Capítulo 39
"Juro que te siento en mi memoria, creo que te he visto en mis sueños. Tal vez tú y yo tenemos historia pero no creo que me conozcas. ¿Nos hemos visto antes? Quizás en otra vida te conocí. Tal vez si lo intento veré a través de ti y recordaré quiénes éramos ¿Nos hemos visto antes? Tal vez en otro tiempo te ame."
-Have We Meet Before
(Sarah Barrios ft Eric Nam)
☾
Casiopea había pasado en solo una noche de ser un territorio repleto de color a estar teñido de negro, de la misma forma en la que el cielo estrellado había dejado paso a las oscuras nubes de tormenta que amenazaban con lluvia en esos instantes.
-Que llueva ahora es lo mejor y lo peor que podría pasarnos. - Jung Hoseok suspiró con frustración, sus manos encajadas en los bolsillos de sus vaqueros mientras observaba el modo en el que los lobos continuaban rebuscando entre los montones de ceniza algo que pudiese ser rescatado.
-La lluvia extinguirá cualquier rastro de fuego que se nos haya pasado por alto. - comentó Jungkook, manteniéndose al lado del guardián norteño sin hacer el amago de interferir en el casi enfermizo ritmo con el que las familias ante sus ojos continuaban empeñándose en encontrar el más mínimo resquicio de utilidad a las pertenencias de estos que el fuego había arrasado sin piedad.
-Lo hará y por eso es algo bueno, pero también arrastrará la ceniza hacia los terrenos de cultivo fértiles que están montaña abajo. Los rastros del incendio estropearán las cosechas y afectarán a nuestros suelos. - le indicó Hoseok. - De la misma manera, si la lluvia cae con fuerza y todo indica que será de ese modo, es muy probable que borré algunos indicios importantes que podrían darnos pistas acerca de quién ha hecho esta barbaridad.
-Entonces probablemente deberíamos comenzar con la tarea de rastreo lo antes posible.
Tal vez por primera vez desde que los dos se conocieron, Jung Hoseok asintió sin duda a lo que Jeon Jungkook le estaba diciendo.
-Sí... Deberíamos. - tras dejar escapar un nuevo suspiro de entre sus labios, el guardián norteño se giró hacia Jungkook. - Ya hay muchos guardianes aquí cuidando de las personas que necesitan apoyo, reunamos lo antes posible al grupo que los líderes han asignado para la segunda expedición a la cima. Todo esto no deja de gritarme que es algo que forma parte de un mismo plan. Si querían atraer nuestra atención hacia Casiopea para apartarnos de la tarea de explorar la cima del norte con precisión, lo han conseguido. La mayoría de nuestros recursos están aquí.
A Jungkook pareció encendérsele una bombilla sobre la cabeza con las palabras de Hoseok y no tardó en seguir a este a través de los abedules que se mantenían con vida tras el cortafuegos cuando lo vio avanzar.
-¿Crees que buscaban entretenernos? - preguntó.
-No tengo ni idea de lo que pretendían pero es una posibilidad que quiero tener en cuenta para evitar dejar cabos sueltos. - contestó el norteño. - Si te paras a pensarlo, ahora mismo la gran parte de guardias de nuestros territorios están en Casiopea, sean del norte o del sur. Eso ha dejado las fronteras bastante más desprotegidas de lo que es habitual.
Jungkook asintió.
-La persona o personas que atacaron las tribus lograron llegar hasta la cima del norte sin ser notados con anterioridad, la posibilidad de que lo hiciesen mediante una maniobra distractoria no debería ser descartada.
-No recuerdo ningún hecho de exagerada importancia desde la unión, para crear una distracción tendrían que haber hecho algo suficientemente importante como para que la guardia norteña se tuviese que movilizar. Exactamente algo como esto.
-La respuesta está en tus propias palabras.
Jungkook frenó sus pasos, comenzando a entender lo que Jung Hoseok le planteaba. Probablemente este estuviese conectando el proceso de unión con el método usado para distraer a la guardia norteña por parte de los atacantes que causaron la masacre en la cima de la montaña.
-¿Qué te hace pensar con tanta facilidad que los sureños somos culpables de la masacre que esas tribus han sufrido? - preguntó, no queriendo creer realmente que su gente podría ser tan estúpida como para no apreciar los beneficios que la unión les proporcionaría. Porque aunque no se llevaban bien y pocos lobos Jeon aceptaban a las familias formadas por deltas, todavía dependían del norte para recuperar su economía y sobrevivir.
Atacar a tribus pacíficas no parecía la apuesta más inteligente por parte de su gente, sin importar la gran cantidad de "Deltas" sureños que en el pasado encontraron refugio entre los poblados situados en la cima del norte. Habían huido de las purgas y sobrevivido, esquivando cada norma y dogma que los senex y anteriores líderes marcaron fuertemente como norma general para el comportamiento de cada lobo perteneciente a su manada. Eso era tan cierto como que la guerra del pasado no era algo que las personas del presente deberían estar dispuestas a luchar ciegamente. Él lo había comenzado a entender gracias a Taehyung.
Aquellos alfas que escaparon para esconderse entre las tribus no tendrían porqué suponer una amenaza o un objetivo para los lobos que ni siquiera habían nacido durante las purgas. Pero incluso así, Jungkook sabía que para su clan y para su manada la guerra iba más allá de peleas o ataques. Para su gente la guerra era algo que formaba parte del sur y proporcionaba sentido a la lucha por demostrar que estaban en lo correcto al no aceptar las costumbres de los Yook. Así que descartar la venganza sería absurdo, aunque absurdo también fuese atacar el territorio que les estaba proporcionando alimento y regalando una forma de mantener la economía activa.
-Créeme, me encantaría culpar a los Jeon con seguridad pero en este momento no lo estoy haciendo. No sé si habéis sido vosotros, cazadores o alguien que ni siquiera se nos ha pasado por la cabeza todavía. Lo que sí sé es que las mudanzas de familias norteñas hacia el sur y viceversa han podido ser usadas por el atacante como una ventaja para moverse por nuestros territorios sin ser visto. Esos días la cantidad de guardianes en las fronteras de nuestros territorios fue notablemente inferior a la que lo es normalmente. - Hoseok hizo una pequeña pausa. - Y la cantidad de peleas entre los lobos de ambos territorios estaba a la orden del día. Ni siquiera había acabado de separar a dos idiotas y ya había otros cuatro peleándose a un par de pasos. Los guardianes estábamos completamente colapsados, no necesitaban un gran evento si de por sí la guardía no tenía suficientes recursos para proteger la frontera de la forma habitual. Un simple descuido puede suponer muchas cosas. ¿Has escuchado esa frase acerca de que el aleteo de una mariposa hoy podría causar una catástrofe al día siguiente?
-Cierto. Realmente solo necesitaban atravesar la frontera, el resto se lo hemos servido en bandeja nosotros mismos al no saber trabajar en grupo.
Jeon Jungkook no podía negar nada de lo que Hoseok estaba diciéndole, por lo que se limitó a asentir y a mantenerse en silencio durante el trayecto que los llevaría a través de los abedules hasta el hostal de la familia Jung. Los líderes se encontraban en medio de una reunión de urgencia, con muchos otros lobos que podrían ser de gran ayuda en la búsqueda de un culpable de lo ocurrido en Casiopea.
El hostal rebosaba de gente que movía mantas y cubos de agua para tratar las heridas de aquellos lobos que sufrieron heridas durante las tareas de extinción del incendio. Los sanadores parecían completamente exhaustos mientras preparaban ungüentos, amontonaban plantas en cestos de mimbre y correteaban de un lado a otro hacia las habitaciones que habían sido asignadas como lugares de recuperación para los casos de quemaduras más graves.
Todo era un maldito desastre.
En solo una noche.
Una noche había sido suficiente para tornar la calma del norte en una enorme sensación general de inseguridad.
-El Consejo Territorial está presionándome para que permita que la votación sobre la fusión de normas y creencias entre las manadas de la montaña se lleve a cabo.- indicó Joy, con los ojos buscando a su primo por un instante antes de continuar. - Es importante que trabajemos de forma completamente sigilosa mientras buscamos a los culpables, ahora más que nunca. Cada miembro del consejo mantiene la mirada atenta sobre mí y analizan hasta mis más pequeñas decisiones.
Tras despedir a los miembros del consejo y a algunos otros lobos que se habían presentado en la reunión de urgencia llevada a cabo por Jeon Joy esa misma mañana, solo aquellos que fueron asignados para la segunda expedición a la cima de la montaña se encontraban en la sala de estar del hostal en ese instante. A través de las puertas de madera el ruido y los movimientos de las personas que continuaban llegando en búsqueda de una habitación en la que quedarse, era completamente evidente y causaba que la sensación de angustia cubriese con un olor agrio la totalidad del lugar en el que se encontraban reunidos. Ni siquiera los líderes estaban exentos de esa general sensación de congoja que se extendía como la pólvora por sus manadas.
Jungkook sentía que su cabeza podría explotar en cualquier momento, con todas esas incógnitas y pensamientos tremendamente confusos acerca de quienes podrían haber sido los responsables del incendio que esa pasada noche claramente fue provocado. No dejaba de preguntarse si acaso serían los mismos que habían atacado a las tribus norteñas o si por lo contrario todo era una absurda casualidad de la que sus gentes eran responsables debido al odio existente entre las dos manadas. Como el propio Jung Hoseok le había mencionado, era demasiado arriesgado descartar cualquier opción que pudiese pasarsele por la cabeza.
El sur había visto su mundo arder sin posibilidad de escapar a través del río debido al férreo control que los norteños mantenían sobre las fronteras, por lo que resultaba en cierta manera imposible apartar de sus mentes la idea de que alguna persona hubiese desarrollado afán de venganza hacia los Yook. Eran muchas las familias que habían quedado incompletas cuando las llamas se llevaron las vidas de sus seres más queridos, un sin fin de hijos que habían perdido a sus padres y una incontable cantidad de lobos que no pudieron hacer nada para salvarle la vida a aquellos que desearon mantenerse en sus casas incluso con el fuego tragándoselo todo a su alrededor.
La venganza podía estar ahí, entre ellos y sus gentes. Se trataba de un factor que Jungkook tenía en cuenta, uno que llenaba su mente de hipótesis a cada minuto que pasaba sentado alrededor de una mesa mientras su prima hablaba tratando de mantener una compostura tan fría como inutil. Después de todo, su olor era tan agrio como el de los demás lobos presentes y las manos de esta temblaban con demasiada obviedad.
-He asignado un grupo de guardianes de confianza para investigar y rastrear cualquier posible pista que el responsable del incendio haya dejado en Casiopea, la zona está cubierta por el momento. Si el culpable sigue cerca, es posible que con un poco de ayuda de la Diosa Luna lo podamos encontrar antes de que la lluvia comience a dificultar nuestra labor. - Namjoon rompió el silencio que se había instaurado entre todos los presentes tras escuchar las palabras de Jeon Joy. Sus mejillas estaban repletas de ceniza, sus ojos rojos por el humo e incluso su voz parecía un poco afónica y afectada tras una noche repleta de trabajo. - Park Eunha es mi mano derecha y se encargará de avisarme al instante si encuentran cualquier indicio que pueda parecer importante a la hora de ponerle nombre a quien sea que haya decidido atacarnos. Mientras tanto, deberíamos organizar la subida a la cima con carácter de urgencia. No creo que el incendio haya sido casual, mucho menos teniendo en cuenta la enorme cantidad de gasolina usada para asegurar que la cosecha completa se eche a perder. Quien lo haya hecho ni siquiera se ha molestado en ocultar sus intenciones.
-¿Qué propone, señor Kim? - fue Yook Sungjae quien habló.
-Subamos hoy mismo, debemos explorar la zona antes de que otra cosa suceda y nos impida poner todas nuestras fuerzas en la búsqueda de sobrevivientes. Necesitamos un grupo de omegas dispuestos a rastrear resquicios de humor que puedan mostrarnos el camino hacia el que dirigirnos y no creo que sea del todo difícil conseguir reunirlos si les explicamos el motivo de nuestra urgencia.
-La gran parte de omegas que conforman la guardia norteña y que por lo tanto han desarrollado la habilidad de la que usted habla, se encuentran ocupados ahora mismo. - Joy suspiró. - Hay demasiadas familias que han perdido sus casas tras el incendio, lo peor que podría ocurrir es que las llamas vuelvan a avivarse. Créame, señor Kim los sureños tenemos experiencia con lo que los incendios pueden causar si no se les presta la atención necesaria en el momento exacto en el que comienzan. No es nada a lo que los Yook hayan tenido que enfrentarse con anterioridad.
Jungkook mantenía su boca cerrada, ese tema era tan complicado para él como probablemente lo era para su prima pero todavía necesitaba mantener su cabeza fría para pensar en el presente sin poner sobre la mesa lo ocurrido en el pasado. Estaba seguro de que precisamente una de las cosas que más complicaba el proceso de unión era la forma en la que una infinidad de lobos mantenían vivos los recuerdos de lo ocurrido tiempo atrás.
El rencor parecía no abandonar nunca a ninguna de las manadas. Norte y sur continuaban completamente divididos, sin importar el que ahora los territorios de su montaña ya no lo estuvieran.
-Es parte del pasado. - interfirió finalmente. - Ahora mismo debemos concentrarnos en lo que está sucediendo y todo indica que el incendio ha podido ser usado para apartar nuestra atención del punto principal. - opinó. - Hoseok me ha hecho pensar sin tan siquiera pretenderlo en nuestro trayecto desde Casiopea hasta el hostal, no debemos descartar la posibilidad de que los culpables del ataque a la cima del norte sean los mismos o el mismo que esta noche ha decidido impregnar de gasolina Casiopea para después prenderle fuego. ¿Acaso se os ocurre un motivo de peso para que alguien decida quemar la zona del norte que más cantidad de cultivos produce? Norteños y sureños estábamos viviendo bien en gran medida gracias a las cosechas que nos llegaban desde esa zona.
-Es absurdo pero también lo es que alguien haya atacado a tribus que prácticamente no tienen contacto con nuestras manadas, no podemos trabajar buscando el raciocinio en los actos criminales. Si fueran razonables, nunca habrían actuado con maldad para empezar. No importan sus razones, importa lo que han hecho y el modo en el que han llevado a cabo las matanzas de las que son responsables. Varias balas de plata por cada persona. ¿Era acaso necesario? Si querían matarlos con una bala directa al corazón habría sido más que suficiente, pero tres implica que sus actos fueron llevados a cabo a través de la rabia. - Jung Yunho clavó sus ojos en Jungkook antes de dejar escapar un largo suspiro de sus labios.
Yunho era uno de los guardias personales de Yook Sungjae, Jungkook lo había visto en infinidad de ocasiones acompañando al líder norteño pero muy pocas veces pudo llegar a compartir conversaciones con este. El beta ante sus ojos generalmente se limitaba a realizar su trabajo con eficacia y a abrir la boca únicamente cuando era necesario.
-Llevo una vida entera dedicando mi vida a la protección del norte y la única ocasión en la que recuerdo que alguien haya tratado de atacar a las tribus de la cima de la montaña fue durante las purgas. - añadió Yunho. - Yo era solo un niño entonces pero he leído y estudiado con profundidad cada suceso del pasado, porque en contra de lo que puedas pensar, el pasado es tremendamente importante para entender el presente.
-Sé eso. - Jungkook bufó. - Lo que estoy tratando de decir es que debemos llevar a cabo esta investigación centrándonos en lo que somos ahora, los rencores del pasado sólo complicarán las cosas y...
-Suficiente. - Yook Sungjae se llevó las manos a la nuca para masajear levemente la zona en un intento por aliviar la presión que comenzaba a sentir sobre sus hombros. - Subiremos hoy mismo a la cima para evitar cualquier posible contratiempo, una tormenta se acerca y lo mejor es que lo hagamos antes de que las lluvias borren más rastros que hayan podido permanecer en el camino y se nos hayan escapado. Subiré con vosotros y yo mismo me encargaré de traer a algunos omegas de mi entera confianza que puedan ayudarme con los rastreos de humor. Por otro lado, los Jeon sois buenos encontrando huellas y analizando el terreno...
-Líder... - Namjoon trató de hablar, mas Yook Sungjae solo necesitó darle una sonrisa y un asentimiento para convencerlo de que su idea era la más adecuada.
-Estamos trabajando a contratiempo, creo que actualmente todos nosotros somos conscientes de lo complicado que se está tornando este asunto. - suspiró el norteño. - No son solo los ataques inesperados que hemos sufrido, el consejo territorial quiere que se apruebe una votación de fusión de normas y tradiciones entre nuestras manadas para que la unión sea a su opinión personal, más justa. El problema está en que dicha votación probablemente conllevaría la aprobación de algunos preceptos que podrían atentar contra gran parte de las familias norteñas si la mayoría decide que quiere combinar nuestras creencias para fusionarlas en una sola.
Cierto, Jungkook casi había olvidado que su padre y el señor Cha estaban moviendo los hilos dentro del Consejo para lograr que los miembros del mismo exigieran la ilegalización de los romances entre alfas dentro de la unión de los dos clanes. Los Jeon nunca habían aceptado la presencia de deltas en su territorio pero el hecho de que las dos partes de la montaña estuviesen enlazandose significaba que tendrían que comenzar a admitir a todas esas personas que años atrás se habían empeñado en perseguir y asesinar a esos lobos alfa que decían sentir amor por aquellos que portaban su misma clase. Y no solo eso, probablemente pretendían deshacer todas las familias que habían surgido en el norte por lo que ellos consideraban como actos anormales que iban en contra de la pirámide de clases creada por la Diosa Luna.
Si eso ocurría... Entonces Jungkook entendería mejor que nunca el motivo por el que Jung Yunho le estaba diciendo que debían aprender acerca del pasado para saber cómo actuar correctamente en el presente.
-Creo que el líder Yook está en lo correcto.- sus ojos se posaron sobre la dudosa mirada de su prima. - Si queremos obtener respuestas y seguirle el paso a quien quiera que esté atacandonos, debemos actuar con la mayor rapidez y agilidad posible. Ni siquiera sabemos si los culpables están todavía entre nuestras manadas esperando el momento para volver a realizar algún movimiento.
-Bien. - Jeon Joy tan solo pudo suspirar. - Hagámoslo entonces. Tracemos un plan y subamos hoy mismo a la cima para rastrear las cuevas y buscar algo que nos pueda ayudar a enfocar la dirección de nuestros siguientes pasos.
Todos los presentes alrededor de esa mesa estuvieron de acuerdo con la decisión tomada.
Jimin dudó al menos veinte veces antes de caminar hacia el interior de la cabaña en la que los Kim se alojaban. En la zona neutral entre los territorios de la montaña, el poblado de guardianes era esa mañana un completo desastre de idas y venidas de gente tratando de encontrar unos minutos de descanso en sus casas antes de regresar al trabajo.
A pesar de que los padres de Taehyung no estaban en casa, al igual que los suyos tampoco lo estaban, su amigo sí lo estaba y esa era la única persona con la que él quería hablar actualmente. Sabía que ninguna persona podría entenderlo mejor de lo que lo haría él y probablemente nadie más se atrevería a pensar en sus descabelladas ideas como una posibilidad real de que algo extraño estaba ocurriendo más allá de lo que los guardianes habían logrado captar. Al menos Tae contemplaría la posibilidad de creerle.
-Tae... - Jimin no pudo evitar sentirse culpable por pensar en pedirle algo como lo que estaba a punto de pedirle a su mejor amigo, era obvio que Taehyung necesitaba reposo después del golpe que había recibido durante la madrugada mientras trataban de ayudar en la extinción del incendio. - ¿Te duele mucho todavía?
Taehyung se encontraba recostado en el sofá de la pequeña sala de estar y entre sus manos Jimin percibió sin problemas una de esas deliciosas infusiones que el señor Kim siempre preparaba, el vaso estaba lleno de hielo casi hasta el borde. Aunque se avecinaba tormenta, las altas temperaturas no habían decaído demasiado.
-Mmmm, es como un dolor de cabeza agudo ahora mismo. - informó el alfa. - ¿Has entrado con la llave que dejamos debajo del felpudo?
Jimin asintió, alzando su mano para mostrarle a Taehyung la llave de la cabaña. Cuando los dos eran pequeños no necesitaban tocar la puerta de la casa del contrario porque sabían perfectamente cómo encontrar las llaves para abrirla. La forma de esconderlas era diferente en el norte pero el proceso seguía siendo el mismo incluso en el presente.
Sencillamente no necesitaban pedir permiso o avisar antes de llegar.
-Creo que es arriesgado que dejéis la llave debajo del felpudo en el sur, ya no estamos en el norte y con todo lo que está ocurriendo empiezo a pensar que en general nuestra montaña ha dejado de ser segura.
-Creo lo mismo pero Jungkook ha decidido dejarla ahí para no despertarme a su regreso... - suspiró. - Aunque ni siquiera he podido volver a dormirme después de verlo marcharse esta mañana. Lo que ha sucedido en Casiopea hace que mis nervios se disparen, siento la forma en la que mi lobo se siente inquieto y está tratando de pelear por llevarme de vuelta al norte.
Aunque generalmente las infusiones de lavanda de su padre eran un buen remedio para mitigar los nervios de su lobo cuando se negaba a darle las cosas que este ansiaba, Taehyung sentía que algo no estaba bien tras haber sido herido. La armonía entre el humano y su alfa parecía levemente alterada y a pesar de que él nunca había tenido demasiados problemas para calmar su parte animal, actualmente parecía ser incapaz de borrar esa sensación de ahogo que su lobo desprendía por instinto tras haber visto una parte de su hogar ser devorada por las llamas.
Y ni siquiera estaba logrando curarse a sí mismo debido a que su atacante y el posible culpable de la quema de Casiopea, había usado un arma de plata para dañarlo.
-Bueno, sé que no es justo de mi parte pedirte esto pero quiero que me acompañes al poblado de los humanos cuando te sientas recuperado. - Jimin relamió sus labios con nerviosismo. - Puede que sea una locura pero ayer realmente me pareció percibir un rastro de humor muy parecido al que vi en ese local... Yo... Repito que solo es una hipótesis y que podría estar equivocado pero realmente creo que el lobo que provocó el incendio de Casiopea es el mismo que dejó rastros de humor confusos en el bar de la otra noche.
Los ojos del alfa se abrieron instantáneamente. Jimin supo que su amigo le creía, que él más que nadie confiaba en sus palabras y en la inteligencia y capacidad interpersonal de su lobo.
-¿Me acompañarás?
Taehyung dudó, en su cabeza las palabras que Jungkook le había dedicado esa mañana se repetían una y otra vez. Él no tenía por qué ser un héroe, mucho menos cuando siempre hablaba acerca de lo poco que le gustaban los guardianes debido al tiempo que le habían quitado con uno de sus padres.
-¿Qué tal si le hablamos de esto a nuestros padres? Más allá de lo que nos puedan decir al descubrir que hemos ido a un bar donde había humanos antes de que nuestra ceremonia de mayoría de edad nos permita salir libremente de la montaña...
-No. - Jimin suspiró. - El problema no son nuestros padres en sí pero debo admitir que mi lobo se siente intranquilo ante la idea de que otros guardianes puedan conocer una información así y descartarla demasiado rápido por falta de pruebas precisas. Estoy seguro de que otros omegas notaron el rastro de humor extraño ayer pero solo yo tengo algo con qué compararlo. Quiero ir al bar de nuevo, con un poco de suerte el rastro volverá a estar presente allí y podré unir puntos.
Taehyung tragó aire, dudando acerca de su respuesta.
-¿Y qué pasa si no encontramos el rastro?
-Entonces me rendiré después de un par de intentos, puedo hacerlo contigo o sin ti pero de verás me gustaría tenerte a mi lado en esto.
Un suspiro más y Taehyung ya estaba poniéndose de pie, la duda impregnaba sus ojos pero sencillamente no era capaz de ignorar las peticiones de su mejor amigo. Confiaba en Jimin y las capacidades de su lobo, quizás mucho más de lo que podría confiar en cualquier otro.
-Bien, pero iremos cuando me cure completamente y... - Taehyung volvió a dudar por un instante. - Quiero que Jungkook nos acompañe, él no es todavía un guardián pero quizás pueda sernos de ayuda si la situación se pone fea.
Jimin asintió.
-Me parece bien, puedo esperar un poco más y no me molesta llevar protección con nosotros.
Los dos amigos asintieron, compartiendo una sonrisa cómplice mientras se miraban a los ojos.
-¿Crees que estoy loco? - Jimin preguntó, caminando hacia la cocina de los Kim para servirse un poco de infusión de lavanda. Su corazón latía con fuerza y su lobo parecía completamente fuera de sí.
-No, realmente creo que hubieses sido un gran guardián si el hecho de que tus padres insistan en ello a diario no te hubiese apartado de la idea de serlo. Confío completamente en tí, Jiminie.
Park Jimin tragó aire.
-Eso es bueno, Tae. - sus labios temblaron levemente. - Porque a veces ni yo mismo puedo confiar en mis ideas.
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Holii!!!
Baes, he tenido un día un poco complicado así que por eso he tardado un poco más de lo habitual en subir el cap. Espero que os haya gustado y ya sabeís que adoro leer vuestros comentarios y críticas sobre el avance de la fic.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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