Canción: Fire meets fate/ Ruelle

Entrada al sendero del poblado en multimedia.

Comunicado al final del capítulo

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  ☽ Capítulo 7 ☾

"Es tan difícil decir la verdad como ocultarla"/ Baltasar Gracián.

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Cada paso que da Einar, intercede en mi cuerpo demacrado y dolorido. Cierro los ojos con fuerza y apego mi rostro a su pecho, intentando no pensar más en el dolor y dejar de quejarme con cada movimiento que él hace.

Inspiro con fuerza tratando de calmarme y un olor a pino, tierra seca y alguna hierba aromática que no logro reconocer, inunda mis fosas nasales y de cierto modo, me calma.

De repente, para y llama mi atención.

—Debo dejarte ya en el suelo. Estamos muy cerca ya del asentamiento y pueden darse cuenta de que te traje cargada hasta aquí... —asiento y me va dejando poco a poco en el suelo —. ¿Puedes caminar?

—Sí... gra...

—No las des, no debería estar llevándote en brazos a ninguna parte —me corta, y sus palabras se clavan en mi como puñales.

Ni siquiera le pedí que me cargará, ¿cómo puede ser tan grosero después de todo?

»Deberías estar tumbada en el sofá de casa y no a punto de ser carroña para buitres —comenta apretando los labios pensativo, enfocando su mirada en el suelo.

—¿Ya no se puede hacer nada, no? —suspiro —. De nada sirve que nos quejemos. Lo que quieran hacer lo harán, y no seremos impedimento alguno. Es más, me sorprende que no seas de la misma opinión que tú enfermizo clan. ¿O es que acaso intentarás ganarte mi confianza para lanzar la primera piedra?

—Sé que nos conocemos desde hace poco, pero ¿esa es la primera impresión que te he dado? —habla con seriedad y me mira directamente a los ojos. Una sombra dorada recorre parcialmente su iris marrón, sin emitir ningún destello, como un cambio de color.

—Si te refieres al bar... ahí solo me dejaste claro que no eras alguien de fiar —aunque me cayera bien, no iban a cambiar las cosas; así que, qué más da lo que le diga.

Sus facciones cambian, se muestran heridas y tristes. Su respiración se agita y noto cierto temblor en su cuerpo. Pero no dura ni un segundo; se recompone y me mira seriamente, como si no le hubiera dicho nada y como sí le resultará indiferente.

Echa un vistazo hacia atrás, buscando a su compañero.

—¡James! —reclama y este llega a nosotros en cuanto le llama.

—¿Sí? Einar —cuestiona educadamente.

¿Acaso esta secta de locos tiene alguna jerarquía? ¿No se cansa de hablarle así a los demás todo el rato?

—Lleva a Nara hasta el campamento. Acompáñala de cerca por si se cae, pero no se te ocurra cogerla, notarán su olor en ti y podrían reclamarte la ayuda que le has ofrecido —James asiente a su recomendación —. Yo me adelantaré por el riachuelo, para que piensen que no estuve con vosotros todo este tiempo —James vuelve a asentir y Einar se marcha, sin echarme tan siquiera vistazo alguno.

—Cógete a mi brazo —me ofrece y le miro extrañada —.Si andas sin sujección y tanto rato además, acabarás coja... —me agarra la mano y entrelaza su brazo con el mío.

—¿No estabamos ya próximos al campamento? —murmuro mirando al suelo.

—Sí por próximos te refieres a dos kilómetros... sí, lo estamos —habla risueño.

—Pero Einar dijo... —levanto la mirada un instante, sorprendida.

—Sé lo que Einar dijo, yo también lo escuché —sonríe mirándome y sin saber cómo, me sonrojo.

¿Cómo es eso posible? Einar lo ha adelantado varios metros, a paso ligero.

¿Por qué me mintió? ¿Acaso no quería seguir cargándome? ¿Será que apesto después de tanto correr?

»No hablaba de la distancia por recorrer hasta donde nos asentamos, si no la distancia a la que pueden localizarnos con facilidad —sonríe y asiento, volviendo mi mirada al suelo.

»No todos somos malas personas Nara... —habla y levanto la mirada curiosa para verle sonreír con tristeza, mirando al frente —. Aric solo nos manda, pero eso no significa que compartamos su opinión. Su trabajo es mandar y el nuestro obedecer.

—Pero aún así, hareis de mi cuerpo un girón si os aburrís —digo seria y deja escapar una pequeña carcajada.

—Esto pinta peor de lo que realmente será —sonríe —. No te preocupes... Einar acabará arreglándolo todo, no temas por nada. Él siempre lo soluciona.

—No lo veo yo...

—No importa lo que Aric diga... sí cree que es una injusticia, tomará sus propias medidas —zanja y me invita a caminar nuevamente.

¿Será eso verdad? ¿O querrán mi confianza para ser ellos los primeros en atacar?

Observo su rostro serio y pensativo mientras avanzamos. Sus facciones son las de un niño, joven y perfectamente perfilado, con apenas una sombra de una incipiente barba adornando su rostro.

Me preguntó cuántos años tendrá. no creo que sea mayor de veintidos.

Pero su perfecto rostro no es más pero de un criminal. Como el resto de su pandilla.

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—Ya hemos llegado... —habla y miro a todos lados.

—Esto está vacío... —digo y me topo con montones de huesos apilados a los lados del sendero, a los pies de dos grandes árboles.

Chillo como una posesa haciendo reír a James.

—Tranquila, es solo para asustar —coge una rama de uno de los árboles y la entrelaza con otra de el de enfrente, haciendo un arco.

—Vamos... —me agarra de la mano y atravesamos el arco; una vez lo hemos hecho, se voltea y lo deshace.

—¿Pero qué..?

—¡James! ¡James! —unos niños se abalanzan sobre nosotros, corriendo alegres y risueños.

—Connor, Keera... ¿habéis ayudado a vuestra madre con las labores? —enarca una ceja y estos asienten.

—¿Nos has traído regalos? — juntan las semanas y sonríen de oreja a oreja, forzados.

—Eso depende, ¿habéis hecho vuestros deberes? —pregunta y asienten efusivamente.

—Síiiiiii —James sonríe y les lanza dos paquetitos pequeños que llevaba en el bolsillo.

—¡Gracias dearthair! —exclaman unisono y salen corriendo, pero la pequeña se para.

—¿Pasa algo Keera? —la niña de pelo castaño oscuro le mira, y posteriormente a mí.

—¿Es la eachtrach? —me mira con curiosidad y este asiente.

—Así es Keera —me sujeta del brazo para ayudarme a caminar.

—Agus an bhfuil sé dona mar a deir go léir? (¿y es mala como dicen todos?) —sus grandes ojos azules no dejan de observarme con curiosidad.

—Níl, níl sé (No, no lo es) —la niña sonríe, marcando los hoyuelos y se para frente a mí.

»Faíte, bean tine (Bienvenida, dama de fuego) —me dice haciendo reír a James y se va a los llamados de su hermano.

—¿Son tus...?

—Hermanos —acota sonriendo.

—¿Y que me ha dicho? —cuestiono con timidez.

—Tranquila, es normal que no lo entiendas. es gaélico, casi no hay costumbre de hablarlo ya, en Irlanda —sonríe —. Me ha preguntado si eras la extranjera y si eres mala como todo el mundo dice —me atraganto con mi propia saliva.

¿Mala? ¿Se supone que yo soy la mala?

»Habrá sido idea de Aric, para justificarse con Keyla; pero no tardará en darse cuenta en cuanto te vea... Probablemente, para el anochecer ya estés con tus amigos... —me tranquiliza y por primera vez sonrío.

¿Habré desconfiado de él sin motivo?

—¿Qué le has respondido tú? —hago una mueca al notar una punzada en mi rodilla.

—¿A Keera? —asiento y sonríe —. Que no lo eras. Y te ha dado la bienvenida, dama de fuego... —ríe.

—¿Dama de fuego? —enarco una ceja.

—Por tu cabello. Para nosotros es como una bendición —sonríe —. Besada por el fuego. Trae buena suerte.

—En España te ponen todo tipo de motes —murmuró para mí misma, suspirando.

—Aquí sois una bendición... —habla y le miro de reojo, justo entrando en el campamento.

—¿Por qué habéis tardado tanto? —un Aric furioso llega hasta nosotros, devolviéndome a la realidad, estoy secuestrada —. ¿Acaso habéis estado de cháchara todo el camino? Mírala, está prácticamente reventada por dentro y ni siquiera llora. No es consciente de lo que se le avecina... —ríe con maldad.

Antes de que comience a hiperventilar, Einar aparece por la derecha, entre las tiendas de campaña, mojado y con ropa nueva.

—Yo le dije a James que no fuera en línea recta para que el desertor no los encontrará — llega junto a Aric —. Yo me adelante por el río, para vigilar el perímetro.

— Por tu aspecto puedo ver que te has dado un buen baño... —le acusa seriamente.

—¿Cómo no iba a dármelo? Después de una noche de caza, apestaba —Einar sonríe de medio lado y Aric no tarda en reír.

—Tienes razón —sonríe —. Yo también me lo di en cuando llegué...

—¡Era verdad! —grita una mujer al otro extremo del campamento y viene hacia nosotros a grandes zancadas —. ¡¿Cómo has podido?! ¡Es una niña Aric! ¡¿Cuando te has vuelto un animal?! —gruñe cabreada.

Es hermosa, su cabello castaño y ondulado lleva hasta sus caderas y su piel morena resalta sus grandes ojos verdes.

—Cada vez que puedo y que quiero, amor —habla burlón e intenta acercarla a él con un brazo, pero está le da un manotazo y se aleja de su agarre.

—No me vengas con tus idioteces. ¿En qué cabeza cabe el secuestrar a una pobre muchacha? —le mira furiosa y Aric alza la barbilla con soberbia.

—Cubrirá las bajas que hemos tenido —espeta seriamente.

—Ella no puede parir. No es uno de nosotros —abre los ojos con inquietud —. Nosotras nos condenamos prácticamente, al quedar embarazadas, ¿qué remota idea te ha hecho pensar que alguien del exterior pueda aguantar tal sacrificio? —niega confusa, asustándome con sus palabras.

—La idea de que no importa lo que pase con esta fuath, mientras contribuya a la conservación de la manada —dice con frialdad.

—¡¿Desde cuando eres tan frívolo?! — exclama la mujer indignada —. ¡¿Cómo puedes ser tan cruel?!

—¡Cruel es que nuestras mujeres mueran desangradas en el parto! ¡Qué los cuerpos de sus hijos se queden encajados en sus genitales! ¡Qué se sacrifiquen por unos niños que puede que no vean la luz del sol, que no saben si sobrevivirán pese su sacrificio!

—Si no quieres ver a las mujeres de tu familia morir, ¿por qué quieres que otras lo hagan?

—Porque prefiero extrañas cargando nuestros hijos durante meses antes de su muerte, qué ver a nuestras mujeres muriendo entre infecciones y calenturas —suelta sus manos con prepotencia y la encara —. Prefiero que muera una pelirroja debilucha sin ningún valor en esta vida, que la mujer con la que estoy comprometido. Prefiero ver a esa fuath muerta, que a ti... —mira directamente a sus ojos.

—¿Intentas justificarte con tu amor hacia mí? —le mira horrificada.

—Sabes que haría cualquier cosa por proteger a la tribu —se sincera.

—No sé quién eres tú, ni tampoco qué has hecho con el hombre del que me enamoré. Pero si tengo algo claro, no me hables hasta que la sangre riegue bien tu cerebro, si es que alguna vez lo tuviste... — me coge del brazo y me arrima con fuerza ella.

»Soltadla —gruñe y obedecen y me lleva a paso acelerado con ella.

Pasamos a través de todo el campamento y abre la hoja de tela de una de las tiendas más grandes.

»Pasa... —me ordena, jalándome del brazo y empujándome al interior —¿Cuál es tu nombre eachtrach? —extranjera, así me llamó Keera hace unos minutos.

Espera y caminó seriamente hasta una gran mesa de madera maciza y agarra una jarra, vertiendo lo que parece ser agua, en un vaso.

—Nara —respondo casi inaudible, recordando las palabras de Einar. Allá dónde vas nunca digas tu verdadero nombre.

Enarca una ceja en cuanto hablo.

—Un nombre extraño... ¿es popular en tu tierra? —camina hacia mí y me tiende el vaso que sujetaba.

—Sí... —comento simplemente y asiente, volviendo a apegar el vaso a mi cuerpo.

»Mira que te hicieron a ser brutos... —toca mi barbilla y aparta mi pelo, examinandome.

— No... —murmuro y se queda mirándome —. No fueron ellos —trago saliva —. Fueron los lobos... me tiré por un cortado para esquivarlos, sin saber que era tan empinado y acabé lastimandome —se queda pensativa y asiente lentamente.

—En ese caso, puedes agradecer el estar viva en estos momentos... —va de nuevo hacia la mesa y coge un plato, llenándolo de fruta.

—Sí... —hablo apenada.

¿Agradecer? El estar aquí es peor que la misma muerte.

—Volverás a tu casa en breve —habla como si me hubiera leído la mente —. Déjame hablar con Aric. No es mala persona; solo tiene una visión algo distorsionada de las cosas y es un poco tozudo a veces —sonríe para tranquilizarme, por primera vez desde que llegué y me da el plato lleno de uva y melón cortado a tacos.

Ojalá pudiera creerle; pero una buena persona por muy diferente que tuviera sus ideales, no secuestraria nadie como vientre de alquiler y la desnudaría frente a todos sus "subditos".

»Habrá que lavarte y curar esa herida antes de que se infecten. Y cambiarte de ropa, la tuya es más girones que prendas de vestir —examina mis prendas, viendo que no tienen aprovechamiento alguno.

—Yo la llevaré al río para que se asee —nos giramos al escuchar una voz tras nosotros.

Einar.

—No digas tonterías. Necesitará ayuda y dudo mucho que quiera lavarse en la presencia de un hombre —protesta la muchacha, dándole una mirada glacial.

—Eres una recién llegada Keyla. No lo verán bien — contesta Einar, acercándose.

—Pero soy...

—No eres nada. Aún no — sentencia —. Solo eres la mujer que está comprometida con su líder, nada más... —Keyla, qué es así cómo se llama la chica, bufa.

—Está bien — accede de mala gana.

Espera, ¿qué? Sí ya me hacía poca gracia el que ella me acompañará, menos se me hace que sea Einar quién lo haga.

—Dame las toallas y todo lo que quiera que necesite... —habla con seriedad y Keyla asiente, buscando cada cosa necesaria para el baño.

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Glosario:

Dearthair: Hermano

Eachtrach: Extranjero/a

Fuath: Un fuath o vough, que literalmente significa "odio" en gaélico escocés e gaélico irlandés, designa una clase de malévolos espíritus mitológicos gaélicos de agua de tierras altas, que habitan el mar, ríos, agua dulce o lagos marinos.

Su aspecto se describe como un ser cubierto de pelo enmarañado, pelaje amarillo, una melena en la espalda, dedos de los pies palmeados, una cola con púas y sin nariz. 

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Hey, hey, hey!!!  Que tal estais? Siento la tardanza, han sido unos días arduos pero por fin estoy aquí!!! Espero que os haya gustado el capítulo!!!

Quería comentaros unas cosillas:

1º Estoy en un concurso de cortos de navidad en los que necesito más gente que la lea, vote y comente. Este es el enlace: https://litnet.com/es/book/un-deseo-celestial-b109822

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Aquí teneis unas preguntas:

-¿Os ha gustado el cap?

-¿Qué pesais de la actitud de Einar con Naiara?

-¿Y de James?

-¿Qué pensais de Keyla? ¿Y Aric?

-¿Volverá pronto a casa?

-¿Hay alguna pareja inminente?

-¿Einaaaar va a bañar a Naia? :O

Espero que comencéis unas felices felices fiestas y paseis una buena noche buena! Os quiero!! Un beso!! Nhoa ♥