Capítulo 47
“El siguiente en la lista de objetivos, ese es mi nombre. Oh, ese es el cazador, yo soy la presa. Me haces perder el control, volverme loco y necesito receta para el dolor”
—Nightwalker
(TEN)
☽
Dictaminar si San y Wooyoung debían o no unirse a ellos fue una decisión complicada que solo terminó siendo resuelta cuando los dos muchachos insistieron en que la batalla que los lobos estaban tratando de evitar era exactamente lo mismo de lo que ellos trataban de escapar.
Por suerte o por desgracia, entrar en los jardines del museo resultó más sencillo de lo esperado con los trucos que el joven brujo podía sacarse de la manga por algunos segundos antes de sentirse agotado a medida que avanzaban lentamente.
Una bola de magia anaranjada los envolvía de fulgor hasta que esta comenzaba a difuminarse. Solo entonces la señal de que debían encontrar un escondite llegaba casi abruptamente, porque San no podría soportar el peso de su propia magia por mucho más tiempo después de eso. No al menos hasta respirar varias bocanadas de aire fresco.
—”Mantente cerca de mí, no conocemos nada acerca de cómo pueden actuar estos humanos si algo en nuestro plan falla y nos descubren”.
Yoongi sonrió levemente, la situación que estaban viviendo lo llenaba de una ansiedad completamente diferente a la que había experimentado en el pasado. Era, por difícil de comprender que a muchos pudiera resultarles, satisfactorio. Porque ahora de alguna forma sentía las ganas de moverse y atacar bullendo dentro de lo más profundo de su pecho.
—”Que vengan si se atreven, ese niño no es el único que puede usar magia. Sus hechizos de ocultamiento no serán nada al lado de lo que mi fuerte viento les hará. Si mi venganza está cerca, no serán ellos quienes la frenen. La Diosa Luna sabe que voy a saltarle a la yugular al responsable de lo sucedido con mi pueblo. Es mi responsabilidad como líder del clan de viento y como miembro de las tribus de la cima.”
Hoseok negó con la cabeza, sosteniendo con fuerza la muñeca de la mano de Yoongi mientras lo instaba a dar un paso hacia atrás. Demasiado rápido y muy lanzado. El lobo de viento parecía necesitar llegar de una buena vez por todas a la cristalera y en ocasiones sus pasos bordeaban los del joven brujo, quien mantenía un hechizo de ocultamiento alzado sobre todos ellos a medida que caminaban. Se había olvidado incluso de Elia y de lo importante que podría ser para ellos aprender a combinar sus poderes durante esa misión para lo que probablemente estaba a punto de aproximarse.
Porque los brujos y cazadores se enterarían tarde o temprano de que la estaca faltaba si se hacían con el dominio de esta y resultaba ser importante. Algo en el interior de Jung Hoseok gritaba que lo harían.
—”Tu venganza terminará matándote si no empiezas a usar la cabeza en lugar del corazón para tomar las decisiones. Mantén la formación y no adelantes tus pasos.”
—”Entonces que así sea, pero antes morirán ellos.”
—”¿Dejarás a tus hijos y a todos esos niños de las tribus atrás solo para llevarte a la tumba la satisfacción de haber matado a alguien?”
Hoseok sentía que ya habían tenido aquella discusión unas cien veces antes.
—”No los dejaré solos. Sé que tú te encargas de cuidarlos bien a diario, incluso si lo haces mientras te parece que nadie está observando. Es una pena que mis ojos en estos últimos días no se puedan separar de los tuyos”.
—”Estás loco”.
—”¿Miento? ¿Acaso es así? Cuidas de todos y ellos no lo saben, finges bien que solo te importa tu trabajo pero cuando anochece siempre preguntas por cada guardia, niño y lobo que necesita ayuda o ha pasado por alguna situación complicada. Mantienes el campamento funcionando como has mantenido el hostal, tu grupo de guardia o tu propio hogar”.
—”No hago tal cosa, mi fuerza como guardián altiorem es buena pero mi competencia ha ido descendiendo desde que la guerra llegó a mi territorio. Simplemente soy un mero inútil.”
—”Creeme, eres mejor de lo que crees incluso cuando tomas demasiadas cosas entre tus manos porque no toleras que el mundo se derrumbe ante tus ojos sin intentar solucionar lo imposible. Lo has hecho desde el momento en el que nos conocimos, no tendría que ser diferente si yo muero.”
—”Confundes mi deber con mi capacidad.”
—”Si muero debes cuidarlos por mí, a todos los que me importan. Solo tú podrás hacerlo sin creer que es demasiado. Toma esto como mi última petición desesperada.”
—”No vas a morir y tu petición definitivamente es demasiado absurda para cualquiera. Hasta para mí. Egoísta y desmesurada.”
—”No puedes saberlo, Jung. No puedes controlar si moriré o viviré tampoco. Quizás muera en unas horas, en unos días o en una década. Solo la Diosa lo sabe.”
—”Simplemente lo sé porque yo voy a estar a tu lado para evitar que suceda. Calla.”
—”Y a eso es a lo que me refiero, por eso sé que vas a cuidarlos aunque te parezca una petición desmesurada. Besugo. “
Tenían que frenar sus pasos de vez en cuando aprovechando los pocos puntos ciegos que los arbustos frondosos del jardín provocaban en las cámaras durante el transcurso del camino, el nivel de magia que mostraba San no era del todo potente y en esos momentos las miradas de Yoongi y Hoseok de alguna manera no lograban apartarse la una de la otra. Aunque sabían que no era el lugar y mucho menos el momento correcto para dejar que por fin las cosas empezasen a fluir, de hecho estaban fluyendo. Tanto como lo haría el viento.
—San —el susurro de Yunho sacó a los dos lobos de su conexión mental—. Estamos prácticamente rozando la cristalera. ¿Crees que podrás hacer el esfuerzo de usar tu magia de ocultamiento de una sola vez hasta llegar? Iremos rápido. Será como arrancar una tirita de un tirón. Rápido, sencillo y conciso. Si seguimos alargando las cosas te resultará mucho más complicado sacarnos cuando terminemos.
San aguantaba lo suficiente siempre que no hubiese estímulos externos que lo obligasen a extender su atención hacia otras zonas o a tener que defenderse. Sin duda se trataba de un niño que no había hecho otra cosa que abandonar su aquelarre con un entrenamiento incompleto y conocimientos generales de la magia natural que le recorría las venas. Hacía lo que era natural que supiese hacer, sin embargo se agotaba fácilmente.
Aún así, tras mirar a Wooyoung por un instante, el chico asintió.
—Hagámoslo de una sola vez. Como arrancar una tirita.
Y así lo hicieron. Con los hermanos Jung al frente, Jungkook y Taehyung a un costado, el brujo y el cazador en el medio y finalmente Elia y Yoongi al final de la formación. Su avance generaba una elipse sobre el terreno que en menos de dos minutos corrió la fracción de prado que los separaba del final del jardín y la cristalera.
Sus respiraciones agitadas habrían generado nubes de vapor en el gélido aire nocturno de no ser por el escudo que los protegía incluso de la intemperie.
—Necesito respirar —pero San no podría aguantar mucho sosteniendo un hechizo de ocultación para tantas personas mientras los guardianes altiorem se encaramaban a la fachada para comenzar a escalar—. No puedo. Tengo que parar antes de que sigáis.
—No hay árboles cerca —Hoseok se mordisqueó el labio inferior—. Necesitamos que al menos sostengas el hechizo hasta que podamos encontrar un punto ciego, entonces podrás descansar. No hay prisa todavía.
Sin embargo y a pesar de sus palabras, el aroma del nerviosismo lo llenó todo. Solo había una cámara que enfocaba hacia la zona de la fachada por la que habían decidido romper el cristal y aunque la alarma sonaría en cuanto lo hicieran, necesitaban el tiempo extra que les regalaría poder subir sin ser vistos.
—¿Cómo de bien se le dan a los brujos los objetos eléctricos?
San frunció el ceño.
—No es la mejor idea que he tenido pero a menudo veo películas con Jong-Ho en las que los ladrones inhabilitan cámaras. Vendrán a la zona en el instante en el que perciban que algo está fallando pero si nos movemos con la suficiente rapidez quizás…
—Quizás. Ahora mismo todo es un quizás —Hoseok suspiró—. Pero es así como este tipo de cosas funcionan chicos. La realidad es que nos estamos enfrentando a la posibilidad de una guerra y cualquier misión que se nos encomiende en el proceso será arriesgada. Si esa estaca puede de alguna manera marcar una diferencia, entonces debemos conseguirla. Nada a partir de ahora va a ser sencillo. Perderemos amigos, habrá personas en nuestro grupo de trabajo que saldrán heridas y sin duda vamos a tener que aprender a callar muchas veces incluso cuando nos apetezca discutir. La realidad es dura y simple, ya no estamos a salvo y este es el primer contacto con algo que quizás no logremos evitar pero que sí podremos aminorar si tomamos las decisiones correctas.
—¿Qué es lo que sugieres, hermano?
Hoseok tomó aire.
—Encontremos un buen escondite y dejemos que el brujo haga su magia. La primera parte será destrozar esa cámara móvil logrando que parezca un simple accidente. La segunda vendrá después de lograr subir la cristalera, cuando Elia y Yoongi empiecen a trabajar juntos para extraer la estaca de la bóveda y las cuerdas de metal.
(***)
00:13
San ni siquiera necesitó pensar demasiado en qué hechizo usar, al parecer el ser un niño travieso por naturaleza lo había llevado a aprender una enorme cantidad de magia que para sus padres resultaba inútil y para ellos fue magníficamente conveniente.
—Iucundum Exitium.
La magia brotó de su boca como una luz de aliento abrasador y solo cuando el joven brujo asintió con la cabeza, los guardianes comenzaron a escalar la pared que los llevaría hasta la cristalera de la bóveda.
—”Ten cuidado, tal vez te hayas vuelto delicado tras meses de cuidados.”
Hoseok sonrió, tirando de la mano de Yoongi hacia el muro que formaba la primera sección de la pared.
—”Quizás deberías tenerlo tú. Estás manteniendo la mirada demasiado tiempo detrás de tus pasos en lugar de centrarte en el transcurso del camino.”
—”Mírate. Pareces un intelectual cuando usas la comunicación mental. Me gustaría verte hablar de esa forma mientras tratas de vocalizar en voz alta.”
Yoongi trastabilló.
—”Deja de entretenerme.”
—”¿Estás seguro de que es solo eso?”
Hoseok le había sujetado el brazo en solo un segundo, caer no era una maldita opción para ninguno de ellos. No al menos antes de conseguir esa estaca.
—”¿Qué crees que podría ser si no?”
En realidad Hoseok no se equivocaba, a pesar de sus intentos por bromear. Yoongi seguía sintiendo dolor en el tobillo y además de eso había permanecido en forma animal gran parte de su vida. La escalada sería para él, sin duda alguna, una tarea tediosa para la que no habían tenido tiempo de prepararlo.
Por suerte Elia parecía dispuesta a acompañar al lobo de viento en cada uno de los pasos que este daba. La loba sureña lucía tremendamente ágil y confiada mientras empujaba una y otra vez a Yoongi hacia Jung, consiguiendo que tan solo tuviese que forzar su lesión en las zonas más complejas para aquellos que lo ayudaban.
Cada una de las veces en las que Hoseok envolvía los dedos alrededor de la muñeca de Yoongi y Elia empujaba sus pies hacia arriba, el vínculo parecía crecer haciendo que el corazón del lobo vibrase con el calor de la familia.
Un vínculo que creía haber perdido.
00:25
Agazapados en la última parte del muro, el resto del grupo observaba la manera en la que Hoseok y Elia finalizaban el recorrido hasta la sección idónea de la cristalera que les permitiese realizar el trabajo.
—”Ahora, es el momento, Hoseok. Rompe ese maldito cristal para que Elia y Yoongi puedan trabajar.” —Yunho hizo brillar sus ojos a través de la distancia, alzando su dedo en el aire como seña hacia su hermano pequeño.
—”Tan malditamente exigente como siempre. Apuesto a que mamá te daría una bofetada ahora mismo si te estuviese escuchando.”
Yunho no pudo evitar carcajearse para sorpresa de aquellos que lo rodeaban.
Aunque Taehyung y Jungkook se habían mantenido sumidos en sus propias conversaciones mentales por unos minutos tras finalizar la subida, no dejaba de resultarles curioso lo evidente que podía ser el detalle de que los dos hermanos estaban discutiendo aún en una situación como esa.
—”Mamá sería la primera en morderte la oreja por desobedecer la cadena de mando. Rompe el maldito cristal, sabes que el tiempo es oro aquí…”
No pudo terminar su frase.
Una estela brillante cruzó el cielo mucho antes de que Jung Hoseok empezase a romper el cristal y entonces el débil vínculo de familia con su hermano se convirtió tan solo en un silbido sordo en el interior de su cabeza.
—¡Brujas! —el grito de San desde la parte baja del museo estaba lleno de pánico—. ¡Un aquelarre de brujas oscuras se acerca!
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Hiiiiii!!
Tarde pero seguro. Me he retrasado un pelín en la hora de subida porque he estado haciendo recados todo el día.
Así que ahora que por fin está subido solo puedo decir que espero que os guste.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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