Capítulo 31
"No soy el que solía ser antes, no conocería a ese hombre si estuviera de pie delante de mí. Tengo esta tendencia. Solo dejame a mi lo de estar triste en el paraíso. Tengo un buen corazón pero a la mierda, por el arte. Tuve una buena vida, nunca pude ver eso. Se volvió tan malo, buscando el amor en la basura. Si lo tuviera no sabría cómo conservarlo."
-Good As It Gets
(Little Hurt)
☾
El sol de verano comenzaba a brillar con fuerza en el medio del cielo cuando Jeon Jungkook y Jeon Joy se removieron en su asiento dispuestos a firmar el documento que había sido redactado con Yook Sungjae en una de las salas privadas del hostal de los Jung. Hoseok se encontraba apoyado en el alféizar de la ventana, manteniendo su mirada sobre ellos a pesar de que todo su cuerpo parecía encontrarse completamente disperso tras escuchar cada uno de los puntos que envolvía la planificación del acceso a esas zonas del norte que por norma general no eran visitadas por lobos foráneos.
Se habían pasado la mañana trazando un plan que pudiera permitirles acceder a las zonas habitadas por las tribus del norte sin llamar demasiado la atención y principalmente, sin provocar algún tipo de guerra entre territorios que al menos ellos no deseaban. Puesto que el alfa todavía no parecía dispuesto a hablar, todo lo que los dos sureños podían hacer era poner su confianza sobre aquellas personas del norte dispuestas a dar una mano para que sus planes surgieran de la forma más segura y fácil que les resultase posible.
-Hoseok, Namjoon, la guardia real de Joy conformada por dos alfas bien entrenados, Jungkook y nadie más. - confirmó Yook Sungjae en voz alta y clara, su aspecto era radiante ahora que las ojeras bajo sus ojos habían comenzado a desaparecer. - Cinco personas lo suficientemente preparadas. Puesto que el objetivo no es una guerra y mucho menos una ofensiva, bastará con esto.
-¿Qué pasa si alguno de esos alfas ataca? Debemos enviar al menos a una decena de personas, cinco podrían terminar aplastados con tremenda facilidad si el rumbo de nuestros planes se tuerce en lo más mínimo. - Joy suspiró, durante el transcurso de la mañana sus ideas habían diferido en gran cantidad de ocasiones con las del líder norteño. - Has visto al alfa que mantenemos en vigilancia, tan solo uno de esos lobos puede hacer daño a gran cantidad de guardianes.
-Si bien soy consciente de la fuerza de la que dispone o disponía el alfa en cuestión, sería un error de nuestra parte creer que todos son como él. Las tribus del norte no destacan por su increíble modo de batalla, sino por su naturaleza pacífica. - Yook Sungjae arrojó un viejo manuscrito sobre la mesa. - El motivo por el que este asunto está repleto de gravedad se centra también en los detalles con los que los Jeon no estáis familiarizados.
-¿A qué te refieres? - Jungkook frunció el ceño, decir que las tribus del norte no destacaban por su modo de batalla era quizás un eufemismo erróneo. Al menos teniendo en cuenta la experta manera en la que aquel alfa había colocado sus dedos alrededor del cuello de Taehyung sabiendo donde apretar para quitarle el oxígeno de forma lenta y tortuosa. - Un solo alfa siendo difícil de detener por una guardia conformada por más de una quincena de hombres, es una amenaza lo suficientemente grande como para no menospreciar su fuerza de ataque. Incluso si su naturaleza es pacífica, eso no implica que nunca hayan entrenado o aprendido a manejarse en el ámbito de la batalla.
Hoseok hizo un sonido con su boca, hablando por primera vez en horas mientras giraba su cuerpo hacia la ventana por la que los rayos del abrasador sol se colaban entre las cortinas blancas.
-Lo que el líder Yook está diciendo está basado en unos fundamentos que sin excepción las tribus de la montaña siguen. - afirmó Jung. - Ellos nunca atacarán de no ser completamente necesario, mucho menos revelarán su posición a lobos desconocidos que no se han ganado el derecho de visitar sus hogares. Hasta hace poco la única forma o motivo por el que esas personas han decidido tener contacto con nosotros dentro de su zona segura, se ha debido a lobos perdidos en la montaña que necesitaban asilo urgente o bien porque alguno de nuestros sanadores se ha trasladado para ayudarles con asuntos que se escapaban de sus manos. Es cierto que durante las grandes nevadas de las estaciones más frías se acercan a nuestros poblados, pero únicamente lo hacen en su forma lobuna y nunca con el objetivo de atacar sino más bien por la necesidad de obtener comida durante el duro invierno.
-Mi abuela solía decir que las abejas nunca te pican si no se sienten amenazadas, pero puedo jurarte que incluso sin acercarme a ellas he recibido su aguijón en más de un par de ocasiones. - respondió Jungkook.
-Son de hecho muy pocas las abejas que pican. - Yook Sungjae sonrió. - Tan solo las obreras lo hacen.
-¿A dónde quieres llegar? - Joy suspiró, manteniendo sus manos sobre la mesa mientras pulsaba con sus dedos nerviosamente sobre la madera de esta.
-Solo quiero decir que no podemos juzgar a una tribu completa por las acciones de un alfa que se sentía amenazado y que además tenía como aliciente el importante detalle de percibir sus hormonas revolucionadas por el embarazo. Es posible que ese lobo conociese la forma más adecuada de defenderse, pero como Hoseok ha mencionado las tribus del norte se basan en unos fundamentos. - Sungjae empujó hacia Joy el manuscrito que había dejado caer sobre la mesa. - Podéis leerlo por vosotros mismos. Si bien disponen de defensas para protegerse, atacar siempre será la última de sus opciones.
Los dos primos Jeon se inclinaron levemente para analizar el antiguo documento que el líder Yook les había cedido. Sobre el antiguo papel podían apreciarse algunas descripciones que narraban la naturaleza de las tribus de la cima del norte de la montaña. Eran considerados pueblos pacíficos, con dogmas hereditarios basados en su gran contacto con la naturaleza.
-Todavía sigue siendo arriesgado.
-Lo es. - Sungjae asintió. - Pero acudir a su territorio con demasiadas personas podría aportar una imagen equivocada. Se trata de inspeccionar el terreno y descubrir qué es lo que ha ocurrido o si el alfa nos ha mentido. No vais allí para ganarle la batalla a alguien, mucho menos cuando ni siquiera conocemos con seguridad qué es lo que ha ocurrido más allá de algunas hipótesis basadas en las palabras de un lobo que muy probablemente está fuera de sí. Creedme, mi decisión tiene su inicio y final en la seguridad de nuestras manadas.
Jungkook podía percibir la calidez en la forma de hablar del líder norteño, pero a pesar de que no le cabía ninguna duda de que las decisiones de este estaban repletas de buenas intenciones... Todavía sentía que cinco personas eran muy pocas para lograr escapar o defenderse si algo inesperado sucediera.
-Si de verás han atacado su tribu hasta crear una ira como la que vimos en ese alfa... - Hoseok volvió a hablar. - Ver a un enorme grupo de personas desconocidas, con aromas extraños... Podría tener un efecto adverso. Atacarían o decidirían esconderse pero definitivamente nunca nos abrirían las puertas de su hogar. Si alguien quiere escuchar mi opinión, estoy de acuerdo con mi líder en que un grupo formado por cinco o seis personas es más que suficiente para una tarea de inspección. Ni siquiera tenemos que llegar hasta la cima hoy, si los han atacado las pistas y olores regadas por el camino podrían permitirnos tener una idea más amplia de lo ocurrido. Podremos saberlo mucho antes de llegar a las zonas en las que se encuentran situadas las cuevas que habitan.
Joy decidió tomarse unos segundos antes de dar una respuesta, sus ojos buscaron en la mirada de Sungjae alguna muestra de duda que no logró percibir y solo entonces se atrevió a asentir. No debía olvidar la unión, incluso si los Jeon eran expertos en la batalla ahora tenían que trabajar mano a mano con un clan experto en el diálogo y la diplomacia.
-Bien. Serán las personas indicadas anteriormente entonces, durante la primera inspección no quiero que se apuren las cosas. - con voz clara, Jeon Joy alzó la mirada hacia las personas que se encontraban con ella en esa sala. - Nada de esto debe salir de aquí, tan solo nosotros somos responsables del resultado del futuro cercano de nuestras manadas. ¿Lo habéis entendido correctamente?
-¿De verás no vas a contármelo?
Taehyung se sentía como un niño pequeño mientras perseguía a Jungkook hacia la frontera entre las dos divisiones de la montaña. El alfa sureño se había limitado a mencionar que la inspección de las tribus del norte había sido aprobada y que él formaría parte del pequeño grupo de personas aprobadas para llevar a cabo la tarea, algo que supuso su propia sorpresa. Jeon Joy y Yook Sungjae solo habían logrado estar completamente de acuerdo en un par de cosas esa mañana, la primera fue que para que los rumores no se extendieran más de lo recomendable necesitaban mantener el asunto en su círculo de confianza más cercano. La segunda estaba basada en que definitivamente si el lobo misterioso no les había mentido y realmente las tribus del norte sufrieron un fuerte ataque, entonces los motivos detrás del mismo sin duda irían más allá de lo que ellos mismos podían entender en ese instante. Aunque sin duda las teorías señalaban un punto concreto e importante, la unión entre las dos manadas.
-No puedo contarte nada, ve a insistirle a tu padre si quieres respuestas. Quizás él se atreva a desobedecer una orden directa de los líderes, pero no cuentes conmigo en ese aspecto. - Jungkook palmeó la espalda de Taehyung antes de acelerar la velocidad de sus pasos. - Y sí, tu padre es una de las personas que irán a inspeccionar las zonas colindantes a la cima de la montaña.
El norteño conocía los límites, por eso decidió que no debía seguir insistiendo. Comprendía que el deber de Jungkook estaba muy por encima de su amistad, lo hacía porque en ocasiones para su padre el deber había estado incluso por encima de su pareja. Si un líder decidía mantener en secreto ciertas operaciones de su guardia, en la mayoría de las ocasiones estaba motivado por sucesos de notable importancia.
Ese era otro de los motivos por los que Taehyung había llegado a detestar la tarea de los guardianes, cuando era pequeño le costaba entender que uno de sus padres tuviera que ausentarse de casa por al menos un par de días de vez en cuando. Sin decir el lugar al que iría o el motivo que lo llevaba hasta este. Conocía la importancia de no hablar más de lo necesario porque creció en un hogar en el que los asuntos de la guardia del norte eran un tema habitual solo cuando dichos asuntos gozaban de la simpleza de tener que replantar algunos árboles, comprobar los sistemas de riego de las huertas públicas o realizar un turno de vigilancia a una u otra hora.
La Diosa Luna sabía que hubo un momento de su vida en el que Taehyung se vio obligado a luchar duramente con su personalidad curiosa, pero desde aquello habían pasado años y en la actualidad ni Jimin, ni él planeaban colarse nuevamente en los despachos de sus padres para encontrar grandes secretos entre los documentos que estos guardaban en sus carpetas de cartón azulado. Aún manteniendo su cabezonería y curiosidad como parte esencial de su lobo, ya no era un niño con complejo de Sherlock Holmes seguido de cerca por Watson. No al menos al mismo nivel que antes.
-Bien, bien. Lo entiendo.
Jungkook sin embargo frenó sus pasos y observó a Taehyung con una expresión sorprendida. ¿Lo entendía? ¿De verás el curioso alfa norteño no iba a continuar insistiendo hasta que él pudiera encontrar una excusa para mencionarle toda esa información que no debería? Oh, en realidad aquello lo decepcionaba un poco porque Jeon Jungkook no podía pensar en una persona más adecuada con la que cometer el error de hablar de lo que no debía.
-¿No vas a seguir insistiendo un poco más? Ya hemos llegado a la frontera y después de que me prepare para comenzar la inspección, definitivamente no podré dejar escapar absolutamente nada de nada. - Jungkook observó el agua del río fluir con tranquilidad a solo unos pasos del lugar en el que los dos se encontraban. Algunas rocas formaban un pequeño camino sobre el que el agua de vez en cuando se precipitaba con diminutas olas.
-¿Quieres acaso que siga insistiendo? Olvidas que mi padre es un guardián del mismo modo en el que tú lo serás en algún momento. Aunque me apetece saber qué es lo que habéis decidido o cómo actuareis, todavía sé que no es bueno ponerte en una posición en la que te veas obligado a decirme cosas que no debes. - Taehyung extendió su brazo para rodear los hombros de Jungkook y le dedicó una sonrisa de colmillos lo suficientemente amable como para que resultase contagiosa. - Pero cuando todo se solucione insistiré en conocer los detalles detrás del método que habéis usado.
-Ni siquiera sabemos si podremos llegar a solucionar algo. Para ser sincero, no sabemos nada de nada. - y quizás eso era exactamente lo que estaba provocando en Jungkook la tentación de hablarle a Taehyung acerca de la reunión de esa mañana. - A nuestros líderes les ha costado tomar una decisión conjunta y ni siquiera me atrevo a culparlos. La situación no parece sencilla y lo será menos si nos encontramos con una tribu que ha sufrido el ataque de lobos que proceden de nuestros territorios.
Jungkook continuó caminando, al contrario que en otras ocasiones esta vez los dos habían decidido regresar al sur por un camino que se alejaba del poblado de guardianes en el que los padres de Taehyung todavía permanecerían por al menos un par de horas hasta que el sol redujese su fuerza.
-Bueno, no necesitaríais una inspección si lo supieseis todo a ciencia cierta. - Taehyung observó el suelo y se esforzó en mover sus pies al mismo tiempo que Jungkook en un absurdo juego que lo hacía tropezar de vez en cuando. - De todos modos creo que eres afortunado, la razón es mala pero podrás acercarte a una zona que yo siempre he deseado conocer. Las tribus de las cuevas de la cima norte siempre han sido como un cuento de hadas para mí, hay miles de leyendas sobre los lobos que las habitan. No insistiré en conocer los detalles sobre tu trabajo mientras la investigación continúe siendo un asunto que debe ser cuidado con delicadeza, pero si las cosas se solucionan querré saber sobre la cima del norte y sus tribus.
-Quizás podrías ponerme al tanto de algunas de esas leyendas. - Jungkook observó el perfil del hijo de los Kim, el sol que se colaba entre las copas de los árboles iluminaba su cabello de plata.
-Mmmm. ¿Algún interés en concreto? Cuando he mencionado que son miles las leyendas, definitivamente no estaba siendo exagerado. ¿Quieres saber sobre los alfas albinos gigantes o sobre los omegas de sangre violeta?
Jungkook abrió los ojos un poco pero se negó a caer en la trampa de creer ciegamente en las leyendas. Aunque Taehyung le hubiera enseñado y demostrado algo acerca de la magia que encontraba su razón en el enorme control de la naturaleza que los Yook tenían y durante años supuso un rumor continuamente negado por los senex de cada sureño que él conocía... Todavía era temprano para creer en cada una de las leyendas que escuchase por parte de la boca del hijo de los Kim.
Después de todo las leyendas solo eran cuentos creados por lobos ancianos.
-Lo de los lobos albinos gigantes suena interesante pero creo que tengo uno a mi lado en este instante, así que no parece un asunto del todo legendario.
-En realidad no es una leyenda en sí, solo un secreto a voces para la gente del norte. - Taehyung sonrió. - Muchos ancianos mencionan que el contacto directo con la Luna y la naturaleza ha provocado que con el transcurso de los años y generaciones, los lobos de las tribus y en especial los alfas han desarrollado sus capacidades animales mucho más que cualquier Yook o Jeon. Cuando hablo de gigantes me refiero a lobos mucho más grandes que yo.
Difícil. Jungkook estaba seguro de que en toda su vida no había tenido el placer, o la mala suerte, de ver a muchos lobos con el tamaño de Kim Taehyung. En realidad tan solo el alfa misterioso superaba las grandes medidas del animal de este.
-Taehyung ha dicho que tendrá un hermano si la unión sigue adelante y la paz entre nuestros territorios se mantiene. - Jungkook caminaba al lado del señor Kim, con el resto del grupo a varios pasos de ellos por detrás mientras subían cuidadosamente los inclinados tramos que los llevarían hacia la cima del norte. Consideraba a este como su superior y lo respetaba, pero aún así las dudas seguían carcomiendo su cabeza. - ¿Es eso acaso posible? ¿Completamente posible cuando se trata de dos alfas? Por un tiempo llegué a creer que él era adoptado.
Namjoon frenó sus pasos en seco antes de girarse hacia Jungkook. Era increíble que ese chico realizase una pregunta así después de haber convivido con ellos durante el suficiente tiempo como para entender que Kim Taehyung estaba repleto de las características que sus dos progenitores le habían proporcionado.
-No voy a juzgarte porque aunque te sorprenda, yo mismo pensé como tú durante un tiempo. Antes de conocer a mi marido yo seguía las órdenes de tu bisabuelo. - Namjoon hizo una pausa. - En aquella época los deltas todavía eran perseguidos y masacrados, torturados de las formas más grotescas que puedas imaginarte.
Namjoon esperó, creyendo que Jungkook defendería la posición de su familia de alguna forma. Mas este no lo hizo.
-Yo era un guardián recién graduado cuando me dijeron que debía capturar a un delta debilitado que rondaba las fronteras de la manada. ¿Sabes lo grande que fue mi sorpresa cuando me encontré con aquel lobo blanco herido dispuesto a luchar porque se habían llevado a sus padres? Jin estaba repleto de olores y sensaciones que me volvían completamente loco, no podía dañarlo. Lo escondí y le ayudé a recuperar a sus padres, después de eso decidí huir y su manada me acogió con los brazos abiertos. Nada de lo que cuentan aquí sobre los deltas tiene la más mínima veracidad. - el tono de Namjoon se había vuelto grave y Jungkook se sintió casi amenazado. - El miedo que sentí cuando me dijeron que el cuartel estaría en un territorio intermedio me hizo querer llevarme a mi hijo y a mi marido completamente lejos de esta montaña, pero me aseguraron que la manada de los Jeon había evolucionado un poco. Que ahora ya no mataban a los deltas y estaban dispuestos a dejar de desterrarlos tras el pacto entre las manadas. Vine aquí, entre otras muchas cosas, para ayudar a los alfas que como yo lo hice en el pasado creen que sus sentimientos por otros alfas son incorrectos.
-Entiendo eso. - Jungkook asintió.
-Taehyung es el fruto del amor que yo y Jin nos profesamos, no estoy en contra de la adopción pero él es nuestro hijo. Su sangre es parte de la nuestra, su olor lleva impregnado los bosques profundos de la manada de Seokjin y los amplios prados de la mía. Así será con nuestro segundo pequeño también, no estoy dispuesto a escuchar ningún tipo de estupidez por parte de nadie. Sin importar el aprecio que sienta hacia la persona que deje salir de su boca algo de mi desagrado al respecto. ¿Lo entiendes?
Jungkook asintió. Su mente estaba girando nuevamente, ordenando información para lograr formar una idea más exacta acerca de los "deltas" de los que sus senex siempre le habían hablado y de esos que él había llegado a conocer por sí mismo.
-Hay grupos de personas que todavía persiguen a los deltas para matarlos en nombre de la Diosa Luna. - dijo después de unos instantes. Aunque estaba seguro de que el padre de Taehyung conocía la información, todavía sintió necesario decirlo mientras subían esa montaña. - No son muchos pero los hay, quizás Taehyung pueda llegar a necesitar protección en algún momento si usted y su marido deciden traer al mundo a un pequeño lobo mientras el estado de la unión es reciente. Además, él es demasiado abierto sobre su sexualidad por lo que plantearle que deje de presumir acerca de ser...
-No hay nada que deba esconder. Puedo proteger a Taehyung y él también sabe cómo defenderse a sí mismo perfectamente bien, no obligaré a mi hijo a esconderse. - Namjoon hizo una pausa. - No voy a mentirte Jungkook, yo más que nadie deseo que vuelva pronto al territorio de su manada porque esta unión no luce como algo estable a largo plazo. No hay nada bueno aquí para él. Su mente, animal e instintos son los de alguien que siempre ha vivido en el norte.
El lobo de Jungkook lloriqueó asustado por aquellas palabras.
-¿Se marchará? - preguntó.
-A mí me gustaría que se fuera justo después de recibir su runa de mayoría de edad en invierno, pero quiere quedarse hasta que su hermano nazca. Entre tres y cuatro meses después de que su padre y yo decidamos que la unión es lo suficientemente fuerte como para intentarlo, cuando yo tuve a Taehyung el parto se adelantó pero nació fuerte. - Namjoon suspiró recordando el pasado. - Con dos alfas implicados en la tarea de traer un cachorro al mundo, a veces los tiempos se modifican. Es un poco más complicado de lo habitual pero no deja de ser natural.
Jungkook no escuchó demasiado acerca de lo que Namjoon le estaba explicando, de alguna manera su mente se había quedado sitiada en la información sobre la marcha de Taehyung posiblemente poco después de que su hermano naciese. Si la unión triunfaba el hijo de los Kim se marcharía y si no triunfaba lo haría del mismo modo. No quería que fuera así, pero ese hecho le provocaba sentimientos tremendamente contradictorios.
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Hii!!!
Nuevo miércoles y nuevo cap que espero que os haya gustado. Como dije en el anterior, es posible que estos capítulos que vienen ahora os resulten un poco tediosos pero son necesarios para lograr que la historia siga fluyendo.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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