Aric en Multimedia.

Canción: Game of survival/Ruelle.

Comunicado al final del capítulo.

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Toso, cansada de correr, pero no por ello dejo que mis piernas se frenen. Tropiezo con cada saliente de tierra, cada rama, cada piedra, pero el terror que recorre mi cuerpo infunde el coraje suficiente para seguir corriendo entre los árboles, seguida por las rápidas patas de una alimaña del bosque.

—¡¿Naiara?! ¡¿Dónde estás?! —oigo los gritos desesperados de Frederick y eso, no hace otra cosa que hacerme sollozar. El pelo y las ramas se me pegan en el rostro a causa de las lágrimas y del barro y probablemente, también de la sangre.

—¡Fred! —chillo tan fuerte y desesperada que desgarro mi garganta.

Y escucho la respuesta, pero no la que imaginaba. Un un aullido impotente y gutural suena en el bosque, sacudiéndolo por completo. Y entonces le veo. Un enorme lobo azabache de ojos rojos aulla frente a mí y posteriormente me enseña los dientes.

Chillo fuertemente, al ver que estoy siendo rodeada. El nuevo lobo avanza y salta para atraparme, y lo esquivo huyendo hacia la izquierda, metiéndome las profundidades de la arboleda.

Toso, ya medio asfixiada, y esquivo uno a uno los pinos en zig zag. Veo como el resto de la manada avanza por ambos lados. Estoy perdida. Por mucho que quiera esquivarlos, me acabarán cazando. Seré presa de unas bestias salvajes que me acabarán despedazando. Lloro y me limpio las lágrimas con rabia sin parar de correr.

¿Cómo he podido acabar así? ¿Cómo he sido capaz de salir aun siendo de noche y sola?

Casi lo prefiero, no habría soportado en mis últimos instantes el haber arrastrado a alguno de los chicos conmigo. Prefiero morir sola, a condenar junto a mí a uno de mis amigos. Por lo menos ellos tienen un lugar al que llamar hogar, yo tan solo tengo una casa fría y una madre ausente.

¿Llorará por mí si muero esta noche? ¿Al menos recuerda que su hija está a miles de kilómetros de ella? ¿Será su intento de hacerme fuerte en la adversidad?

¿A quien quiero engañar? Voy a morir esta noche, y ella ni siquiera recordara de que existía. No entiendo cómo alguien tan amorosa conmigo de pequeña, pudo convertirse en alguien tan fría y déspota. Tal vez fue la ausencia de mi padre, o la muerte repentina de mi abuela; el caso es que me dejó sola durante años, yéndose de viaje de placer o de negocios y dejándome con una mochila en la casa de Bianca o Leyre de durante meses. Pero qué más da eso ahora, voy a morir.

Unas patas tocan la parte trasera de mis rodillas, haciéndome caer al suelo. Chillo de dolor al caer sobre las piedras y ramas secas del bosque, notando como mi piel se desquebraja y comienza a brotar sangre de mi cuerpo. Giro quedándome boca arriba y veo al lobo gris de antes con sus patas alrededor de mi cuerpo, apresándome y gruñendo sobre mi rostro al punto de sentir su aliento sobre mi boca.

—Por favor... no... —suplico sollozando, como si esa bestia fuera capaz de entenderme.

Giro mi rostro cuando el suyo se aproxima y lo veo. Una pequeña pendiente.

Tal vez sí me tiro por ahí sea capaz de esquivarlos y sobrevivir.

Así que, sin pensarlo dos veces, giro sobre su eje mi cuerpo y me tiro. Oyendo cómo los lobos aullan a lo lejos. Ruedo sin parar, chocando con cada árbol y cada roca que se cruza en mi camino. Y de repente, mi sien se golpea con una, justo cuando mi cuerpo decide parar.

Mi cabeza da vueltas y el aliento comienza a fallarme. Mis ojos se cierran poco a poco, vislumbrando la silueta de los lobos acercándose a mi cuerpo ensangrentado y dolorido.

Al final, he fallado. No he podido salvarme. Soy una inútil hasta para mi propia supervivencia. Voy a morir.

Y como por arte de magia, la oscuridad viene a por mí.

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—¿Es muy grave? —escucho decir, muy a lo lejos.

¿Sigo viva?

—Pero... ¿está viva acaso? —habla alguien más.

Vaya, parece que no soy la única que lo piensa.

—Sí, lo sigue... pero está muy mal —por fin soy capaz de empezar a notar mi cuerpo y aprecio como alguien toma mi pulso en el cuello.

—¿Que más os da? Es solo una simple humana. Vuestro contacto estaba equivocado...

—Eso no se sabe... habrá que esperar a que despierte... —y como si fuera una orden abro los ojos, observando unos diez pares de ojos puestos en mí.

—¿Estás bien? —habla un chico de pelo negro, mientras un rubio me mira con desprecio.

—¿Qui-qui-quiénes sois vosotros? —echo una mano a mi cabeza mientras intento sentarme con ayuda del moreno, comprobando que efectivamente, estoy sangrando.

Me miran serios, pendientes de mi acciones.

—¿Dónde estoy? —pregunto y miro a ambos lados confundida, cuando lo recuerdo.

Lobos

»¿Dónde están los lobos? —noto sus miradas serias puestas en mi, algunos con una media sonrisa en su rostro, pero no precisamente de amabilidad —. ¿Me habéis salvado vosotros? —nada más pronunciarlo algunos dejan escapar una risa entre dientes, pero aquel que da más miedo, sigue igual; serio y derecho, analizándome.

—Levantarla —habla tras un rato de silencio y los demás vienen hacia mí como marionetas obedientes.

—¡Aric! —escucho una voz familiar y veo cómo alguien va escurriéndose por la pendiente.

¿Desde ahí caí yo? Hay varios metros y está muy inclinada.

Me sorprende que en vez de una brecha, no tenga la cabeza partida en dos.

»¡Os dije que la dejárais en paz! ¡Ya comprobé que era alguien común..!

—¡Einar! ¿Ya te has cambiado? —sonríe de lado el rubio, ¿Einar? —. Qué bien, llegas justo a tiempo para la diversión... —ríe levemente y un escalofrío recorre mi espalda.

—¿Qué vas a hacer? —comenta preocupado y miro a los ojos de Einar, con temor.

—Informarme, tranquilo... —sonríe de oreja a oreja con maldad —. ¿Cuál es tu nombre? —me dice mientras los otros me levantan, dejando escapar un grito de dolor mientras lo hacen.

Einar intercepta mi mirada y mueve sus ojos negando, supongo que para que los otros no se den cuenta de que lo hace.

Me mantengo callada.

»¿Qué pasa? ¿Ahora eres sorda o acaso te ha comido la lengua el gato? Respóndeme — ordena seriamente, pero Einar me da la señal de que no lo haga.

—¡He dicho que me respondas, niña insolente! —me coge del mentón clavándome las uñas y Einar llama su atención.

—Escuché a sus amigos llamarle Nara... — interviene Einar.

—Con qué Nara... ¿eh? ¿Es eso cierto? —pregunta dando vueltas a mí rededor —. ¿Es ese tu nombre? ¿Nara? —susurra contra mi pelo desde atrás y veo como Einar aprieta los labios y me hace un gesto para que asienta.

— Sí.. —susurro asintiendo.

—Vaya, hasta que decidió contestar... ¿Es un nombre de tu tierra, acaso? —vuelvo a sentir —¿Y es también típico de tu tierra no contestar y el mirar al suelo cuando te hacen una pregunta? —me coge fuertemente del mentón y hace que le mire.

—No... —aprieto los labios avergonzada.

¿Quién es él, y qué derecho tiene a hablarme de esta forma?

—Así está mejor... —acaricia mi mejilla con desprecio.

—¿Y dices Mikael, que estaba en el grupo del desertor? —me mira con prepotencia esperando la respuesta de Mika.

—Sí, mi señor. Yo mismo lo vi con mis propios ojos —pero aludido sonríe retira el pelo de mi rostro.

—Vaya, vaya. Debes de ser muy especial para que no te haya destripado ya, Nara... —mueve mi mentón a su antojo, evaluandome.

—Aric, ¿cómo va a ser especial una chica como ella? Mírala, tan solo es un saco de huesos —interviene Einar y lo observó de reojo, intentando contener las lágrimas.

¿Por qué me duelen tanto sus palabras? ¿Por qué me hacen esto? ¿Qué he hecho yo?

—Sí estaba con él, debe de serlo... —me evalúa.

—Por favor... dejarme ir... No sé de qué me habláis... Estoy cansada y adolorida... Los lobos me han seguido durante horas —sollozo —. Solo quiero ir al hospital...

—Pero qué débil eres —tira de mi pelo haciéndome chillar —. Me sorprende que sigas viva —me zarandea, soltando me con fuerza hacia atrás. Me equilibro justo antes de caer.

—Por favor... no sé qué queréis. No sé nada... —lloro y veo como ahí no intenta avanzar hacia nosotros, pero Aric le he dado una mirada amenazante.

—Silencio —me reprende —. ¿Tienes alguna marca de nacimiento Nara?

—¿Qué?

—Sí. Alguna como esta... —Aric señala una gran luna rosada que abarca su pectoral izquierdo y niego tragando saliva —¿No?

—No... —cierro los ojos con fuerza, negando.

—Está bien... —habla calmado y suelta mi muñeca —. Desnúdate.

—Aric... —intenta hablar Einar pero este vuelve a cogerme del brazo.

»¡Desnúdate! —mira con furia mientras haces que me arrodille.

—¿Qué? —comento asustada llorando.

—¡Qué lo hagas, he dicho! —gruñe y veo como sus ojos se vuelven rojos.

—Aric, déjala, está asustada... —Einar avanza hacia nosotros y Aric chista con la lengua, haciendo que un par de hombres agarren a Einar.

—¡Cállate Einar! ¡Y vosotros, desnudarla! Veamos si hay algo interesante, escondido en su cuerpo — ordena mientras las prendas de ropa vuelan de mi cuerpo.

Lloro viendo como a la fuerza, la luz del sol deja expuesta mi piel amoratada y llena de cortes. Lo peor es que sé que no se detendrán solo en mi camiseta y en mis pantalones. La ropa se amontona a jirones en mi costado y noto como unas manos llegan hasta el cierre de mi sostén. Sollozo temblando, apreciando como unas manos recorren mi cuerpo.

—¡Basta! —grita Einar, soltándose y avanza hasta a mí, apartando a aquellos que me tocaban.

»¿Acaso te estás volviendo loco? Está asustada y no es nadie especial. No es quien buscabas, deja que se vaya —se pone frente a mí, de barrera.

—Puede que no sea quién buscaba, pero nos servirá de alguna forma —Aric se limpia las uñas sin interés alguno.

—¿De que te servirá una simple mujer cuando en lo que se avecina? —pregunta Einar aturdida.

—En saciar la sed de mi hombres —le mira fijamente y comienzo a temblar.

—Pero Aric... tú no puedes... —tus manos tiemblan y sé que él mismo le teme.

—Pero nada —hace su mano a un lado y avanza, pasando por nuestro lado —. Llevarla al campamento. Servirá para desquitarse por lo menos. Si alguien la quiere como esposa, que la tome y que se asegure de que dé hijos, con el druida, si no nos valdrá para nada... —habla Aric fríamente yendo varios metros a bosque adentro.

—¡Pero morirá! —exclama Einar, haciéndome sollozar.

—La única seguridad que debe preocuparte es la de nuestras mujeres, y la de nuestra familia, no la de una harapienta que no sobrevivirá al tercer mes de embarazo —acata y se disipa en la profundidad de los helechos .

Agarro mis rodillas llorando, con la cabeza gacha, sin fuerzas de mirar para arriba después de todo lo que me han hecho y más sabiendo qué piensan ducharme para aliviar sus frustraciones y como vientre, como si viviera en el siglo XV y me hubieran escogido para un burdel.

¿Qué clase de gente es inmoral es esta?

Los demás se acercan para agarrarme, pero Einar los espanta a voces.

—¡Ni se os ocurra tocarla! —gruñe y los demás dan varios pasos hacia atrás —Vamos Nara, arriba —me coge de las axilas, subiendome en peso para que me levanté, y chillo al notar como cada parte de mi cuerpo cruje de dolor.

»¡James! —llama y un rubio claro, se acerca a nosotros.

—Sí, ¿Einar? —pregunta formal.

—Dame tu camiseta. Ahora —este asiente y se la da de inmediato.

»Vamos a esconder tu cuerpo de la mirada de esos buitres carroñeros —dice con rabia y me pone la camiseta con cuidado y con mi mínima ayuda, con cuidado de no hacerme más daño.

—¿Por qué..? —intento preguntar entre sollozos y me calla, triste.

—Te dije que tuvieras cuidado con la luna llena Caperucita —sonríe sin ganas —. Ojalá no tuvieras ni que imaginar todo lo que van a hacerte —doy un espasmo al escucharle y sus ojos se enrojecen.

¿Acaso le importa lo que me pase?

»Mi dulce Iara —susurra moviendo el pelo de mi cara a la vez te acaricia mi mejilla —Allá donde vas, nunca digas tu verdadero nombre... —acaricia mi mejilla con su pulgar tristemente.

»¡James! —reclama y este vuelve a acercarse.

—Ten cuidado de que no se caiga de aquí al campamento, está muy herida... —este me pasa como a un muñeco al otro chico y se marcha, mientras James me ayuda a andar.

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Hey!!! Que tal chicos? Siento el retraso pero es que estos días estoy con trabajos finales y exámenes y se me ha hecho imposible subirlo antes.... Este martes tampoco creo que pueda subir por lo que subiré el miércoles.

Esto quiere decir que todos los que han votado han elegido: Martes y Sábados. 

A partir de aquí comienza la verdadera trama de la historia... se hará algo lenta en los primeros caps, pero es totalmente necesario para que cuando llegue la acción todo se comprenda del todo. (Estos más lentos serán unos 3 o 4, a partir del diez u el once).

Más adelante añadiré un capítulo con todo el elenco.

Aquí tenéis unas preguntillas:

-¿El primer lobo quería salvar a Naia?

-¿Qué pasará con los chicos ahora que Naiara ha sido atrapada?

-¿Qué quería decir Einar con que ya les había dicho que la dejaran en paz y que no era nadie importante?

-¿Os cae bien Aric?

-¿Qué están buscando con tanta desesperación, que hasta le han mandado desnudarla?

-¿Por qué a Naiara le comienzan a doler las palabras de Einar?

-¿Einar está tratando de proeteger a Naiara o solo es egoísta?

-¿Os cae bien?

-¿Qué creeis que pasará en el siguiente capítulo?

Bueno mis lobit@s hata aquí el capítulo de hoy. Espero que os haya gustado, tanto como a mí me gusto escribirlo en el NanoWrimo. A partir del siguiente comenzaré a hacer dedicaciones por cap, asi que si quieres que te lo dediqué solo tienes que pedirlo en los comentarios :) No os olvideis de votar en el capítulo, de comentar, ni de seguir mi usuario. Necesito fuerzas para seguir escribiendo, ya que no es tan fácil... y me deprimo un poco si veo que mi trabajo no gusta a nadie. Os quiero mucho, pero que mucho!!! ♥ Nhoa ♥♥♥