Narra Amber

- Es cierto... lo hice por ti y tu solo piensas que no sirvo y que... simplemente moriré sin poder ayudar -

- Amber... No... lo siento... yo no... no quería... -

- No, Zane... cuando te di la oportunidad me dijiste que no volverías a subestimarme y eso estás haciendo... ¡Joder! ¡Acabo de matar a veinte cazadores con Mayka! ¡Pero eso no te importa! ¡Sigues viéndome como una estúpida y débil omega! - Mis ojos comenzaron a picar por las lágrimas.

Zane se acerca a mi pero me alejé.

- Amber... -

- Déjame Zane, realmente no quiero verte ahora... solo... quiero estar sola - Me abracé a mi misma y entré a la casa, fui a mi habitación y me encerré allí. Me recargué por la puerta y me deslicé por esta hasta llegar al suelo.

Me cubrí la boca con una mano y ahogue mis sollozos para que no se escucharan tan fuerte. Luego me acosté en el suelo y me quedé dormida sinbdarme cuenta.

***

***

Me desperté de golpe notando que estaba en la cama... No había nadie más en la habitación así que suspiré, me dolía la cabeza y la garganta por llorar.

Me levanté y fui al baño, me vi en el espejo notando las ojeras, los ojos rojos y la nariz igual, además del cabello desordenado.

- Tsk... -

Decidí bañarme, así que llené la bañera y me metí en esta, agarré la esponja y la pasé por mi cuerpo.

Miraba un punto fijo, pensando, hasta que pasé la esponja por encima de la marca de Zane...

Me quedé un momento así y luego mi cerebro me jugó una mala pasada. Sin poder evitarlo comencé a recordar lo que ocurrió esa noche.

《 Flashback 》

- ¿Segura Amber? Entenderé si ya no quieres... -

- Zane... quiero que me marques... -

Aparecen imágenes de cuando Zane me muerde y yo solté un quejido y gemido a la vez que me agarraba de su espalda ya que estaba sentada en su regazo.

- Te amo Amber... -

Mis ojos se llenaron de lágrimas, pasé mi mano por mi brazo izquierdo y pude sentir los brazos de Zane en mi, tocándome con delicadeza...

Zane me acariciaba los brazos con roces mientras me besaba y yo lo marcaba a él.

- Te amo Zane... -

Pasé mi mano por mi cuello y bajé a mis pechos.

Zane me besaba y mordía el cuello pero bajó a mis pechos donde los acaricia, lame y muerde.

- Z..Zane... Mhm... -

Mi mano tocó mis muslos bajo el agua tibia de la bañera.

Zane me levanta, separa mis piernas y sigue besándome con ternura mientras acaricia mis muslos y el resto de mi cuerpo.

Hasta que mi mano se detuvo... pero si recordé algo más...

Zane me había puesto sobre mis manos y rodillas en la cama... me embestía con rapidez y fuerza como se lo había pedido. Soltaba gemidos y jadeos a la vez que escuchaba lo que él me susurraba que me gustaban y excitaban, hasta que ambos llegamos al esperado orgasmo.

《 Realidad 》

Seguí mirando a la nada, pero me quedé allí sin hacer nada. Hasta que una lágrima cayó de mi rostro y se mezcló con el agua de la bañera.

Duele... Duele que Zane piense que no soy fuerte, que me matarán fácilmente y que necesito que siempre me protejan...

Me siento inútil todas las malditas veces que la manada peleaba contra algún enemigo y yo en el refugio sin hacer nada.

Solo era la omega del servicio. La empleada. La inútil y débil omega, y él me lo recuerda aunque lo haga de forma inconsciente...

- Pero eso cambiará - Dije más para mi misma y así creérmelo.

Salí de la bañera y me sequé el cuerpo me miré al espejo y vi la marca de Zane, pasé mis dedos por ella y cada vez estaba más decidida. Me cambié y salí de la habitación, fui a la de Mayka, entré sin más, para mi suerte ella estaba en su cama sola.

- Mayka, quiero seguir entrenando ahora - Le dije.

- ¿Eh? - Me mira confundida pero nota la determinación en mi rostro y no pregunta más - Bien, vamos entonces - Responde levantándose y ambas bajamos las escaleras.

Vimos a los chicos en el comedor y pasamos frente a ellos para salir por la puerta trasera, yo ignoraba a Zane olímpicamente. Podía sentir su mirada en mi y a la vez el sentimiento de culpa y tristeza que él tenía.

- ¿A dónde van chicas? - Pregunta Alec.

- A entrenar - Dice ella mirándome orgullosa.

- Vámonos Mayka - Dije de una vez y con ella salimos de la casa, nos transformamos y fuimos a otro lugar para entrenar.

- Bien, pelearas contra mi. Tranquila seré suave... -

- No. Hazlo con todo lo que tienes -

- ¿Segura? - Pregunta.

- Muy segura -

- Bien - Sonríe y se posiciona - Esto te dolerá más a ti que a mi -

Corre hacia mi para atacarme perro rápidamente la esquivo cuando su mano con sus garras pasa frente a mi, yo la sujeto y lanzo contra un árbol haciendo que este se rompa.

- Okey, te entrené muy bien. Pero me hiciste enojar - Dijo y volvió a atacarme.