Capítulo 22
"Tienes la fuerza de las olas del mar. Comprendes todos mis sueños y mis secretos. Espero que, algún día, el amor que nos acompañó se convierta en un hogar, en mi familia. Se convierta en nosotros. Y siempre seremos niños, pero nada es imposible"
—Perfect Symphony
(Ed Sheeran & Andrea Bocelli)
☽
La sala de reuniones de la casa de líderes estaba completamente vacía cuando Hoseok atravesó la estancia seguido del lobo de Yoongi. Sin duda esa no era la ruta habitual para abandonar el lugar pero era la más adecuada para hacerlo sin que nadie se tópase con ellos de camino a la salida. Por lo que sencillamente resultó la opción preferente después de pensar en ello por varios minutos
—Vamos, Jimin y Taemin estarán esperándonos en mi casa.
El guardián no necesitó decir demasiado, porque para su suerte el lobo que lo seguía parecía repentinamente interesado en regresar al lugar del que habían salido esa mañana. Las horas pasaban y pronto sus cachorros lo necesitarían, así que ambos corrieron a través del bosque hasta llegar a la casa donde Hoseok ya podía olor el familiar aroma de los dos lobeznos.
(***)
—¿Cuánto tiempo lleva así exactamente?
Jimin, Taemin y Hoseok se encontraban de pie, rodeando la alfombra de la sala de estar y con los ojos abiertos como platos debido a la curiosidad. No podían dejar de observar la escena ante sus miradas, la forma en la que el lobo de Yoongi todavía se encontraba en su forma animal mientras jugueteaba con los cachorros.
—Varias horas… Toda la tarde y parte de la noche en realidad. Más tiempo del que planeaba.
Drako y Winter estaban apoyando sus manos en el pelaje albino del animal, parecían dos pequeñas motas de polvo con cabello dorado que flotaban bajo un cielo despejado. Los dos se empeñaban en abrazar fuertemente al lobo, de vez en cuando lloriqueaban y enterraban sus caras en la glándula de olor del cuello de su padre como si todo lo que quisieran fuese recordar esa esencia que les proporcionaba la única persona de su familia que permanecía viva. Aspiraban aire profundamente cada pocos segundos de distancia.
Si Winter se movía hacia un lado entonces Drako lo seguía y si Drako lloriqueaba por alguna razón, Winter también lo hacía. Sucedía una y otra vez. Los dos cachorros buceaban en el pelaje blanco de su padre, con sus pequeñas narices hundidas hasta enterrarse casi por completo en la nube de suavidad que Yoongi les ofrecía. Había momentos en los que tan solo resultaba posible encontrarlos debido a su cabello brillante que se confundía con el pelo del animal. Por suerte los dos llevaban puestos esos trajes que la madre de Hoseok confeccionó semanas antes de que nacieran para mantenerlos calientes durante el invierno.
Incluso si recibieron al menos cien lametones de acicalamiento cada uno desde el instante en el que el guardián abrió la puerta de su casa y Yoongi correteó sin permiso hacia el lugar en el que Jimin dormitaba con los niños sobre el sofá, nada parecía suficiente cuando se trataba de buscar el olor y cariño de su padre después de un día apartados.
Un enorme susto y un atragantamiento con una manzana por parte de Taemin fueron solo el preámbulo de lo que ahora los tres muchachos se mantenían admirando. Clavados con sus pies sobre la mullida alfombra y las espaldas rectas.
—¿Y todavía no muestra intenciones de regresar a su forma humana? —Taemin miró a Hoseok desde su posición—. No entiendo del todo vuestro funcionamiento pero Jimin no suele pasar más de un día seguido en conversión. Tal vez sea cuestión de esperar un poco más.
—No es lo mismo —el guardián altiorem empezaba a sentir nerviosismo—. Nosotros vivimos más como humanos que como lobos, con Yoongi solía ser al revés. Todo esto puede ser lo normal cuando se trata de él pero en contraposición con lo que nosotros somos resulta extraño. Cuando Jungkook y Taehyung decidieron quedarse en los bosques tras su ceremonia de mayoría de edad, nadie creyó que regresarían porque una conversión demasiado larga en lobos que no están acostumbrados a ello puede matar nuestra parte humana.
—¿Entonces como es posible que los lobos de la manada de Yoongi vivan más como animal que como persona?
—Porque en su caso ellos suelen convertirse en humanos y nosotros solemos convertirnos en lobos —Jimin habló—. Es una explicación bastante vaga pero básicamente con el clan de Yoongi sucede un poco lo contrario a lo que sucede con el nuestro. Ellos provienen de los antiguos lobos y mantienen la tradición de tener mucho más contacto con el animal que con la persona. Son, básicamente, puro instinto y naturaleza.
—Ahí lo tienes —Taemin no pudo evitar sonreír—. Sus cachorros son humanos en este momento pero ni siquiera importa porque su comportamiento es el de un lobo en puro estado.
Y de hecho resultaba adorable. Por extraño que fuese y aunque la idea de familia no atrajese a Hoseok en lo absoluto, aquello empezaba a parecerle tierno, bonito, adorable… Y olía a mandarina ácida recién recogida de los árboles durante el otoño, pero también olía dulce como un pastel de nata batida. Cómo un maldito pastel de nata, bizcocho y mandarinas. Eso era. Exactamente aquel era el aroma que ahora impregnaba hasta la última esquina de su casa. Recién horneado, tierno, suave y delicioso. Aún preocupado, las papilas gustativas de Hoseok comenzaban a revolucionarse ante tal aroma.
—Desde que se convirtió en los túneles… —el guardián suspiró—. Empiezo a pensar que fue mala idea pedirle que dejase salir su forma animal sin haberlo consultado antes con un sanador.
—Quizás solo necesita algunas horas más como ha dicho Taemin. En fin, en algún momento tendrá que alimentar a sus cachorros. O eso creo —Jimin frunció el ceño con confusión—. Aunque lo cierto es que no estoy seguro de cómo funciona la crianza para él. ¿Lo has visto amamantar en alguna ocasión?
Hoseok le dedicó una mirada apurada a los dos chicos. La idea de ver a Yoongi amamantando por alguna extraña razón hacía saltar las pulsaciones de su corazón y agitaba a su lobo interno.
—¿Por qué piensas en la posibilidad de que yo haya podido ver algo así? ¿No es ese un momento especialmente íntimo y familiar?
Jimin se encogió de hombros.
—No creo que lo sea. Es bastante natural, también íntimo por supuesto pero no deja de ser simple alimentación. Ocurre todo el tiempo en el mundo de los mamíferos. Necesitamos la comida que nos proporcionan nuestros progenitores tanto como el aire.
—De hecho yo también creo que lo es y ni siquiera soy del todo un lobo —Taemin se acuclilló, su mirada buscó la del enorme lobo blanco que ahora retozaba sobre la suave alfombra mientras los bebés se le subían encima—. Quizás sea una pregunta tonta pero necesito hacerla…
—Escúpelo —añadió Hoseok.
—Si el tipo de lobo que es Yoongi suele vivir casi toda su vida en forma animal… ¿Existe la posibilidad de que pueda darles de comer siendo un lobo?
Hoseok se quedó callado.
—En realidad eso tiene mucho sentido —Jimin sonrió y alzó su mano para darle una palmada en la espalda a Taemin—. Estoy orgulloso de tí mestizo.
—¿En serio? Porque ya sabes que yo estoy bastante oxidado en todo el tema de lobos y esas cosas. Intento aprender rápido pero todo lo que he hecho este año es ayudar con las cosechas.
—Oh Taeminie, lo estás haciendo incluso si es poco a poco. De hecho, lo haces realmente bien y…
—¿Podemos regresar al tema principal? —Hoseok gruñó—. Dejemos vuestra extraña fase de romance en modo de negación para más tarde. Necesito devolverlo a su forma humana antes de que Sungjae decida cortarme las bolas.
—Primero —Jimin sonrió, clavando uno de sus dedos en el pecho de Hoseok—. No es una fase de romance en modo negación. Segundo, Sungjae no te cortaría las bolas pero yo lo haré si vuelves a ser desagradable y terco. Por último y tercero, deja que él decida cuándo volver. Apuesto a que hay un motivo por el cual continúa en su forma lobuna.
—Pero se supone que debe ayudar en la investigación y…
—Y no podrá hacerlo si su estado mental es deplorable. ¿De acuerdo, Hoseoki? Ahora hazme un favor y cuida a los cachorros, mi romance en modo negación y yo necesitamos ir a cenar algo. Mañana te traeré el libro de botánica que Yoongi estaba revisando cuando toda esta cosa empezó.
—¿Tengo opciones?
—Supongo que muy pocas. Se trata de paciencia sobre todo, quizás si lo esperamos él pueda regresar en cuanto se sienta preparado. Taehyung y Jungkook me han pedido que te diga que se adelantarán, han obtenido algunos ejemplares interesantes de la biblioteca del norte y se pasarán toda la madrugada revisando sus índices en busca de algo que aluda a la flor. Si encuentran algo ellos mismos se comunicarán contigo. Cómo puedes ver es un plan súper romántico.
Hoseok se preguntó inevitablemente en qué momento de su vida había comenzado a seguir órdenes de Jimin, sin embargo aquello que este le había mencionado tenía en cierta forma sentido.
—Podría dejar caer algunas protestas acerca de que Taehyung y Jungkook estén investigando por sí mismos pero voy a escucharte por una maldita vez en mi vida. Quizás eso me ayude en algo.
—Quizás así sea. Jimin es más estable y cuerdo que la mayoría de lobos que he conocido y sin embargo está siendo castigado socialmente por las decisiones de sus padres —Taemin envolvió su mano alrededor de la muñeca del omega, algo que Hoseok no pudo evitar observar con cierta curiosidad—. A veces siento que vuestro mundo y el nuestro no se diferencian demasiado.
—A veces también lo pienso —Hoseok le dedicó una mirada más a Jimin antes de llevar los ojos hacia el lugar en el que los cachorros se acurrucaban contra el estómago del lobo de Yoongi—. Y ahora que existe la posibilidad de que alguien esté ayudando a los cazadores, el sentimiento es de hecho mucho más grande.
—Si es que acaso realmente son los cazadores quienes están acechando nuestra montaña.
—Sí, bueno, en realidad las imágenes de su poblado completamente vacío y la desaparición de nuestro coche… La espesa neblina que atravesamos esquivando esos brazos alargados que formaba… Todo empuja hacia algo más fuerte y peligroso que un humano. Por primera vez en siglos las normas de esta montaña empiezan a cambiar con el objetivo de sobrevivir todos juntos. Cómo lo hicieron nuestros antepasados, las fronteras, caminos, riachuelos y bosques llenos de espesos árboles, tendrán que ser considerados como territorio potencialmente peligroso. Sé que Joy y Sungjae están retrasando una decisión de tal magnitud, sobre todo ahora que tantos lobos se están marchando de la montaña para no regresar. Sin embargo, llegará un momento en el que no les quedará más remedio que decretar una cuarentena y un toque de queda. Y si vuelven a atacarnos…
—Entonces al menos una unidad de guardias entre muchas podrá detenerlos. De eso no me cabe una sola maldita duda, Hoseok —Jimin abandonó el amparo de Taemin para acercarse a Hoseok y apoyó la mano contra el hombro del guardián de manera familiar—. Confío en tí, así que no te distraigas en el proceso. Este año ha tenido demasiados frentes abiertos para resolver.
—Demasiados. Es la frase adecuada.
El omega sonrió y por un instante Hoseok se sintió de nuevo como ese niño pequeño lleno de responsabilidades que un día había sido. Cuando su padre le decía que algún día él también sería un guardián altiorem como lo eran muchos de sus hermanos mayores y la sensación de lo que eso implicaba le llenaba el pecho de orgullo pero también de ansiedad. Cuando su madre y los brazos cálidos de esta eran su amparo cada vez que la madrugada llenaba de pesadillas su cama.
Los ojos se le llenaron de lágrimas y una vez más se forzó a apartarlas de su mirada. Allá, sobre la alfombra, pudo percibir la manera en la que el lobo blanco alzaba la cabeza para mirarlo.
—Esperaré el tiempo que sea necesario, sin presión. Cuando su forma humana quiera surgir de nuevo, entonces será bien recibido.
Así que esperó. Hoseok caminó por la casa y se paseó alrededor de la cocina por al menos una hora después de calentar en la cocina de leña una sopa caliente que le llenó los huesos de vitalidad. De vez en cuando asomaba el hocico por los marcos de las puertas para comprobar la forma en la que estaban pasando la madrugada los cachorros. Parecían a gusto, a salvo. Parecían estar bien y estar más tranquilos de lo que lo habían estado desde el instante en el que llegaron a su casa. El olor que desprendían lo revelaba.
—Voy a subir a dormir, tu habitación permanecerá abierta y la cuna de los cachorros está bien arreglada. Si quieres subir en algún momento, eres libre de hacerlo.
El lobo tan solo le dedicó un pequeño sonido a Hoseok, y este lo entendió perfectamente bien.
—Okay, pues… supongo… Eso es todo por hoy. Descansad. Apagaré las luces y dejaré las brasas de la chimenea encendidas para aliviar el frío de la noche. Está lloviendo y helando.
El lobo no apartó la mirada del guardián mientras Hoseok utilizaba el fuelle con cuidado, intentando de todas las maneras posibles no despertar a Winter y a Drako en el proceso. Con la barbilla estirada sobre la alfombra, resopló y estiró su cuerpo un poco más. Sus patas se movieron hacia el frente, entre la barbilla y el hocico, sus ojos se cerraron y los bebés volvieron a acomodarse en el pelaje que discurría sobre el estómago del animal de una forma en la que el calor que desprendía la leña ardiendo llegaba fácilmente hasta ellos para rodearlos en su sueño tranquilo.
—Bien. Ahora creo que todo está listo. Voy a intentar dormir un poco antes de iniciar mi guardia. Tendré que levantarme pronto y ya es lo suficientemente tarde. De nuevo, descansad.
Hoseok casi sintió la tentación de acercarse a los pequeños y al lobo para depositar un suave beso sobre las frentes de estos, como solía hacer su madre con sus hermanos y él cuando se acomodaban cerca de su padre. Sobre el sofá de la sala de estar del hostal, donde en el invierno el fuego y la leña siempre creaban una nana armoniosa.
—Hasta mañana.
—"Hasta mañana, guardián. Descansa tú también."
(***)
Una noche completa había pasado y cuando se decidió a comprobar la situación, tras hacer su rutina de ejercicio diario y tomar una ducha, bajar al primer piso no arrojó ninguna novedad. Yoongi continuaba en su forma animal y los cachorros dormitaban cómodamente sobre el lomo de este, enterrados por el largo pelaje blanco casi hasta la mitad de sus pequeños cuerpos.
—Incluso si permaneces en forma animal no vas a saltarte el entrenamiento, necesitas agilizar tu pata. Todavía no sabemos el alcance de la lesión de tu lobo.
Hoseok necesitó ponerse de rodillas sobre la alfombra de la sala de estar para tomar a Winter y a Drako entre sus brazos. Los pequeños revolotearon como lo haría un pajarillo y sus rostros adormilados sonrieron por un instante antes de percibir que los habían apartado del cómodo refugio de su padre. Fue entonces cuando la situación hizo que Jung Hoseok se tambalease un poco.
Todavía de rodillas en la alfombra pudo apreciar el modo en el que los ojos del animal se abrían con brillo amenazador. La mañana de invierno era oscura y tan solo la leve iluminación de las brasas aportaba luz al ambiente.
—Hey. Solo soy yo, chico. Mantén ese carácter tuyo calmado. ¿De acuerdo? No va a pasarles nada. Tus cachorros están a salvo. A mí también me cuesta despertarme pero no por ello decido morder a todo aquel que se me acerca.
Yoongi ladró y en cuestión de un par de segundos su enorme lobo pasó de estar tranquilamente tumbado sobre la mullida alfombra a lanzarse sobre el cuerpo de Hoseok. Las patas del lobo se posaron contra los hombros del guardián con fuerza seca y este no pudo evitar caer de espaldas tras situar a los dos pequeños entre sus brazos de manera que ninguno de ellos recibiese daño alguno debido a la caída. Fue casi instintivo, a veces la necesidad de proteger y el aprendizaje que había recibido durante años en la guardia se mostraban de forma impresionantemente natural. Era parte de sí mismo.
—¡Maldita sea, Yoongi! ¿Qué se supone que pretendías con eso?
Hoseok tenía los ojos cerrados, los había apretado para no ver nada en el instante en el que percibió el salto del alfa estrellarse contra su cuerpo. Así que cuando los abrió el corazón pareció intentar escaparsele por la boca.
Alzó una mano y empujó el pecho peludo del enorme lobo blanco sin éxito. Por supuesto que no podría con un lobo que pesaba el doble o el triple de lo que lo hacía él en su forma humana, no sin convertirse y crear una situación de pelea al menos. Para colmo el maldito chico no dejaba de acercar el morro hacia su cuello como si quisiera clavar los colmillos en su yugular con la intención de desangrarlo. Hacía que todo el cuerpo de Hoseok se mantuviese quieto, como si se tratase de una orden directa ejercida con voz de mando.
—¿Qué es lo que pretendes?
Entonces algo inesperado sucedió cuando la lengua del lobo se estrelló contra su cuello y después contra la mejilla izquierda de Hoseok. Recorrió su cara en una húmeda y babosa caricia.
El guardián se sintió paralizado por un instante.
—"Buenos días guardián. ¿Podemos irnos ya a entrenar?"
El lobo saltó alrededor del cuerpo de Hoseok, sujetó con los dientes el borde de la manga de su suéter y tironeó obligandolo a levantarse. Y cuando finalmente pudo sentarse en medio de toda la confusión que sentía, no pudo evitar una carcajada nerviosa antes de estirar sus manos para atraer al animal hacia su cuerpo en un abrazo apretado.
Yoongi no estaba atacando. Yoongi estaba jugando por primera vez en mucho tiempo.
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Hiii!!
Tarde pero seguro jeje. Ayer estaba agotada así que retrasé el capítulo baes, siento mucho no haber cumplido con mi día de subida prometido.
Espero que al menos haya servido para que el capítulo os resulte interesante.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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