Capítulo 29
“Joder, me gusta. Bésame hasta que esté desnudo. Simplemente te necesito, te necesito, te necesito. Dame un trago para superarlo todo.”
-God Damn
( I.M )
☾
Taehyung sonrió levemente, notando la forma en la que Jungkook caminaba de un lado a otro del salón de la casa con aspecto nervioso. Por supuesto que les habían pedido que se fueran después de decidir que el alfa misterioso se quedaría en una zona aislada del hostal de los Jung y que a partir de ese instante el asunto pasaría a estar únicamente en manos de los líderes. Él lo había entendido bastante bien, a pesar de que le hubiese gustado poder ser un poco más de ayuda, pero el sureño realmente no parecía saber lidiar con el hecho de que lo apartasen del caso sin tan siquiera darle la oportunidad de mover un solo dedo.
-Todavía no eres un guardián oficialmente. - Taehyung se sentó sobre una de las sillas que rodeaban la mesa de la cocina. - Es normal que no te quieran metiendo el hocico en un asunto tan delicado como este. El lobo no estaba siendo agresivo sin motivos, atacaron a su manada y él logró escapar estando en cinta. Por supuesto que sus hormonas y sentidos están revolucionados, poner a su cargo a un guardia que parece querer pegarle un puñetazo no suena como una buena idea.
Jungkook frenó sus pasos y apoyó la parte baja de su espalda contra la encimera de la cocina de la casa de los Kim.
-De todos modos ni siquiera me han permitido decir una sola palabra. - protestó. - Creí que podría al menos dar mi opinión. Joy no es el tipo de líder que hace cosas sin tomar en cuenta a los demás.
-Apuesto a que aceptará tu opinión, Jungkook.
Taehyung torció el gesto, sintiéndose un poco cansado con esa charla que nunca parecía acabar y extendió su mano hacia el bote de ungüento que había obtenido en la despensa. Sus padres tardarían en regresar, pues todavía tenían mucho que organizar, revisar y asegurar en la habitación del hostal Jung en la que el alfa sería instalado lo antes posible. Así que lo único que ellos dos podrían hacer mientras tanto se resumía en esperar, esperar a ver lo que ocurría y lo que los líderes de sus manadas decidían.
No sabían si el embarazo del lobo podría continuar después de todos los acontecimientos y luchas por las que parecía haber pasado, tampoco estaban conscientes de cuáles eran los motivos reales por los que este buscaba venganza. Incluso si sus palabras fuesen completamente ciertas, la identidad de quienes atacaron a su clan sencillamente suponía una incógnita que les llevaría un tiempo aclarar hasta que ese alfa se mostrase dispuesto a hablar por sí mismo o a señalar abiertamente a las personas que le causaron daño.
-Voy a poner ungüento sobre la zona dolorida, puedes quedarte aquí maldiciendo mientras tanto si es lo que deseas. - Taehyung le dedicó una mirada calmada al sureño. - Solo te pido que pienses de manera racional, no habría nada bueno en que tu prima decidiese darte el beneficio de encargarte de un caso que debe ser tomado por guardianes experimentados. Si quieres ayudar, habla con mi padre en cuanto llegue a casa.
-No quiero el caso para mí pero tampoco me gusta que me aparten de ello de la nada. - Jungkook gruñó molesto, sin embargo se movió detrás de Taehyung en el instante en el que este se levantó de la silla para caminar hacia el baño. - Sé que no soy un guardián todavía, pero estábamos presentes cuando ese alfa apareció por primera vez y… - sus palabras pausaron por un momento. - Y definitivamente parecía estar protegiendo algo.
Taehyung asintió, mas no respondió a las palabras de Jungkook. Le dolía la cabeza y se sentía tremendamente cansado, lidiar con un futuro guardián enfadado no era lo que más le apetecía en ese preciso instante. Solo quería ponerse el ungüento, esperar a que hiciera efecto, darse una ducha y aplicar una nueva capa para reducir la inflamación antes de meterse en cama.
Le tomó un par de minutos entender la situación al sureño, pero logró hacerlo mirando las marcas de cansancio bajo los ojos del norteño a través del espejo. Jungkook se sintió como un completo idiota por no haber parado de hablar de sí mismo y de sus frustraciones cuando ante él había una persona que realmente podría haber muerto horas atrás.
-Deja que te ayude. - su mano voló rápidamente hacia el recipiente de ungüento que Taehyung había estado sosteniendo hasta ese instante. - Siéntate, puedo encargarme de esto.
Lejos de protestar, el hijo de los Kim asintió con el agradecimiento asomándose a sus ojos. En realidad tener a alguien que pusiera sobre su cuello la primera aplicación de la crema casera que le ayudaría con la sensación de dolor, sonaba bastante bien. Así que se deshizo de su camiseta y estiró levemente su cabeza sintiendo todavía el dolor atravesarlo con cada uno de sus movimientos. Sus dos manos se apoyaron contra la pileta del baño y una pequeña sonrisa se escapó de sus labios cuando logró apreciar la forma en la que el sureño tomaba entre sus largos dedos el ungüento, completamente dispuesto a darle un poco de ayuda. Bien, eso estaba perfectamente bien. Había sido herido y ahora necesitaba ser cuidado, Kim Taehyung era ese tipo de lobo que siempre agradecía un poco de apoyo en los momentos complicados.
Para Jungkook no estaba siendo fácil, percibir las marcas alrededor del cuello del hijo de los Kim incendiaba por completo su interior y provocaba que su lobo se revolviera. Sin embargo trató de mantenerse tranquilo, evitando que su aroma natural pudiese agriarse en consecuencia de su enfado y malestar.
Trató de hacerlo, mas sus intentos fueron en vano a medida que los segundos pasaban y sus manos se veían obligadas a repasar una vez tras otra las marcas con forma de dedos que se encontraban en el cuello de Taehyung. Jungkook no recordaba haberse sentido tan severamente impotente en años, era una sensación horrible y hacía que el pecho le doliera cada vez que sus ojos se posaban sobre las magulladuras que el norteño había sufrido.
-Antes mencionaste que no pondrán a cargo de ese alfa a un lobo que quiera darle un puñetazo… ¿Crees que Hoseok no quiere hacerlo? - Jungkook vaciló antes de seguir hablando. - Vosotros dos fuisteis pareja, probablemente sienta aprecio por ti. Un puñetazo es lo mínimo que merece…
Lo que por supuesto no dijo es que él sentía aprecio por el hijo de los Kim incluso cuando se conocían desde poco tiempo atrás. Quería pegarle un puñetazo a ese maldito alfa, quizás incluso algo más. Probablemente el deseo de ansiar que ese idiota se pusiera sobre sus rodillas y le pidiese disculpas a Taehyung fuese algo motivado por los rastros de su celo y ese extraño apego que su lobo sentía hacia el del hijo de los Kim. Con todo, todavía ansiaba que este recibiera una adecuada disculpa por parte del alfa que le había causado daños. Era lo de menos.
-Hoseok es demasiado responsable como para dejarse llevar por sus sentimientos y de hecho tampoco quiero que haga algo así. Si me preguntas, creo que ese lobo está sufriendo mucho más que nosotros. - Taehyung relamió sus labios, apreciando la manera en la que el tacto de Jungkook se volvía suave sobre la piel de su cuello mientras estiraba el ungüento sobre cada una de las zonas lastimadas. Una y otra vez, asegurándose de cubrir cada zona con un cuidado y delicadeza poco comunes en este. - Esto es solo una lección de vida. La próxima vez que quiera ayudar a alguien, me aseguraré de que ese alguien no quiere verme muerto. O al menos preguntaré si quiere mi ayuda antes de darla.
Jungkook gruñó en respuesta. Los dedos de su mano derecha se desplazaron por el cuello del hijo de los Kim hasta llegar a las clavículas de este, sus pupilas estaban fijas sobre cada rastro de moratones que se extendía por esa piel que horas atrás había estado perfectamente sana.
-Jungkook. - Taehyung posó su mano sobre la del sureño, consciente de que había una enorme telaraña de pensamientos causando que la mirada del alfa que conocía se sintiera más tormentosa de lo normal. - Respira.
-Estoy respirando perfectamente.
El norteño negó levemente, sin apartar su toque del contrario mientras lo invitaba a llevar la mano lejos de las marcas que se extendían sobre su cuello. En cuanto lo logró, permitió que sus dedos atrapasen los del contrario en un mero intento por aportarle algo de tranquilidad. Su aroma fluyó casi como un instinto natural hasta envolverlos a ambos.
-Respira de la manera en la que lo haces habitualmente, puedo notar que te sientes enfadado y no me gusta ser el responsable de…
-No lo eres. Tú no lo eres.
Los dos se mantuvieron en silencio después de esa corta charla y Jungkook usó la mano libre para volver a extender el ungüento necesario sobre las heridas del hijo de los Kim. Sí, tal vez era bastante obvio que tanto él como su lobo estaban enfadados por el sustancial detalle de haber permitido que alguien llegase a lastimar a Taehyung y saliera prácticamente impune. Sin importar cuánto estuviese tratando de ocultar lo que realmente sentía.
El hijo de los Kim no pudo hacer otra cosa que tolerar que el contrario continuara curándolo hasta que el humor normal de este pareció comenzar a restablecerse.
-Estoy bien. - susurró. - Pareces demasiado preocupado por un alfa que debería haberse defendido a sí mismo.
Jungkook solo pudo dar un paso hacia delante hasta que su frente logró apoyarse contra la del norteño. Ese tonto alfa que había soltado las manos de un prisionero con la idea de curarlo y ayudarlo, era también el alfa que estaba logrando que en su cuerpo se establecieran sentimientos y sensaciones que incluso si no parecían correctas no lograba obligarse a detener.
-Callate.
Solo una palabra, Jungkook se apoyó en esa orden antes de atreverse a besar los labios de Taehyung sin la excusa de un celo demasiado fuerte de por medio, porque a pesar de que sentía todavía la reminiscencia de este, las sensaciones del mismo habían desaparecido casi completamente tras los sucesos de ese día. Su boca cubrió la del contrario y gimoteó con gusto en el instante en el que el sabor de las frambuesas llenó sus papilas gustativas en el preciso segundo en el que las lenguas de ambos comenzaron una pelea por el control que gustosamente cedió.
Le gustaba ser besado más de lo que le gustaba besar. Al menos si se trataba de Kim Taehyung. Así que decidió que por esa vez estaba perfectamente bien dejarse llevar por los deseos que siempre se obligaba a esconder sobre la enorme capa de responsabilidad que ser un alfa Jeon suponía para su vida. Jungkook también decidió que esa noche podría ser besado por el hijo de los Kim en la forma que le gustaba sin sentirse mal después, porque tras haber visto los ojos del norteño tornarse cansados y por supuesto posteriormente de tener que enfrentarse a la imagen de este siendo ahogado hasta casi desfallecer… Ahora, sencillamente ya no podía afirmar sin dudas que le importaba poco no volver a sentir el sabor a frutos del bosque en la boca de Tae o la suavidad de la lengua de este contra la suya cuando se besaban.
Así que sus manos se posaron contra el pecho desnudo de Taehyung y su cintura se coló entre la piernas del mismo mientras sentía como las grandes manos del alfa norteño sujetaban su barbilla sin demasiada fuerza, solo la suficiente como para indicarle la postura que le gustaba mantener. Demandante y solidario a la par.
-Taehyung… - Jungkook suspiró, siendo prontamente callado por un nuevo beso que logró agitar todo su cuerpo. Podía percibir el cosquilleo de su lobo sintiéndose feliz y recorriéndolo desde los pies hasta la cabeza. Lo mareaba y lo llenaba de placer a la vez.
-Espero que no salgas corriendo después de esto.
-Yo…
Las palabras de Jungkook murieron en un gemido ronco cuando los labios de Taehyung fueron hasta su cuello y mordieron levemente sobre una zona que un alfa nunca debería atreverse a tocar en otro alfa. Sus colmillos no se hundieron, aunque lo cierto es que por algunos segundos Jeon sintió la inexplicable necesidad de que lo hicieran para recibir gustosamente al lobo ante él como su pareja.
Era una idea tan descabellada y fuera de lugar que incluso lo hizo sentirse mareado. El toque, olor y calidez de Kim Taehyung se sentían tan familiares como si los dos llevasen conociéndose desde la infancia. Ni siquiera había pasado la mitad del verano, pero ese norteño de alguna manera se hizo con la totalidad de su atención rápidamente. Ya fuese mientras debatían, discutían o hacían lo que en ese instante estaban haciendo, Jungkook cada vez encontraba más difícil la idea de ignorar el revoltijo de emociones nuevas que él derramaba sobre su persona.
Taehyung. Ese alfa era diferente a todos los que había conocido antes, tanto como para lograr que un beso entre lobos de la misma clase se sintiese casi tan bien, o incluso mejor, que aquellos que había compartido con los omegas más bonitos.
-No lo haré. - Jungkook posó las manos sobre los hombros de Taehyung y acarició la piel tibia de este mientras movía su tacto hasta el centro de su espalda.
-Es bueno saberlo, este lobo necesita un poco de consuelo hoy. ¿Puedo tener tus labios por algunos minutos?
Jeon Jungkook, el alfa que había sido enseñado durante años a respetar las tradiciones de su familia y quien siempre estaba dispuesto a presumir de su clan, asintió. Lo hizo sin tan siquiera dudarlo por un solo instante, tan hambriento como extasiado por la idea de poder disfrutar de nuevo del suave roce de sus bocas unidas.
-Puedes tenerlos.
El norteño se limitó a asentir con confianza mientras su toque abandonaba la barbilla del sureño para ir hacia la cintura de este y jalarlo hacia sí. En esa ocasión, cuando sus bocas volvieron a encontrarse, todo pareció estar repleto de un tono mucho más armonioso y correcto.
Sin arrepentimientos.
Sin miedo.
Sin la idea de que el hecho de que sus bocas supieran tan sumamente bien, era algo anormal e inadecuado.
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Hii!!
Es un capítulo más corto de lo habitual pero no he tenido mucho tiempo estos días. Espero que lo hayáis disfrutado de todas formas.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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