Capítulo 24

- ¿Terminó con su numerito? - Pregunta una de las tías.

Terminé como a ti te terminó tu Mate, víbora.

- Tía... - La voz demandante de Zane la hace callar.

- Bueno... cariño... como te decía, ella es Rebeca y ella... - Zane interrumpe a su madre.

- Me gustaría escuchar más sobre una mujer que no es de mi interés... - El rostro de la madre y Rebeca fue grandioso, casi que se me escapaba la risa - Pero prefiero iniciar la cena... ¿Qué les parece? -

- Si, al fin, muero de hambre - Las primas más jóvenes sonríen y se adelantan pero se quedan frente a mi - Por cierto... linda ropa, pero no va de acuerdo con tu cuerpo -

Fruncí los labios, Zane la fulmina y la hace volver a caminar.

- Ya calla, enana -

- ¿Qué? No dije una mentira - Ella sonríe con inocencia y se va.

Noté las sonrisas de las demás mujeres pero al notar la mirada de Zane y la mía se hicieron de las locas y se fueron a la mesa. Resoplé cerrando los ojos un momento y caminando junto a Zane.

Llegamos a la gran mesa en la que todos estaban agarrando un lugar, Zane me guía y me aparta una silla sonriendo para que me siente pero justo cuando estaba por hacerlo aparece Rebeca y se sienta.

- ¿No es un caballero mi hijo? Corre la silla para que Rebeca se siente... es un amor - Balbucea la madre a las tías quienes le dan la razón.

Apreté los puños de manera disimulada, Zane siente mi molestia así que se me acerca para calmarme y me hace sentarme en la otra silla... junto a la Rebeca.

- Ah, ah, querida. Quiero que Zane se siente allí, así estará más cerca de mi - Dice su madre sonriendo con falsedad.

- Seguro, señora - Dije sonriendo entre dientes y me corría al asiento de a lado de nuevo.

- Lo siento... -

- Ya. No importa, lo que sí es que me deberás mucho helado después de esto -

Vi la sonrisa de Zane mientras se sentaba, me mira y agarra mi mano por debajo de la mesa ya que ahí la tenía, pero entonces la silla a mi otro lado se mueve y veo que se sienta Nathan... tenía que ser.

- Y bueno, preciosa... No sé tu nombre... -

Sonreí por amabilidad aunque me sentía realmente incómoda de todo pero en especial de tenerlo a mi lado.

- Soy Amber... -

- Me gusta, pero te seguiré llamando preciosa -

- Yo creo que no... Mis padres no tardaron tanto en ponerme un nombre solo para que tú quieras llamarme como quieras - Lo miré de reojo con una clara expresión de disgusto hacia él.

- Ni pareciera que se tomaron en serio al elegir... - Escuché el murmullo de la madre.

- Mamá - Menciona Zane con advertencia pero ella sonríe ampliamente.

- Cuéntanos, Zane... ¿Cómo te va con el Alpha? -

- Pues, muy bien, ahora todo es mejor con nuestra Luna presente, Alek es más calmado -

- Me alegro por él, encontró a una Mate fuerte, hermosa y que podrá ayudarlo sin estorbar... - Me mira de reojo por un segundo a la vez que se lleva su copa a los labios.

- Voy a lanzarle el cuchillo, en tres... dos... -

Zane sonríe con nervios pero a la vez me quita mi cuchillo y aparta el suyo, algunos nos miran con confusión pero deciden ignorarlo.

- Entonces... Rebeca, tengo entendido que hablas cuatro idiomas además del español ¿Podríamos saber cuales son? -

- Oh, claro. Hablo: Inglés, Japonés, Portugués y Francés -

- ¡Frances! Zane también lo habma, dicen por allí que es el idioma del amor... ¿No nos puedes decir algo? -

- Con gusto... "Zane, je te trouve quelqu'un de très intéressant et attirant, j'espère que nous pourrons mieux nous connaître..." -

No entendí ni una palabra de lo que dijo pero si me fijé en el momento que puso su mano sobre la de Zane que estaba en la mesa.

Zane sonríe algo incómodo y disimula el apartar su mano al levantarla para rascarse ligeramente el cuello.

- "Merci mais je ne suis pas intéressé." - Responde Zane, nuevamente no entendí pero si vi la expresión molesta de Rebeca.

- ¿Y... ? ¿Qué dijeron? - Pregunta su madre.

- Nada importante, de verdad no es relevante - Dice Zane.

- Entiendo... bueno y Amber... ¿Tú qué idiomas hablas? -

¡Ja! Creo que esperé este momento.

- En realidad... sé hablar húngaro - Sonreí con suficiencia.

Todos los presentes parecieron sorprenderse ya que ese idioma es considerado "el idioma del diablo", no por la forma de hablar sino por lo difícil que es aprenderlo, justamente.

- Podrías decir algo - Dice ella esperando a que solo fuera una mentira pero yo sonreí.

- "Vén szar, mindenki mehet a szukára." - Todos se me quedan mirando como si tuviera dos cabezas.

- ¿Qué se supone que has dicho? - Pregunta un tío.

- Oh pues... Que es un placer conocerlos a todos -

Si claro, tan agradable como conocer a un cazador.

- Eh... bueno... Comamos -

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