Capítulo 16

El lobo se mostraba sin ganas de aguantar la burla del polaco, si la manera en la que había echado sus orejas detrás y la forma en la que su cola se alzaba amenazantemente tenía algo que decir.

Acechó con cuidado al contrario, gruñendo ante sus palabras, que sólo lo iban provocando más y más. Sus feromonas se salían de control, disparatadas, sobretodo cuando Robert quiso volver a entrometerse, acercándose a Gavi y Emiliano quien fue a atenderlo.

No iba dejarlo pasar.

Más tarde, si es que salía de esta, seguramente iba a preguntarse cómo pudo ser tan estúpido y haber sacado tanto valor para meterse con un lobo que le doblaba tamaño, pero en este mismo momento solo quería proteger lo suyo.

Emiliano en vista de que Pedro y el otro lobo empezaron su pelea, trató de llevarse a Pablo.

Pero sus heridas aún estaban latentes, Pablo no tenía mucho tiempo y el suero que le dio no sanaria las heridas internas.

Pedro atacaba con todo al otro lobo, y los amigos de Pedri parecían petrificados.

Entonces Pablo solo contaba con él, Gavi iba y venía de la inconsciencia.

-Tranquilo pequeño, yo te sacaré de aquí.-haciendo caso omiso a sus heridas, Emiliano uso toda su fuerza para tomar al menor en sus brazos, iba a empezar a caminar, pero un zarpazo en su espalda lo llevó directo al suelo.

En un descuido de Pedro, Robert mordió una de sus patas y con eso lo distrajo lo suficiente como para ir a atacar al cazador.

Robert se abalanzó dispuesto a clavar sus colmillos en la garganta de Emiliano.

Emi solo pudo cubrir a Gavi con su cuerpo, no importa lo que le pasara, él protegería a su amigo.

El ataque no llegó y Emiliano supo el porque, Pedri se había interpuesto para defenderlos.

-¡Emiliano corre! -Fue lo que escucho de Ferran y esa fue su señal para tomar a Pablo y salir de ahí.

Lo último que vio fue a Ferran y Ansu tirando grandes piedras al lobo, y Pedri mordiendolo cuando se distraía.

-Realmente son una manada.

Pedri soltó un agónico chillido cuando el otro alfa mordió su pata, era probablemente uno de los peores dolores que habrá sentido después de las transformaciones.

Su corazón dio un vuelco cuando casi le permite al polaco prácticamente destrozar a sus amigos y en un momento de desespero volvió a saltar encima del alfa, tratando de ir por su nuca y someter al lobo más grande, cosa que no pudo.

Se notaba la diferencia en la experiencia y las habilidades de ambos alfas y también la edad. Pedri seguía siendo un cachorro en su presencia.

Robert tiró al canario al suelo sin mostrar una pizca de misericordia y se posicionó encima de él para que no se moviera más, harto de los jueguitos.

El menor comenzó a llorar, sobretodo cuando se le dificultaba respirar ante el peso del otro lobo y las agobiantes feromonas del otro que parecían intensificarse a cada segundo.

El alfa mayor le lanzó una mirada furtiva a los amigos del menor, quienes se paralizaron ante ella. Ambos mortificados ante la posibilidad de que ahora todo haya acabado para su amigo y ellos.

Un profundo gruñido que hizo temblar a Pedri hasta los huesos se formó en la garganta de Robert antes de retirarse de encima del lobo y transformarse de vuelta con gracia.

Su desnudez no parecía importarle, manteniendo su mirada sobre el lobo maltrato en frente suyo pero sin bajar la guardia.

—Transformate de vuelta, ahora —gruñó.

Ya estaba harto, y sinceramente no quería lastimar al cachorro.

El lobo más joven hizo caso y volvió a su forma humana, noto que era de una forma distinta a la suya, bueno si va a ser de su manada empezará enseñándole como transformarse sin tanto dolor.

-Mira, no quiero lastimarte y aunque no me creas tampoco quise hacerlo con Pablo.-Robert sabe que fue un error.

El joven simplemente le gruñó ante la mención del humano.

-Tú no lo quieres, yo sí deja que sea parte de mi manada y yo te dejare en paz con tus amigos.- Tu no lo necesitas como yo lo he hecho.

-Pablo merece un Alfa que si vea por él, no un cachorrito que no sepa afrontar sus propios sentimientos.

Robert dio media vuelta, iba a seguir el aroma del cazador, tenía que ver si Pablo necesitaba la mordida.

-Esta mal herido y no pienso perder mi tiempo aquí, lo quiero como mi beta y si quieres que viva no me darás problemas e iré a marcarlo.

-Dudo que tu vayas ha hacerlo.

Ansu y Ferran no tardaron en asistir a su amigo, ayudando al isleño a pararse. Temían al lobo, claro estaba, pero si era uno eran todos.

Ambos chicos notaron como Pedri volvía a tensarse ante las humillantes palabras del polaco. Y no sólo el canario se estaba cabreando, sino los otros chicos también.

El momento en el que vieron los ojos del alfa menor cambiar de color se apartaron de una, sabiendo que no podían parar una bestia salvaje.

—Como le pongas un dedo encima a mi omega la vas a pagar—escupió Pedri en una voz que no parecía ser suya mientras se acercaba nuevamente al otro alfa, ignorando completamente el propio dolor que sentía.

Se le erizó la piel al valenciano y guineano ante aquella declaración. Creían que Pedri iba tratar a volver a entretener al otro lobo por lo que aprovecharon a escabullirse e intentar encontrar a Emi y a Gavi y ayudarles a ponerse a salvo.

-¿Tu Omega? Él es mío, Pedro no intentes enfrentarte a mí, el resultado siempre será el mismo.

-Pablo ya tomo su decisión, al seguirme hasta el bosque, el quiere pertenecerme, tú ya tienes a tu novio y a tu amigo.-Pudo ver la cara de confusión del más joven, no le dio importancia.-Yo quiero a Pablo conmigo.

-No tienes lugar en su vida, solo eres un cachorro de lobo que no supo valorar sus sentimientos, dime Pedro ¿Al menos te diste cuenta que él siente algo por ti?–Aun que duela, sabe que Pablo siente algo por el cachorro.

-No, dudo que siquiera te hayas tomado la molestia, en todo el tiempo que estuvo conmigo, no paro de defenderte, incluso sabiendo que tu seguramente estabas con Ferran, oh, sí él me habló de ustedes.–Pablo no merece eso.

-No eres un lobo lo suficientemente fuerte para protegerlo, ni siquiera han pasado veinticuatro horas y Pablo ya estuvo a punto de morir dos veces.

Con cada palabra, Robert notaba lo enfadado que estaba el menor.

-Tú no puedes con unos simples sentimientos confusos, yo estoy dispuesto ha ofrecerle una tregua y un lugar al cazador con tal de que Pablo venga conmigo.

                                    .......

-Maldición, Pablo vamos debes resistir... Pedro date prisa.-Emiliano seguía corriendo, el lugar más seguro para Pablo era la cabaña, no puede llevarlo al instituto, pero tampoco pueden quedarse ahí.

Escucho unos pasos detrás de él.

-Emiliano.-La voz de Ferran, nunca creyó que esa molesta voz le sacaría una sonrisa de alivio.-¿Lo llevarás a la cabaña?

Emiliano asintió.

-Vamos, nosotros lo llevaremos, tú estás muy herido, cuando pueda Pedri vendrá.

-No, yo lo llevo.

Así Emiliano siguió con dirección a la cabaña, ahora seguido de Ansu y Ferran.

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