Capítulo 28

“Quieres tomar un trago de esa tierra prometida, tienes que limpiar la suciedad de tus manos. Con cuidado hijo, tienes planes de soñador pero te resulta difícil mantenerte en pie. Soldado, sigue marchando. La cabeza gacha hasta que el trabajo este hecho, esperando en el sol de la mañana. Soldado, sigue marchando. Tranquilo, ahora despertarás a la bestia así que oculta tu alma lejos de su alcance. Estremécete en este ritmo roto, oscuro en el calor.”

-Soldier
(Tommee Profitt, Fleurie, Mellen Gi)





Jungkook mantuvo sus ojos sobre el lobo situado ante él mientras Taehyung continuaba analizando las heridas que ese alfa se había provocado a sí mismo. El sureño recordaba la sinceridad en la forma de hablar del prisionero cuando les dijo que su manada había sido atacada primero, sin embargo también era consciente de que las pocas palabras dichas por este estaban cargadas de una ira fácilmente perceptible.

-¿Por cuánto tiempo necesitas seguir revisándolo? Deberíamos atarlo hasta que Hoseok regrese con las plantas que le has pedido.

Era un enorme riesgo haber desatado las cuerdas incluso cuando el lobo se encontraba sedado. Así que si bien Jungkook era consciente de que no podía darle órdenes concretas a Taehyung porque este sencillamente no parecía estar dispuesto a obedecerlas, todavía estaba en su deber de ejercer como un guardián en el instante en el que una situación de peligro apareciese ante sus ojos.

-Solo estoy analizando la situación, no soy un sanador y en consecuencia necesito tiempo extra. Mi padre me ha enseñado muchas cosas acerca de cómo cuidar enfermedades o cicatrizar heridas pero no recuerdo nada acerca de los motivos que pueden causar que un lobo no se sane a sí mismo. - Taehyung alzó la mirada en la penumbra para encontrar los ojos de Jungkook más cerca de lo que lo habían estado un minuto atrás. - Se ha ocasionado cortes con el constante roce de las cuerdas en las muñecas, puedo entender porque sus manos no han sanado. Sin embargo, sigue teniendo lesiones abiertas en partes de su cuerpo que no han estado en contacto directo con las cuerdas.

-Cansancio.- Jungkook dijo con obviedad.- Uno no necesita ser un sanador para saber eso. Si un guerrero está demasiado cansado o afectado por una situación, su lobo tardará más de lo habitual en comenzar a sanar. Ni siquiera ha podido romper las cuerdas que lo mantienen controlado, no tienes que ser demasiado listo para entender y unir puntos. Está cansado, así que no puede curarse y mucho menos romper unas simples cuerdas. Por muy hábil que Hoseok sea con los nudos, este lobo todavía tendría la suficiente fuerza como para hacer sus ataduras añicos en un solo instante en su estado habitual.

Taehyung asintió, por supuesto que podrían traer la navaja de Ockham a discusión pero él dudaba que se tratase de algo tan simple como el cansancio. El alfa ante sus ojos era bastante más fuerte que ellos dos juntos, si estaba lo suficientemente agotado como para no poder deshacerse de unas simples cuerdas entonces su cansancio probablemente iba mucho más allá de las heridas que algunos guardianes le ocasionaron mientras luchaba.

-Tiene que haber algo más. - insistió.- Más allá de su cansancio, algo le tiene que estar provocando este agotamiento. Si tan solo pudiéramos quitar las tablas de esas malditas ventanas, mi lobo ve bien en la oscuridad pero la luz siempre es un mejor amigo en la tarea de…

Antes de que Taehyung pudiese acabar de hablar las cuerdas que todavía mantenían atado el torso y piernas del prisionero se hicieron jirones en cuestión de un par de segundos como si este hubiera escuchado las palabras de Jungkook de unos segundos atrás. El hijo de los Kim no logró dar un solo gruñido cuando ya tenía un par de manos ensangrentadas alrededor de su cuello y unos ojos iluminados en amarillo brillante fijos sobre los suyos.

Fuerza. Ese animal era fuerte y de repente ya no parecía cansado a juzgar por el modo en el que estaba logrando que el oxígeno le fuese completamente privado al norteño. Taehyung ni siquiera sabía cómo reaccionar. Incluso si sus brazos se movieron hasta el pecho del prisionero para empujar con fuerza, este no dió señales de que sus movimientos le afectaran. Su posición era dura y sus pies se mantenían fuertemente fijos contra el suelo de la vieja cabaña de los Jung sin tambalearse ni por un solo instante, las manos que le rodeaban el cuello no flaqueaban.

Por un instante, Taehyung incluso sintió el miedo atravesar su cuerpo hasta hacerlo temblar levemente. Él también era un alfa fuerte, había recibido entrenamiento por parte de su padre para lograr defenderse ante cualquier posible situación de riesgo y sin embargo no podía hacer que un lobo herido aflojase el toque tan siquiera un poco. No encontraba la manera de librarse de ese desastroso y mortal agarre que le quitaba el oxígeno y continuaba haciéndolo boquear como un pez fuera del agua.

-Suéltalo.

Taehyung pudo escuchar la demandante voz de mando de Jungkook dar una orden clara con enorme seguridad, mas el instante en el que este trató de avanzar un paso fue también el instante en el que las manos alrededor de su cuello apretaron lo suficiente como para hacer que su nariz comenzase a sangrar hasta llenar su boca de un sabor oxidado que le provocó arcadas. Los nudillos y dedos del alfa probablemente ya estaban completamente blancos a esas alturas, la presión que ejercía era tremenda a pesar de su mal estado físico. Todo lo que pudo hacer el norteño fue patear con ganas, mas nuevamente el prisionero no lo soltó ni pareció tambalearse por un solo instante.

Si no podía luchar entonces quizás no debía gastar sus fuerzas en movimientos que no lo llevarían a ninguna parte. Así que Taehyung bajó sus brazos y negó mientras giraba la cabeza hacia Jungkook.

-”No te acerques. Es demasiado fuerte para una sola persona.” - a pesar de que sabía que para Jungkook la comunicación mental era un asunto tan grave como prohibido, Taehyung solo encontró una forma de comunicarse con el sureño mientras su cuello estaba siendo apretado hasta hacerlo sentir sueño. - “Es…

-”Taehyung.” - la voz de Jungkook sonó con fuerza en el interior de su cabeza, obligándolo a abrir los ojos de nuevo. - “¿Crees que podrás aguantar si voy a por refuerzos? ”

¿Aguantar? ¿Cómo se supone que podría aguantar la fuerza de un par de manos como las que ahora tenía alrededor del cuello?

-”No puedo. Imposible.”

Jungkook sintió sus dedos temblar mientras los cerraba en un puño. Solo podía hacer dos cosas, convertirse y correr para conseguir refuerzos o sencillamente convertirse y luchar. La primera de las acciones suponía sacrificar a un alfa norteño con el que había estado conviviendo durante semanas a cambio del bienestar de dos manadas completas, la segunda implicaba muy probablemente acabar esmagado junto a Kim Taehyung y con un prisionero vagando libre por los bosques que se supone que como guardián él debería proteger sobre cualquier otra cosa. Incluso sobre su propia familia.

Jeon Jungkook tendría que haber dudado un poco. Sin embargo no lo hizo, quizás por su cabezonería o puede que por una especie de complejo de héroe que todavía no lograba entender si era parte de su personalidad o si tan solo había aparecido ante una situación tan afilada como aquella. Fuera como fuese, antes de pararse a equilibrar sus opciones su ropa se deshizo en el aire y su lobo corrió contra el alfa que mantenía el cuello de Taehyung aprisionado.

-”Alejate.” - gruñó.

Si bien el tamaño de su alfa no era tan grande como el del hijo de los Kim, todavía sirvió para hacer caer contra la pared en un golpe sordo al prisionero tan pronto como Tae dió un par de pasos atrás sorprendiendo a su adversario. Jungkook solo tomó un segundo de su tiempo para mirar con ojos brillantes al norteño y comprobar que estaba a salvo lejos de las manos que lo habían tomado del cuello con malas intenciones, este tosía de forma continuada mientras acariciaba la zona de su cuello y tragaba aire de manera necesitada.

Las rodillas de Taehyung flaquearon por unos instantes antes de finalmente dejarse caer con las rodillas sobre el polvoriento y ensangrentado suelo de la vieja cabaña. Su mirada era borrosa mientras trataba de recuperar el oxígeno que sus pulmones clamaban por obtener.

-Cu…Cuidado. - el repentino aire quemaba en el interior de su boca. - No…

Jungkook entendió, lo hizo antes siquiera de que Taehyung levantase uno de sus dedos para señalarle al alfa que ahora parecía querer levantarse para atacar nuevamente. Sus dientes no dudaron en morder con fuerza los tobillos de este hasta hacerlo gritar. No se estaba convirtiendo, a pesar del ataque el prisionero no se había convertido y esa era la única cosa buena alrededor de la situación en la que se encontraban.

El alfa misterioso no podía curar sus heridas y tampoco lograba convertirse a esas alturas, incluso cuando todavía tenía fuerzas para prácticamente ahogar a otro alfa con sus manos. Era bueno saber que su lobo no podría salir para defenderse del modo adecuado, les regalaba una ventaja que ninguno de los dos creyó que llegarían a tener contra a un animal como ese que ahora se encontraba nuevamente envuelto en un charco de sangre ante sus miradas.

El celo de Jungkook. Eso también había sido cuestión de suerte, su lobo se encontraba mucho más protector de lo habitual con el hijo de los Kim y el hecho de haber visto a otro alfa tratando de dañar al motivo de que su parte animal le desgarrase el pecho de forma continuada, fue más que suficiente para lograr que su fuerza aumentase hasta ser al menos adecuada para lanzar a un enemigo como ese que ahora parecía nuevamente derrotado contra la pared más cercana.

-”Quédate quieto.” - Jungkook le lanzó una orden a Taehyung que este último ni siquiera se molestó en negar. - “Me encargaré de este alfa hasta que Hoseok regrese y entonces podré salir a por los refuerzos necesarios. Ha cavado su propia tumba hoy.

Oh, Taehyung solo logró asentir. Cuando recuperase las fuerzas quizás podría regresar a su intento de curar las heridas que el alfa misterioso llevaba marcadas por todo su cuerpo, pero de momento todo lo que quería era estabilizarse para poder ayudar. Su fuerte alfa se había hecho pequeño después de haber experimentado en carne propia la imposibilidad de defenderse. Su enorme lobo no servía contra ese que ahora Jungkook vigilaba con ojos atentos y colmillos dispuestos a desgarrar todo fragmento de carne.

Jungkook y Taehyung parecieron respirar con más tranquilidad a la par cuando la puerta de la cabaña se abrió aproximadamente un cuarto de hora después de que Hoseok hubiese salido en busca de las plantas necesarias para realizarle las curas pertinentes a su prisionero. La expresión de este fue completamente evidente, en cuanto sus ojos se abrieron con sorpresa, la lavanda y menta de sus manos cayó en un movimiento seguro contra el suelo antes de ser pateada lejos de la cabaña.

Bien, Kim Taehyung no estaba seguro de cuál era su aspecto en esos instantes pero apostaba a que seguramente fuese lo suficientemente evidente como para provocar que Hoseok entendiera la completa situación que atravesaban con un simple vistazo.

-Estoy bien. - el norteño se forzó a sonreír un poco. Todavía le dolía un poco la zona del cuello que había sido aplastada sin piedad por las manos de ese alfa, pero seguía vivo. - Solo he practicado un poco de acnea. Eso es todo.

Jungkook gruñó desde su posición a unos centímetros de él, haciendo evidente el detalle de que no era un buen momento para tratar de bromear o quitarle importancia a la situación que estaban atravesando. El guardián sureño no bajó su guardia incluso cuando Hoseok atravesó en un par de zancadas la totalidad de la cabaña para arrastrar al prisionero de vuelta a la silla.

-Debería estar dormido. - murmuró con confusión. - El sedante tendría que haberlo mantenido dormido por horas.

Si bien el alfa misterioso parecía estar nuevamente afectado y lleno de dolor, todavía pudo curvar sus labios en un gesto de rabia cuando sintió el modo en el que su cuerpo era rodeado con los rastros de cuerdas que aún podían ser utilizadas después de su intento de huida fallido.

Huida… Taehyung no estaba seguro de si este había tratado de huir o si por lo contrario escapar le importaba muy poco en comparación con lo mucho que ansiaba encontrar venganza por lo que sea que le hubiese ocurrido a su manada. Ese alfa fue directo a su cuello en lugar de lanzarse hacia la puerta de la cabaña.

-¿Es posible que no lo haya tomado? Mencionaste que lo pusiste en su comida, tal vez lo notó y de alguna manera evitó tragarselo. - Jungkook había vuelto a su forma humana tras comprobar que la situación de peligro parecía controlada. Lo hizo con rapidez, seguir demasiado tiempo en su estado lobuno mientras el celo pinchaba algunas partes de su cuerpo sería demasiado arriesgado.

-Yo… Pude moverlo hasta la cabaña por mí mismo, si este lobo me hubiese querido atacar o escapar lo habría hecho con facilidad durante el traslado. No es posible que no haya tomado el sedante, no encuadraría en ningún aspecto con sus acciones. - Hoseok frunció el ceño, la puerta de la cabaña todavía seguía abierta y la suave brisa del atardecer veraniego arrastraba lejos de la entrada las plantas que este había recogido con cuidado y que ahora deseaba mantener completamente lejos. No habría una ayuda extra para la sanación de las heridas de ese alfa si este se empeñaba en seguir atacando de forma indiscriminada a todos aquellos que se atravesaban en su camino. Podría sonar egoísta, pero también era la fórmula más sencilla para mantenerlo agotado y tranquilo mientras buscaban respuestas para solucionar la situación a la que se enfrentaban. - No lo sé. No entiendo nada. Yo…

-No eres el único. - Jungkook mencionó mientras se dejaba caer a un lado de Taehyung para inspeccionarlo. Sin importar el hecho de que tras su urgente transformación se hubiera quedado sin ropa, el sureño llevó las manos hasta el borde del cuello de la camiseta del hijo de los Kim. - Si hubiera sabido que podría despertar tan pronto no hubiese permitido de ninguna manera que Taehyung tomase el riesgo de desatar sus manos para curarlo. Mira esto, ha dejado moretones por todo su cuello. Maldita sea.

Taehyung negó con la cabeza, notando una vez más el modo en el que el humor de Jungkook se tornaba ácido debido al celo.

-Estoy bien. No soy un lobo débil que debe ser rescatado, los moretones pueden curarse y el dolor también se irá pronto.

Jungkook bufó antes de dejar ir la tela de la camiseta de Taehyung y llevó una mano hacia la sangre de este que resbalaba sobre sus labios para tratar de eliminarla. Por un solo instante había llegado a pensar que esa sería su última vez pudiendo ver brillar los ojos del hijo de los Kim, la simple idea lograba que sus manos temblaran.

-No eres un lobo débil pero has comprobado que si se trata de ese estúpido alfa podemos ser aplastados sin demasiados problemas.

Taehyung solo sonrió mientras dejaba caer su cabeza contra una de las polvorientas paredes de la cabaña y suspiraba, su cabello impregnandose de suciedad allí donde las gotas de sudor habían humedecido los mechones desordenados. Cerró los ojos dejándose llevar por el cansancio que la situación le había provocado y estiró una de sus manos hacia la de Jungkook, entonces apretó alrededor de los dedos de este. Agradeciendo sin palabras el importante hecho de que sus acciones le permitieran seguir respirando. Si el guardián sureño no hubiera arriesgado a su propio lobo para lanzarse en contra del enemigo, su suerte no habría sido tanta.

-Gracias, Jungkook. - susurró.

Jungkook dejó que sus ojos vagaran sobre el perfil de Taehyung, las marcas de manos eran claras sobre la piel del cuello de este a pesar de la penumbra de la cabaña que solo era interferida por el sol que se colaba a través de la puerta abierta. La sangre de su nariz se había detenido a esas alturas pero todavía manchaba la piel de su cara y resbalaba desde sus labios hasta su barbilla para finalmente precipitarse en un goteo que sonaba estruendoso en los oídos del guardián sureño.

No respondió, Jungkook no podía hacerlo mientras su corazón estallaba dentro de su pecho con ansiedad. Así que se limitó a mantener su agarre fuerte, entrelazando los dedos de su mano izquierda con la del norteño.

-”No agradezcas.” - y quizás por esa vez estaba bien romper las normas de su manada para hablar sin necesidad de usar sus cuerdas vocales. - “Era eso o dejarte morir.”

-”Podrías haber salido gravemente herido…”

-”Podrían haber pasado muchas cosas pero eso es algo que ya no importa. Seguimos respirando.”

Taehyung abrió tan solo uno de sus ojos y sonrió con más amplitud al percibir que la mirada iluminada de Jungkook estaba completamente atenta a sus movimientos.

-”Sí, seguimos respirando.”

Cuando la noche llegó y tras obtener algunas prendas de Hoseok que este se había encargado de llevarle hasta la cabaña, Jungkook recorrió la zona exterior del boscoso lugar en el que se situaba la vieja construcción de los Jung y llegó hasta uno de los cortafuegos más cercanos. Su teléfono parecía inservible en su mano debido a la escasez de cobertura, sin embargo no fue necesario que marcase el número de su prima pues el olor de esta le predijo que su presencia se encontraba cerca.

Unos minutos después de captar la esencia del aroma familiar en el aire, la presencia de siete lobos logró hacerlo respingar. Si bien le había pedido a Joy que mantuviese los hechos entre las personas de su total confianza hasta que supieran qué estaba sucediendo concretamente y lograsen hallar algunas pruebas que sostuviesen las teorías al respecto, no podía culparla por decidir enfrentarse a esa situación con la protección necesaria. Después de todo, Yook Sungjae y su prima eran las dos personas hacia las que probablemente el prisionero sintiese mayor cantidad de rencor. Líderes de quien sea que había atacado la manada de este, ya fuese culpa del norte o del sur. Después de todo, se suponía que ahora eran un solo clan y una sola manada.

Los padres de Taehyung caminaban unos pasos por detrás del líder norteño junto a su guardia personal. Dos guardianes más imitaban la misma formación a solo un paso de su prima, creando una especie de barrera hacia cualquiera que se atreviera a cometer la insensatez de acercarse sin permiso.

-Jungkook. - la voz de Joy sonó preocupada en medio de la noche silenciosa. - ¿Qué es lo que está ocurriendo? Necesito que seas claro en los detalles de lo que enfrentamos.

Bien, él había tratado de ser claro horas atrás pero la mala comunicación por la falta de cobertura de su teléfono y el más que importante detalle de que en realidad no tenían demasiada información del prisionero, eran factores extremadamente importantes en el hecho de que no había logrado llegar a serlo.

-Venid primero. - su voz sonó en un susurro. - Ahora está tranquilo pero hemos tenido problemas durante la tarde. - los ojos de Jungkook buscaron la mirada de los padres de Taehyung, no comprendía plenamente el motivo por el que ambos se encontraban junto a los líderes de la manada pero sentía que ocultar lo que había sucedido sería una idiotez teniendo en cuenta que estos se encontrarían con la imagen de su hijo con un cuello amoratado en el instante en el que llegasen a la cabaña. - Ha atacado a Taehyung, pude detenerlo a tiempo pero es un alfa fuerte que no parece querer rendirse en su empeño de tomar venganza ante quién sea que haya causado daños a su manada. Se supone que estaba sedado, Jung jura haber comprobado ese hecho pero de todos modos el lobo logró despertar mucho antes de lo que cualquiera de nosotros se hubiese esperado.

Al contrario de lo que Jungkook imaginó, los padres de Taehyung no reaccionaron de forma exagerada o lo culparon incluso cuando sus pupilas se tiñeron de preocupación y los tatuajes de sus cuellos brillaron en la oscuridad de la noche casi a la par.

-Joy nos ha explicado lo poco que ha logrado entender después de tu llamada. - indicó Seokjin. - Si es un lobo de las tribus del norte de la montaña podré ayudar en la tarea de reconocerlo. Hace muchos años desde que no me cruzo con uno de ellos, pero todavía recuerdo las características de su territorio y creencias tras haber ayudado a curar lesiones y enfermedades difíciles de sobrellevar cuando la última purga provocó el ingreso de infinidad de lobos en sus territorios.

Así que ese era el motivo por el que Kim Seokjin caminaba cerca de Yook Sungjae a pesar de no ser un guardia.

-No responde a nuestras preguntas. ¿Cómo…

-Jin tiene sus métodos. Hay plantas que pueden ayudar a que hable, solo necesita un poco de tiempo y si la suerte está de nuestro lado el lobo de ese alfa se calmará lo suficiente como para dejarse hacer.

El líder Yook asintió cuando Jungkook los observó con curiosidad. Los norteños no usaban la violencia en sus interrogatorios y presumían de poder dialogar, pero por algún motivo no parecían negarse a la idea de drogar a un lobo para hacerle hablar. No tenía idea de cuál de las dos cosas podría ser considerada peor, sin embargo decidió seguir su camino hacia la cabaña sin decir una sola palabra de más.

No era su asunto. Ahora todo lo que envolvía al misterioso alfa quedaría sobre las manos de quién debió haber estado desde el inicio. Si los líderes permitían que Hoseok tomase la responsabilidad de encargarse del mismo o no, tampoco era algo en lo que él podría meterse más allá de aportar algunas opiniones.

Taehyung esperaba sentado sobre las piedras planas que formaban escaleras a la entrada de la cabaña, el flequillo le resbalaba sobre los ojos mientras una de sus manos masajeaba las zonas de su cuello que probablemente todavía dolían incluso después de haber usado en sí mismo la lavanda y menta que inicialmente estaba destinada al prisionero. Cuando notó los olores de sus padres, todo su cuerpo se llenó de tensión. ¿Estaba en un lío?

-Entraré primero y solo. - Seokjin habló con tranquilidad, dándole una mirada tranquilizadora a su hijo en el instante en el que lo percibió cerca. - Le daré un sedante de mayor intensidad si es necesario. Dile a Hoseok que salga.

El hijo de los Kim miró de sus padres a Jungkook con confusión. Se suponía que solo los líderes tenían que saber lo que estaba pasando con aquel lobo, había sido el propio Jungkook quien había decidido proceder de esa forma para evitar rumores y malentendidos.

-Qué se supone…

Jungkook negó hacia él, haciéndole saber que no necesitaba preguntar nada y que todo lo que estaba pasando ante sus ojos debía ser exactamente del modo en el que lo estaba siendo.

-Iré a por Hoseok. Deberías ir a casa y descansar, no me gusta el aspecto de esa herida hijo. - el señor Kim asintió tras escuchar la petición de su esposo y se tomó unos segundos para dedicarle un abrazo a Taehyung. - Usa alguno de los ungüentos que tenemos en la despensa y duerme.

Namjoon no dudó por ni por un solo instante en adentrarse en la cabaña que ahora se encontraba iluminada con un lento fuego que funcionaba de iluminación y tortura por igual. Tras haberse asegurado de que su hijo asentía obedientemente, sus pasos se perdieron en el interior de aquella estancia y Hoseok solo tuvo la oportunidad de protestar una vez antes de asentir ante las órdenes que el jefe de guardianes del norte le estaba dedicando.

-Jin. - Namjoon habló con la voz tranquila. - Ten cuidado, no vayas más allá de lo necesario y no lo empujes a responder las cuestiones más complicadas. Solo es el primer intento y está definitivamente herido de gravedad. Si queremos obtener información útil es necesario que se mantenga respirando.

-Lo tendré. Soy un sanador, nunca daño a las personas.

La caída de la noche había hecho el ambiente más fresco, pero el fuego encendido de la chimenea continuaba haciendo de la vieja construcción un infierno en el que respirar resultaba casi imposible. Sin que eso pareciera importarle lo más mínimo, el señor Kim dedicó horas a su inspección solitaria del prisionero. Ni siquiera permitiendo que su esposo asomase el hocico para curiosear en el proceso de su riguroso interrogatorio.

Taehyung ya mantenía su cabeza inclinada sobre el hombro de Jungkook y las piernas estiradas sobre la tierra del bosque cuando finalmente la puerta de la cabaña se abrió y todos los presentes se levantaron a la par, expectantes por la posibilidad de respuestas.

-De momento… - Jin habló. - Necesita una habitación limpia para traer la vida o despedirla, está en cinta.








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Hii!!!

Nuevo miércoles y nuevo capítulo que de verás espero que os guste. Personalmente este es uno de esos que he disfrutado escribiendo.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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