Capítulo 10
“No temblaré. No voy a temblar. Estoy hecho de piedra, no me rompo. (...) No voy a renunciar, no retrocederé. Nací preparado.”
-Born Ready
(Zayde Wolf)
☾
Jungkook podía percibir el olor de Kim Taehyung más agrio de lo normal. A juzgar por el modo en el que este se movía alrededor de la cocina de la casa esa mañana, también podía afirmar que el enfado de la madrugada seguía completamente presente en este.
O quizás se debiese a las altas temperaturas de la ola de calor que estaría presente hasta el fin de esa misma semana, Jungkook podía afirmar que era algo irritable el hecho de comenzar a sudar incluso por el simple hecho de masticar una tostada. Las blancas cortinas de la estancia no se movían como en otras ocasiones, ni una sola gota de brisa aliviaba la continua sensación veraniega tan típica de su territorio.
-Taehyung. - el señor Kim se acercó a su hijo con el ceño fruncido y apoyó la mano contra la nuca de este. Sus palabras fueron un susurro, pero el oído de un alfa Jeon era lo suficientemente ágil como para escuchar el sonido de pisadas de lobos a varios kilómetros de distancia. Su entrenamiento conllevaba mucho más que solo golpes o mordidas, él había estado aprendiendo a escuchar aquello que envolvía su entorno desde que pudo aullar por primera vez. Lograr que su tímpano pudiera captar algunos susurros, era en realidad pan comido. - Tal vez necesitas volver al norte por unas horas, estoy seguro de que eso le ayudará un poco a tu lobo. Toda esa ira está afectandome, ahora que tu ceremonia de mayoría de edad se encuentra tan cerca tu alfa está alcanzando su máximo potencial y aunque sigues creciendo es difícil lidiar con ello cuando los sentimientos que emanas son negativos. Sabemos que tu lobo es fuerte y que lo será mucho más en unos meses, pero tienes que convivir del modo adecuado con él o de lo contrario acabarás viviendo a través de este por el resto de tus días.
Jungkook se preguntó en silencio cómo sería Kim Taehyung cuando su lobo alcanzase la maximidad de su poder, había visto al alfa antes y en consecuencia sabía que el tamaño de este era de por sí más grande que el de los lobos sureños. Sin embargo los Kim e incluso Jimin, no paraban de decir que Taehyung estaba creciendo.
Era un mantra que se repetía cada vez que el chico se enfadaba o mostraba algún signo de frustración, todos ellos parecían darle gran importancia al detalle de que Taehyung se encontraba atravesando la última etapa antes de que el lobo norteño llegase a su mayoría de edad.
-Es un momento importante. - Namjoon sorbió un poco de café a su lado y clavó los ojos sobre él. Jungkook casi se sintió avergonzado, estaba seguro de que el jefe de guardianes del norte había percibido su irrespetuosa manía de captar las conversaciones cercanas. - En el norte los lobos pasan por una gran ceremonia cuando cumplen veinte años, durante esa etapa aprenden a convivir con su lobo y dejan que este les muestre cada parte de su poder real. Es por eso que algunos chicos empiezan a ser más sensibles de lo normal cuando el instante se acerca, el alfa de Taehyung está tratando de empujarlo para que le permita llevar el control.
Jungkook asintió, incluso sin entender bien lo que el señor Kim estaba tratando de decirle. Aprender a mantener a sus lobos por debajo de su parte humana era un importante proceso que definía el modo de vida sano entre animal y persona.
-¿No se supone que todos nosotros aprendemos a controlar esos instintos de nuestros lobos cuando solo somos unos niños? - y así era en el sur al menos. Jungkook no podría olvidar jamás la intensidad con la que su abuelo le había advertido acerca de permitir que su lobo se hiciera con la suya con demasiada frecuencia. Los deseos de la parte animal formaban parte de ellos, pero siempre en menor medida mientras quisieran tener el más mínimo poder de decisión sobre sus propias acciones.
Si dejaba que su lobo se acostumbrase a tomar el control de su vida, entonces él se convertiría en puro instinto animal. Perdería hasta la más mínima pizca de humanidad.
-Y es así en el sur. - respondió Namjoon mientras sonreía. - En el norte no aprenden a controlar, sino a convivir. Los norteños escuchan a su lobo y se podría decir que sus personalidades están formadas alrededor de las características de estos, en la gran mayoría de ocasiones. Hay cierto control del humano sobre el animal, de otra forma la persona se perdería por completo pero todo está medido con sumo cuidado. - el señor Kim alcanzó un poco de azúcar antes de continuar hablando. - Ese es el motivo por el que Yook Sungjae está enfermando, siempre ha convivido con su lobo y sus decisiones han funcionado en consonancia con lo que el humano y el animal deseaban. Ahora debe controlarlo más que nunca, porque su lobo quiere regresar al norte pero él no puede permitirse ceder y regresar. Es su omega lo que lo está matando, se está revelando en contra de la decisión de quedarse que Sungjae ha tomado. - Namjoon hizo una pausa. - Y a la par, nuestro líder también se encuentra sacrificando a su lobo. Si su omega se revela de ese modo es porque siente dolor al estar en un territorio tan diferente del que ama y conoce. Y los Yook tienden a escuchar mucho los sentimientos que provienen de su esencia más animal.
-Entiendo. - murmuró. - Entonces… ¿Yook Sungjae morirá si se queda?
Namjoon dudó antes de hablar, sus ojos se posaron sobre su pareja y Taehyung antes de volver a Jungkook.
-No. - suspiró. - Yook Sungjae es fuerte a pesar de su condición de omega, su poder mental es mucho más intenso que el de la mayoría de lobos de nuestra manada. Su fuerza física puede no ser increíble, pero sabe qué decisiones tomar. A estas alturas él podría dejar que su lobo muera para que el humano sobreviva y el pacto se mantenga, tan solo si eso realmente implica la paz para su gente.
A Jeon Jungkook le hubiera encantado atreverse a preguntar acerca de todo lo que el señor Kim le estaba contando, pero sabía que aquello se encontraba lejos de lo que su padre esperaba de él. La manada del norte continuaba siendo un gran misterio para los lobos sureños, de la misma manera en la que estos continuaban siendo los lobos con los que pelearon durante siglos y los mismos que les negaron el asilo durante el gran incendio. Como un miembro de la realeza, Jeon estaba dispuesto a perdonar pero jamás a olvidar el sufrimiento por el que había pasado su gente. Porque los sureños eran su pueblo, uno al que había prometido proteger incluso con su vida si era necesario.
Aunque en cierto modo podía entender la decisión de su prima al ordenar que los guardianes de ambas manadas debían aprender de las tradiciones del sur y del norte a través del trabajo mutuo para obtener conocimientos objetivos. Todavía creía que era algo destinado al fracaso.
-Jungkook. - Kim Seokjin le sonrió, con una taza de infusión de acacias en la mano repleta de hielo. El padre de Taehyung siempre le dejaba saber un poco acerca de la cantidad de elementos naturales que usaba en su cocina, así que ahora Jungkook era consciente de que la bebida que el hombre sostenía estaba destinada a suavizar el dolor de garganta o la tos. - Mis hierbas están mermando desde que nos hemos mudado y creo que acompañar a Taehyung al norte te podrá ayudar a conocer más sobre mi territorio. Te he enseñado un poco, pero aprenderás mucho más recogiendo por tí mismo flores y plantas que más tarde podré preparar a tu lado.
-Es parte de la tradición culinaria de los Yook. - Namjoon le dió un leve golpecito sobre el hombro. - Es importante, los guardianes del norte sabemos acerca de la aplicación de flores y plantas sobre heridas o envenenamientos. Te servirá.
-Mi hijo irá esta tarde, ¿te gustaría acompañarlo? - añadió Seokjin mientras se sentaba al lado de su pareja.
Jungkook miró a Taehyung, los ojos del hijo de los Kim le gritaban que se negase. Sin embargo, él asintió con una sonrisa traviesa asomándose a sus labios. Podría aprender, pero juraba que su lobo estaba entusiasmado por el simple detalle de obtener la oportunidad de retar a un alfa como el hijo de los Kim.
Uno tan fuerte como el suyo después de gran cantidad de años venciendo a cada lobo de su edad y rango dentro del territorio que comprendía la manada Jeon.
-Claro, creo que puede llegar a ser realmente instructivo. - respondió.
-De todos los malditos días del año… - Taehyung continuó su camino hacia la frontera del río y se deshizo de sus zapatillas de deporte para no mojarlas. - Papá ha decidido enviarme a por hierbas cuando las temperaturas hacen que mi lobo quiera lloriquear.
Jungkook se limitó a sonreír, escondiendo las manos en los bolsillos de sus jeans rasgados mientras observaba la manera en la que el hijo de los Kim trataba de acortar el camino metiéndose hasta las rodillas en el río que partía en dos la montaña.
Los dos habían caminado por al menos quince minutos desde su cabaña hasta llegar a una zona en la que el caudal fuese moderado, sin embargo en los primeros meses del verano el río se llenaba de agua fresca que manaba desde las zonas más altas de la montaña. Era un lugar repleto de vida, quizás porque ninguno de los clanes se había declarado nunca como dueño de una zona que marcaba la frontera entre dos territorios y por lo tanto se consideraba potencialmente peligroso.
-¿Puedes aclararme por qué no os gusta la idea de bañaros en el río a los norteños? Quiero decir, yo también prefiero una enorme playa de arena suave… Pero si realmente la temperatura es tan difícil de sobrellevar para vuestros lobos, el río es la opción más sencilla.
-No hace mucho, el río era una zona considerada de alto riesgo y nuestros guardianes se pasaban los días cerca de este para vigilar la frontera que divide nuestros territorios. Aunque se supone que ya no hay peligro, todos sabemos que pueden aparecer enfrentamientos entre los grupos de lobos de ambas manadas para demostrar quién tiene dominio y quién no sobre las aguas del mismo. Decirle a los norteños que pueden nadar sin problema en una zona que han evitado toda su vida… Llevará tiempo que eso funcione. - Taehyung suspiró, alzando su cabeza hacia el cielo despejado antes de hundir la palma de su mano izquierda en el agua con el objetivo de refrescarse. - A eso se le llama una manera normal de esquivar posibles peleas innecesarias. Para los sureños es rutinario lanzarse a una batalla, para nosotros significa que hemos tratado de solucionar las cosas de muchas formas pero no ha sido posible llegar a ningún lado y entonces el animal dentro de nosotros decide actuar con nuestro permiso. - Kim llevó la mano húmeda hasta su nuca, empapando el pelo levemente ondulado que resbalaba sobre esta. Las gotas de agua limpia brillaron mientras recorrían la piel del cuello del alfa y mojaban levemente su camiseta blanca. - Nuestros puntos de vista son claramente diferentes.
Jungkook se encogió de hombros sin perder la sonrisa, Taehyung estaba tambaleándose un poco debido al movimiento continuo del agua que bajaba por la montaña y sus mejillas se encontraban completamente sumidas en la rojez que las altas temperaturas de la ola de calor le ocasionaban.
-Quizás simplemente no nos paramos a pensar en que podría generarse un conflicto. Hace calor y ahora los dos clanes están unidos simbólicamente, es normal que los lobos de las dos partes decidan darse un baño en el agua fresca de un río que ya no nos separa. La frontera ha desaparecido y hay personas de los dos clanes construyendo un puente mano a mano para unir nuestras manadas.
-¿Olvidas a esos chicos que nos increparon en el arenal? - Taehyung se equilibró sobre una roca y sin mirar atrás continuó su camino. - Los Jeon no pensáis en la posibilidad de conflicto porque creéis que sois los dueños de la totalidad de la montaña. - se giró para cederle la mano. - Vosotros estáis acostumbrados a gruñir con demasiada frecuencia, lo cual explica el motivo por el que la guerra entre sur y norte se ha extendido a lo largo de los siglos a pesar de que nuestros guardianes lejos de iniciar ataques se han limitado desde que tengo memoria a defender nuestras tierras.
Jeon Jungkook solo pudo bufar mientras notaba la forma en la que el agua fresca mojaba la tela de sus pantalones hasta más arriba de las rodillas. Estiró su mano y envolvió la muñeca del contrario, aceptando la ayuda para posar sus pies sobre algunas de las rocas resbaladizas que se encontraban a mitad de camino. Le llevó un par de segundos encontrar el equilibrio mientras se colocaba detrás de Kim.
-Eres injusto, no conoces a toda mi manada y Cha Eunwoo no es el mejor ejemplo para formar una idea de quiénes somos. - protestó. - La mayoría de los sureños de hecho somos pacíficos, solo respondemos de manera violenta cuando nos sentimos amenazados o en peligro. - tras equilibrarse, Jungkook dejó ir el toque fresco del norteño, dió un paso adelante hasta encontrarse a la misma altura que Taehyung y se mantuvo quieto, mirando al hijo de los Kim a los ojos mientras parloteaba. - Lo cual… responde a nuestro instinto animal. ¿No habláis siempre los norteños acerca de convivir con vuestros lobos? Pues mi lobo suele ponerse furioso cuando algún olor desconocido y potencialmente peligroso aparece cerca de mi hocico en un lugar que no corresponde. También puedes llamarle acto reflejo, usa las palabras que prefieras.
-Acto reflejo… - Taehyung arrastró las palabras con una pequeña sonrisa brotando de sus labios y extendió la mano para pellizcar la mano derecha del otro alfa.- Un acto reflejo es apartar la mano del fuego, no morder la yugular de un lobo que huele diferente a lo que estás acostumbrado.
Jeon bufó haciendo rodar sus ojos, era consciente de que discutir con Taehyung siempre lo llevaba a puntos sin retorno. Los dos tenían razón a su manera, porque los dos habían recibido una educación muy diferente por parte de sus senex.
-Solo cruza. Llegaremos mucho antes si evitamos las discusiones innecesarias. - el alfa Jeon se adelantó a Taehyung, saltando al agua y recorriendo el tramo final del río sin que el hecho de que esta le llegase a la cintura le molestase demasiado. - ¿Qué hierbas necesita tu padre? Solo puedo reconocer algunas.
Taehyung observó las acciones del contrario desde su roca, en realidad era absurdo continuar su camino buscando la manera de no mojarse demasiado. Con las altas temperaturas de ese verano, su ropa probablemente se secaría pronto y la humedad le aliviaría esa asquerosa sensación de estar siendo abrasado por el sol que se mantenía brillando en el punto más alto del cielo.
Solo eran las doce de la mañana, sin duda la peor hora para decidirse a buscar hierbas en el medio del monte.
-Iremos a por las plantas y flores que están cerca del lago, de esa forma podremos evitar los puntos de calor más notables. - mencionó, imitando los movimientos de Jungkook y dejando salir un sonido de alivio cuando el agua fresca del río lo cubrió hasta el ombligo. - Por el camino podremos encontrar muchas de las cosas que mi padre necesita.
Aunque Taehyung no estaba del todo seguro acerca de la urgencia de su padre por obtener plantas y hierbas, de hecho sabía que este había trasladado gran cantidad de tarros durante su mudanza. Él mismo se encargó de ayudarle a preparar semilleros y macetas para comenzar un huerto propio en la nueva casa como el que solían tener en el norte.
La única explicación a la urgencia que este había mostrado era que definitivamente el enfado de su lobo estuviera creando una mala atmósfera en el interior de su hogar. Aquello lo hacía sentirse culpable, no había encontrado todavía a ningún otro lobo que provocase al suyo tanto como el de Jeon Jungkook. El chico solo había dado una opinión en función de lo que llevaba aprendiendo toda su vida, sin embargo Taehyung había encontrado sus palabras un tanto irritantes.
-Bien. ¿Alguna cosa en concreto en la que tenga que fijarme mientras avanzamos hacia el lago?
Jungkook apoyó su espalda contra uno de los manzanos que cubrían la frontera del norte, sus ojos miraron con curiosidad esas frutas rojizas que tantas veces había observado con gran interés desde lejos cuando era pequeño. Las mismas a las que su padre solía caracterizar como trampas del diablo.
-Acacias, lavanda, mugunghwa (rosa de siria), hinojo y tomillo. - Taehyung pareció recordar algo de forma repentina a juzgar por la expresión de su rostro. - Papá tenía un huerto detrás de nuestra casa, siempre me hacia ayudarle para aprender a distinguir las especies y sus usos medicinales. Quizás las plantas sigan bien, solo han pasado unas semanas desde que nos mudamos y juraría que la llave de repuesto sigue enterrada a un costado de los abedules de la entrada.
-¿Cambiaremos de ruta? - Jungkook alzó su mano y pies lo suficiente para lograr obtener un par de manzanas rojas. Su boca se estaba haciendo agua por la necesidad de probarlas, habían sido años y años de curiosidad acerca de estas.
Incluso si en ocasiones pudo verlas en las enormes plataformas de mercancía que los humanos frecuentaban, todavía le parecían algo prohibido. Nunca antes había tenido la certeza de que podía morderlas sin problema.
Y había otro detalle, las manzanas rojas de los humanos no eran las manzanas rojas del norte. Ese territorio en el que sus patas nunca habían podido enterrarse hasta el presente.
-Aja. - Tae dió un pequeño salto para llegar hasta el camino de hierba que bordeaba el río y se estabilizó frente a Jungkook. - Vamos a mi casa. Mi verdadera casa.
Taehyung se sacudió algunas hojas del cabello antes de alcanzar la ropa que había portado entre sus dientes mientras se encontraba en forma lobuna. A su lado, Jeon Jungkook sacudía su camiseta negra y estiraba sus brazos para ponersela logrando que sin tan siquiera pretenderlo los músculos dorsales y oblicuos de su espalda destacasen.
Era curiosa la forma en la que aquel muchacho parecía más grande que él en su forma humana pero se tornaba diminuto cuando ambos dejaban que sus alfas corrieran libres uno al lado del otro.
-¿Te resulto interesante, Kim? - Jungkook sonrió, girándose mientras abrochaba su cinturón negro alrededor de la tela vaquera de sus jeans.
-Me resulta interesante que todos esos músculos no se vean reflejados en el tamaño de tu lobo. - Taehyung no pudo evitar una carcajada mientras comenzaba a caminar hacia su casa. El vecindario en el que solía vivir se podía percibir a solo unos cuantos pasos, las casas de los guardianes que un día estuvieron repletas de vida y amigos, ahora parecían encontrarse vacías y apagadas por la falta de personas. - Quizás los Jeon necesitan unas cuantas lecciones de los Yook con respecto a la forma de hacer crecer al lobo interior con gracia.
Jungkook se encontró a sí mismo moviendo la boca y rodando los ojos para hacer burla de las palabras de Kim mientras se deshacía de las arrugas de su camiseta todavía húmeda y caminaba tras este.
-Hicir cricir il libi…
-Este es el primero de los poblados de la zona norte. Nadie vive tan cerca de la frontera a excepción de los guardianes y sus familias… - continuó hablando Taehyung. - Ahora parece un sitio sin importancia pero las calles solían estar repletas de lobos.
-Lis callis silían istar ripletas di libis…
Jungkook chocó con la espalda de Taehyung cuando el alfa Kim frenó en seco sus pasos.
-Se supone que debería seguir oliendo a mi hogar, no hace tanto que nos hemos ido. Así que… ¿Por qué…?
-¿Por qué, qué?
Taehyung no respondió a su pregunta, en lugar de eso apuró sus pasos hasta la vivienda rodeada de abedules que Jungkook podía imaginar que le había pertenecido a los padres de este en algún momento. Sus sospechas se confirmaron cuando comprobó que el chico estaba desenterrando las llaves que este mismo le había indicado que se encontraban bajo los árboles de la entrada de su casa unos quince minutos atrás.
-Hay algo que no está bien en todo esto. - Taehyung alcanzó la llave pero lejos de usarla decidió rodear su casa con los pasos de Jeon sonando a sus espaldas. - Incluso si los guardianes se han mudado a la frontera con sus familias, el olor no debería verse afectado tan pronto y este silencio… No es normal.
Ninguno de los dos pudo avanzar mucho más, pues la presencia de un olor fuerte y casi asfixiante los hizo encogerse. Sus lobos aparecieron casi como un instinto necesario después de lo que parecía un alarido de dolor los hiciese reaccionar. El proceso entre que el brillo surgiese del tatuaje de Taehyung y los dos alfas comenzasen a correr hacia el lugar del que provenía el agudo sonido, no fue de más de un segundo.
Amenaza.
Tanto Kim Taehyung como Jeon Jungkook estaban de acuerdo en eso sin necesidad de compartir palabras o miradas. Así que dejando atrás sus ropas hechas jirones, los dos se precipitaron hacia el frondoso bosque del que procedía el hedor que detonaba toneladas de rabia.
"No ataques. No en el norte." - la voz de mando de Taehyung sonó en la cabeza de Jungkook casi como una orden imposible de evitar. Y aunque aquello no debería afectar a su lobo debido a su estatus de alfa, todo su interior se revolucionó y sus patas temblaron mientras avanzaban a través de los coloridos bosques. - " Yo me encargaré, Jeon."
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Hiiii!!!
Un día más y un nuevo capítulo. Nuevamente he logrado acabarlo en martes, así que he esperado hasta las doce de la noche en mi país para publicarlo.
No dudéis en dejar vuestras opiniones y consejos. Sé que puede sonar repetitivo pero es mi primer omegaverse y realmente quiero aprender todo lo posible.
Aquí os adjunto una imagen de cómo imagino la casa de los Kim en el norte ;
Un beso,
os amo
Mel
💜
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