Capítulo 29
"Soy el hombre muerto en esta guerra pero, cariño, he estado aquí antes. Hay belleza escondida en la sangre. Sí, soy el hombre muerto en esta guerra."
—Dead Man
(David Kushner)
☽
Yoongi no se había sentido en un hogar desde hacía mucho tiempo pero esa noche, cuando su cuerpo tocó la cama y percibió a los cachorros acurrucandose cerca, no pudo evitar pensar en qué tal vez aquella habitación de la casa del guardián había empezado a resultarle mínimamente familiar. Era tal vez el único lugar en el mundo al que podía guardarle cariño después de haberlo perdido todo.
Entre esas cuatro paredes sen sentía un poco mejor y se sentía protegido. Podía alimentar, abrazar y olisquear el aroma natural de sus pequeños todo el tiempo sin que el miedo atacase su pecho.
—Yoongi.
Aunque al final siempre hubiese una voz que llegaba para despertarlo.
—Yoongi, se va a hacer tarde. Levántate, tenemos que acudir a la reunión con los druidas. Jimin y Taemin ya están esperando abajo para hacerse cargo de los cachorros mientras estemos fuera.
Odiaba eso. La idea de pasar más tiempo lejos de Drako y Winter del que pasaba con los bebés entre sus brazos. Desde que sus días fuera del hostal de los Jung le habían comenzado a proporcionar esa falsa sensación de libertad, el tiempo con sus hijos había ido reduciéndose cada vez más y más.
—Quiero llevarlos c..conmigo esta noche. El líder Yook ha dicho que la charla será pacífica, n..no veo el motivo por el que debería esconderlos de los demás guardianes. M..Mis hijos no han cometido ningún delito, mis hijos no s..son prisioneros como lo es su padre.
Hoseok chasqueó la lengua, apoyando uno de sus brazos contra el marco de la puerta de la habitación, Yoongi podía ver la silueta de este que formaba la luz naranja encendida del pasillo a sus espaldas.
Sabía lo que probablemente le diría el guardián. Que una charla que planeaba ser pacífica podría convertirse fácilmente en una guerra con un solo parpadeo. Solo hacía falta que alguien úsase las palabras incorrectas o que dejase escapar una mirada equivocada.
—A veces creo que solo dices ese tipo de cosas para llevarle la contraria a las personas que te rodean. No es que quieras enfadarme, es que simplemente te apetece olerme en medio del conflicto que me ocasiona saber que eres un maldito dolor en el culo solo porque puedes.
En otra ocasión, Min Yoongi hubiese sonreído en grande.
—No hoy. Hoy no lo hago p..para meterme contigo, guardián. Quiero a mis p..pequeños cerca.
Los dedos del lobo de viento acariciaron el suave cabello que cubría las cabezas de los mellizos. A veces se encontraba soñando con la idea de ver el rostro de Adaham reflejado en las facciones de los dos, pero eran demasiado pequeños todavía. Echaba de menos aquel rostro que durante tanto tiempo formó parte de sus rutinas más especiales.
—Está bien.
Sorpresivamente Hoseok no se negó a concederle el capricho esa noche. En lugar de actuar como un guardián a cargo de un prisionero que debe seguir órdenes, se comportó como lo haría un amigo que busca hacer que otro se sienta lo mejor posible.
—Conseguiré una manta para ellos. Está lloviendo en el exterior y la noche en el bosque es fría. No tardes.
(***)
El lugar en el que los druidas vivían era en el presente mucho más triste de lo que lo había sido en el pasado. La batalla entre Lunas había dejado heridas alrededor de más estructuras de las que se veían a simple vista y ahora aquellos que durante un tiempo habían dedicado su vida al aprendizaje y a la adoración de la Diosa Luna difícilmente dedicaban tiempo a la magia o los rezos.
Era difícil creer en cosas tan buenas cuando todo lo que sus memorias revivían hablaba de sangre y dolor. Yoongi y Hoseok pudieron olisquear la desconfianza de los pocos adeptos y sacerdotes que quedaban en el poblado a medida que se movían por sus bosques. Quizás eso mismo fue lo que causó que Winter y Drako se estremecieran entre los brazos de su padre.
—Cuando hables con los druidas, hazlo de una forma en la que todo lo que salga de tu boca sean palabras sinceras pero sin caer en la ofensa. Incluso si la necesidad de insultar a alguno de ellos se pasa por tu cabeza, deja que el modo de hacerlo sea lo más cortés posible.
Una leve sonrisa se apoyó sobre la boca del lobo de viento. En realidad no podía creerse que Jung Hoseok de todas las personas en el mundo le estuviese diciendo algo como eso. Un consejo así no encajaba para nada con la persona seria y correcta que a menudo el alfa trataba de ser.
—¿A qué te refieres e..exactamente? ¿Debería insultar a l..los druidas c..con elegancia?
Hoseok rodeó los hombros de Yoongi con uno de sus brazos. Semanas atrás el lobo de viento le hubiese arrancado la yugular de un mordisco por atreverse a realizar un gesto como ese. Esa noche, quizás porque estaba ocupado sosteniendo a los cachorros fuertemente, se limitó a mirarlo con ojos sorprendidos.
—A los sacerdotes y a sus ensalzados aprendices les importa una mierda que los insulten pero detestan que los traten con palabras mundanas. Se sienten superiores de alguna forma porque creen que han nacido con el culo más cerca de la Luna que el resto de lobos de la montaña. Te contarán muchas mentiras acerca de lo humildes que son por vivir en contacto con la naturaleza todo el maldito tiempo pero en cuanto opines diferente a ellos pondrán una cruz en tu espalda. Para ellos solo existe un tipo de pensamiento y si te sirve de algo mi opinión, creo que eso siempre es un dilema bastante problemático en medio de una sociedad. La diversidad, de eso va la Unión y en eso deben basarse las manadas. Los druidas son tan importantes como ellos mismos se creen pero en los últimos tiempos también han comenzado a resultar excesivamente…
—¿E..egocéntricos?
—No sé si esa es la palabra. Quizás los definiría un poco más como antropológicos, se parecen mucho a los humanos incluso cuando están mucho más lejos que cualquier otro lobo de serlo. Quieren uniformidad y eso a algunos nos asusta. Es desquiciante para serte sincero. Estoy seguro de que les encantaría la idea de ver una montaña entera repleta de adeptos.
Hoseok cesó sus palabras cuando el grupo de guardianes llegó hasta unas escaleras de piedra que llevaban hacia la entrada de lo que a Yoongi volvió a recordarle a las cuevas de su hogar. Al igual que había sucedido con la sala del túnel cercano a la casa de los líderes, aquello que veían sus ojos resultaba demasiado familiar, tanto que su corazón estaba latiendo demasiado rápido y la velocidad con la que este se precipitaba era imposible de ocultar ante cualquiera de los guardianes que los acompañaban. Cualquiera allí sabría que él se sentía nervioso, exaltado o lleno de ansiedad.
Había una clara tendencia en las construcciones de los druidas. Una que o bien habían imitado o bien habían enseñado a quienes posteriormente decidieron vivir entre las tribus de la cima. Una que su familia y clan adquirió.
—Los principales druidas no han acudido a la llamada pero sí lo han hecho los druidas más ancianos, que para el caso es aquello que podría sernos más útil a nosotros —Sungjae se acercó hacia el lugar en el que se encontraban situados Hoseok y Yoongi, todavía necesitaron caminar un poco más antes de ver a los lobos situados en la plataforma central de la estancia. A lo lejos, sus joyas ceremoniales relucían bajo la luz de luna que se colaba desde los huecos del techo abovedado—. Cuando decidas hablar es importante que lo hagas con claridad, es por eso que se te permitirá hacer uso de la comunicación mental. Respira, todo lo hondo que necesites. Ha llegado tu turno para hacerlo bien y demostrar que mereces ser un aliado en esta lucha contra quienes planean dañarnos. ¿Estáis listos?
Yoongi apretó a los cachorros contra su cuerpo cuando percibió el modo en el que el líder dirigía la mirada hacia ellos. Sabía que este y la líder Jeon habían acogido a varios de los niños de las tribus como muestra de amor y respeto hacia el crimen cometido contra su pueblo, pero eso todavía no era suficiente para que él comenzase a confiar en ellos. Había demasiado que no conocía acerca de las manadas de la Unión.
Ni siquiera sabía si podía confiar en Hoseok y Jimin todavía, así que era complicado permitirse el lujo de dejar que un líder como Yook Sungjae mirase con cariño a sus cachorros. Fuese pena o solidaridad, él prefería tan solo la distancia total.
—Lo harás bien, ve tranquilo.
El brazo que Hoseok había mantenido alrededor de los hombros de Yoongi de forma juguetona y retadora descendió por su espalda y el tacto cambió en un instante. Porque la mano del guardián pasó a ser protectora mientras empujaba de su espalda hacia el frente y caminaba a su izquierda hasta posicionarse en el medio de la sala donde cuatro ancianos vestidos con túnicas y largos collares lo esperaban.
—¿Cuál es tu nombre, joven lobo?
Yoongi miró a Hoseok antes de hablar.
Hoseok asintió con una sonrisa.
—Min Yoongi, hijo de la tribu del viento, señor.
(***)
La comunicación mental era pesada cuando se realizaba con personas desconocidas. O al menos eso le parecía a Yoongi mientras Hoseok se mantenía sentado a varios pasos de distancia por detrás de donde él se encontraba de rodillas ante los cuatro ancianos.
Alguien los había llamado "cuatro lunas". Cuatro lunas y por cada una de estas cuatro fases que ocupaban sus asientos en la sala. Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante.
Durante una larga media hora Yoongi trató de hablar con ellos hasta agotarse. Lo hizo hasta que la comunicación mental fue demasiada y tuvo que recurrir a las palabras, incluso cuando estas no eran su método de comunicación habitual. La presión que esos cuatro lobos ejercían sobre su cabeza era extraña y excesiva.
—Soy Min Yoongi, h..heredero de la casa del viento y el único sobreviviente de las t..tribus que queda. He venido aquí de f..forma pacífica para proteger mi legado y c..continuar con la misión que le fue impuesta a mi gente. Mis antepasados protegieron los Pétalos de Zafiro c..con cada parte de su ser y yo quisiera hacer lo mismo, pero para ello n..ecesito conocer la historia que tendré que contarle a mis sucesores. Es por eso que vuelvo a pedir por favor q..que se me conceda la razón del motivo por el cual los túneles que recorren estas montañas fueron c..construidos y protegidos. Ahora que las flores corren peligro es posible que los caminos que están bajo nuestros pies sean la clave p..para mantener sus pétalos lejos de manos enemigas.
—Bien —los cuatro lobos compartieron una breve mirada—. Si ese es el motivo real de tu visita, entonces quizás podamos llegar a un acuerdo pero debe ser a solas. Sin oídos curiosos que puedan usar negativamente la información que te será concedida como heredero a las tribus.
El lobo situado en la fase lunar del centro se puso en pie y le hizo una seña a los guardianes que esperaban cerca de Yoongi.
—Si realmente queréis que hablemos con el heredero del viento, entonces debo pedir que nos permitáis hablar únicamente con él.
—No veo un motivo de peso por el cual tengamos que irnos —Hoseok fue el primero en hablar y Yoongi pudo escuchar el sonido de la gravilla del suelo crujir cuando este se puso en pie, situándose al mismo y exacto nivel que el druida—. La comunicación mental permite que las charlas esten dotadas de tanta intimidad como uno desee. Previamente han accedido a ello, ahora piden que abandonemos la sala y…
—Es la única oferta que pondremos sobre la mesa.
Hoseok sintió algo crecer dentro de su pecho, reconocía el sabor metálico que se resolvía en el interior de su garganta y el ardor que parecía bajar por su estómago a medida que tragaba saliva. Los druidas estaban demostrando que ellos tenían más poder que cualquier otro lobo de la montaña y eso lo enfadaba. No sólo parecían querer jugar con todo un grupo de la guardia sino que además lo hacían frente a dos líderes sin tan siquiera sentirse asustados ante la idea de poder ser castigados por ello.
En ese instante las ganas de usar un maldito cóctel para interrogarlos lo golpeó con enorme intensidad, sin embargo sus sentimientos fueron calmados cuando la mano de Yoongi se apoyó contra la suya.
—Sostén a los cachorros. Esos cuatro lobos no les gustan.
Hoseok bajó la mirada. Yoongi era algunos centímetros más bajo que él en su forma humana, por lo que a menudo necesitaba inclinarse para mirarlo a los ojos si este decidía susurrar.
No necesitó preguntar a qué se refería exactamente. A pesar de que Winter y Drako estaban dormidos, sus ceños se encontraban gravemente fruncidos en una mueca de desagrado.
—¿A qué te refieres? Nadie va a salir de aquí.
—Dijiste que ya no soy un prisionero. Deja que haga esto. Puedo morder su yugular si intentan lastimarme.
Hoseok estuvo a punto de burlarse pero se limitó a negar con la cabeza mientras tomaba a los cachorros entre sus brazos con torpeza. ¿Los había sostenido antes siquiera? Tal vez una. Cómo mucho dos veces.
—No con ellos. Usan la magia como una tejedora usa los hilos.
—Olvidas que yo también uso la magia.
Sus ojos conectaron por un instante, brillaron en la oscuridad de la sala tan solo iluminada por la luz de la Luna. Vagamente fueron conscientes de la discusión que discurría entre los líderes y los druidas a lo lejos. Entonces, antes de perderse del todo, Yoongi empujó lejos a Hoseok posando la palma de la mano contra el pecho de este e hizo soplar viento cálido en medio del invierno.
—Es mi turno de encargarme. Ve a esperar fuera, guardián.
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Hiii!!
Mil perdones por la tardanza de la subida del capítulo de hoy, por algún motivo creí que había actualizado y al pasarme a revisar comentarios me fijé en que de hecho no. Tengo una memoria de grillo jeje.
Espero que os haya gustado.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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