Capítulo 38

" Dime todos tus miedos cuando dejas entrar el amor y no es lo que pensabas que era. Dime, ¿puedes amar así cuando nunca has amado antes? Dime que puedes amarme. Todos estos años, es el amor lo que más duele. Mírame a los ojos y sabrás que no estás solo. Y nos quedaremos jugando todos estos juegos, sabiendo que las cosas no cambiarán. Y nos romperemos porque en el amor hay errores. Duele cuando sabes que somos iguales. ¿Puedes amarme así? "

-Love Like This

(Sadboixx)



La sombra que Taehyung había pretendido perseguir, se diluyó casi tan rápido como había aparecido unos segundos atrás y para cuando trató de regresar sobre sus propios pasos, el humo era tan sumamente espeso que ni tan siquiera podía ver con claridad sus propias manos.

A lo lejos, todavía era capaz de percibir los esfuerzos de los lobos por apagar aquello que el fuego devoraba sin piedad. Lograba escuchar los fuertes golpes del agua contra los campos de cultivos repletos de fuego y los aullidos de pena que algunos habitantes de Casiopea le lanzaban a la Diosa Luna en una petición conjunta de ayuda urgente.

-¿Dónde estás? - un susurro lleno de resignación se precipitó desde sus labios. - Te he visto. ¿Dónde te has metido?

Habían sido solo algunos segundos, ni siquiera había pasado un minuto y ahora estaba perdido en medio del humo sin nadie a quien alcanzar. Su cuerpo entero parecía sentirse pesado por el intenso olor a gasolina que lo mareaba y sus piernas no dejaban de temblar mientras se estabilizaba para tratar de encontrar algo que pudiera servirle de guía. Necesitaba comenzar a moverse, hacia alguna zona en la que otros lobos pudieran percibirse con claridad o el camino pareciera encontrarse libre de llamas.

Pero el hecho de saber que debía comenzar a caminar distaba mucho de poder hacerlo. Aunque Taehyung deseaba moverse, sus acciones precipitadas lo habían castigado con un cansancio lo suficientemente fuerte como para mantener sus extremidades paralizadas. ¿Por cuánto tiempo había logrado ayudar a los lobos de su manada antes de cometer el error de perseguir fantasmas? Al menos durante un mínimo de media hora pudo trasladar agua desde el río hasta Casiopea, dudaba mucho que esa fuese la razón de que sus hombros se sintieran tan pesados como si treinta quilos estuvieran apoyados sobre los mismos. Si bien su capacidad mental no destacaba sobre la de otros chicos de su edad, sí estaba equilibrada con la de estos. Una hora, tendría que haber dedicado al menos una o dos horas a la complicada tarea de mover agua para sentirse de la forma en la que se estaba sintiendo en ese preciso instante. En un caso tan excepcional como ese, cualquier lobo daría mucho más de sí de lo que normalmente lo daba pero él ya estaba sintiendo que no podía sostenerse de pie.

-No deberías meter el hocico en asuntos que no te incumben.

Esa voz... Taehyung había escuchado antes al responsable de las palabras pronunciadas en voz alta cerca de su oído derecho, pero de algún modo era incapaz de situar dónde o cuándo. Todo a su alrededor giraba demasiado rápido, tanto que la tarea de pensar se le dificultaba y su mente parecía completamente cerrada a recibir cualquier pista acerca del lugar o momento en el que pudo llegar a escuchar un tono como el que esa persona se encontraba usando.

Todo lo que pudo hacer fue girarse y quizás esa fue una mala decisión porque en el instante en el que la sombra pareció ser iluminada por las llamas, un fuerte golpe contra su nuca lo hizo caer de rodillas. Un pitido tan intenso como insoportable resonó en sus tímpanos y aunque todavía consciente en leve medida de aquello que ocurría a su alrededor, el alfa norteño tan solo pudo taparse las orejas con manos temblorosas antes de pedir ayuda a sus padres. Dolía, más incluso que el cansancio que estaba provocando que su lobo quisiera huir.

-"Papa."

Pero nadie parecía escuchar. Taehyung ni siquiera sabía si a esas alturas su capacidad mental continuaba funcional si tenía en cuenta lo cansado y necesitado de sueño que su lobo se encontraba.

Así que lo dejó dormir.

Lo primero que Kim Taehyung pudo ver cuando se despertó fue el techo de su habitación en el sur y las nubes negras que amenazaban tormenta al otro lado de la ventana. Estaba amaneciendo.

-No te muevas demasiado. - Jungkook recorrió la distancia desde el lugar en el que se encontraba sentado hasta la cama del hijo de los Kim. - Tus padres me han dado la tarea de cuidarte pero en este instante siento que me apetece acabar contigo del todo.

Taehyung frunció el ceño y entrecerró los ojos, percibiendo el punzante dolor que continuaba clavándose en la piel de su nuca a pesar del evidente paso del tiempo. Su mano se movió de forma instintiva hacia la zona dolorida y pudo notar sin demasiados problemas el vendaje que la cubría. Incluso si habían pasado horas el tratamiento que algún sanador probablemente puso sobre su herida no había logrado que cicatrizase con la rapidez habitual, de cierta manera esta parecía seguir completamente abierta y reciente.

-¿Por qué no he sanado?

Jungkook tan solo negó con la cabeza, no sabiendo qué decir para lograr que Taehyung se mantuviese quieto en la cama de la manera en la que el señor Kim le indicó que debería permanecer hasta que la herida de su cabeza se curase completamente. Las mejillas del hijo de los Kim estaban cubiertas de ceniza y cortes, nada extraño teniendo en cuenta que lo habían encontrado tirado en el suelo, completamente rodeado por llamas que si bien no la mataron sí lo debilitaron hasta hacerlo desfallecer durante horas.

Él ni siquiera sabía todavía cómo es que logró hallar el cuerpo del norteño en el medio de la humareda, pero su lobo caminó directo hasta la zona antes de tan siquiera pensar en lo que estaba haciendo. Cuando vio a los padres de Tae llegar para echarle una mano en la difícil tarea de despejar el camino de vuelta, sintió que su corazón latía de nuevo después de largos minutos de agobiante asfixia.

Mantuvo al alfa en sus brazos todo el tiempo, incluso mientras el señor Kim usaba uno de sus ungüentos sobre la sangrante herida que manchaba el cuello y cabello ondulado de este. No lo soltó mientras caminaba de vuelta al sur tras prometer que se haría cargo de cuidarlo durante lo que restaba de noche y de hecho incluso le resultó complicado posarlo en la cama sin sentir miedo de que sus acciones pudiesen provocar algún tipo de daño en este. Jungkook no recordaba la última vez que un lobo se había sentido tan tremendamente frágil entre sus brazos, porque a pesar de que había conocido la fuerza y magnitud de Kim Taehyung... Aquella noche todo lo que sus manos pudieron sostener fue el cuerpo de un chico agotado que había tratado de ayudar de manera kamikaze y precipitada.

-Lo que usaron para golpearte, llevaba plata. - informó. - Tu padre te hizo las curas más esenciales en Casiopea y me indicó cómo limpiarte la herida o calmar la sensación de inflamación en caso de que el dolor te resulte demasiado punzante. - Jungkook llevó sus ojos hasta la expresión perdida del hijo de los Kim. - Solo se puede reducir la inflamación, tendrá que sanar poco a poco con la ayuda de ungüentos. Tu lobo definitivamente no puede hacer que el proceso sea más rápido. - los dedos de sus manos se encogieron en un puño. - Incluso en medio de todo el desastre, tu padre encontró la forma de preparar un bote de crema para la herida de tu cabeza. Debes aplicártela varias veces al día antes de cambiar el vendaje que la cubre, ayudará un poco.

-¿Por qué no es mi padre el que está aquí ahora hablando sobre todo eso? - Taehyung estaba confundido pero también en cierto modo dolido, porque conocía la respuesta y sabía que esta se encontraba fuertemente conectada al incendio. Si ninguno de sus padres estaba a su lado era porque sus presencias resultaban completamente necesarias en el norte y si eso era así.... - ¿Qué ha pasado mientras dormía? ¿Casiopea y su gente...?

-Aunque hemos logrado extinguir el incendio... - Jungkook dudó una vez más antes de hablar, él era completamente consciente del enorme amor que el hijo de los Kim sentía hacia la tierra en la que había crecido. - Ha provocado quemaduras en muchos de los lobos que decidieron ayudar. Creemos que nadie ha muerto pero eso no quiere decir que sea un asunto sencillo. Tus dos padres son necesarios en Casiopea porque además de curar a las personas que han resultado heridas, a la guardia se le ha dado la orden urgente de comenzar una intensa tarea de búsqueda de culpables. Tenemos que revisar el terreno y rastrear los olores extraños antes de que cualquier posible pista desaparezca. Los cultivos no se han salvado. No quedará suficiente cereal, frutas o plantas medicinales para pasar el invierno si queremos vender lo que se coseche en otras zonas del norte.

El silencio cubrió la habitación de Taehyung y cuando este volvió a llevar sus ojos hasta la ventana, las lágrimas parecían comenzar a acumularse en sus ojos, permitiendo que el alfa de este se viese a través de la tristeza y la rabia.

-Ven al baño.- Jungkook realmente quería evitar cualquier conversación que pudiese lanzar al hijo de los Kim a un estado de ansiedad, después de todo los padres de este continuaban en el norte. Una zona que definitivamente había dejado de ser segura después de lo ocurrido en Casiopea y en la cima de la montaña. - Me centré en la herida de tu cabeza pero parece que hay algunos raspones en tu frente y mejillas que necesitan ser desinfectados. Oh, y tu ropa todavía está manchada de ceniza.

Jungkook no aceptó una negación, tampoco necesitó una respuesta por parte del hijo de los Kim. Él sencillamente se inclinó hacia Taehyung y tras apartar las finas sábanas que cubrían el cuerpo del alfa, se apresuró a ayudarle en la tarea de ponerse de pie. Sabía que no era recomendable que Tae hiciera movimientos demasiado bruscos, por lo que no dudó ni por un instante en ser un apoyo para este. Mientras este tomaba un baño para desprenderse de la suciedad, él podría cambiar las sábanas de su cama y prepararle algo de comer. Incluso si el sol estaba tan solo comenzando a salir, sabía que el hijo de los Kim probablemente no dormiría de nuevo hasta ver a sus padres de nuevo en casa.

Jungkook no podía olvidarlo. Él lo había encontrado horas atrás, tendido sobre el suelo en medio de una humareda tan intensa que casi provocó la caída de su propio lobo. Sacarlo de allí fue complicado pero lo fue todavía más ver a los padres de este luchar con la necesidad de dejar atrás Casiopea para ocuparse de la seguridad de su propio hijo. El deber fuertemente posicionado en una balanza con sus sentimientos. Esa fue la imagen que empujó a Jeon Jungkook a presentarse voluntario para cuidar al alfa norteño, porque a pesar de que estaba preocupado por Taehyung todavía sabía que como guardián debería haberse quedado en Casiopea para ayudar en todo lo posible. Y la culpabilidad por no haber tenido un mejor desempeño no había abandonado su mente ni por un instante durante la noche, ni siquiera mientras observaba atentamente al alfa norteño dormir entre quejidos de dolor.

Esa madrugada Jungkook aprendió que Taehyung no mentía al presumir de que en el norte los lobos eran una manada unida y lejos de tomar decisiones individuales, sus acciones encontraban sentido en el grupo. En el clan que los lideraba sin ejercer con despotismo, porque Yook Sungjae también se había quedado aquella madrugada y había usado la fuerza que su tierra le devolvió para ayudar a todos los que parecían necesitarlo.

Los Yook eran una sola manada y un solo clan. De lo contrario los padres de Taehyung nunca se habrían quedado ayudando a personas que no formaban parte de su núcleo familiar en lugar de dejarlo todo para llevar a su hijo hasta una zona segura. Y por supuesto, Jungkook también aprendió que la idea de perder a ese cabezota alfa que conocía desde hace tan poco y con todo ya formaba parte de su rutina, la simple posibilidad de no verlo o escucharlo más, lo enfermaba.

-Puedo caminar solo.

-No seas orgulloso, creo que no hay nada malo con el hecho de que te ayude a llegar hasta el baño. No puedes hacer movimientos bruscos todavía, así que me iré cuando te metas en la bañera. Estás lleno de ceniza y tu piel huele a gasolina. - Jungkook miró hacia Taehyung tras poner el brazo de este alrededor de sus hombros. - Necesitas aprender a medir tus impulsos.

-Sí... - esa vez Taehyung no quiso llevarle la contraria al sureño. En realidad había sentido miedo horas atrás. Miedo a morir en medio de las llamas por no haberse parado a tener en cuenta el riesgo que podría suponer lanzarse a perseguir una sombra desconocida.- Pienso lo mismo.

Aunque sobre los labios de Jungkook se dibujó una sonrisa amable, su cara todavía parecía demacrada por el cansancio y al igual que Taehyung su piel estaba repleta de ceniza, su cabello azabache siempre perfecto parecía completamente desordenado y su aroma natural había sido camuflado casi por completo. El hijo de los Kim simplemente no quiso imaginar como habría estado Jungkook durante los incendios que en el pasado asolaron las tierras del sur, porque a pesar de todo Casiopea era tan solo una zona del norte y este le había confirmado que el incendio pudo ser extinguido sin víctimas mortales. Con el sur había sido diferente, sus tierras fueron abrasadas casi completamente e incontables lobos perdieron sus vidas y hogares cuando el norte les impidió avanzar a través del río.

Taehyung siempre había cuestionado en silencio aquella decisión, pero después de ver con sus propios ojos la fuerza con la que las llamas lo devoraban todo a su paso... Cualquier razón le resultaba absurda. Ya no le importaba que su gente estuviese protegiendo un territorio casi sagrado para ellos, dejaron morir a una enorme cantidad de lobos para asegurar que la frontera no fuese rozada por posibles enemigos.

-Deja que limpie las heridas de tu cara antes de preparar el baño para ti.

Taehyung se mantuvo en silencio, sin ánimos ni fuerzas para protestar. En lugar de eso, se limitó a mirar al sureño mientras el sureño rebuscaba en las estanterías hasta encontrar los elementos necesarios para desinfectar los arañazos que se extendían sobre su piel.

-Supongo que esto servirá.- Jungkook revisó el recipiente de ungüento sobre el que fácilmente reconoció la letra del señor Kim.

"Heridas infectadas, cortes y quemaduras." - narraba la etiqueta de papel.

-Eso es correcto. - el alfa norteño asintió, dándole el visto bueno a la idea del sureño. - Papá solía usarlo mucho cuando yo era pequeño y me hacía arañazos jugando en el bosque con Jimin, incluso si nos curamos rápido todavía es bueno tener algo que calme la sensación de dolor durante el proceso. Servirá.

Jungkook olisqueó el ungüento tras apartar la tapa de metal del recipiente. Se trataba de algo creado con menta a juzgar por el fuerte aroma que desprendía.

-La menta es buena para la cicatrización, también es realmente útil si se aplica directamente sobre cortes abiertos o quemaduras. - explicó Taehyung. - Evita que las heridas se infecten.

-Okay.- Jungkook asintió varias veces con su cabeza.- Usaremos esto entonces, tu padre me dió ungüentos para la herida de tu nuca pero fue bastante exigente en el detalle de que no debo malgastarlo para nada más que eso.

-Okay.

Taehyung tragó aire y relamió sus labios, lo cierto era que le resultaba complicado decir demasiado a pesar de que en su cabeza gran multitud de preguntas y palabras parecían acumularse sin remedio. Estaba dolorido y avergonzado, sus acciones precipitadas lo llevaron a ese estado y causaron que otros lobos tuvieran que dejar de lado su trabajo para ocuparse de él.

-Tu lobo está tan agotado que ni siquiera ha logrado que unos raspones sin importancia se cierren durante la noche.

Cuando Jungkook colocó cuidadosamente el ungüento de menta sobre un corte de su mejilla, Taehyung se limitó a sisear notando la zona arder durante un par de segundos antes de que el frescor aportase un poco de calma a todas esas heridas que ni siquiera se había parado a visualizar en el espejo del baño. El sureño tenía razón, su lobo se percibía más agotado de lo normal y eso podría explicar el que ni siquiera pequeños cortes estuviesen completamente cerrados tras horas durmiendo. Se sentían tan frescos como si se los hubiese acabado de hacer.

-Duele.

Jungkook suspiró, apartando la gasa de la mejilla de Taehyung para a continuación alcanzar un poco más de ungüento del botiquín que los señores Kim guardaban en el baño en caso de que alguna urgencia se diese en la casa. Se vio obligado a cerrar los ojos y llevarse los dedos de la mano hasta el puente de la nariz en un intento por tranquilizarse a sí mismo.

Claro que el lobo de Kim Taehyung se sentía agotado, de alguna manera él podía percibirlo sin dificultad en su propia piel y cabeza.

-No eres un héroe y no tienes que serlo. - susurró. - No es tu trabajo perseguir a los culpables para que sean castigados.

Jungkook no permitió que Taehyung contestase, su mano cerró el botiquín con fuerza y regresó hasta este para continuar con la tarea de limpiarle las heridas. Ese era su trabajo, no el del hijo de los Kim. Se supone que era él quien debía perseguir a los culpables y castigarlos.

-Ni siquiera puedo olerte así. - tomó un respiro, necesitando encontrar al alfa que conocía a través de todos los sentimientos borrosos que lo envolvían. El guardián sureño no pudo evitar acercar su nariz al cuello del hijo de los Kim. Nada. Ni rastro de la esencia a la que se había acostumbrado. - Solo huelo humo, gasolina, ceniza, sangre y dolor. ¿Dónde está tu aroma de nacimiento, Tae? ¡¿Por qué tenías que perseguir a alguien en medio de un incendio?!

Taehyung se encogió, sorprendido por la manera en la que Jungkook estaba comportándose. El alfa Jeon era un cabezota insoportable pero tendía a mantener el control, incluso cuando discutían. Ambos procuraban mantener sus tonos de voz tranquilos, siempre.

-Jungkook...

El mencionado apoyó la frente sobre la del alfa norteño y cerró los ojos. La situación parecía superarlo, había creído que perdería a Taehyung y esa imagen mental casi lo llevó hasta el límite. Todavía podía percibir la sensación de agobio y la necesidad de vomitar escalando hasta su garganta.

-"¿Qué se supone que iba a hacer yo sin ti? Si te hubiera pasado algo... " - estaba rompiendo sus propias normas pero no le importaba, quería que Taehyung supiera en cuerpo propio como se sentía él en ese instante. Así que abrió las barreras de su mente de la manera en la que Tae le había enseñado.

-Jungkook. - las manos de Taehyung se apoyaron sobre los hombros de este y arrugaron su camiseta en un instante. Podía notar el miedo y la sensación de ansiedad en la forma en la que el sureño se había comunicado con él. - " Dime por qué te importa tanto."

-" Eres tú el que me importa, estúpido alfa norteño. "

Y eso le sirvió a Taehyung para entenderlo. En realidad tener la mente del sureño completamente abierta para él era más que suficiente para comprender los sentimientos que llenaban el cuerpo de este. Las palabras no eran necesarias.




-------------------------------

Hii!!

Un capítulo un pelín más corto de lo que suele serlo pero espero que os guste, lo estoy subiendo antes de tiempo porque es probable que mañana tenga el día hasta arriba. Últimamente mis miércoles son un poco desastrosos.

Espero que estéis teniendo un buen día baes.

Un beso,

os amo

Mel

💜


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top