XIII. Mejores Yodas que Derek
Corregido.
Era hora del almuerzo y como siempre, Maya debía arruinar su estatus social sentándose con esos dos idiotas.
Ni siquiera tengo un estatus social.
Pero bueno, tampoco se puede esperar mucho viendo como Scott trata de esconderse de Allison con un libro haciendo como si "leyera".
— Creo que el libro lo hace más obvio— opinó Stiles.
— No me digas, la verdad no lo había notado. Además, Scott, está leyendo— respondo viendo como Allison leía un libro bastante viejo.
— ¿Ya pensaron en un plan?— preguntó dirigiéndose a ambos.
— Eso creo— respondió al mismo tiempo que Maya asentía.
— ¿Significa que ya no me odian?
— No— dijeron, de nuevo a la vez.
— Pero tus cosas influyen en nuestra vida, así que ahora debemos hacer algo.
— Habla por ti, Stilinski— lo reprendió Maya, ganándose una mirada de odio de su parte a la vez que mordía su manzana.
— Además, soy mejor Yoda que Derek.
— Si, enséñame.
— Si, seré tu Yoda.
— Si, serás mi Yoda.
— Yoda. Tu. Yo. Seré— dijo esta vez imitando la voz de este haciéndolos reír.
— Lo dijiste al revés— le dijo la castaña aún riéndose.
— A ti si sigo odiándote.
— El sentimiento es mutuo— respondió alzando su bebida para después llevarla a sus labios.
Se dirigían al campo de Lacrosse para comenzar con el entrenamiento de Scott para ser un hombre lobo.
Wow, nunca me acostumbraré.
— Ponte esto— le indicó maya extendiéndole el medidor cardíaco.
— ¿Un medidor cardíaco para atletismo?
— Si, lo tomé prestado.
— Lo robaste.
— Es mío temporalmente. El entrenador lo usa para medir nuestro ritmo cardíaco con su celular mientras corremos— dijo sin importancia.
— ¿El celular del entrenador?
— Ese si lo robé.
— ¿Por qué?
— El ritmo aumenta cuando eres lobo. Cuando juegas Lacrosse, cuando estas con Allison, cuando te enojas. Tienes que aprender a controlarlo— le explicó, Stiles.
— Como el increíble Hulk.
— Como el increíble Hulk— afirmó.
— ¡Soy el increíble Hulk!
— Cállate, no eres tan increíble, ponte la cinta y ya— lo retó Maya.
Scott se puso la cinta y comenzó a ir con Stiles hacia la mitad del campo para comenzar.
— ¿No vienes?— le preguntó, Scott.
— No, prefiero ver tu sufrimiento desde aquí.
— Que buena amiga eres— dijo con sarcasmo brotando de cada palabra haciéndola reír.
Stiles comenzó a golpear a Scott con las pelotas de Lacrosse, cada vez una más fuerte que la otra. Debían saber hasta qué punto, Scott podría llegar.
Las piernas de Maya comenzaron a cansarse, así que se dirigió a las gradas para poder sentarse. No es que no le gustara sentarse en el suelo, es sólo que embarrarse el jean e ir el resto del día con el jean sucio, no era lo mejor. Además quería volver a leer, por décima vez, "Luna Nueva" de la Saga Crepúsculo, ya que tal vez haya alguna información que pueda servirles. Sabía que no era la mejor fuente de información, pero algo es algo.
Cuando creyó que todo era paz y tranquilidad, sacando los gritos de Scott, la mismísima Lydia Martin se sienta a su lado.
— Hola, Maya.
— Hola, Lydia— contestó su saludo extrañada.
Al instante pudo notar como Stiles se distrajo por la presencia de la pelirroja, y no era de extrañarse, el pobre está muy enamorado. Aunque creo que "obsesionado" vendría mejor al caso.
A pesar de su "odio" hacia Stiles, él es su amigo y sinceramente no le gusta verlo tener falsas esperanzas con Lydia, ella nunca lo vería como algo más, es más, creía que no debe saber ni su nombre.
Será mejor comprobarlo.
— Lydia, eres la chica más popular de la escuela.
— Sí, creo que eso lo tengo bien presente— dijo con aires de superioridad.
Tranquila, Maya, tranquila. Si la golpeas, te expulsarán y eso no es bueno ¿cierto?
— Como te decía, quería hacerte una prueba.
— ¿Una prueba?
— Así es.
— ¿Y de qué es esa prueba?
— Lydia, ya que eres la chica popular que conoce a todos. Dime, ¿quién es él?— le preguntó señalando a Stiles.
— ¿Quién?, ¿Él? No tengo idea.
Iba a burlarse de ella, pero en ese momento Jackson apareció de detrás de las gradas.
— Bebé, aquí estas. Estuve buscándote por todos lados— dijo, obviamente, dirigiéndose a Lydia.
— Sólo quería ver qué estaban haciendo.
— Wow, en verdad que me encantaría golpear en todas las prácticas— comentó Jackson viendo a lo que se refería la pelirroja.
— En verdad te encantaría, ¿eh, Whittemore?— dijo Maya burlándose de él.
Al parecer Jackson no la había notado, ya qué al verla se notó sorprendido de su presencia, pero en unos segundos cambió su cara de sorpresa, a una coqueta.
— Hola, ¿y tú eres?— dijo con voz "seductora".
¿En serio? ¡Tiene a su novia en frente!
— Supongo que deberías saberlo, Jackson. Estoy en tu misma clase desde los siete años— contestó enojada largándose de ahí.
Jackson, en verdad era un idiota. Pero debo admitir que es guapo.
Se dirigió a alguno de los pasillos de la escuela, al tener hora libre, nadie podría decirle nada.
Se sentó en el suelo apoyada en los casilleros el polvo no le molestaba, no era lo mismo que el barro, eso estaba claro.
Sacó el libro y continuó con su "investigación".
Quince minutos más tarde, lo único que había logrado adquirir era que Jacob sin camisa era un sueño, aún no podía creer que Bella se haya quedado con Edward. Y Jacob es muy acosador, por eso era #TeamPaul y #TeamJasper.
— ¿Qué estás leyendo?
Inmediatamente pegó un brinco en el lugar y miró hacia arriba, encontrándose con Jackson, nuevamente.
¿No podía dejarme en paz?
— No te interesa— contestó a su pregunta con la menor simpatía posible.
— Si no me interesara no te lo preguntaría— dijo sentándose a su lado.
Suspiró.
Será mejor seguirle la corriente, así se irá más rápido.
— Es uno libros de la Saga Crepúsculo.
— ¿Esas películas de Vampiros y Hombres Lobos?
— Exacto.
Trató de volver a su lectura, pero su mirada fija en ella provocaba que sea muy difícil ignorarlo.
— ¿Querías algo?— preguntó con cara de pocos amigos.
— En realidad, si. Quiero hablar.
— Lo estamos haciendo.
— Me refería a que... Me di cuenta de que he sido un idiota contigo, en especial con Scott y Stiles. Y quería disculparme.
Su cara de sorpresa ha de ser épica en ese preciso momento.
¿Jackson Whittemore quiere disculparse?
— En serio— afirmó. Al parecer si notó lo sorprendida que estaba.
— Sí, claro. Te creo que hablas en serio, pero no estoy segura de que seas sincero.
Jackson suspiró asintiendo, sabiendo exactamente porque lo decía.
— ¿Sabes lo que es ser el mejor jugador del equipo? ¿Ser la estrella? ¿Qué cada persona en el partido grite tu nombre? Y después, un niño llegue y todos lo vean en lugar de verte a ti. ¿Sabes lo que se siente?
— No lo sé, nunca fui de las que le importaba a las personas— dijo suspirando.
— Se siente que... Se siente que alguien te robó algo. Y comienzas a creer que harías lo que fuera por tenerlo de vuelta.
— Has oído que no hay un Yo en un equipo.
— Sí, pero hay uno para mí.
Al ver su cara de incredulidad, se retractó.
— Era un chiste.
— Muero de risa— dijo con su fiel amigo, sarcasmo.
— De verdad, creo que debes odiarme.
— No te odio— contestó, esta vez viéndolo a los ojos.
— ¿Segura?
— Odio tus acciones, no a ti. Hay un dicho, por si no sabías: "Tus acciones hablan de quien eres en verdad".
— ¡Oh, vamos! No soy mal chico, si hago cosas estúpidas, muchas, pero no soy malo— aclaró para luego hacer una pausa— Me agradas... También a Scott y a Stiles, en serio me agradan los tres y quiero agradecerles.
A todo ese discurso lo único que Maya podía hacer era asentir, este no era el Jackson que conocía.
— Quiero conocerlos mejor— dijo sonriendo.
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