☽Prophecy☾ Chapter 12
Prophecy: Multimedia.
Canción: Say Somenthing/A Great Big World Ft. Christina Aguilera (Sobre todo para Aric y Keyla)
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"Las heridas que no se ven son las más profundas". William Shakespeare.
☽Capítulo 12☾
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Matrimonio cancelado. Así se lo ha dicho Aric hace unas horas. ¿Cómo puede pensar mal de Keyla y Einar? Son su prometida y su mejor amigo; quieren lo mejor para él y su deber es decirle cuando se equivoca, pese a no ser agradable de escuchar. A nadie le gusta escuchar que se está equivocando, pero joder, cuando lo dicen personas que verdaderamente te quieren, es por tu bien, no lo hacen para perjudicarte, ni hacerte sentir mal, ni mucho menos.
No entiendo, ni puedo explicar, al menos alguno de los aspectos de ese chico. Todo el mundo dice que él no es así y no paran de defenderle; a mí solo me parece cada vez más, que es un perturbado y un enfermo sádico, que debería estar recluído y encadenado en la habitación de un manicomio. Hasta Keyla le ha estado defendiendo todo el rato a pesar de todos los insultos que salieron de su boca hace tan sólo unas horas atrás.
No paraba de decir que no era culpa de él, sino de ella, que bastante preocupado estaba ya intentando salvar a su gente y buscando una solución y no sé qué rollo más. No sé quién de los dos necesita más ayuda; si él, por extorsionarla, o ella, por echarse las culpas de algo que no tiene ni pies ni cabeza.
Tirita sobre mi brazo, dormida, al fin. Todas estas horas no ha parado de llorar y quejarse por su estupidez. Llorando por desamor, por un corazón roto, por un malentendido, por una estupidez.
Cuánto daño pueden hacer los hombres. Si supieran lo que son capaces de hacer, ya habrían desarrollado un mecanismo de autodestrucción, pero claro, para eso deberían darse cuenta de lo que hacen y tener conciencia, y sentimientos. Cuánto me recuerda esta chica a mí Bianca y pese a su mente desorientada, Aric también me recuerda demasiado a mi Freddie.
Mis chicos. Cuánto les echo de menos.
Si hubiera alguna forma de escapar... alguna forma de ponerme en contacto con ellos...
Espera un segundo...
—Mi teléfono —susurro sonriendo y me levanto con cuidado y busco mi antigua ropa, rebuscando entre los bolsillos —. Mierda... ¿dónde está? —sacudo la ropa y me pongo a buscar entre las cosas, intentando dar con el.
—¿Nara? —escucho la voz adormilada de Keyla, aún ronca y resentida por el llanto.
Maldito imbécil de Aric.
—Sí. Dime... —me paro expectante para mirarla.
—¿Qué haces? —se incorpora lentamente en el sillón.
—Buscaba papel —eso es lo primero que se me viene a la cabeza y Keyla levanta una ceja, mirándome —. Yo necesito ir fuera... para... ya sabes... para..
—¿Hacer tus necesidades? —dice como si fuera tan obvio y ríe.
—Sí.
—Venga. Te acompaño —se ofrece divertida, levantándose.
—No hace falta de verdad... sigue descansando, puedo ir perfectamente sola —mierda, quería encontrar mi móvil.
—En serio Nara, voy contigo. Estoy triste, no herida; al contrario que tú —frunzo el ceño —. Ese tobillo no ha sanado aún, créeme necesitarás me ayuda para moverte.—¿Mi tobillo? Ah, ese que Einar estuvo curando, y dijo que estaba roto. Ni siquiera me duele.
—No me duele... apenas siento que lo tengo — trato de convencerla, pero se niega y se aproxima hasta mí.
—Eso es por los analgésicos de Einar —sonríe triste.
—¿Me lo has echado tú en algún momento? —ella niega rotundamente.
—Yo solo te echo "Las lágrimas de Afrodita" en la comida, para que descanses bien y sin dolores —sonríe.
¿Cómo se supone que voy a odiarla después de lo que hace por mí?
—¿Las trajiste de Tebas, a que sí? —sonríe divertida.
—Que no se entere nadie... —rueda los ojos y se pone triste de repente, ahí sé, que habla de Aric.
—Tu secreto está a salvo conmigo —intento animarla y me da una media sonrisa torcida —. Espera, si tú no me curas el tobillo... ¿quién lo hace?
— Einar —dice sin más y mi corazón se salta un latido —. Entra a curarte cada vez que estás dormida, no sé cómo se las apaña —habla divertida —. Antes le dije que se acercara aquí cuando despertaras, qué querías hablar con él, pero...
—No pasa nada —alzo las manos para que pare —. Lo entiendo perfectamente. Tenemos todo el tiempo del mundo para hablar, no te preocupes...
—Por desgracia... —suspira.
—O por suerte —sonrío para que no se preocupe más.
»Pensándolo bien, si no hubiera estado aquí nunca, jamás te habría conocido. Y ahora no sé si eso hubiera merecido la pena... Prefiero una mala racha junto a una buena amiga, que estar tranquila y sola... —sus ojos brillan de emoción cuando lo digo.
—No sabes lo feliz que me haces —sonríe con alegría.
»Y ahora, vamos corriendo afuera antes de que te mees en mi tienda —coge el papel rápidamente y me agarra de la mano corriendo, para salir.
—¡Keyla! — me quejo pese a saber que está bromeando.
Río levemente.
Es una chica fantástica que solo se siente algo sola y fuera de lugar. Si Aric es tan tonto de dejarla escapar, es que literalmente es tonto.
Una sonrisa se forma en mis labios por el juego de palabras que creado en mi mente.
Jamás odiare a Keyla como aquellos que me secuestraron y desnudaron; jamás como a Aric. solo espero que no sea cierto que Einar y ella se entienden demasiado. Sé que eso no es posible, no después de haberla visto llorar por horas por Aric; pero espero que no sea así. Algo de mí espera que solo sean los celos de Aric y su miedo perderla; no sé porqué, pero no soportaría la idea de que Einar y Keyla se entendieran.
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—¿Has acabado ya? —pregunta Keyla de espaldas, dándome intimidad.
—Espera... —digo por enésima vez. Joder, no me deja ni acabar.
—¿Cuánto rato necesitas para echar una meada Nara? —se impacienta y casi me caigo de bruces, balanceandome en cuclillas, por la sorpresa.
—¡Joder Keyla! ¡Eres peor que un tío! —exclamo limpiándome —. Ya.
—Y tú tardas mucho... —se acerca para ayudarme a levantarme.
—No habría tardado tanto si alguien no me hubiera estado presionando —bufo poniéndome de pie.
—Eres una quejica. No podía mirar en tu dirección y ni siquiera hablarte —me agarra del brazo para ayudarme a bajar por la leve pendiente de detrás de la tienda.
—¿Y me has hecho caso acaso? —respondo cabreada.
—¿He mirado en algún momento? —se hace la ofendida y la fulmino con la mirada, parándome.
—Pero no has parado de hablar pese que te he dicho que no lo hicieras —me cruzo de brazos.
—Sí. Ya, ya. Eres muy quejica —tira de mi brazo para que reanude la marcha.
—¡Joder Keyla! ¡Me cuesta mucho, ¿vale?! ¡Se me corta el rollo si hay alguien cerca!
—Ni que estuviéramos hablando de sexo —me ayuda a esquivar una roca.
—¿Tanto te cuesta entender? —joder, ni que fuera la primera.
—¿Qué eres una quejica? No. Quejica —bromea.
—Keyla... —protesto cansada.
—Quejica... —canturrea y bufo.
—Para... —terminamos de bajar.
—Quejica, quejica, quejica... —caminamos frente a la tienda.
—Key...
—Además, no pareció darte mucho corte cuando Einar te lavó en el río —mueve las cejas divertida y noto como el calor se agolpa en mi rostro.
—¡Tú qué sabrás! —grito desquiciada por la vergüenza.
—Lo disfrutaste, ¿verdad pequeña sílfide? —noto la picardía en su voz; antes de que pueda contestar veo las mujeres de la tribu concentradas en medio del asentamiento, haciendo sus labores.
—¿Y eso? —pregunto y Keyla deja de reír, observándolas.
—Los preparativos de mi boda... —habla con tristeza.
—Pero, ¿no..?
—No lo sé... —me insta a caminar junto a ella, hasta las mujeres.
—¡Keyla! —chilla una niña emocionada, lanzándose a las piernas de Keyla.
—Hola Keera —sonríe Keyla acariciando la cabeza de la hermana de James.
—¡Estamos haciendo collares para tu boda! —chilla feliz, aplaudiendo.
—Que bien. Corre con Connor, ahora voy a ver cómo están quedando —sonríe a duras penas.
—¡¿Vienes?! —exclama Keera emocionada y Keyla asiente en su respuesta.
—Enseguida —la pequeña se marcha con su hermano y su gente, gritando feliz.
—¿Estás bien? —me atrevo a preguntar y asiente.
—Sí, solo algo aturdida... —traga saliva y noto como algo suave y peludo roza mi pierna, miro hacia abajo y chillo al ver la bestia que se ha rozado conmigo.
»¿Ahora tu dueño te manda a vigilarme? Dile que vigile a la bruja de su madre, qué falta le hace —le da levemente en un lado del hocico, con el dorso de su mano, para apartarla.
Esta lloriquea y pone los ojos de cachorrito, agachándose como si pidiera disculpas, ablandando las facciones de Keyla.
»Tan solo me echabas de menos... —se acuclilla para acariciarla y el animal se apega a sus caricias —. Yo también lo hago Mystic... —besa la frente de la loba y esta lame el rostro de Keyla, haciéndola reír —. Ve con los demás —le ordena y la loba se marcha tan feliz, con una manada que hay a lo lejos, jugando.
»¿Vamos? —me saca de mi trance Keyla y asiento.
—¿Qué vas a hacer? —cuestiono siguiéndola.
—Acabar con todo esto —suspira triste.
—¡Muchacha! ¡Ya era hora de que aparecieras por aquí! —una mujer rubia y con el pelo por la cintura viene a nosotras feliz.
—Muriel, sabes que la boda se ha suspendido... ¿qué necesidad hay de todo esto? —las palabras de Keyla brotan con dolor de su garganta.
—Ay mi niña... por suerte o por desgracia, tú no eres la primera ni serás la última en tener una riña de enamorados justo antes de la boda —la mujer acaricia su mejilla con dulzura.
—Pero Muriel...
—No eres la única en pelearse con su mate, las de esa mesa lo hacen constantemente con los suyos y no se ha abierto ninguna grieta en el suelo por ello. Por desgracia para nosotras, no les vendría nada mal un raspón de rodillas de vez en cuando —bromea haciendo reír a Keyla; me cae bien esta mujer.
No confíes en nadie... Resuena de repente en mi cabeza. Einar...
—Gracias Muriel —Keyla alza la mano y la pone sobre la de Muriel, en su mejilla.
—Estamos para serviros, mi reina —sonríe Muriel abiertamente.
Caminamos hacia la mesa donde hacen los adornos y cuando llegamos todo el mundo me mira, como si me hubiera salido un cuerno en la frente, así, cual unicornio. Boqueo sin saber qué decir.
—No te miran a ti, miran el moratón que te hizo la bruja de mi ex-suegra —murmura Keyla en mi oído, percatándose de mi expresión.
—Suegra —corrijo.
—Pese a que veas todo esto, eso está por ver —me ayuda a sentarme a la mesa y posteriormente se sienta a mi lado.
—¿No deberías estar haciéndole la pelota para que no te mal meta con Aric? —susurro y sonrío ampliamente ante las atentas miradas de las mujeres, espero que no parezca muy falsa.
—A esa arpía no le hago yo la pelota ni con la barriga llena de sus nietos —escupe más alto de lo que pensaba y todas estallan en carcajadas —. Mierda... —susurra.
—Mami, mami — Keera tira de la falda de Muriel —¿Qué es una arpía? — volvemos a reír y Keyla se sonroja.
—Será mejor que te laves la boca con jabón, no vaya a ser que Gea te mande decapitar —bromea Muriel haciéndonos reír.
—Por favor... basta ya —implora Keyla y la abrazo con uno de mis brazos por los hombros riendo, provocando que vuelvan a mirarme.
»¡Por el amor de los Dioses! ¡Es una chica normal y corriente, no una banshee! —reclama Keyla.
Con qué era eso. No han olvidado el incidente del otro día. Qué digo, pero si no hará ni cuarenta y ocho horas.
—Ya se lo dije antes. Son unas marujas que no escuchan —les reprende Muriel y agacho la cabeza apenada.
—¡Por ahí vienen los muchachos! —exclama una de las mujeres de la mesa.
—Buenas noches hijo —sonríe Muriel a un lobo de color arena, acariciándole la cabeza.
¿Le llama hijo a un lobo? ¿No tiene bastante con Connor, Keera y James?
»Ve a asearte, te dejé todo lo necesario junto al río —sonríe y el enorme animal, dos veces mayor a la loba de Aric, se marcha.
Uno tras otro van llegando y saludando a todas las que hay alrededor de la mesa. Lobos más grandes y otras de tamaño normal, chicos sin camiseta y un par de chicas con tops cruzados y diminutos.
—No sé qué tiene esta gente con los lobos, de verdad ... —le comento a Keyla por lo bajo y me sonríe.
—¿Las mascotas? —asiento —. Yo tengo otro —dice riendo y trago saliva —. Es muy bueno...
—Eso lo dices porque a ti no trataron de comerte —tiemblo al recordarlo.
—Creeme. Estos no te hicieron nada. No matan ni a una mosca a no ser que se les ordene —dice Keyla con pesadez.
—¿Y dónde está el tuyo? —miro hacia los lados buscándolo.
—Se lo habrá llevado a Aric a cazar. La suya no ha amaneció muy bien esta mañana —traga con dolor.
—¿Sabes hacer guirnaldas de flores? —me pregunta Muriel cálidamente y asiento.
—Sí, démelas. Yo me encargo —comienzo a pasar el hilo por estas de manera delicada, pero con rapidez.
—¿Y esa maña? —pregunta Keyla alucinada.
—Mi madre es planificadora de bodas, entre otras cosas —confieso sonriendo.
—¡¿Y ahora me lo dices?! —exclama sorprendida —. ¡Todas dejen de trabajar! ¡Ella se encarga de todo! —me señala riendo.
—Por muy bien que se le dé, todas tenemos que arrimar el hombro —me defiende Muriel —Los preparativos de una boda no son cosa de una persona, y menos si solo se tiene una semana.
Una bola de pelo azabache se echa sobre nosotras, subiéndose sobre Keyla feliz.
—¡Pero bueno! ¿Donde estaba mi príncipe? —besa su hocico y la rasca su lomo, haciendo que el lobo se estire ante la caricia — ¿Cómo has estado mi pequeño Ares? —acaricia a lo que parece ser más un gato, que un lobo.
—¿El Dios de la guerra? —frunzo el ceño y Keyla asiente riendo.
—Buenas noches —escuchamos a nuestras espaldas y me giro para ver a Aric pasarnos de largo.
—Ya se le pasará... —susurro al ver a Keyla cabizbaja.
—Buenas noches —esta vez es una voz que conozco muy bien, Einar...
—Buenas noches —responden todas y me giro para poder verle. Viene todo despeinado y sudado, sin camiseta, con los pantalones colgando de sus caderas, de la forma más sensual que he visto nunca.
¿Soy yo o ha subido la temperatura? Keyla me da un puntapié para que reaccione.
Él tampoco para de mirarme, con los ojos más abiertos que platos.
—¿Qué? —me atrevo a preguntar.
—¿Qué le ha pasado a tu cara? —me agarra de la barbilla para examinarme y noto el calor subir en mis mejillas.
No sé que responder; ni que es lo adecuado. A la mierda mi compostura, ya tengo una manada de lobos corriendo en mi vientre.
¿No había nada mejor? ¿Lobos? Demasiado tiempo con esta gente.
—¡Mira mamá! ¡Una loba blanca! —exclama Keera con emoción y nos señala un animal de pelo semilargo y blanco, que atrapa los tonos rojizos de la últimas horas del sol en su pelaje, en lo alto de un risco, observandonos.
—Prophecy... —exclaman al unísono Muriel, Keyla y Einar, incluso Aric a lo lejos, totalmente congelados y boquiabiertos.
¿Por qué tanto interés en una loba? ¿Quién es Prophecy?
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Hola!!! Siento la tardanza, aquí teneis el tercer cap del maratón. Lo siento mucho pero estos días se me está complicando algo la cosa. Así que con suerte, nos veremos el sábado. No puedo deciros mucho más hoy, así que os dejo estas preguntillas:
-¿Os ha gustado el cap?
-¿Creeis que Keyla y Aric se areglaran?
-¿Aric es como todos dicen o como dice Naia?
-¿Qué pensais de la gente del pueblo?
-¿Y de Muriel?
-¿Quien era el lobo al que ha saludado? ♥
-¿Por qué Einar entra a escondidas a la tienda cuando Naia duerme?
-¿Qué pensais de cuando se han visto en la mesa?
-¿Quien es Prophecy?
-¿Algo de lo que querais hablarme?
No olvideis que me gusta que comenteis para guiarme en como va y en como irá la novela. Asi que por favor... responder.... Yo respondo todos los comentarios antes o después, así que sería como una pequeña conversación. No olvideis tampoco votar el cap o la novela (en el caso de Litnet), quiero vuestro amor, me bloqueo si veo que esto no gusta, admitamoslo... si fuerais vosotros los que escribís, no os gustaría mucho un lector fantasma que no sabes si le gusta o no la novela y que no sabes si estás perdiendo el tiempo porque no vota o comenta.... Si os da vergüenza comentar... por lo menos hacerme saber que estais ahí y que os gusta... el voto solo se queda entre nosotros.
Digo todo esto porque es mucho trabajo, yo escribo a mano, corrijo, paso a ordenador, vuelvo a correjir, busco música y citas durante días y las imágenes ya ni os cuento... y me deprimo mucho al ver que esto no avanza como debería... a lo mejor lo estoy haciendo mal y debería dejar esto de la escritura para quien sepa... por eso no tengo ni idea de que hacer.
Para los que quieran, voy a crear un grupo de face para la nove: Aullidos de Irlanda... quien quiera meterse que me lo diga o que mande una solicitud al grupo.
Capítulo dedicaado a MayItzel34
Bueno... no me enrrollo más. Os quiero mis pequeños lobeznitos! Un beso! Espero que empeceis bien las clases y el año! ♥ Nhoa♥
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Litnet: Nhoa99
Inkspired: Ainhoa García.
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