V. Derek es el... ¿Asesino?

Corregido.























Maya estaba en su última clase del día, es decir, historia. Debía admitir que a pesar de ser una clase sumamente aburrida, por la lenta voz del profesor, era necesaria para evitar errores del pasado. Aunque sinceramente el mundo los seguía cometiendo igualmente.

Faltaban quince minutos para que la clase terminara, aunque esos quince minutos eran una tortura, en especial si el Profesor Finnigan era el encargado de enseñarles. Sinceramente, Maya creía que era imposible que alguien pudiera hablar más lento que él.

Sus pensamientos sobre qué era la cosa verde que tenía entre los dientes del Profesor Finnigan, fueron interrumpidos por una vibración en su bolsillo. Era un mensaje de Stiles.

"Scott acaba de perder el control en el entrenamiento. Estamos en los vestidores. Ven rápido."

¡¿Qué?!

Dios. ¿Qué hago?... ¡¿QUÉ HAGO?!

— Profesor... ¿Puedo ir al baño?— preguntó lo más rápido posible, no podía perder tiempo.

— ¿No puede esperar a que termine la clase?— contestó con su falso acento británico, todos sabían que venía de Tennessee.

— Por favor— suplicó.

— Sólo son quince minutos, señorita Van Acker.

Creía que si en verdad necesitaba ir al baño, ya habría un charquito debajo de su silla.

— Se lo suplico...

— De acuerdo.

Como si tuviera a Tom Hiddleston enfrente, comenzó a correr hacia el vestidor del equipo de Lacrosse. Para su suerte los pasillos estaban vacíos.

Al llegar se encontró con Stiles asustado.

— ¿Stiles? Pero qué--

— ¡Corre!— dijo alarmado.

Al ver hacia arriba se encontró a Scott con su equipo de Lacrosse gruñendo sobre los casilleros. Estaba aguantándose el grito de terror mientras que corría con Stiles por todo el vestidor para que Scott no los atrapara.

Fue una persecución increíble, y no en el buen sentido, hasta que Stiles la puso detrás de él y agarró el matafuego para rociar a Scott con toda esa espuma blanca, para después agarrarla del brazo para esconderse en el pasillo de afuera, mientras esperaban al lado de la puerta del vestidor.

Ambos jadearon asustados. ¿Y cómo no estarlo? si casi fueron comidos por su mejor amigo.

— ¿Chicos?— escucharon a Scott.

Se asomaron y lo vieron sentado, esta vez, sin el casco. Había vuelto a su estado normal.

» ¿Qué pasó? «

Dejaron escapar un suspiro de alivio, al fin era él devuelta. Stiles tiró sus guantes al piso luego de sacárselos, se ve que le molestaban.

— Intentaste matarnos— le contestó— Te lo dije, el enojo, el aumento de tu pulso. Es un detonante.

— Pero eso es Lacrosse... Es un juego violento, por si no lo han notado.

— Y será más violento si terminas matando a alguien— le contestó Maya.

— No puedes jugar el sábado, sal del equipo—dijo esta vez Stiles.

— Pero soy titular.

— Pues ya no.




[...]

Maya guardaba su libro de matemática en su casillero, para después agarrar el libro de literatura. Apenas cerró su casillero, sintió una mano que le agarró del brazo para guiarla hasta la esquina del pasillo, y como no... Era Stiles, que del otro brazo tenía agarrado a Scott.

— Dime lo que están diciendo— le ordenó Stiles a Scott.

Scott se concentró en los oficiales de Beacon Hills que se encontraban a unos metros del trío, entre ellos estaba el padre de Stiles.

— ¿Puedes escuchar?— preguntó Stilinski.

— ¡Shhh!— le recriminó la castaña.

Si que era impaciente.

— Toque de queda por el cadáver— comenzó a explicarles Scott.

— Increíble, mi papá está buscando un animal rabioso, mientras que el idiota que mató esa chica está afuera haciendo lo que quiere— se quejó Stiles.

— No puedes contarle a tu padre sobre Derek— le contestó Maya.

— Puedo hacer algo.

— ¿Cómo qué?

— Encontrar la otra mitad del cuerpo.

— ¿Estás loco?— dijo Maya al mismo tiempo que Scott decía: "¿Es un chiste?", mientras Stiles se alejaba.






[...]

Maya y Stiles corrieron escaleras arriba hacia el cuarto de Scott, luego de recibir su mensaje pidiéndoles que fueran a su casa. Al entrar como una avalancha a su cuarto, Stiles preguntó:

— ¿Qué encontraste? ¿Cómo lo descubriste? ¿Qué encontraste?

— Ya lo preguntaste— Dijo Maya, pero siguió ignorándola.

— Y si, tomé muchas anfetaminas.

— Encontré algo en casa de Derek Hale, algo enterrado. Olía a sangre— les explicó Scott.

— Es asombroso, digo es terrible— dijo Stiles.

— ¿La sangre de quién?— preguntó Maya.

— No lo sé. Pero cuando lo sepa tu papá, Stiles, arrestará Derek por asesinato. Y después, me ayudarás a jugar Lacrosse sin cambiar, porque no hay manera de que no juegue este partido.





[...]

Fueron al hospital para buscar pruebas contra Derek, las necesitaban si en verdad querían que lo arrestaran.

Llegaron a la puerta de la morgue y Scott entró, mientras que con Stiles la castaña se dirigió a sentarse.

Pero ¡sorpresa! 

Lydia Martin estaba ahí, y como no... Stiles enloqueció y se acercó a hablarle, a la vez que ella se reía de su estupidez.

— H-hola, Lydia. Tal vez no me recuerdes, me siento junto a ti en biología. Como sea... Siempre he pensado que tenemos una conexión, ya sabes no hablada, claro. Tal vez, sería genial que nos conociéramos un poco.

— Espera dame un segundo— dijo Lydia a su... ¡Teléfono de oído!— No oí nada de lo que dijiste, ¿vale la pena repetirlo?

Oh mi dios, esto vale oro. 

Maya se retorcía de la risa, sólo a Stiles pueden pasarle estas cosas.

— No, lo siento— dijo desilusionado—. Me sentaré aquí— continuó, señalando los asientos del otro lado del corredor.

La castaña se sentó junto a él, dándole unos golpecitos en el hombro para apoyarlo por su coqueteo fallido y una pequeña sonrisa, para esperar a que Scott encontrara las dichosas evidencias.

Pasaron treinta minutos y Scott no aparecía, se tardaba demasiado.

Mientras Maya contaba la cantidad de baldosas que había, Stiles veía a Lydia besarse con Jackson, a la vez que sostenía un panfleto sobre el ciclo menstrual, obviamente la muchacha le sacó una foto, era una oportunidad única.

Scott los asustó a ambos al sacarle de las manos el panfleto a Stiles.

— El olor era el mismo.

— ¿Estás seguro?— preguntó Stiles mientras ambos se levantaban rápidamente.

— Si.

— Entonces, enterró la otra mitad del cuerpo en su propiedad— supuso Maya.

— Tenemos pruebas de que la asesinó— continuó Scott.

— Digo que las usemos— dijo Stiles mientras se dirigía a la salida con ellos detrás.

— ¿Cómo?— preguntaron al mismo tiempo y Stiles se volteó.

— Primero dime algo, ¿haces esto porque quieres detener a Derek o porque quieres jugar y él dijo que no podías?— dijo dirigiéndose a Scott.

— Había marcas en las piernas, chicos. Mordidas.

— Bien. Necesitamos una pala— dijo Stiles.

Y Maya pensó:

Que noche nos espera...











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