Capítulo 45
"No quiero pensar en un único momento contigo, estoy deseando que sea algo para siempre. He estado soñando acerca de un suéter para dos. Maldita sea, nos vemos bien juntos. ¿Podrías esperar un momento? Suena el timbre de la última llamada. ¿Podrías esperar un momento? Solo dame un segundo, eso es todo. Habla rápido, romance. No durará y estoy bien con eso. Arder, chocar, romance, tomaré todo lo que pueda obtener de ti."
-Talk Fast
(5SOS)
☾
-Teniendo en cuenta que ese chico no puede moverse, quizás lo mejor sea llevar a los niños directamente hacia él.
Jungkook asintió ante las palabras de Namjoon mientras esperaba sentado junto a Hoseok y un par de guardias de confianza de su prima. A su forma de verlo el despliegue que se había producido para mover a los niños de las tribus del norte de una habitación a otra, era sencillamente absurdo pero él no estaba ahí para tomar las decisiones. Ese trabajo no le correspondería hasta después de obtener la experiencia necesaria para saber qué hacer en situaciones complicadas o delicadas.
Así que sencillamente se mantuvo en silencio mientras observaba a la señora Jung bajar por el pasillo rodeada de todos esos pequeños. Ahora, tras haberse duchado y haber cambiado sus ropas llenas de polvo y humedad, casi parecían niños como los de cualquier familia de lobos de esa montaña. La única diferencia era el habla, a estos ciertamente les costaba expresarse.
Sus expresiones estaban repletas de sueño debido a que el sol ni siquiera había salido por completo. Sin embargo, los líderes parecían sentirse más seguros al trasladar de un lado a otro a los pequeños cuando no había clientes del hostal de los Jung mostrándose curiosos o personas acogidas tras la catástrofe de Casiopea que pudieran llegar a meter la nariz en asuntos que no le importaban. Debían evitar cualquier tipo de rumor dañino o innecesario hasta que al menos tuvieran una mínima pista acerca de quién era el responsable de todo lo que estaba ocurriendo en su territorio.
-El lobo ya os conoce.- Namjoon apoyó una mano sobre el hombro de Jungkook y le dedicó una de esas cálidas sonrisas de ánimo que siempre le regalaba en los entrenamientos cuando se sentía ansioso acerca de algo en concreto. - ¿Queréis encargaros de llevar a los niños hasta él? Puede que se sienta menos intimidado con personas que conoce y sabe que no lo dañarán a él o a sus cachorros.
-¿Te refieres a que nos encarguemos Hoseok y yo?
Cuando Namjoon asintió, Jungkook no pudo evitar preguntarse nuevamente el motivo por el cual tantas personas estaban poniendo responsabilidades sobre sus hombros que supuestamente no le correspondía tomar. Se lo había repetido mucho a lo largo de esas últimas semanas. Si bien no era un guardián de pleno derecho todavía, tanto Joy como el señor Kim parecían dispuestos a confiarle tareas un tanto arriesgadas para un aprendiz como él. Ni siquiera sabía si sentirse bien o mal al respecto, aunque estaba al cien por cien seguro de que era un peso bastante insoportable de vez en cuando. Demasiado pesado sobre su espalda.
Jungkook temía hacer las cosas mal y dañar a alguien en el proceso, la unión pendía de un hilo y de sus acciones dependía que esta pudiera afianzarse o se derrumbase por completo. Y de hecho la unión también era un buen motivo por el que Joy pretendía mantenerlo completamente al día acerca de todo lo que pasaba, como un Jeon de él se esperaba que en algún momento tomase el relevo de su tío como jefe de guardianes. Incluso si solo era su hipótesis... No encontraba una explicación más exacta acerca del motivo por el que su prima no estaba poniendo los casos recientes sobre las manos de guardias con un mínimo de veinte años de experiencia.
Todo era acerca de formar una nueva generación que fuese más favorable a la unión, una nueva generación de guardianes que pudiera aprender a trabajar mano a mano sin juzgar o sacar a la luz viejas rencillas entre el norte y el sur. Incluso Yook Sungjae se había asegurado de poner a su servicio a Namjoon, un alfa que vivió su infancia y adolescencia en el sur y que después decidió por sí mismo comenzar a servir al norte por amor. Además de a otros guardianes que destacaban al igual que el propio Jungkook por ser jóvenes, la mano derecha del padre de Taehyung no había sido tenida en cuenta sin importar su enorme experiencia. La madre de Jimin era una buena guardiana, de las mejores, pero no estaba ahí con ellos.
Las edades de Jungkook y Hoseok eran parecidas, los dos tendrían mucho tiempo para aprender acerca de la unión y para comenzar a respetar de la misma manera la montaña completa sin hacer divisiones en función de las manadas o el lugar en el que se encontraban determinados territorios. Era su deber, como el de muchos otros guardianes que estaban a punto de graduarse. Pero era un deber demasiado importante como para ponerlo sobre las manos de cualquier lobo. Sobre todo si tenían en cuenta que no todos estaban de acuerdo con unir los territorios de la forma en la que se estaba haciendo, sin una conquista o algo que hiciera que sus ideas de vida se colocasen sobre las de la manada contraria.
Jung Hoseok, hijo, nieto, sobrino y hermano de guardianes norteños. Jeon Jungkook, hijo, nieto y sobrino de guardianes sureños. Kim Namjoon, un guardián que conocía la montaña entera con casi total exactitud.
En el otro extremo estaban Moonbyul, Jeon Sehun, Jung Yunho y Jung Wheein. Los guardianes y guardianas personales de los líderes de los clanes que formaban sus manadas, lo suficientemente dedicados como para morir protegiendo a sus señores y lo suficientemente cercanos como para expresar sus opiniones sin miedo cuando estos pretendían tomar decisiones equivocadas.
-Bien, supongo que puedo intentarlo.
Pero la responsabilidad y el deber siempre habían sido para él mucho más importantes de lo que lo eran las otras cosas. Su entrenamiento había supuesto el punto esencial de su vida más allá de cualquier cosa, ahora su trabajo sería el encargado de sustituir a las largas jornadas de cardio, defensa personal y agudizamiento de sus sentidos en los bosques.
Así que conociendo su deber, Jeon Jungkook no dudó en asentir mientras le dedicaba una mirada corta al señor Kim y a su prima. Joy se encontraba a varios pasos de distancia de él y sostenía la mano del más pequeño de los cachorros de las tribus mientras trataba de aportarle un poco de tranquilidad a los demás, dejando escapar feromonas dulces de su cuerpo. Se trataba del mismo pequeño que dos días atrás Yook Sungjae había llevado en sus brazos durante la complicada bajada desde la cima hasta el poblado norteño de guardianes, el más menudo entre todos y el único que realmente había llegado a sonreírles un poco.
Oh, y fue ciertamente alentador la forma en la que el niño sin duda alguna pudo reconocer al líder Yook mientras avanzaban por el pasillo hacia el lugar en el que este se apoyaba en el alféizar de una de la ventanas, porque uno de los brazos del cachorro de no más de dos años se extendió hacia este como una especie de saludo.
-Quizás el líder norteño sea más adecuado para la tarea. - susurró Jungkook tan solo para Hoseok. - Parece llevarse bien con los niños.
-Podría ser una opción pero no olvides el nido de ese lobo, ya nos ha conocido y nos hemos presentado. Será mucho más ágil que nos muestre colaboración si ve en su habitación a dos personas en las que puede confiar relativamente. - Hoseok dio una palmadita sobre la espalda de Jungkook. - Saldrá bien Jeon, no tienes que preocuparte tanto.
Bueno, preocuparse era por desgracia parte de su esencia. Él creía que muy posiblemente lo había heredado de su madre. Ella se preocupaba incluso cuando sus deliciosas magdalenas de canela se tostaban un poco más de lo que creía adecuado.
En cambio, eran las preferidas de Jungkook. Esas que su madre siempre pensaba que había estropeado.
Ellos dos entraron unos minutos antes de que lo hicieran los niños, con la intención de comprobar el estado de salud del lobo en la mañana temprana. Min Yoongi tan solo alzó su mirada débil, sin moverse demasiado y siempre evitando romper el nido generado y creado a partir de su propio olor.
-Buenos días, Min. - Hoseok caminó hacia la ventana de la habitación con la única intención de subir las persianas que se encontraban a medio cerrar y abrirla, el sol de la mañana todavía era débil mientras comenzaba su camino hacia la parte alta del firmamento. - Creo que es buena idea aprovechar la brisa del amanecer veraniego antes de que el sol comience a golpear las cristaleras con fuerza.
Jungkook pudo percibir una pequeña sonrisa fluyendo sobre los labios de Hoseok cuando las cortinas se movieron, lo hicieron a pesar de que en realidad la brisa veraniega que este había mencionado era completamente inexistente y el exterior ya estaba repleto de agobiante calor.
-Mi madre me ha pedido que hoy sea yo quien se encargue de subirte el desayuno y he creído que como agradecimiento por la colaboración que nos mostraste ayer, ese desayuno podría ir acompañado de un poco de alivio para ti. Y quizá para tus cachorros.
Si el lobo entendió o no, ninguno de los dos pudo saberlo pero al menos recibió gustosamente la comida que la señora Jung había preparado. Leche fría con algunas galletas de canela y chocolate caseras, sin duda una buena manera de llenar el estómago a primera hora de la mañana en verano. Sobre la bandeja de madera se encontraban apoyadas algunas ramas de lavanda recién cortada.
El señor Kim siempre usaba las hierbas y flores para calmar el ambiente de su cabaña tras esas jornadas de entrenamiento intenso en el que su lobo y el de Namjoon se encontraban agotados. A veces las ponía directamente en infusiones, en otras ocasiones las secaba para crear una especie de ambientador que al mezclarlo con ungüentos de cera o soja dejaban olores agradables en las estancias de la casa al ser quemados.
-Espero que sea de tu agrado. Mi madre ha mencionado que la leche fría parece gustarte especialmente durante las mañanas, aunque podemos cambiarlo por un zumo de mandarina recién exprimida, con hielo si lo prefieres. Esa habría sido mi elección ideal para un buen desayuno si quieres que sea sincero.
Entonces Hoseok realizó un movimiento que logró que Jungkook clavase con fuerza sus pies sobre el suelo, alzó una mano para apoyarla en la frente de Min Yoongi y aunque este se encogió en su lugar mientras bebía del vaso repleto de leche fresca que sostenía con sus dos manos, ciertamente se dejó hacer. Como si el gesto del guardián Jung le resultase familiar.
-Tus sanadores dicen que es complicado para ti enfrentarte a las temperaturas del verano en esta zona de la montaña, que a menudo te sientes febril y mantenerte en forma humana tanto tiempo no es algo que ayude al respecto. - Hoseok seguía hablando a pesar de que el chico no les daba muestra alguna de entender o querer responder. - Cuando te cures lo suficiente me aseguraré de llevarte hasta el lago Crystallo para que puedas refrescarte, mientras tanto tendrás que conformarte con algunos ventiladores que traeré esta misma tarde y tal vez con la piscina del hostal si tus sanadores me dan el permiso de llevarte hasta esta. Solo una vez las heridas de tus pies estén lo suficientemente bien como para que no se infecten.
-El lago Crystallo tiene propiedades curativas, ¿no es así? - Jungkook se sintió tentado a preguntarlo, porque Taehyung le había dicho mucho acerca de ese lago en el que los dos habían pasado juntos más que un par de tardes.
-De alguna manera es así, pero el lago elige por sí mismo quien merece ser curado y con el aspecto de sus heridas... Sería arriesgado moverlo y separarlo de su nido para llevarlo al lago sin saber cuán eficaz su agua pueda resultarle. Tampoco estoy seguro de cuál será su reacción al estar libre y no quiero arriesgarme a que se escabulla estando todavía herido y en cinta.
-¿Qué hay de traer el lago hasta él? - Jungkook dio un paso hacia delante y el lobo de la tribu del viento gruñó levemente en respuesta. Se detuvo instantáneamente. - Quiero decir, podríamos llenar su bañera con el agua del lago Crystallo. Es solo una idea tonta pero incluso si no ayuda a su curación, ciertamente le servirá para refrescarse un poco y disminuir la fiebre de su cuerpo. No tendrá que salir de su zona segura por más de unos minutos o hasta cuando él mismo lo decida.
Hoseok se apartó de Yoongi.
-Voy a hablarlo con sus sanadores esta misma tarde, de hecho creo que es una muy buena idea Jungkook. - aprobación, la voz del guardián Jung estaba repleta de aprobación por el hecho de que Jeon Jungkook realmente estaba mostrando preocupación real por un lobo del norte. Porque a pesar de pertenecer a las tribus, Min Yoongi continuaba siendo parte del norte. Más que cualquier lobo Yook, probablemente. - De momento dejemos que vea a los niños, probablemente está preguntándose qué mierda hago dándole una charla que ni siquiera comprende completamente.
Jungkook sonrió un poco y asintió. El lobo parecía haber entendido lo suficiente como para que el aroma lleno de expectación y necesidad comenzase a cubrir toda su piel.
-Iré a decirles que pasen, han estado esperando por varios minutos.
Hoseok asintió, entonces se produjo el encuentro. En el preciso momento en el que Jungkook abrió la puerta de la habitación los niños conectaron sus miradas con Min y no dudaron ni por un instante en precipitarse hacia el interior de la estancia. Primero probablemente motivados por un aroma conocido y solo un instante después llenos de sorpresa al ver a alguien a quien aparentemente conocían a la perfección.
Los niños de la tribu del viento, Jungkook y Hoseok imaginaron, debían ser esos que inclinaban su cabeza hacía Min en señal de saludo formal antes de atreverse a subir a la cama de este. Yoongi no gruñó ni una sola vez cuando todos esos cachorros desordenaron las sábanas de su cama y rompieron inevitablemente su nido.
-Gr...Gracias. - con una pronunciación dudosa, Yoongi habló.- Por sal..salvarlos y traerlos.
Hoseok y Jungkook no pudieron evitar sonreír. Estaba saliendo bien, de momento todo iba bien, incluso si la parte más difícil llegaría pronto y todos tendrían que poner sus fuerza y conocimientos en la persecución del responsable o responsables de las masacres que estaban asolando sus tierras.
-Deberíamos darles privacidad. - sugirió el guardián sureño.
Hoseok dudó por un instante pero una mirada más al modo en el que el lobo herido se comunicaba mirando a los ojos uno a uno a los cachorros, le sirvió para entender que Jungkook estaba en lo correcto. Necesitaban privacidad, porque él casi podía imaginar lo que Yoongi les estaba preguntando a esos niños.
-"¿Os han tratado bien? ¿Os han dañado? ¿Estáis heridos?"
Así que los dos se retiraron y se limitaron a hacer guardia en la entrada de la habitación, su buen sentido del oído llegando a percibir las sonrisas de júbilo de los pequeños ahora que estaban con una persona en la que podían confiar.
-¿Preparados?
Aunque sin duda bajar la montaña y cruzar la carretera había sido alarmantemente sencillo, Jungkook se sentía cansado tras un día de trabajo completo por lo que necesitaba que su absurda excursión a un local para humanos terminase lo antes posible. Si bien sabía que su responsabilidad suponía estar ahí para comprobar la posible pista que Jimin había captado, también era consciente de que un lobo cansado no podría ser totalmente útil contra posibles amenazas.
Trató de convencer al par de amigos norteños cuando los vio sentados en el porche de la cabaña de los Kim tan pronto como cruzó el puente de madera en su regreso a la vivienda, sin embargo ellos parecían lo suficientemente seguros de que era un rastro importante como para que sus decisiones estuviesen abiertas a escuchar variables de lo que ya se había decidido. Jungkook dijo, o pretendió decir, que lo retrasarían por un instante y al siguiente estaba cambiándose de ropa tras darse una rápida ducha para limpiar el sudor de su piel y reducir las posibilidades de ser olido por personas poco adecuadas durante su bajada por la montaña.
Definitivamente no quería encontrarse con sus tíos o cualquier guardia que lo conociera, por desgracia ni siquiera necesitó preocuparse por detalles como esos porque no se topó ni con uno solo de ellos, familiares o no. La zona de seguridad que semanas atrás sería infranqueable hasta para el lobo más entrenado y duro del sur, ahora se encontraba más vacía que nunca con tan solo unos cuantos guardias encargándose de proteger la enorme extensión de terreno que los separaba de los poblados humanos y la carretera que los llevaría directamente hacia estos.
Jungkook se obligó a hacer una nota mental mientras caminaban. Se aseguraría de volver a hablar con su padre pronto, antes de que la votación que los miembros del consejo planeaban llevar a cabo se diera. La frontera no podía ser puesta en riesgo por la economía, su bienestar y la protección de las manadas siempre había sido lo primero y cambiar de parecer sencillamente no era una opción que él quisiera tener en cuenta.
-Preparados. - a su izquierda Taehyung respondió con una enorme sonrisa sobre su rostro, expulsandolo de la ensoñación en la que se había perdido. - Venga Kook, será rápido. Jimin tan solo quiere asegurarse de que el rastro es el mismo que pudo captar en Casiopea.
-¿Y qué pasa si la persona no ha vuelto por aquí? O incluso peor... ¿Qué crees que podré hacer yo si la persona ha regresado y resulta que ve a tres sospechosos lobos siguiendo su rastro? Esta definitivamente es una de mis peores decisiones, ni siquiera soy un guardián todavía.
-Estoy seguro de que hay guardianes graduados que pueden hacer menos que tú, además, olvidas que tanto Jimin como yo sabemos defendernos. Si pasa algo solo tendrás que proteger tu propio culo...
-Bien. - gruñó.
-Bien. - respondió del mismo modo el hijo de los Kim.
Jimin se limitó a rodar los ojos, cansado por la actitud de los dos alfas que lo acompañaban.
-Y este es el motivo por el que no me gustan los alfas, no saben hacer nada sin discutir. ¿Quién querría algo así de territorial y cambiante como pareja? Los omegas que se apegan a lo tradicional deben estar locos. - Park sacó las manos de los bolsillos de sus vaqueros para señalarles la entrada del local. - Cuanto antes entremos, antes podremos regresar a nuestra montaña. ¿Vamos?
Después de obtener un asentimiento compartido por parte de los alfas, el omega fue el primero en avanzar hacía las puertas abiertas de la taberna y cuando llegaron al interior Jungkook pudo entender fácilmente el hecho de que Tae no había estado exagerando al mencionar el molesto humo. Incluso las reuniones de los miembros del consejo en el salón de su casa generaban menos nicotina, y su padre era un fumador casi adicto después de haber terminado sus días de guardián precipitadamente por las lesiones de su espalda tras años de trabajo.
-Esa es la mesa de billar que usamos la última vez. - Jimin señaló una parte alejada del local. Mientras que el resto de mesas se encontraban relativamente juntas, aquella estaba situada en una zona poco concurrida y sin tanta iluminación. Cerca de los baños y con algunas butacas antiguas a su alrededor. - Tendremos una buena vista del bar completo desde ahí.
Jungkook asintió, el sitio no era demasiado grande. Colocándose en una esquina y con tres lobos atentos a posibles situaciones fuera de lo normal, la tarea de encontrar rastros debería ser relativamente sencilla para el omega.
El humo sin embargo era algo que no dejaba de poner nervioso al sureño. Si un lobo quisiera esconderse de alguien o de algo, ese bar le parecía perfecto al guardián sureño. Con todo el humo de los cigarrillos y los puros que los humanos fumaban sobrevolando sus cabezas. Y no solo eso, la cerveza, el alcohol, la comida grasosa que parecían servir... Para un lobo con buen olfato la mezcla resultaba tan fuerte y asquerosa que lo que menos notaría sería el olor de otro lobo a no ser que se concentrase completamente en ello. Probablemente cualquiera con su capacidad olfativa se centraría más en eliminar la sensación de los olores que en trabajar analizando los matices de los mismos.
-Siento que me marearé si tengo que comenzar a buscar entre todos estos olores. - el susurro de Jungkook fue suficiente para que Taehyung se girase hacia él con el ceño fruncido.
-Sí, noté lo mismo la primera noche que vinimos. Jimin lo lleva mejor que yo, la mezcla es vomitaba pero él parece extrañamente bien con ello.
-Lo es. - Jungkook casi podía sentir la mezcla de aromas en su boca generando un sabor desagradable sobre sus papilas gustativas, como si hubiera vomitado y no se hubiese lavado los dientes tras ello. El olor que captaba tampoco era mucho mejor, un vertedero quizás sería mejor que ese sitio para su parte animal. - Pero supongo que todavía podemos hacerlo.
El sureño alcanzó con rapidez el taco de billar que Jimin le lanzó sin tan siquiera necesitar mirarlo y durante los siguientes quince minutos ninguno de ellos hizo el esfuerzo de mirar con más insistencia de la debida a cada uno de los clientes que entraban en el local, mucho menos a aquellos que jugaban al billar cerca, lanzaban dardos a una diana o se llenaban el estómago de cerveza demasiado agria para sus gustos. Mientras jugaban y bebían de sus vasos, sus ágiles oídos buscaban conversaciones interesantes u olores destacables entre la miseria que les revolvía las tripas.
-El rastro... - Jimin tragó saliva, la manzana de Adán resaltando en el cuello de este mientras sus ojos se movían muy lentamente entre las nubes de humo que rodeaban la barra del bar. - Es... débil, casi imperceptible pero está aquí de nuevo.
Jungkook se movió con mucha lentitud, una suave brisa moviendo las bolas de colores sobre la mesa cortesía de Taehyung provocó que pudiera encogerse en la mejor posición para observar con el taco de billar entre sus manos. Fingió tener la mirada sobre estas y estar buscando el movimiento para obtener la victoria en su larga partida
-"Creo que es la segunda vez que un lobo crea viento de la nada en lo que va de día."
-"¿Cuál ha sido el primero?" - el tono de Tae era juguetón en el interior de su cabeza, pero eso no impidió que Jungkook pudiera percibir el nerviosismo y la concentración del hijo de los Kim a través de su vínculo mental.
-"Juraría que Hoseok ha hecho soplar brisa esta mañana en la habitación del lobo de las tribus norteñas que se hospeda en el hostal de los Jung. ¿Te he dicho que se llama Min Yoongi y pertenece a una tribu del viento?"
-"Entonces quizás te equivoques y no haya sido Hoseok el responsable de esa brisa, él es más bien un lobo de fuego. Tendría más sentido que el responsable de esa brisa sea de hecho un lobo que dice proceder de la tribu del viento."
Jungkook se encogió de hombros y miró más allá de la punta de su taco, alguien se estaba moviendo como una sombra entre los clientes. El olor era casi imperceptible pero lo suficientemente diferente al del resto de cosas que había en ese sitio como para que él pudiera percibirlo tras años de entrenamiento. Con cansancio, ganas de vomitar y todo.
-"Huele a... orégano y definitivamente no creo que sea algo que tengan en esa pequeña cocina detrás de la barra. Es la sensación del orégano fresco que cubre las laderas pedregosas de nuestra montaña." - Jungkook trató de expandir su capacidad mental hacia Jimin y supo que el chico había recogido el mensaje cuando tras golpear una bola de billar este modificó su posición para trasladarse al lugar que él había estado ocupando por varios segundos. Sus posiciones fueron intercambiadas de la forma más natural que supieron generar. - "¿Lo podéis notar?"
-"No puedo."
Aunque la voz de Jimin se sintió como una intromisión en su cabeza, Jungkook se sintió orgulloso de haber avanzado un poco en su control de la comunicación mental.
-"Puedo." - Taehyung asintió. - "Iré a pedir algo de comer y revisaré el olor mientras cruzo el local, parece demasiado débil..."
-¿Taehyung? - Jungkook fingió dirigirse en voz alta al norteño, solo para romper esa rutina de comunicación mental que podría hacer sospechar al lobo presente que ninguno de los tres lograba situar en una zona concreta del bar todavía. - ¿Puedes conseguir algo de comer? Jimin y yo estamos teniendo un enfrentamiento realmente interesante justo ahora, por favor.
-¿Algo en concreto? ¿Hay algún sabor que te guste?
-Mmm, cualquier cosa que te guste a tí estará bien. Apuesto a que me gustará lo que sea que escojas.
Taehyung asintió. Un segundo después estaba cruzando el bar hasta la barra mientras Jimin caminaba hacia los baños para revisar posibles rastros de humor y Jungkook continuaba analizando el espacio completo del bar.
-¿Aquí de nuevo? - el camarero que días atrás Tae había visto hizo que su cuerpo se sobresaltara por un instante cuando una bandeja de metal fue puesta en la barra a solo unos centímetros del lugar en el que él había posado su mano izquierda. Sin delicadeza, un acto casi molesto. - Temo resultar entrometido pero tus amigos y tú no os parecéis en nada a nuestra clientela habitual.
-Solo estamos tratando de divertirnos un poco, a veces es aburrido apegarse a una rutina concreta.
-¿Universitarios? - había un tono divertido en la pregunta del chico.
-Parecido.
Era obvio que ese no era su lugar, incluso si habían fingido estar a gusto y Jimin probablemente casi lo estaba, Jungkook y él sencillamente no lograron evitar hacer algunas muecas debido a los olores del sitio.
-¿Qué necesitas? - el camarero se colocó tras la barra para comenzar a recoger los vasos sucios de la bandeja y le lanzó una mirada a Taehyung antes de señalar la zona de snacks. - ¿Snacks de nuevo? Nadie pasa una noche aquí sin una cerveza en su mano, si quieres mi consejo... - duda en sus ojos. - Deberías dejar que os sirva tres cervezas negras y volver con tus amigos a casa una vez las hayáis terminado. Rápido, si es posible.
-¿No se supone que un camarero debe alentar a sus clientes a consumir la mayor cantidad de cosas que le sea posible?
-Esa tarea está en manos de mi jefe, en lo que a mí concierne solo diré que no quiero problemas. No me apetece tener que resolver la mierda que otros dejan detrás de su estela, cuando te vayas seré yo quien tenga que resolver lo que sea que causéis.
Las palabras usadas por el chico ante sus ojos hicieron clic en la cabeza de Taehyung. Como lo hizo el hecho de que comenzara a servir tres jarras hasta arriba de cerveza negra, a pesar de que él no había aceptado el consejo de tomarlas.
-"El barman sabe algo. Su actitud es sospechosa y está tratando de convencerme para que bebamos lo que quiere servirnos y nos vayamos a casa lo antes posible." - su mensaje fue lanzado lleno de alarma, un segundo después la mano de Jungkook estaba sobre su hombro mientras la barbilla de este le sobrepasaba el hombro para observar directamente al camarero. - Jungkook...
No te precipites. Eso era lo que le hubiese gustado decir al norteño, pero decidió contenerse. Jungkook no era ningún tonto, si estaba a su lado era por un motivo perfectamente valido.
-¿Hay algún problema? Creo recordar que queríamos algo de comer.
A pesar de que la pregunta del sureño estaba dirigida a Taehyung, los ojos desafiantes se encontraban fijos sobre el barman que sencillamente se encogió de hombros despreocupado y negó en un movimiento de cabeza. Los labios del chico formaron una sonrisa.
-Elija lo que quiera comer entonces, señor. - respondió el muchacho, su tono lleno de una monotonía ensayada.
El toque del alfa sureño se apretó levemente sobre la espalda de Taehyung y esperó hasta comprobar que Jimin salía del baño para finalmente seleccionar un snack de su gusto tras haber fingido indecisión. Con las manos llenas y la cerveza rechazada todavía sobre la mesa, el norteño y Jungkook regresaron a la mesa que habían estado ocupando durante la última hora.
-El rastro lleva hacia el pasillo del baño pero se pierde ahí, no hay nadie que pueda ligarse a este en el interior de los servicios. Es como si el local entero estuviera impregnado de esta cosa y no puedo situar una línea de inicio o final para comenzar a rastrearlo todo hasta un punto concreto.
Jungkook relamió sus labios sin dedicarle ni una sola mirada a Jimin, sus ojos estaban sobre el camarero mientras su mano rodeaba la cintura de Taehyung de una forma protectora sencillamente innata. Le preocupaba el tono de aquel muchacho, la forma en la que había aconsejado ciertas cosas y el modo en el que percibió que ninguno de ellos pertenecía a un lugar como ese mientras que el resto de humanos ni siquiera parecieron molestarse ni por un segundo en darles atención a sus diminutas señales de disgusto.
-¿Habéis pensado en la posibilidad de que los que estén dejando ese rastro sean los propios camareros?
Taehyung respondió primero.
-Me he acercado dos veces al chico de la barra y no he podido oler nada excesivamente extraño en él, es humano. El resto también parecen serlo.
-Hay muchas formas de ocultar nuestra naturaleza, no han pasado más de dos siglos desde que los lobos y los cazadores vivían juntos en los mismos territorios. Muchos de nosotros se mezclaban con humanos, muchos lo siguen haciendo. Hay maneras de evitar que nuestro aroma y nuestra clase sea reconocida si nosotros no queremos mostrarnos. Supervivencia. Es algo que los Jeon aprendemos desde el instante en el que damos nuestros primeros pasos.
Una vez más, Jungkook relamió sus labios. El brazo de Taehyung le rodeó los hombros mientras recibía nuevamente el taco de billar contra su pecho en un pase decidido por parte de este.
-Entonces deberíamos seguir jugando. - murmuró el alfa norteño cerca de su oído.
Jungkook evitó mostrar señales del escalofrío que la voz del hijo de los Kim tan cerca de su lóbulo le había provocado.
-Una pena que el billar me aburra, creo que iré a por una cerveza. Vosotros dos podéis quedaros aquí cubriéndome las espaldas, si ese camarero o cualquier otro es un lobo juro que voy a saberlo sin importar las artimañas que haya usado para ocultarse.
-¿Qué vas a hacer? - Taehyung dio un paso adelante tratando de seguir a Jimin, sin embargo las manos de Jungkook sobre su cintura lo detuvieron. - ¿Qué...?
-Juguemos. Juguemos y veamos lo que Jimin puede averiguar por sí mismo, parece bastante seguro de ser capaz de atravesar las barreras de aroma que puedan haber sido alzadas por el lobo o lobos que hay a nuestro alrededor, si necesita ayuda entonces actuaremos. Por ahora, juguemos.
Tras dudar durante algunos segundos, Taehyung finalmente asintió.
-Juguemos.
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Hiii!!!
Capítulo subido un pelín antes de tiempo porque es probable que mañana tenga un día ocupado. El nuevo separador que veis arriba lo he puesto debido a que intentaré actualizar más a menudo sobre el proceso de escritura en mis redes sociales. Hoy por ejemplo he subido hace treinta minutos un moodboard de fotos sobre el cap que habéis leído.
Espero de verás que os haya gustado y que el proceso con Yoongi no os resulte aburrido, últimamente hay menos escenas Taekook pero esperad un poquito porque se vienen cosas intensas entre ambos. Y cuando digo intensas, me refiero a INTENSAS. jejeje
Un beso,
os amo
Mel
💜
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