Capítulo único.
(18 de febrero)
"Hey Hobi, sabes...hay alguien que me gusta..." su rostro sonrojado y la mirada perdida pero cautivada, las palabras del chico de sonrisa cuadrada y sus ojos brillantes habían golpeado con furor en el interior de Jung Hoseok. "Me gusta Jungkook" sólo esas palabras había dejado al hombre estático, anonadado y decaído; aunque sabía que Tae seguía hablando sobre las maravillosas facciones de su mejor amigo, de los fuertes y definidos brazos que poseía, o de los 'tiernos' dientes de conejo de su adorado 'kookie', Hoseok no sentía, no veía, no oía, el ligero murmullo de la voz de Taetae parecía casi ajeno a él. Su alma había abandonado a su cuerpo por esos instantes, instantes en los que se reprendía no haberse confesado antes, en donde pensaba y se autocastigaba por haber sido tan ingenuo al presentarle a su mejor amigo-aún sabiendo que Jungkook tenía aspecto de Playboy- pensó que Taehyung querría conocer más de él y de su círculo social, con quiénes convivía y bromeaba como buenos amigos. Muchas cosas pasaban por su mente pero muy dentro de él sabía que no podría remediar nada y que Jungkook no era culpable, Hoseok amaba a Taehyung y quería mucho a Jungkook como para estar enojado con ellos-ellos no eran el problema, el problema había sido él-. Su corazón estaba herido y gritaba en un ensordecedor silencio ser consolado por quien le había causado la grieta.
"...¡ y no le tiene miedo a nada! Por eso quiero que me ayudes, ayúdame a que Jungkookie suspire pensando en mí, ayúdame a que me robe todas sus miradas y que sus fornidos brazos me rodeen con cariño. Por favor Hobi, quiero que él se enamore de mí."
«Si tan sólo supieras que yo hago eso y mucho más, porque tú eres mi luz en la oscuridad y la esperanza que necesito para seguir sonriendo» si tan sólo él tuviera el coraje para decir lo que su corazón y su mente escondían, si tan sólo tuviera la confianza necesaria para abrir su boca y dejar salir lo que estaba en lo más recóndito de su ser. Pero él no era Jeon Jungkook y por ende no tenía las grandiosas característica del 'Chico Perfecto'.
Hoseok estaba herido, su interior estaba deteriorado, pero su corazón se destrozó en el momento en que encerró una vez más sus sentimientos y sonrío de oreja a oreja, intentando arduamente que fuese una sonrisa sincera sin nada más que sus deseos de que Tae fuese feliz, porque así lo deseaba él: si su querido TaeTae amaba a alguien, él le ayudaría. Incluso si eso causase que su espíritu fuese muriendo, sabía que él no merecía estar en una relación.
"¿Es muy raro?" Le había preguntado el causante de sus incontrolables emociones. Hoseok le miró confundido "¿Qué es raro?" Le respondió a Taehyung sin comprender por qué el chico frente a él lucía tan preocupado e incómodo.
"¿Es muy raro que te diga que soy..." Hoseok recuerda la incomodidad que tenía el causante de sus noches en vela "que soy... gay?" Lo dijo casi en un susurro, temeroso y asustado, "¿vas a dejar de quererme? Perdona por decirte algo tan asqueroso, seguramente ahora me odias. No quiero que me odies. Eres la persona más importante para mí, Hobi." El habla del chico no era fluido, sus palabras tropezaban entre sí y si Hoseok no conociese muy bien a su amor secreto él no hubiese sido capaz de entenderle. Su pecho quemaba, ardía lleno de felicidad aunque la razón le reiteraba que no se hiciese ilusiones porque cuando sus expectativas subieran la caída sería incluso peor que en esos momentos."No eres raro, sigues siendo el lindo y dulce Tae, mi amigo", habló sonriendo con un 'cariño fraterno' y el nudo en su garganta intentando controlar el dolor que pensaba lo iría a desgarrar en cualquier momento. «¿Cómo podría llegar a odiarte, si eres la persona que más deseo atesorar con mi vida? Para siempre seré quien velará por tus sueños»
La felicidad del menor fue instantánea y Hoseok se creyó desfallecer ante la felicidad demostrada por este. Inhaló con calma y le abrazó como si aquel ladrón de su corazón fuese un hermano, fuese lo que siempre seguiría siendo: Su Amigo; y quizás luego el novio de la rata-digo Jungkook-.
"Estoy muy orgulloso de ti" había sido la oración que ocasionó que el corazón del menor brincara de emoción y gratitud.
Para Taehyung le eran ley las palabras de su querido amigo Jung Hoseok, aunque conocía al bailarín desde hacía dos años para él había sido suficiente el llegar a tenerle confianza y contarle cada situación que ocurría a su alrededor; y por eso cuando empezó a sentir un cosquilleo en el pecho cada que veía al Jungkook , su respiración se volvía irregular al tenerlo cerca, y se empezaba a encontrar sonriendo como pendejo cada que pensaba en él, cayó en cuenta que se había enamorado y por ello, al primero a donde iría a contarle su grandioso descubrimiento sería a Hoseok-muchos suponían que hubiese sido Jimin, pero Jimin es su amigo tierno e ingenuo que desconoce sobre esos temas, 'temas de mayores'-
Al comienzo tenía miedo de que los prejuicios de la sociedad se hubiesen adentrado en J-hope-nombre artístico del bailarín- pero ¿cómo podría haber desconfiado tanto de su amigo? del chico que cada vez que su cuerpo flaqueaba e intentaba darse por vencido, él con su sonrisa de sol le daba ánimos para continuar a pesar de la adversidad.
"Quiero invitar a Jungkook a cenar hoy a mi casa" dijo todavía avergonzado por las emociones sumergidas en su ser. "Pero como amigos, algo donde los dos nos conozcamos más y lleguemos a llevarnos mejor" habló con su cara ardiendo de lo bochornoso que se había vuelto la conversación para él.
"Seguro, le llamo y le digo que pase a tu casa. Seguramente estará encantado, él es muy tímido pero es un grandioso chico" Evadía el contacto con los ojos de Tae, temiendo que el dolor se reflejase en su mirada y sonrío, sonrió como siempre lo hacía para calmar los nervios y las emociones negativas que le causaban daño; sonrió ignorando de nuevo a sí mismo y le pasó el brazo sobre los hombros al menor. Amaba a Tae pero su amistad era más de que lo que merecía.
"Gracias Hobie, hoy va a ser el mejor día." Sonrió emocionado anticipando la velada, pensando solamente en su encuentro con el chico que lo tenía enamorado y olvidando todo lo demás.
"No hay nada que agradecer, somos amigos y los amigos se ayudan entre sí" contestó Hoseok caminando al lado del chico, con la opresión en su pecho y deseos de llorar.
El 18 de febrero debía ser una fecha especial para él, debía ser una fecha llena de felicidad y júbilo, esa fecha todos los años siempre había sido celebrada con sus amigos y compartían entre ellos momentos de alegría y la algarabía llenaba el lugar de encuentro. Pero ahora su cumpleaños no era nada, ni siquiera hacía una pequeña presencia en la mente del chico que más le importaba, se sentía desplazado y dolido; las memorias pasadas de las anteriores festividades donde disfrutaba de la compañía de Taehyung, los abrazos y besos en la mejilla, las caricias de afecto y cariño serían reemplazadas por ese día, el día donde su corazón roto se destrozaba pensando en el que había robado cada parte de su ser divirtiéndose con su mejor amigo, olvidando todo de él.
Obligándose a no dejar derramar lágrimas frente a su amado, le despidió con la comisura de sus labios levantada intentando lucir como una sonrisa, luego de oír a éste decir que debía ir a ordenar el lugar y alistarse para la velada más especial e importante de toda su vida. Sí, Hoseok se había obligado a no llorar mientras el chico no lo viera, y aunque se estuviese presionando para no soltar el líquido de sus honestos ojos estas rebeldes lágrimas no acataron la orden danzando en la piel bronceada del hombre con demasiadas emociones en su ser como para reprimirlas.
Y ahora unas cuantas horas después se encuentra recostado en su alcoba pensando en el día tan desalentador que había tenido, no puede observar el techo de madera frente a él porque su visión aún se encontraba nublada por el llanto y puede sentir el cálido líquido deslizarse por su rostro cayendo de vez en cuando sobre el colchón. Su cumpleaños no había podido ser más malo, desde que se había levantado en la mañana con un extraño y fuerte dolor abdominal para enterarse después de que Jimin no le acompañaría en las prácticas de baile ese día porque se le había presentado un inconveniente y le deseaba sus felicitaciones, y saber que Yoongi había vuelto a desaparecer después de una pelea con sus padres sin avisarle su destino; todos sus amigos estaban en problemas y todos necesitaban de su ayuda ¿y a él qué le quedaba? Tristeza, decepción, desamor... emociones que debía mantener ocultas por el bien de la amistad que había construido con la agradable personalidad que mantenía, y si esa personalidad se iba ¿Todo se convertiría en el pasado que aún le seguía recriminando? Un cumpleaños solitario, un cumpleaños perfecto para alguien como él, piensa cerrando sus ojos y dejándose llevar por el cansancio que su cuerpo tenía.
Sin embargo el descanso nunca llegó a él, cuando intenta dejarse llevar por los brazos de Morfeo la imagen de su verdugo se hace presente como la ultima vez que lo vio, su tormento era la sombra de sus recuerdos, la oscuridad que envolvía toda su felicidad y ese verdugo tenía un nombre, un cuerpo humano y una vida -una que no volvería a ser igual- y que cada noche hacía acto de presencia para torturarlo. Cuando Hoseok no pensaba en ese ser, su mente le jugaba bromas de mal gusto pensando en su pequeño de sonrisa ingenua y él se llenaba de vergüenza por hacerlo, y así pasaba todas las noches sin poder pegar el ojo, entre tinieblas y bochornos.
Antes de salir el alba Hoseok ya se había levantado, había realizado ejercicios de calentamiento y se encontraba alistándose para empezar a trotar sin rumbo fijo dejando que sus pies le llevasen. Su cuerpo iba empezar a ponerse en marcha cuando el teléfono empieza a sonar estruendosamente.
No lee el identificador de llamadas y le da en el botón de responder, apurado pensando que su horario se estaría alterando un poco.
"¿Hoseok?" La gruesa voz de su amigo lo desconcierta por un momento. Sonaba temeroso, tímido y extrañamente aliviado.
"¡Yoongi!¿Dónde has estado? "Lo primero que viene a su mente es averiguar el estado de su amigo. "¿Estás bien?¿Qué ha pasado?"
"Hoseok, estoy bien. Creo~" las palabras de Yoongi no le consolaban para nada, su tono era quebradizo y débil, su voz sonaba afectada y demacrada.
"¿Dónde estás?" El silencio es lo único que escucha en la otra línea y siente la impaciencia en todo su organismo "Nos tenías a todos preocupados Yoongi, no habías dado señales de vida por cinco días. ¡Yoongi, cinco días! ¡Por Dios!" No puede prevenirse el no subir el tono de su voz.
Oye el lloriqueo y sabe que su amigo se está rompiendo, sólo escucha los altos sollozos del chico de piel pálida y ojos pardo y siente pena por él, suponiendo que la causa de esas lágrimas fuese su padre. "Lo siento, sólo quería decirte que Feliz cumpleaños... no quería darte más problemas" En definitiva su hyung debía estar en un pésimo estado, ya que Yoongi no era de esos que se disculpaban, ni agradecían, ni socializaban; en definitiva su Hyung estaba muy, pero muy mal.
"Yoongi, no es momento para eso. Debes decirme dónde estás" lo más importante en ese momento era encontrar al mayor. Luego hablarían de los problemas que tenía su amigo.
"No sé"
"¡¿Cómo que no sabes?!" Estaba perdiendo la paciencia y todo por la extrema preocupación que se instala en su pecho al no tener respuestas concretas "Lo siento, me excedí. Pero Yoonnie, necesito saber dónde estás para ir a verte. Quiero hablar contigo" había vuelto a bajar el tono de su voz y rogaba porque le hiciese caso.
"Mierda Jung, no sé dónde estoy. ¿Feliz?"
"¿Una pequeña pista? ¿Qué es lo que ves en estos momentos?" Pedía a cualquier divinidad que esta vez su hyung fuese razonable y le avisase, ya no importaba el horario tan mecanizado que mantenía sólo desea encontrar a su amigo.
"Un arcoiris...oh y un unicornio rosa...so~ cute. ¿eso te ayuda en algo?"
"¡Oh por Dios! ¿Yoongi estás drogado?" Lo que más temía era que ese chico de actitud distante y dulce estuviese perdiéndose y hundiéndose más en la oscuridad.
"Claro que no imbécil, estoy en un tipo de parque o no sé qué mierda. Hay un arcoiris ya que hace poco estaba lloviendo" Hoseok suelta un suspiro de alivio y sonríe "Estoy mojado, tengo frío, me ruge el estómago y todavía estoy esperando a que aparezcas"
"No ha llovido por tres días seguidos Yoongi ¿En qué lugar estás?" Su vida se estaba complicando con cada minuto que pasaba: la desaparición de Yoongi, los desplantes de Jimin, la extraña y nueva novia de Namjoon, Jin siendo un comprador compulsivo y teniendo problemas con la ley y luego Taehyung rompiéndole el corazón inconscientemente; ya nada podía empeorar o eso pensaba él hacía unas cuantas horas mientras permanecía inmóvil sobre su cama. Restriega con afán e irritación su rostro esperando a que el silencio que su amigo dejaba no fuese una mala señal.
"Hyung, por favor. Responde. Dime que estás bien"
"Me gustan los perros. Son tiernos y muy fáciles de controlar" otro suspiro de alivio había salido de los labios de Hoseok al oír la voz de Yoongi. "Yo una vez tuve una perra, era una linda bullterrier" agradecía que el hombre detrás del teléfono continuase hablándole y sin notarlo ya se encontraba sonriendo con felicidad "Una linda mascota, hasta que un día simplemente poof, se esfumó...te aseguro que fue ese maldito viejo amargado que se hace llamar mi padre" escuchar la risa amarga de Yoongi nunca había sido agradable para él ya que sabía que detrás de esa risa llena de veneno había dolor, ira... habían cosas que le lastimaban.
"Yoongi...podremos hablar de tu padre cuando vaya a buscarte. Pero necesito saber tu ubicación" El desespero se instala en su interior, desea estar ahí, al lado de su amigo para reconfortarle y darle cariño.
"Primero la golpeó, lo vi hacerlo. Era una cachorra, el mes anterior había cumplido el primer año de estar con nosotros. Cuando ese tipo la encontró al llegar a casa luego de haber estado ahogándose en alcohol, fue muy triste. Minnie no merecía ser tratada así." Un nuevo sollozo, corto, distante y débil. "Odio esto, no me gusta ser débil, ni depender de ese gilipollas. Extraño todo, todos los días me culpo porque sé que por mi culpa él no volverá." Un lamento... un lamento que sólo Hoseok ha podido oír, el secreto de una amistad, el dolor compartido y las lágrimas que ahora derramaba por Yoongi; sólo eso sería testigo del sufrimiento ajeno, eso y el chico frente a Hoseok.
-¿Hyung?
El hombre reacciona al escuchar la masculina voz del tierno chico que ama, y entonces nota sus facciones húmedas por el llanto. Intenta sonreír pero las lágrimas no se detienen y continúan su camino.
-T...Tae- traga el nudo que tiene en su garganta y vuelve a hablar -¿Que haces aquí?
-¿Qué tiene Hyung?- el tono con el que habla el menor está lleno de afán-¿Por qué llora?
-No es nada Taehyung- sabe muy bien que al otro lado de la línea los gimoteos de su mayor aún continúan y escucha la frágil petición: "No le digas nada al mocoso. No hay necesidad de preocuparlo", asiente en silencio y decide colgar -Mejor dime qué haces por aquí...
El chico le mira con desconfianza, mueve la cabeza y suelta un suspiro para luego acomodar sus labios en una sonrisa. Aparta los rebeldes cabellos que le impiden la visibilidad y salta de emoción olvidando lo que su hyung estaba haciendo hace unos cuantos minutos.
-Venía a agradecerle Hyung, Jungkook... él me dijo que yo era un chico muy agradable y lindo.- el rubor en su rostro y la mirada tímida era tan común para él cada vez que hablaba de Kookie.
«No solamente lindo, eres hermoso. Cada parte de ti es un universo el cual quiero descubrir, el término lindura es poco para lo que eres. La belleza es un concepto vacío, porque estás más allá de eso. Tú eres mi único...» No quería seguir pensando y menos cuando veía cómo el menor ponía una expresión de "sentirse desfallecer" sólo por el recuerdo.
-Eso ya lo sabías, Kim- ríe con afabilidad y acaricia sus sedosos cabellos, siente su mano picar por desear más contacto pero se restringe.
-Pero es completamente diferente si te lo dice la persona que te gusta Hobie- frunce su entrecejo y saca su labio inferior, para hacer un puchero; le mira con seriedad como si le estuviese enseñando a un niño -Aún no sabes eso porque no lo has experimentado, pero te aseguro que serás feliz sólo con que la persona que amas te diga un simple hola.
Hoseok suelta una pequeña sonrisa cargada de nostalgia y acaricia con calidez la mejilla del contrario.
-Tienes razón pequeño. Es completamente diferente- su intención no es molestar ni confundir al chico, sino que simplemente su mente ha viajado a los bellos recuerdos de su juventud, donde su felicidad era causada por una sola persona, y sus pensamientos eran dirigidos sólo hacia esa maravillosa criatura. «Él era mi mundo, mi todo, el sentido de mi existencia»
Quizá Taehyung debería haber continuado la conversación, sin inmutarse ni sorprenderse por el inocente comentario que su amigo había realizado; ya que él estaba seguro que su Hobie nunca había salido con ninguna chica en todo el tiempo que llevaban de amistad, y en ningún momento le había oído hablar acerca de alguna ex-pareja. Ahora su seguridad en el virgen corazón de su amigo se estaba debilitando con cada segundo que éste permanecía dentro de sí sin notarle, tan ensimismado que el brillo de sus ojos empieza a acrecentarse con cada pensamiento de su primer amor. Y muy dentro de Tae había un picor, una pesada sensación a la que no sabría darle nombre pero que con el silencio de Hoseok empezaba a crecer, sin ser notada ni dándole la importancia que ameritaba.
-¿Quién...- Tae traga saliva pensando en formar las palabras para que salieran de su boca-¿Quién era? ¿A quién amaste?- decide ignorar la molestia instaurada en su pecho, desplazándolo por un problema del corazón, piensa en ir a visitar al doctor en su próximo tiempo libre.
Un suspiro abandona los labios de Hoseok cuando vuelve a la realidad, cuando las imágenes de quién le enseñó acerca del amor se tornan distantes, se pierden en su cerebro y lo único que tiene ahora fijo es la bella expresión de sorpresa de quién le ha vuelto dar luz a su vida, su amado Taehyung.
-¿De qué hablas?- su atención estaba ida, y la pregunta del menor había sido ignorada por completo.
-No te preocupes...no era nada- la incómoda sensación aún no le abandonaba, tiene miedo de la respuesta que su tan valioso amigo le daría.
-Estoy feliz por ti TaeTae, me encantaría seguir hablando de tu maravilloso encuentro, pero...- Hoseok amaba permanecer al lado de Tae aunque eso lo resultase lastimando- Estoy algo ocupado. Luego me sigues contando.
-Quería salir contigo luego de que te desocuparas de la escuela.
-Eso suena perfecto, pero hoy no podré acompañarte al Arcade- lo que estaba como prioridad en la mente de Hoseok era su Hyung, Yoongi-Hoy no voy a la escuela, debo que hacer algo bastante urgente y no tendré tiempo de ir- la carita de decepción casi le hace flaquear pero tomó fuerza y sonrió-Te aseguro que a la próxima, pero hoy tengo una cita «encontrar a Yoongi» y estaré bastante ocupado.
-Ah bueno- la desilusión en su mirada le causa dolor pero debe pensar en su amigo-Entonces suerte con tu cita, seguramente es una chica bonita.
-Eh, bueno...-recuerda las palabras de Yoongi y simplemente asiente sonriendo- Gracias, eso espero.
-Adiós.
Levanta la mano y se despide con velocidad, sale corriendo unas cuantas cuadras dejando a Tae aún en la misma posición frente a su casa, mirándole a lo lejos.
;-;
Debía averiguar la ubicación de Yoongi pero él por sí solo no la sabría, así que llama a Namjoon y le pide que se encuentren frente a la estación 'Gwangmyeong' ya que, sin que Hoseok lo hubiera notado, ha llegado a un cómodo café cerca de ésta (que está a más de 5 km de su residencia). Espera paciente los veinte minutos que se toma su amigo en llegar y se levanta al observar acercarse un Audi, completamente azabache y con los vidrios polarizados. Imagina que Namjoon vendría acompañado de la 'novia semanal' aunque ya llevasen un mes desde que empezaron a salir, y su instinto no le falló, porque al instante en que el vehículo se detuvo frente a él y la ventana fue deslizada dejó ver el rostro maquillado y falso de la tipeja, masticando una mísera goma de mascar y los lentes de sol entre sus dedos.
- J-horse... qué casualidad- un poco de lápiz labial entre sus dientes fue notado cuando su desagradable voz empezó a salir- Tanto tiempo...¿aún sigues vivo? Qué sorpresa, viendo tu expediente es un poco extraño saber que continuas con vida... que aún no has cedido.
-Seulgi-noona, qué bonito es verla. Mi amigo aún no se ha desecho de ti- sonríe falso, se acerca un poco más al vehículo y asoma su cabeza por la ventanilla mirando burlón el cabello rubio de la persona el asiento del conductor- Amigo ¿conseguiste lo que te pedí?
Namjoon con una sonrisa en su boca al ver al bailarín, apaga el motor y se baja del auto para ir a saludar al chico. Le envuelve en sus brazos y entrega el sobre que mantenía consigo a la mano.
-Así es. Está en Busan...- su voz es baja y de vez en cuando su mirada se desvía prevenida hacia su actual pareja- Yo...yo no puedo acompañarte- su mirada es decaída y una sonrisa triste se plasma en su rostro- Seulgi-ah, ella no me dejará en paz si la abandono; no le gusta estar sola y tampoco es como si la pudiera llevar: a Yoongi no le agrada. Quizá Jinnie pueda ir contigo.
Hoseok niega con un sencillo movimiento de cabeza-No, Jin-hyung no puede salir de Seúl. Debe demasiados Wons a las comercializadoras de moda, está con las deudas al cuello.
Namjoon se muestra contrariado y asiente con expresión severa -¿Cómo está?- Hoseok espera a que el de piel aceitunada continúe hablando -No lo he visto desde hace tiempo, desde la última vez, ya sabes...lo extraño Hoseok, pero él...él simplemente no quiere verme, no quiere saber nada de mí, aún si no sabe lo que siento por él ¿Él es feliz con esta situación?- Seulgi observaba con desinterés la escena frente a ella, la escena donde el hombre al que había escogido como pareja temblaba con impotencia evitando romperse, evitando mostrar el dolor que el rechazo de Seokjin había causado, evitando duramente no soltar todos sus lamentos al buen chico de corazón amable que lo escuchaba, el único que lo escuchaba y lo veía como verdaderamente era; Seulgi muerde sus labios impaciente, sabiendo que el alto estaba junto a ella por pena, por intentar hacer una obra de caridad mientras alejaba su dolor observando cómo su propia vida se derrumbaba, pero ella no puede mostrar sus inseguridades porque eso sería aún más mortificante-Lo necesito Hobie, lo necesito tanto.
Jung Hoseok con su personalidad divertida, con su cabello tinturado de rojo sólo porque le recordaba al fuego, con sus propios dolores y problemas, y con su blando y dulce corazón no se le pasaba desapercibido el suplicio con el que el otro hablaba y temiendo el curso de la conversación, conectando su mirada a la de la frívola que Seulgi mantenía y arrugando su entrecejo pensando en las pocas emociones que una mujer como aquella mantenía, sostiene entre sus brazos no sólo el cuerpo desecho de Namjoon sino también su lamentable alma.
-Él no es feliz, está agonizando en su interior... al igual que tú- acuna entre sus manos el rostro afligido de quién tiempo atrás había mostrado los hoyuelos más bonitos que el pelirrojo hubiese conocido- Yo sé muy bien que Jin-hyung es a quien más necesitas pero...no puedes depender de él, él no quiere eso y por eso ha exigido su espacio, para que tú puedas vivir libre... para que te alejes de...-mira de soslayo a la pelicastaña- De los que te están usando sólo por su beneficio.
Namjoon sonrió con tristeza, recordando la causa por la cual estaba alejado de la persona, del ser que más le había comprendido y del que más había dependido emocionalmente. Si le hubiesen dicho años atrás que no tendría a Jinnie a su lado se les reiría en la cara, no habría broma más absurda y fuera de lugar como esa; pero ahora, sintiendo los brazos de Hoseok, fuertes y trabajados por el baile, sólo sabía que había cometido un error, un error por el que debía aprender y crecer, aún teniendo miedo de caminar solo, porque eso era lo que su persona especial esperaba de él.
-Seulgi-ah no es mala chica- oye el suave gruñido de desacuerdo de su amigo y sonríe- Aunque ella intente ser ácida como el limón, es más como una naranja. Ella solamente no sabe cómo expresarse y teme dejar su zona de confort.
-Tú no puedes creer eso, ella es tan...- las palabras desaparecen de su boca al ver la mirada condescendiente de Namjoon- Exasperante.
- Pero es la que está dandome un apoyo...ya que... los que dicen ser mis amigos...ellos no están- sonrió, no porque pensara que le habían abandonado- Desearía poder ayudarles a ellos en sus problemas también, que confiaran en mí.
Se removió de los brazos de su amigo, del que aún seguía siendo un pilar, le tomó por los hombros y manteniendo cierta distancia entre sus rostros, empieza a hablar:- Sé lo que sucede con Tae y Jungkook (Hoseok agradeció internamente que no le llamase por el dulce apodo) pero sé que algo más debe de estar rondando por ese serio cerebro con el que naciste ... Dime- una mirada suplicante- ¿Qué puede estarte dando tantas preocupaciones?
Hobi le bajó la mirada, y un par de saladas lágrimas mojaron el asfalto - N-no - tragó el nudo en su garganta - No... puedo.
-Está bien - dió un suspiro de comprensión -No tienes que obligarte a decirlo, pero no dudes en mis palabras cuando te digo que puedes venir en cualquier momento para hablar.
- Gracias- un susurro casi imperceptible se formó en su boca.
-Yoongi está en un parque de diversiones.
-Sí, gracias Joonie.
El menor suelta una sonora carcajada, intentando aligerar el ambiente y agradecido en su interior porque su hyung rojizo captó la indirecta.
- Adiós- revisa su reloj de pulsera- El tren sale en 10 minutos, en el sobre ya está el tiquete.
Ve a Hoseok marcharse, pero antes de que se aleje demasiado grita con fuerza, generando una risa irónica en este, y no es por poco ya que un "¡Seulgi quería que cenaras la próxima semana con nosotros!" Era casi, casi tan falso como que Tae sabía sobre sus sentimientos o que le correspondiera. Sin embargo, sólo por Namjoon le daría una oportunidad.
;-;
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