener en cuenta eso, quiero graduarme y conseguir una casa propia, quizás también ayudar a atrapar a quien sea que ha estado atacando nuestros territorios. Cuando eso suceda... Puede que en el futuro decida poner el amor por encima del deber, al menos es probable que lo haga si te sigo teniendo como influencia en ese instante.
Taehyung se mantuvo mirándolo por unos instantes antes de tomar la decisión de inclinarse para besar los labios de Jungkook y con toda seguridad se sintió lleno de vida cuando este respondió pegándose a su cuerpo, abriendo la boca y buscando su lengua. Manos sobre su pecho cubierto por la suave tela de una camiseta blanca, el flequillo de su cabello azabache rozando contra la frente del norteño. Oh, y por supuesto esa manera tan exquisita en la que el alfa sureño parecía olvidar todas las lecciones sobre clases cuando sus besos y caricias comenzaban, Kim Taehyung no había probado o sentido algo tan exquisito como aquello en mucho, muchísimo tiempo.
Por eso cuando Jeon le rodeó el cuello con los brazos y trató de modificar la posición de ambos para ir hacia su regazo, Taehyung no dudó ni por un instante en rodearse la cintura con las piernas del sureño para llevarlo hacía la cama. Lo apoyó cuidadosamente sobre las sábanas de lino fresco y tras dedicarle una mirada repleta de sentimientos confusos y enredados, se colocó sin miedo sobre el cuerpo de este. Todo el proceso sin separarse demasiado, sin dejar de depender el uno del otro mientras sus lobos comenzaban a adaptarse y a entrelazarse. Con la ropa puesta pero con los corazones desnudos a pesar de que todavía había muchas palabras encerradas en esa jaula de la que ninguno de ellos parecía atreverse a salir todavía.
Se gustaban. Maldita sea, cada día que pasaba el sentimiento era más obvio y candente. Jungkook ya no recordaba la última vez que había pasado un día completo sin acercarse a sentir la boca del hijo de los Kim. El hijo de aquellos lobos a los que su padre llamaba "aberraciones" o "familia de traidores".
-Es una pena que tengas que irte a pasar el fin de semana con tus padres.
Taehyung se separó levemente de Jungkook, labios enrojecidos y brillantes por el largo beso que los dos habían compartido y oh, el chico ante sus ojos era un desastre completo bajo su cuerpo y toque.
-Te lo he dicho... - Jungkook se relamió los labios, percibiendo el sabor de los frutos del bosque sobre su boca. El gusto de Taehyung estaba impregnando sus papilas gustativas. - Me gustaría que nos viésemos, quiero enseñarte las preparaciones para los juegos de verano y si el tiempo es demasiado caluroso... Quizás el arenal ya no sea del todo seguro pero seguimos teniendo el lago Crystallo.
Taehyung asintió, apoyando sus manos al lado de la cintura de Jungkook.
-Podría enseñarte el Templo de los Druidas a cambio, tú me enseñas todas esas preparaciones para los juegos de verano y yo te llevo al sitio en el que los lobos de mi manada comenzaron a creer en la magia. ¿Te gusta esa idea, lobito?
En otro momento, en otra fecha, en otro año, otra situación y una época diferente de su vida, Jungkook le habría gruñido y hasta hubiese peleado para demostrar su grandeza alfa con cualquier lobo que se atreviera a llamarlo de la forma en la que Tae lo había hecho pero en ese instante, mientras se acurrucaba por instinto entre el cuerpo y el suave olor a acacias de Kim Taehyung, tan solo pudo sonreír al escucharlo.
-Me gusta esa idea, Tae.
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Hii!!
Hola personitas!! Esta semana el capítulo es un poco más corto de lo habitual pero he tenido algunos días de locos y no he logrado sacar tiempo para más. Espero que de todos modos os haya gustado, no olvidéis dejarme vuestras opiniones. En cuanto pueda responderé (no he respondido aún a las del cap anterior por la semana de locos que os he comentado que he tenido).
Un beso,
os amo
Mel
💜
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