Capítulo 3
"Siento ese aire punzante durante los días de verano. El sonido de las calles grises, que se sentían gélidas. Respirando y tocando tu puerta. "
-Inner Child
(BTS)
Taehyung podía sentir el olor de Jeon Jungkook a través de las paredes de su bungalow incluso cuando la habitación de invitados estaba en la otra esquina. El sudor y esfuerzo que ponía este mientras sacudía con fuerza un saco de boxeo en el patio trasero, con su padre dando indicaciones, aumentaba la intensidad de su aroma por lo que aquello comenzaba a molestarle.
Ni siquiera bajo el agua de la ducha pudo separar de su cuerpo la fuerte esencia que ya impregnaba toda su casa. Odiaba los olores extraños, porque rompían la armonía de su hogar habitual. Siempre se había sentido cómodo entre la esencia de eucalipto y cerezas que llenaba su casa debido al gran amor que existía entre sus padres.
Ahora esa esencia se veía afectada por la presencia de un extraño y aunque Jungkook olía bien, en el sentido estricto de lo que significaba un olor atractivo para su lobo, Taehyung seguía sintiendo que aquella esencia abría una brecha más en su intento de mantener su hogar intacto. Tenía más que suficiente con haber tenido que abandonar el norte de la montaña y sus preciosos bosques. No necesitaba otro factor que le recordase que ahora se encontraba en el sur, donde el verano era mucho más abrasador y los lobos despreciaban a los que como él habían decidido sentirse interesados en otros alfas.
Para Taehyung siempre había sido una elección sin importancia, en cambio la gente de la manada Jeon convertía su modo de vida en un tabú que definían como asqueroso. Eso lo desestabilizaba de formas nuevas. Estaba acostumbrado a ser él mismo siempre en la manada Yook pero ahora tendría que controlar sus propios instintos, por lo que solo pensar en su próximo celo lo aterraba. ¿Debía huir de nuevo a la zona norte para pasar esos días en su anterior casa o quizás sumirse en esos supresores que nunca terminaban por hacer efecto en su lobo?
-Si sigues olisqueando así el aire tendré que darte un poco de té de jengibre, como cuando eras un niño pequeño e inquieto. Es de mala educación prestar tanta atención al olor de un nuevo conocido, han pasado los años y a pesar de tu madurez continuas teniendo esa mala manía que algún día terminará por echarte en cara alguien. - comentó su padre. - Aunque hayan pasado los años sigues siendo inquieto con lo que respecta a aromas extraños.
Taehyung suspiró frustrado, observando como uno de sus padres se mantenía mirándo la televisión de forma aburrida mientras que el otro dedicaba sus días completos a entrenar a aquel chico de la familia Jeon que probablemente ni siquiera le tenía una pizca de respeto, Jungkook continuaba mostrando el ceño con molestia cada vez que sus padres mostraban señales de ser la pareja que eran desde hace más de veinte años. En esas ocasiones el olor que el alfa despedía se hacía incluso más pesado y mostraba el estrés que una situación tan simple como ver a dos alfas besarse le ocasionaba.
A Tae aquello lo sacudía por muchos motivos, el primero se debía a que no le gustaba que un intruso juzgara su familia y el segundo recaía en la simple esencia de Jeon. Él siempre había sido un poco sensible a los olores, y los sitios nuevos no ayudaban para nada a calmar a su lobo. Se sentía como un perro en su primera visita al veterinario.
Su padre lo había expresado bien, era de mala educación ir por ahí olisqueando el aroma de un nuevo conocido, no importaba la parte de la montaña en la que se encontrasen, pero simplemente no podía evitarlo. Le gustaba el equilibrio que su familia siempre había mantenido en el norte, con olores más o menos intensos pero siempre equilibrados con respecto a la naturaleza que los rodeaba. En cambio el aroma de los lobos sureños sin duda distaba de aquello a lo que él estaba acostumbrado, por lo que la fuerte esencia de Jeon había llegado a hacer que se sintiese mareado. Y quizá era culpa suya en cierta manera, si dejase de olisquear continuamente podría acostumbrarse con más facilidad al hecho de que ahora vivía en un territorio donde los lobos portaban olores mucho más llamativos que en el norte. Taqhyung lo sabía, pero en cambio seguía prestando atención a la esencia de ese chico, causando en consecuencia que su lobo se revolviera en su interior de forma territorial.
-Es solo que… ni siquiera huele mal del todo pero es demasiado intenso. No puedo soportar que ese olor se impregne por todos lados. ¿Acaso ha ido marcando territorio o qué? Es como si hubiese dejado salir a su lobo en la cabaña o hubiera frotado su cuerpo contra las paredes para dejar claro que este lugar le pertenece. Hace que mi alfa quiera morderlo tan pronto como se asoma por la puerta de entrada. - protestó Taehyung. - Y sus feromonas cuando está entrenando son sobrecogedoras… No estoy acostumbrado a ese tipo de olores.
Su padre S solía ser mucho más paciente que su padre N, pero eso no evitó que lo mirase exasperado. Dejando que un suspiro abandonase sus labios, Seokjin se acomodó sobre el sofá y observó a su hijo. A él también le molestaban los aromas extraños mas el de aquel muchacho no era tan intenso como para que Taehyung necesitase quejarse a cada minuto. Claro que Jin estaba mucho más adaptado a los aromas sureños que su hijo.
Aún así adjudicó la reacción de Taehyung a todos y cada uno de los cambios radicales que habían estado viviendo en las últimas semanas. Incluso si en el fondo sabía que podría haber más cosas que explicasen la reacción de su hijo, se negaba a pensar en aquello. Tae era demasiado joven, ni siquiera había atravesado la ceremonia de la mayoría de edad todavía. Su clan creía fielmente en que un lobo solo lograba ser completamente consciente de cada uno de sus sentidos tras atravesarla.
-Trata de relajarte Taehyung, no es un aroma tan agudo como crees.
Cinco meses, solo tendrían que esperar cinco meses para saber lo que realmente le ocurría. Cinco meses para saber si su lobo estaba lo suficientemente unido a la naturaleza de los montes del norte como para que este sobrepasase a su parte humana. Cinco meses aunque Seokjin y Namjoon hubiesen comprobado desde que este era un niño lo apegados que sus instintos estaban a su entorno.
Taehyung llevaba a otro nivel el contacto con la naturaleza que se enseñaba en manada Yook, y aunque no sería el primero en su familia… Seokjin se negaba por completo a pensar que podría llegar a ser el siguiente. No importaba cuán desarrollados estuvieran los sentidos de su pequeño, Tae todavía podía controlar a su lobo sin problemas. Pasaría la ceremonia de la mayoría de edad sin perder a su parte humana en el proceso. Confiaba en ello.
-Lo has dicho muchas veces cariño pero no podemos hacer nada contra ello, casi todos los guardianes de la manada Yook tienen a algún chico de la manada Jeon aprendiendo en su casa tres o cuatro días por semana. - habló finalmente. - Será cuestión de que nos acostumbremos, a ningún lobo le agrada el olor de otro. La parte animal nos invita a pensar que están invadiendo nuestro territorio incluso si no es así. La costumbre ayudará, relájate y disfruta de las nuevas experiencias. Puedes ir a nuestras montañas para despejarte siempre que quieras o sientas que la presión es demasiado fuerte. Solo… avisa cuando lo hagas.
Taehyung se limitó a asentir. Por supuesto, sabía que pronto podría acostumbrarse, pero mientras tanto aquel aroma seguiría pareciéndole excesivamente intenso. Tanto que su nariz parecía doler.
-Jimin vendrá en unos minutos. ¿Hay algún problema con eso?
Su padre negó despreocupado volviendo a llevar los ojos hacia el televisor. Por supuesto que no había problema. Jimin era su mejor amigo y habían sido amonestados, así como felicitados, juntos por sus travesuras desde el preciso instante en que aprendieron a caminar y a aullar. No había nada sobre lo que preguntar, y aún sabiéndolo Tae seguía pidiendo permiso sin importar tan siquiera cuan cerca estuviese su mayoría de edad.
Jimin, al igual que él, era hijo de dos alfas por lo que siempre se habían entendido el uno al otro, en ese ambiente definitivamente la sensación crecía. Los dos habían pasado de un territorio en el que sus familias eran respetadas debido a la labor de guardianes de sus progenitores a enfrentarse a un territorio que se parecía mucho más a un campo de batalla liderado por personas de mente cerrada.
Solo habían pasado dos días pero ambos se encontraron enfrentándose a los insultos de quienes, entre los habitantes de la manada Jeon, decidieron insultar a sus familias por medio de aquella maldita palabra. Los llamaban deltas, bromeaban sobre sus lobos siendo débiles y luego reían gesticulando que en otra época les habrían cortado el cuello sin contemplaciones. Tenían absurdas creencias acerca de que sus olores defenirían el hecho de que su interior estaba podrido y decían que el modo en el que la estructura del clan Yook se daba era antinatura.
A Kim Taehyung y Park Jimin no les gustaba la manada Jeon. Y de momento no había nada que alentase un cambio de mentalidad por su parte.
Jungkook golpeó con fuerza una vez más el saco de boxeo que el señor Kim había instalado para entrenar. Desde el jardín de la casa podía notar el olor a lavanda de lo que la pareja de este se encontraba preparando y aquello ni siquiera le sorprendía. En los últimos dos días se había topado con el hecho de que los lobos de la manada Yook a menudo usaban hierbas y recursos naturales para realizar infusiones y té.
-Mi abuela solía hacer eso. - confesó alejándose del saco de boxeo y notando como el sudor resbalaba sobre su frente bajo el sol del verano. - Infusiones y demás. Cuando era pequeño nos llevaba a mis primos y a mí a recoger hierbas.
Namjoon dejó escapar una sonrisa mirando al chico, para los Yook era importante mantener las tradiciones y aquello había influido incluso en su forma de alimentarse. Para los Jeon había tradiciones también, pero estas estaban más ligadas al modo de luchar y proteger el territorio. Después de todo era una manada que procedía y había nacido de guerreros.
Muchos consideraban a los lobos de la zona norte de la montaña como personas aisladas del mundo real. Él mismo lo había hecho durante buena parte de su vida también, pero la realidad es que eran similares a los lobos que habitaban el sur. La única y mayor diferencia entre las dos zonas se basaba en que la manada de los Yook ponía un gran esfuerzo en la tarea de mantener sus montes sanos. Bueno y por supuesto, desde la perspectiva de un Jeon también estaba ese detalle acerca de su defectuosa estructura de poder...
Namjoon había aprendido mucho tras llegar a la manada Yook. Sus conocimientos ahora implicaban conocer las distintas especies de animales que habitaban aquellos bosques, entender la razón de no malgastar recursos y lo que quizás era más importante para mantenerse en completa sintonía con su lobo, había aprendido a amar aquello que le daba la vida desde tiempos de los que él ni siquiera tenía recuerdos.
Por eso cuando miraba a ese muchacho, al sobrino de quién tiempo atrás él mismo conoció. A un Jeon corrompido por las enseñanzas de una manada que basaba la vida en la guerra, sentía la infrenable necesidad de ayudarle a pensar por sí mismo.
-Tu abuela estaba siguiendo una tradición que probablemente aprendió de sus padres. Una que a su vez sus padres aprendieron de sus abuelos. - habló dejándose caer sobre la hierba del jardín y señalando el lugar a su lado para que Jungkook imitase su comportamiento. - Es algo que todos los lobos deberían aprender. Nuestra conexión con la parte animal se afianza cuando vivimos en contacto con la naturaleza, el ser humano no deja de ser un animal pero nosotros llevamos a un lobo dentro. ¿No crees que es cruel subyugarlo a lo que queremos como humanos?
-¿No es nuestro lobo lo que nos subyuga a nosotros la gran parte del tiempo? - preguntó Jungkook aceptando la oferta del señor Kim y sentándose a un lado de este. - El celo, el que el olor de alguien te haga sentirte de diferentes formas o que simplemente el animal que hay en nuestro interior imponga sus propias decisiones de vez en cuando. A veces siento que si no obedezco a mi lobo acabaré deprimido.
Namjoon sonrió levemente.
-Por eso los Yook mantienen el equilibrio con la naturaleza. Chico, la manada Jeon vive destrozando su propio entorno y eso es algo que hacen los humanos habitualmente, queréis crear una ciudad en un bosque y eso mantiene enfadados a vuestros lobos.
Jungkook dejó escapar un sonido de frustración. En esos dos días no había dejado de escuchar quejas sobre su manada por parte del señor Kim pero para él la zona sur de la montaña tenía muchos encantos. Bien, podía admitir que sus antepasados habían sobreexplotado los recursos naturales y que eso sumado a los incendios del pasado verano, hacia que sus montañas parecieran mucho más feas y castigadas, pero aquello no implicaba que todo fuese malo.
-Nuestras montañas tienen lugares bonitos donde el lobo puede estar en contacto con la naturaleza. Los Yook no son los únicos que disfrutan dejando salir su parte animal, ni siquiera uso un coche para recorrer la distancia entre mi casa y el cuartel de los guardianes. Me muevo por el bosque como un lobo.
-No son las montañas lo feo de tu manada. - una voz a sus espaldas los sorprendió. El hijo del señor Kim estaba allí, sostenía una jarra de cristal que desprendía aquel olor a lavanda que Jungkook había percibido - Lo que es feo es vuestra asquerosa actitud hacia todo lo que lleve la contraria a vuestras creencias.
-Bueno. Se supone que cada lugar tiene su propia cultura, la mía es esta y no podría estar más orgulloso de mí legado. - apuntó Jungkook.
En lugar de contestar, Taehyung solo dejó escapar una risita irónica.
-Papá ha hecho infusión de lavanda fresca. Dice que la bebais tras acabar el entrenamiento, lleva hielo así que ayudará con el calor. - informó rápidamente antes de cruzar una rápida mirada con el aprendiz de su padre N.
A Taehyung le seguía molestando el olor de aquel alfa nuevo en su entorno, pero aquello no significaba que estuviese ciego, Jeon Jungkook se encontraba completamente sudado y sin camiseta en su jardín tras horas de entrenamiento. Con el aroma completamente disparado, casi como si su lobo no tuviese la menor idea del control de la glándula de olor.
Él seguía siendo un alfa al que le atraían otros alfas, pero un lobo de la manada Jeon no debería entrar en sus planes. Menos todavía si se trataba de un orgulloso Jeon creyente de aquello que sus familiares le habían enseñado.
-Entraré. - con las manos torpes por el ladrido interior de su lobo, Taehyung posó la jarra sobre la mesa del jardín y se volvió dispuesto a entrar de nuevo en casa. - Por cierto, iré con Jimin al lago Crystallo. Papá ha dicho que debo avisar.
El señor Kim asintió sonriente antes de volver su mirada hacia Jeon, quién observaba con ojos curiosos a Taehyung.
-Taehyung. - se apresuró a llamar - Llevad a Jungkook, necesita ver algunas zonas de la montaña Yook y creo que sois los adecuados para mostrarle las zonas de importancia.
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Hiii!!!
Perdonadme por la hora pero he tenido un día algo ocupado y hasta este instante no pude subir el capítulo.
Espero que os guste. Realmente me emociona mucho escribir algo con una temática de fantasía.
Y feliz cumpleaños a Jungkookie 😍
Un beso,
os amo
Mel
💜
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