Capítulo 44
"Cuanto más dices, menos sé yo. A donde quiera que te desvíes, yo te seguiré. Te estoy rogando que tomes mi mano, arruina mis planes, ese es mi hombre. La vida era un sauce y se inclinó hacia tu viento. La cabeza en la almohada, te siento entrar a hurtadillas, como si fueras un ser mitológico."
-Willow
(Taylor Swift)
☾
Jungkook decidió correr a través de los bosques para regresar al sur, necesitaba despejar su cabeza y la maraña de pensamientos que le llenaban la mente de sentimientos contradictorios después de todo lo que había estado sucediendo a su alrededor. Así que simplemente corrió, dejó que su lobo se perdiera entre la lavanda y manzanos hasta que frente a sus ojos apareció el puente provisional de madera que las manadas habían construido sobre el río y que desembocaba en el territorio neutral que los guardianes ocuparían hasta que la unión de los territorios comenzase a asentarse por completo. Desde su posición ya podía ver la cabaña de los Kim, cerca del río por petición del propio Taehyung y con las ventanas y el porche repletas de plantas medicinales que se encontraban en proceso de secar mientras la suave brisa las mecía.
Antes de volver a su forma humana y vestirse para entrar con el principal objetivo de comunicarle a Namjoon el acuerdo con ese lobo de las tribus norteñas, se permitió vagar alrededor de las zonas conocidas. Tenía mucho en lo que pensar, demasiadas ideas que ordenar debido a la forma tan precipitada en la que los acontecimientos parecían estar surgiendo uno tras otro. La unión, su entrenamiento con un sureño que había decidido convertirse en norteño al pasar a vivir en ese territorio por amor y miedo a quedarse encerrado en la guerra que uno de sus antepasados había comenzado, el descubrir sensaciones desconocidas hasta que Taehyung lo empujó a intentarlo y a juzgar siempre desde el conocimiento... Lo aprendido y lo sufrido. Las imágenes de muerte, de sangre y las del brillo del agua Crystallo o la bonita lavanda en contraposición.
A esa hora de la noche el poblado de guardianes se mantenía en silencio, este tan solo era roto por las risas y charlas amenas que se escapaban por la ventanas abiertas de las cabañas o los grillos que comenzaban a cantar entre las hierbas que rodeaban el campamento. Las tabernas no se encontraban abiertas después de lo sucedido en Casiopea y probablemente tardarían en volver a la normalidad hasta que los ánimos entre las dos manadas se relajaran un poco. Era demasiado pronto y todos continuaban señalando al contrario por la responsabilidad de incidentes que ni siquiera los guardianes podían adjudicar a un bando, lobo o persona.
Inspirar, expirar. Una y otra y otra vez. Jungkook realmente se sentía un poco superado y no dejaba de preguntarse el motivo que había llevado a su prima a poner sobre su espalda tal cantidad de responsabilidades cuando él ni siquiera había finalizado su periodo de aprendizaje como futuro guardián altiorem. Sin embargo estaba seguro de una cosa, no dejaría que esa sensación de agobio estropease años de esfuerzo y entrenamiento. Él iba a hacer las cosas bien, tenía que hacerlo... Así que sin darle más vueltas y tras vestirse, el sureño alcanzó la llave que los Kim siempre dejaban enterrada en una de las macetas del alféizar para él y entró en esa cabaña que siempre parecía oler a norte desde el instante en el que uno cruzaba la entrada.
En realidad, se había acostumbrado a la mezcla armónica de aromas de los tres Kim. Los resquicios de sur que detonaban rastros del olor del laurel seco y eucalipto levemente combinados con la esencia de las frutas de los bosques norteños, cerezas, lavanda, menta fresca, acacias, magnolias y jengibre. Su lobo ya no se sentía agobiado con esa fuerte esencia y diversa mezcla, de hecho a veces parecía bastante cómodo con la fragancia familiar que lo recorría cuando llegaba a la cabaña tras un día de trabajo o duro entrenamiento.
-¿Cómo ha ido? - el padre de Tae ni siquiera esperó a que llegase hasta la pequeña sala de estar. Seokjin estaba de pie a un paso de distancia de Jungkook en menos de un parpadeo. - ¿Ha estado muy nervioso? El estado de ese chico es delicado y si pierde a sus cachorros es posible que...
-Deja que Jungkook conteste una pregunta antes de hacer la siguiente.- una pequeña sonrisa reverbero en la garganta de Namjoon mientras se acercaba a su pareja y posaba una mano en el hombro de este con el objetivo de aportarle un poco de calma. - Dale un respiro, acaba de entrar en casa.
"Casa", definitivamente Jungkook sabía que esa no era su casa pero todavía se sentía bien ser recibido de esa forma. Su mente estaba evolucionando paso a paso y poco a poco. Un par de semanas atrás probablemente se hubiera retorcido ante la idea de pensar en el sitio de residencia de una pareja de deltas como su propia casa. Ahora, la idea simplemente le resultaba indiferente. En ese momento de su vida, un delta no parecía un problema y tampoco algo que debería ser negado y prohibido sin importar las circunstancias que los rodearan. Un lobo no identificado que asesinaba y prendía fuego a sus poblados, eso sí era una definición de problema pero ser delta... A él ya no podría importarle menos lo que esas personas fueran mientras albergasen crueldad en sus corazones.
-Okay, okay. - el sanador suspiró y señaló con el mentón la sala de estar donde Taehyung parecía encontrarse dormitando tranquilamente con la brisa de la noche veraniega removiendo su cabello de plata. Sobre la mesa de madera todavía quedaban restos del bizcocho de almendras que tanto le gustaba a este. - Vamos a sentarnos, ha sobrado comida de la cena así que podemos hablar mientras comes. ¿Tienes hambre?
Jungkook solo sonrió en respuesta y los señores Kim lo entendieron a la perfección sin tener que pensar en ello dos veces. Estaba más que simplemente hambriento en realidad, llevaba todo el día de aquí para allá. Del hostal de los Jung a Casiopea, de Casiopea al poblado de guardianes en el norte y de ese poblado de nuevo al hostal de los Jung. Su lobo dormiría bien esa noche sin ninguna duda y posiblemente también sin pesadillas que llegasen a su mente para martirizarlo con la alarmante realidad.
-Estoy muerto de hambre.
Los padres de Taehyung le sonrieron de vuelta y Jungkook caminó hacia el sofá de la sala de estar mientras estos servían un plato para él en la cocina. Tras apartar algunos cojines de su paso, el sureño se dejó caer a un lado del alfa norteño y observó el modo en el que el ceño de este se fruncía levemente mientras dormía.
-Hemos preparado patatas asadas con un poco de pimienta y orégano, espero que te agrade. - Namjoon le dedicó una sonrisa más tras posar el humeante plato sobre la mesa de madera y tomó asiento en el sillón individual, la pareja de este no tardó mucho en llegar con un vaso de limonada fresca.
Sentirse acogido y querido, probablemente esa era la clave para el modo en el que la mente de Jungkook había evolucionado tanto en tan poco tiempo con respecto al norte y a los deltas. Sobre todo si se trataba de familias completas siendo mucho más cariñosas y unidas de lo que lo era la suya.
-Muchas gracias.
El sanador negó con la cabeza y se sentó sobre el acolchado reposabrazos del sillón en el que su pareja se encontraba.
-¿Puedes decirme si el lobo se ha sentido afectado por vuestro intento de interrogatorio?
Jungkook asintió antes de comenzar a hablar.
-Ha ido bien, de hecho podría decir que realmente bien. - asintió de nuevo, partiendo su patata asada antes de soplar al pedazo que pretendía llevarse a la boca. Estas todavía desprendían humo, aunque había tratado de llegar a la hora de cenar se había retrasado más de media hora en el proceso y el detalle de que los señores Kim hubiesen mantenido comida caliente para él... Lograba que se sintiese avergonzado por haberlos juzgado en un inicio. - No ha sido un interrogatorio, podría decirse que Hoseok ha charlado con ese lobo mientras yo me mantenía pegado a la puerta. Su olor es muy fuerte.
El padre de Taehyung asintió.
-Por el nido y sus cachorros, les falta uno de los progenitores por lo que es normal que ese pobre muchacho esté tratando de compensar la falta con su aroma natural y muchas feromonas. Es un autoengaño pero de momento le ha funcionado para mantener el embarazo a pesar de los riesgos que conlleva.
-Sí, eso pensamos nosotros también. - Jungkook se llevó la patata a la boca y sonrió levemente, la comida que preparaban los Kim siempre estaba deliciosa. - Pero lo importante no es su olor sino que ha aceptado colaborar con nosotros, ni siquiera ha costado mucho. Hoseok mencionó el rescate de los niños y como sería imposible encontrar a un responsable si cada uno hace las cosas por su cuenta. Supongo que el lobo entendió que su venganza podría ser mucho más afectiva si hay más personas ayudando a rastrear a ese asqueroso asesino. Sin pisarnos en el proceso unos a otros.
-Definitivamente será una ayuda para la guardia tener a alguien que pueda guiar nuestros pasos hacia un lugar u otro. - Namjoon asintió. - No estamos seguros acerca de nada en absoluto hasta el momento.
Pero su pareja negó. El sanador parecía contrariado.
-No creo que ese chico sepa a quién está persiguiendo, recordad que sus ataques fueron casi discriminados y...
-Lo fueron porque nuestros guardias se interpusieron en su camino. - debatió Namjoon. - Si quieres conocer mi opinión, estoy seguro de que en realidad él no pretendía atacar indiscriminadamente hasta que se sintió acorralado.
Jungkook pensó en aquella ocasión en la que Taehyung y él se habían encontrado a ese alfa en el bosque, cerca del poblado de guardianes y repleto de rabia. Los había dejado pasar, ya fuera por el enorme tamaño del lobo del hijo de los Kim o porque realmente no quería problemas con personas que no tenían nada que ver con su objetivo de encontrar culpables... Pero después... Lo ocurrido días después y los guardianes que habían sido heridos de gravedad, el modo en el que se lanzó al cuello de Taehyung en el instante en el que se sintió encerrado por Hoseok o su forma de gruñir como si quisiera terminar con el mundo para vengar a su familia. Había muchas cosas que tener en cuenta, mucho en lo que pensar todavía.
Pero de momento se centrarían en que al menos tenían a una persona más dispuesta a ayudar, una persona que además había logrado captar más rastros que ellos sobre el responsable de la matanza en su manada. Un lobo que había llegado hasta el norte persiguiendo algo.
-Ha dicho su nombre y ha mencionado la tribu a la que pertenecía. Min Yoongi de la tribu del viento. ¿Os resulta familiar algo de eso?
Jungkook no había tenido contacto con el norte hasta hace poco pero sabía por el propio señor Kim que como sanador este había subido en más de una ocasión a la cima cuando algún lobo necesitó cuidados urgentes por heridas inesperadas o se encontraron inesperadamente con un parto más dificultoso de lo normal. La comunicación entre los Yook y las tribus era mínima pero no inexistente.
-Las tribus de la cima del norte están divididas según las familias que las formaron originariamente y en función de las especialidades de cada lobo que las completaba. - indicó Seokjin. - Ni siquiera nosotros conocemos por completo su funcionamiento pero puedo contarte que cada cueva es el hogar de una tribu diferente siendo cuatro en total. La tribu del viento creada por la legendaria familia Min y conformada tan solo por hombres, la tribu del agua creada y formada únicamente por mujeres Min siendo Min Minha la única líder que yo he llegado a conocer en esta, la tribu del fuego de la familia Dae y la tribu de tierra de los Kure.
-Cuando mencionas que las tribus se formaron también alrededor de especialidades... ¿A qué te refieres exactamente? - Jungkook miró al padre de Taehyung con la curiosidad bañando sus pupilas.
-En el norte creemos que todos los lobos están conectados en cierta forma con la Tierra y la Luna pero algunos tienen una conexión especial con determinados elementos que nos envuelven, quizás porque lo han heredado y está en sus instintos o puede que sencillamente se deba a su personalidad. Ya sea agua y lluvia, aire y viento, fuego y sol o simplemente tierra. - Seokjin hizo un gesto con su mano y la brisa que agitaba muy levemente las cortinas de la sala de estar a través de las ventanas abiertas, sopló con la suficiente fuerza como para que las plantas colgadas del alféizar hicieran ruido. - Cada lobo Yook aprende a entender la naturaleza y a cada uno de nosotros nos sentimos más o menos atraídos hacia partes concretas de esta. En mi caso se trata del viento y en el de Namjoon... - Seokjin sonrió. - Bueno, él siempre ha sido en cierta manera un lobo de tierra.
-¿Qué hay de Taehyung? - Jungkook no pudo evitar preguntarlo antes de pararse a pensar en lo que estaba haciendo.
-Lo podrá saber durante su ceremonia de mayoría de edad en el solsticio de invierno, con el resto de lobos de su edad. - Seokjin se tomó un segundo antes de explicarse. - Lo entenderás cuando llegue ese momento, pero si deseas escuchar un corto resumen puedo decirte que cuando los Yook cumplimos la mayoría de edad honramos a la Luna permaneciendo en nuestra forma lobuna durante el mes completo del solsticio y vivimos ese periodo de la misma forma en la que lo harían nuestros antepasados. Cuando ese mes pasa y se completa, algunos lobos deciden permanecer en su forma animal para siempre, otros suben a la cima y los restantes regresan a casa teniendo una conexión especial con la naturaleza o no, todo fluye alrededor de cómo haya sido su experiencia. Mi pareja realizó la ceremonia como un acto simbólico cuando se unió a mi manada.
-Si no hubiera tenido unos brazos a los que volver, probablemente me habría quedado en mi forma lobuna por el resto de mis días. Los lobos desamparados o cansados de la maldad humana, tienden a tomar esa decisión.
-¿Y no os preocupa que Tae...? - Jungkook miró al chico que dormía a unos centímetros de distancia del lugar en el que él se encontraba sentado. - ¿No os preocupa que vuestro hijo no regrese?
Los señores Kim se tomaron unos segundos antes de responder esa pregunta.
-Es su vida, él tiene la responsabilidad y el derecho de decidir cómo desea vivirla. Por supuesto que nos asusta el hecho de que pueda decidir permanecer en su forma lobuna para siempre, pero no nos preocupa. Lo podremos ver de todos modos si finalmente esa es su decisión, todavía podremos recorrer los montes corriendo a su lado y conocer a su familia cuando la forme. Ser lobo por el resto de sus días no le hará olvidarnos, tampoco causará que las cosas entre nosotros cambien.
-La comunicación...
-Seguirá funcionando, no del modo en el que funciona entre humanos pero si de un modo que cualquier lobo puede entender.
Jungkook miró una vez más a Taehyung y negó levemente con la cabeza.
-Los norteños sois extraños.
-No más que los sureños. - Namjoon le guiñó un ojo antes de levantarse. - Mañana será un día largo y ocupado si ese lobo quiere ver a los niños de su tribu, así que deberías dormir pronto Jungkook. Nosotros nos retiraremos, buenas noches.
-Buenas noches.
Aunque Jungkook quería hacerle caso al señor Kim, no pudo levantarse de ese sofá hasta al menos una hora después. Las patatas asadas permanecían frías en su plato cuando lo depositó sobre la encimera de la cocina y volvió a mirar a Taehyung.
El solsticio... Eso sería el veintiuno de Diciembre. Quizás el próximo año la unión estuviese lo suficientemente estable como para que él pudiese atravesar también esa ceremonia de los norteños, del mismo modo en el que lo había hecho Kim Namjoon y en el que lo haría su hijo.
Jungkook estaba comenzando a quedarse dormido cuando el toque de los nudillos de alguien sobre la madera de la puerta de su habitación lo hizo levantarse a regañadientes. Con los pies perezosos arrastrándose sobre el suelo de madera y los ojos medio cerrados, giró el picaporte tan solo para encontrarse con el hijo de los Kim con los nudillos levantados en el aire y preparados para volver a tocar su puerta en caso de que fuera necesario.
-Siento molestar. - Taehyung le dedicó una sonrisa forzada. - Necesito hablar contigo de un asunto realmente importante y también necesito que estés dispuesto a escuchar toda la explicación, hasta que acabe de contarte acerca de cada detalle que sienta necesario mencionar.
Taehyung le había contado a Jungkook su arriesgada visita de exploración con Jimin al poblado humano con anterioridad, pero esa sería la primera vez que le hablaría con detalles acerca del rastro de humor extraño que el omega logró captar en el aire del local situado cerca de la carretera que llevaba hasta su territorio.
Era un detalle que quizás no hubiera tenido un exceso de importancia si no fuese porque Casiopea había ardido y cualquier cosa que se alejara de lo habitual podría tenderle cierta ayuda a los guardianes que se encontraban analizando con vehemencia cualquier posible señal en la zona afectada que pudiera delatar un culpable. Las lluvias no ayudaron, tampoco el modo en el que el fuego pareció calcinarlo todo con una velocidad imposible de predecir. Pero su mejor amigo era diferente, Jimin resultaba especialmente bueno para captar aquello que los demás no verían ni tan siquiera poniendo horas de trabajo y esfuerzo en el intento.
-¿Qué es?
Jungkook estaba seguro de que lo que sea que el hijo de los Kim quisiera decirle podría esperar hasta el amanecer, sobre todo si tenía en cuenta que los ojos continuaban cerrándosele a pesar de que ansiaba prestarle atención. Aún así se apartó de la entrada para permitir que este pasase y tras eso se aseguró de cerrar la puerta de madera para no despertar con su conversación a los padres del alfa norteño.
-¿Recuerdas que te mencioné que Jimin y yo bajamos la montaña para ir a un poblado humano? - Jungkook asintió. - Bien... Durante los primeros minutos todo fue realmente bien dentro de las posibilidades que un sitio así podría reunir, nos estábamos divirtiendo a pesar de ese asqueroso humo de los humanos e incluso nos animamos a jugar al billar.
Jungkook caminó hacia la cama y se dejó caer sobre esta, los brazos detrás de su nuca mientras observaba al hijo de los Kim caminar de un lado a otro de su habitación con cierto nerviosismo. La somnolencia seguía ahí pero ahora el impulso de proteger y cuidar a ese par empezaba a despertar en lo más profundo de su pecho.
-¿Tuvisteis problemas con algún humano? - preguntó el sureño tras unos segundos de espera, Taehyung se había quedado en silencio repentinamente.
-No exactamente. - Tae suspiró. - Jimin percibió un rastro de humor extraño esa noche y cree haber percibido la misma cosa o muy similar durante el incendio de Casiopea... - cuando Jungkook se sentó precipitadamente sobre la cama, Taehyung le hizo un gesto con la mano para que le dejase terminar su explicación. - No está completamente seguro pero quiere volver al sitio para comprobarlo. Si por casualidad el lobo que dejó las marcas de humor ha regresado en algún momento a ese bar, es posible que su rastro permanezca en el ambiente. Jiminie quiere comparar lo que ha visto en los dos sitios, ha memorizado lo que pudo observar durante el incendio y ahora solo debe asegurarse de que sea lo que él cree que es.
-¿Por qué ningún otro omega ha informado de rastros de humor? - preguntó. - El líder Yook ha dispuesto a muchos para que rastreen la zona de Casiopea, ni uno solo nos ha hablado de marcas extrañas en el ambiente.
-Porque incluso si lo encuentran no es un rastro que se extienda por la montaña, es una marca extraña para Jimin por lo mismo. Está ahí como una esencia que permanece pero no deja un camino claro que seguir. - Taehyung parecía estar luchando con las palabras para poder explicarlo. - Yo tampoco lo entiendo del todo pero confío en Jimin, confío en la gran inteligencia y capacidad interpersonal de su lobo.
Jungkook asintió, tomándose un momento para analizar las palabras que Taehyung había compartido con él.
-¿Por qué me lo estás contando a mí? ¿No debería ser algo que tendrías que decirle a tus padres? - la duda era real y había estado presente en el sureño desde varios minutos atrás. Tae estaba compartiendo con él una información que sería mucho más útil para un guardián que llevase años realizando su trabajo. - Yo...
-Queremos regresar para asegurarnos, Jimin necesita comparar bien los rastros antes de decírselo a cualquier guardián. Una pista mala podría retrasar el trabajo que estáis realizando para encontrar al culpable, así que hemos pensado que tal vez... Quizás podrías acompañarnos cuando tengas un día libre.
Los dos alfas se mantuvieron en silencio por un instante, mirándose el uno al otro en la penumbra de la habitación que solo rompían los rastros de luz anaranjada que se colaban como líneas difusas a través de las ventanas debido a los simples farolillos del alféizar que el padre de Taehyung había instalado.
-¿Quieres que os acompañe a un poblado humano para perseguir un rastro extraño del que tu amigo ni siquiera está seguro y que de hecho podría ser una simple equivocación?
Un asentimiento de cabeza fue la única respuesta de Kim Taehyung.
Y Jeon Jungkook probablemente estaba volviéndose loco, porque él asintió de vuelta. De todos modos era un guardián, formaba parte de su trabajo proteger a su gente y también perseguir a lobos potencialmente peligrosos para atraparlos. Era una pista, fuese como fuese el modo en el que Jimin hubiera llegado a su conclusión, todavía sería absurdo de su parte negarse a seguirla.
-Okay, supongo que puedo hacer eso.
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Holii!!
Pido disculpas por la tardanza en subir hoy el capitulo, generalmente lo subo en la mañana o al mediodía de España pero hoy he tenido que ir al dentista porque me ha estado doliendo la muela así que todo ha terminado retrasándose de alguna forma.
Espero que os haya gustado. Se ha sabido un pelín más de las tribus del norte y seguiréis descubriendo cositas, lo prometo.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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