Capítulo 62
"Porque el cielo no está cerca en un lugar como este. Dije, oh, el cielo no еstá cerca en un lugar como estе. Bájalo, bájalo este noche (Ooh-ooh). Nunca pensé que dejaría que un rumor me arruinase mi luz de luna."
-Somebody Told Me (The Killers)
☽
Llegaron como lo hacía el agua de Crystallo después del invierno. Con fuerza y el caudal desbordado.
Sus preguntas fueron directas, sus pupilas dilatadas llenas de ansia tan insinuantes como sus movimientos. Hasta su postura demostraba una seguridad que los años y la vejez de sus miembros les habían hecho perder.
Porque entre los cazadores había chicos de todas las edades, con la mirada tan enferma de poder como jamás antes. Enseñados. Basando sus pasos en la falsa idea de gloria que sus mayores les prometían. Demasiados, más de los que los lobos habían contabilizado en años y por supuesto muchísimos más de los que cabría esperar encontrarse en un pueblo tan pequeño como el que se encontraba situado cerca de la montaña en la que ellos habitaban.
—¿Dónde está la estaca? —directos a lo que necesitaban, sin dudas en la voz—. No nos iremos hasta saberlo. Mataremos a cada chucho que se cruce en nuestro camino si es necesario.
Namjoon se colocó por delante del lobo de Jungkook cuando percibió en este la intención de caminar hacia el frente.
No podían permitirse el lujo de cometer errores en base a una provocación. Aquello era justamente lo que buscaban esos que los observaban desde la línea de rocas duras y macizas que ya rotas, se esparcían sobre el suelo terroso de lo que en algún momento fue una gran apertura de túneles. El techo no era techo, solo un hueco que apuntaba a un cielo negro.
Y el olor. El maldito olor a plata, asfixiaba el entorno.
—"Que nadie se mueva, que ninguno hable más de lo que es meramente necesario. El aire que respiramos es solo una pequeña señal de aquello que traen consigo y no logramos ver a simple vista."
Él podría ser uno de los muchos lobos que reunían razones suficientes como para querer lanzarse a la yugular de esos humanos sin tan siquiera pensar en una estrategía de batalla. Pero el tiempo le había enseñado que luchar implicaba a menudo la necesidad de pensar y crear mapas de telarañas revueltas.
Así que no. No serviría para lanzarlo a las manos del enemigo el hecho de poder sentir el aroma de la pareja de su hijo más dulce de lo habitual. No lo haría el que eso estuviese indicando que Jungkook se encontraba plenamente en cinta más allá de cualquier simple sospecha pasada aunque todavía no pareciese notarlo. Ni él mismo, ni Tae.
Atrás quedaban los días de paz en los que su mayor miedo era el de subir hasta el norte con la sensación de que Taehyung jamás regresaría. Atrás había quedado esa escena en la que una vez creyó poder ampliar su familia, porque la menta fresca ya no formaba parte de los olores que se presentaban ante él cada día. Por mucho que lo intentaban y por muchas veces que parecían estar a punto de conseguirlo.
Quizás habían esperado demasiado, era una posibilidad.
Quizás fuesen demasiado mayores.
Quizás Seok y él no estaban destinados a tener más de un cachorro.
Taehyung no preguntó, no necesitó hacerlo de todos modos cuando su hocico no olió lo mismo que un año atrás cuando regresó a casa. Y actuar con normalidad se convirtió en un mantra con el que poder dormir, incluso si la Luna parecía maldecirlos desde las alturas.
Así que sí, aunque Kim Namjoon trataba de mantener las pezuñas quietas él también tendría motivos para volverse loco en ese instante.
Porque su pareja estaba en cinta de nuevo como ya lo había estado dos veces ese mismo año, y ahora una guerra amenazaba la paz que desearon desde el inicio de su vínculo.
—"Están jugando con la vida de aquellos que amamos, no podemos quedarnos quietos. Y los que se mantienen tratando de sobrevivir detrás del muro que hicieron caer con..." —Jungkook insistió en su avance, Namjoon colocó su cuerpo con mayor ansia delante del lobo sureño.
Allí, a lo lejos, los ojos de los líderes parecían agradecer en silencio que pudiese calmar unas aguas que a Joy y Sungjae se le escabullían cada día con mayor rapidez entre las manos.
—"Precisamente por todos ellos..." —Namjoon giró su cabeza antes de llevar la mirada hacia las rocas caídas contra el suelo terroso—. "Y por aquellos que nos esperan arriba deseando buenas noticias. Debemos actuar con cuidado. Pon tu cabeza en la tierra por una vez, hijo."
Jungkook gruñó.
—"¿Cómo le pides al fuego que permita que sus llamas sean apagadas por polvo?" —sin embargo y a pesar de sus palabras, Taehyung también avanzó hasta colocar su cuerpo de mayor tamaño frente al de su pareja—. "¿Cómo se lo pides cuando el agua está aquí para mantener a raya las llamas?"
La señora Jeon escuchaba en silencio. Ojos atentos y movimientos quietos. Estereotipias que la harían parecer una inocente loba asustada para todo aquel que no la conociera.
—"No les quitéis la vista de encima, todo en ellos es delator de lo que desean y lo que desean suele ser precisamente el mayor de los handicaps para los humanos. Son débiles ante la tentación." —finalmente su voz sonó en la cabeza de los lobos que se encontraban en la sala terrosa, la líder de las Lunas Azules aulló desde el silencio y casi todos respondieron.
Pero ninguno de los cazadores allí presentes parecía tener la misma idea de paciencia y lo demostraron cuando una de sus afiladas armas cortó la piel del cuello del brujo, como si de alguna manera estuvieran seguros de que el grupo de rastreo dependía de las capacidades de este para lograr guiarse hacia la salida después de un estallido como el que fue causado. Con innumerables pasadizos derrumbados y otros tantos afectados, San era el único que probablemente mantenía en su mente la dirección correcta.
O quizás nada de eso fuese así. Tal vez el niño ni siquiera tuviese todavía tal capacidad y ninguno de ellos podría volver a salir sin matar antes a cada cazador que intentase impedirlo. Puede que ese chico solo hubiese llegado a conclusiones empujado por el pánico de quedarse estancado en una biblioteca por el resto de sus días. Su poder había ido y venido desde que lo conocieron.
La balanza de esa batalla era tan difícil de medir como las incógnitas que se presentaban alrededor de su destino.
—Hemos hecho una pregunta lo suficientemente clara —fue un cazador de tez joven y ojos azules el que se adelantó hasta casi rozar la línea de lobos que lograban mantenerse cuerdos ante las amenazas—. Decidnos dónde habéis llevado esa estaca y después os dejaremos marchar. Palabra de cazador.
A la derecha de este, un hombre mucho más mayor hizo sangrar el cuello de Wooyoung. San se revolvió cerca de aquel que el tiempo le había llevado a considerar familia y amigo. Sus intentos por escapar resultaron en vano, era demasiado pequeño como para enfrentar a un cazador bien entrenado.
—Nuestro pequeño Wooyoung conoce los métodos de trabajo de los cazadores, él sabe que cuando damos nuestra palabra...
—¡No pueden conseguir la estaca! ¡Sea cuál sea el motivo por el que la desean en su poder, debe ser malo!
Un golpe no fue suficiente para callarlo.
—¡No la robamos para devolverla sin tan siquiera luchar!
Jungkook intentó avanzar de nuevo y esa vez no fue el único. Los rastreadores y guardianes estaban comenzando a perder la cabeza. Eran cazadores los que estaban en su montaña amenazandolos y poniendo hojas afiladas contra los cuellos de dos niños que se habían arriesgado a ayudar a quién debió ser su enemigo.
—"¿Qué es lo que ocurre?" —Hoseok se removió inquieto en el pequeño espacio que era el montón de roca afilada y polvo en el que estaba. Atrapado en mil y una formas, física y mentalmente. Apartado del grupo, seguro y condenado a morir a la par. Porque si la falta de oxígeno no acababa con los pocos que sobrevivían en esa cueva, lo haría la peste a plata—. "Escucho tantos corazones latir que..."
—"Quieren la estaca de vuelta. ¿La has guardado bien? ¿Está a salvo de manos peligrosas?"
No pudo decir nada a cambio. Una pregunta más importante llenó la sala e hizo que su interior temblase.
—¿Por qué no pruebas a decirme el motivo por el que quieres con tantas ganas esa estaca? Quizás si resultas ser un buen orador, mis lobos decidan que mereces recuperarla. Así que cuéntame, ¿qué esconde la estaca que ha logrado poner a los cazadores del lado de aquello que han perseguido durante generaciones? ¿Qué esconde la estaca que los ha hecho traicionarse a sí mismos?
El cuerpo de Sungjae parecía tan débil en forma humana como lo hacía en la lobuna, mas sus palabras sonaban con fuerza y resonaban en cada pared. La figura imponente de Joy se posicionó a su izquierda y bajó la cabeza para empujarlo con el hocico, obligándolo a mantenerse alzado. La mano del líder acarició el cabello de la loba con ojos de adoración por varios segundos antes de devolver la atención al enemigo.
—¿Te ha comido la lengua el lobo?
(***)
—"Olvida eso y sígueme, no lograremos nada en contra de brujas de su estilo si seguimos actuando como la parte animal de nuestros lobos nos invita a hacerlo. Incluso si lo intentamos con los poderes que nos ha proporcionado la Diosa... Ellas podrían reírse en nuestras caras por cada burdo intento de ganar" —Seokjin corrió hacia la frondosidad de árboles que le proporcionaba la única hilera del sur que había sobrevivido a los incendios del pasado—. "No dudes, chico. O morirás. Sé una cosa o dos acerca de cómo luchar en las batallas y la que hemos seguido hasta ahora resulta sencillamente incorrecta."
Los ojos de Yoongi eran un entramado de dudas e ira. Encendidos en medio de la oscuridad sombría que el ambiente les regalaba, resultaban casi un foco de atención para cualquiera con leves nociones de caza.
—"No puedo controlar mis reacciones ahora mismo, yo..."
—"Y es mejor que no las controles de vez en cuando, te mantienen vivo. Pero aún en medio del sentimiento de ira, debería existir cierto equilibrio con el que conocer cuándo y cómo actuar. No desperdicies la fuerza extra que le dan a tus pasos todas esas sensaciones fluyendo y haciendo de tí un arma letal contra los enemigos. Si debemos luchar, es bueno hacerlo cuando no puede dolernos ni siquiera el roce de un cuchillo."
Yoongi no sabía exactamente a dónde lo estaba llevando Seokjin, tampoco sabía si era bueno seguir ciegamente a un hombre que hablaba de las batallas y la guerra con la misma tranquilidad que le supondría separar los gajos de una naranja.
Sin embargo, era plenamente conocedor de que entre las elecciones que se presentaban en su camino había muy pocas en las cuales el imaginar un final feliz pudiese dar lugar a algo bueno y bonito. Por eso hizo aquello que debería haber hecho tiempo atrás cuando amenazaron la paz de su hogar y consiguieron matar a su familia, se dejó guiar. Permitió que esa voz dentro de su cabeza que constantemente lo llevaba a tomar las decisiones más absurdas, se quedase callada por un momento.
Y cuando llegaron a un lugar repleto de hierba, flores y arbustos bañados en nieve derretida, ni siquiera se animó a preguntar el porqué.
Los sanadores sabían dónde encontrar cultivos, incluso cuando en aquel lugar los cultivos escaseaban.
—"Hay muchos tipos de brujas jugando ahí fuera" —el lobo alzó el hocico para señalar el mundo humano que desde su posición despejada se podía ver a lo lejos—. "Quizás las nigromantes puedan ser las más enigmáticas de todas ellas pero se mantienen muy lejos de lo que implica la sabiduría y el control. Los lobos que aprendemos sobre sanación usamos las hierbas y el entorno para curarnos o incluso para lograr que otros actúen de la forma que deseamos..."
—"No tenemos tiempo para lecciones de historia hoy."
Seokjin gruñó, Yoongi bufó.
—"Y por eso es importante que sepas que aunque las nigromantes son fuertes, lo son todavía más las brujas druidas."
Algo en Yoongi comenzó a oler agrio, su cuerpo se sintió frío ante una palabra como aquella.
—"Y nosotros tenemos nuestra propia versión de..."
—"No me uniré a esas personas. Ni siquiera para ganar una batalla."
Seokjin caminó entre las hierbas mojadas, sus patas no hacían el menor ruido cuando posaba las almohadillas en el suelo. Tan silencioso que asustaba.
—"No será necesario si aprendes a escuchar antes de protestar. Todo lo que necesitamos para expulsar a esas brujas de nuestro territorio, se encuentra justamente aquí. Está a tu alrededor, puedes olerlo si olisquear el aire como lo hacían a menudo tus antepasados para reconocer el entorno en el que vivían."
—"¿En qué se compararía tu conocimiento al suyo?"
Seokjin pareció sonreír incluso en su forma lobuna.
—"Bueno, si te refieres a las nigromantes, digamos que ellas tienen el polvo de plata y nosotros tenemos ruda y sándalo."
----------------------------------------------
Hiii!!!
Tarde, mal y arrastro pero aquí está el nuevo cap.
Creo que me va a dar un ataque antes de poder irme a dormir, estoy agotadaaaaa. Así que espero que os guste, de veras.
Un beso,
os amo
Mel
💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top