00. Blue eyed eagle

Un leve movimiento en su hombro la hizo jadear, provocando su despertar, se restregó los ojos notando al momento que estaba llorando mientras dormía, y en cuando alzó la mirada se encontró con aquel con el que tenía pesadillas recurrentes, tocó su garganta sintiéndola seca, probablemente llegó a gritar en algún momento.

Dirigió su mirada a la cuna dónde dos pequeños recién nacidos se encontraba durmiendo plácidamente.

Lágrimas comenzaban a salir, una mano acaricio su cabello tranquilizando la con su toque, la rodeo con sus brazos dándole más calma y tranquilidad.

—Tranquila —se separó un poco de ella para mirarla a los ojos—. Solo fue un sueño mi querida águila de ojos azules

—Lo sé —seguía sollozando—. Solo...

—Estoy aquí, nunca te dejare —dejo un beso en su frente—. Jamás lo haría

—Pero y si hubieras... —él la corto

—Si eso hubiera pasado, te estaría cuidando siempre —Fred le daba leves caricias en la espalda—. Mis hermanos y mis padres estarías siempre contigo

Lydie con su mano se seco las lágrimas
-Mi mundo no sería el mismo sin ti a mi lado

Lydie abrazo a Fred y se aferró al abrazo, como si temiera que fuera un sueño que estuviera a punto de desvanecerse.

Unos leves bostezos se escucharon, la pareja dirigió su mira a la cuna, los pequeños Addison y Aiden comenzaban a despertarse.

Fred se levantó de la cama dirigiéndose a la cuna, mientras tomaba en brazos a la pequeña Addison, Lydie hizo lo mismo con el pequeño Aiden.

Dirigió su mirada a la ventana, ya era de día, el blanco cubría el lugar, nieve, Lydie sonrió recordando cuánto amaba la nieve, Fred la miro con una tierna sonrisa.

Ambos dejaron a los niños en la cuna, dejándolos dormir un poco más, mientras ellos se alistaban.

Fred y Lydie bajaban las escaleras con los pequeños en brazos, al llegar al pie de la escalera la familia los estaba esperando, Lys con una sonrisa se acercó a dónde sus padres se encontraban, le sonrió a la pequeña Addison y dejo que su padre cargara a su nieta.

Sus padres veían con una sonrisa a su pequeña hija, Addison y Aiden habían nacido un par de noche antes al veinticinco de diciembre, Lydie estuvo en labor de parto desde la madrugada, mucho antes de la fecha estimada.

Fue un proceso muy largo y era algo normal para ser primeriza, Fred estuvo en todo momento con ella, apoyándola como siempre, la cena familiar se tuvo que posponer debido a que Lydie estaba muy exhausta aquel día.

—Hola, linda —dijo su padre a la pequeña

Lydie admiraba como sus padres hacían gestos para hacer sonreír a su pequeña hija, le dió ternura ese momento, ver cómo su pequeña sonreía, en un instante dirigió su mirada a los Weasley, como hacían lo mismo con su hijo, ella se acercó a Fred mientras ambos veían la felicidad de sus familias al ver a los pequeños.

—Lista para abrir los regalos —Fred la rodeo por la cintura

—No quiero ningún otro regalo —ella le miró mientras sonreía—. Tú y mis hijos son el regalo más hermoso que pude tener

Él le dejo un beso en su frente
—Puedo decir lo mismo de ti

—George —se escuchó la voz de Percy—. No hagas así a Aiden

—Pero mira —dijo mientras lo alzaba y le daba vueltas haciéndolo reír—. Le gusta

—George —le advirtió su madre—. Haz lo que tú hermano dice

Demaciado tarde, en cuanto paro el vómito cubrió su rostro y una parte de su ropa, se escuchó la risa por parte de sus hermanos, burlándose por lo que acabo de suceder, y aunque Harry, Hermione y Fleur trataron de contener sus risas no pudieron hacerlo por mucho.

Fred se acercó a su gemelo y tomo al pequeño en brazos —Ven, vamos a limpiar te

—¿Y yo qué?

Fred lo miro —Tienes dos manos, puedes limpiarte por ti mismo

Fred se dirigió a la cocina con el pequeño Aiden mientras George le seguía, Lys se acercó a Charlie quien cargaba a su pequeña, una sonrisa se dibujaba en su rostro.

—Eres hermosa —él la miro—. Igual que tu madre

Los dos se dirigieron a la cocina y al estar ahí George terminaba de limpiarse mientras Fred le sonreía a Aiden y el pequeño hacia lo mismo tiernamente, George se acercó y volvió a cargarlo.

—Ya no le des más vueltas

—No lo haré

Lydie se acercó a Fred, ambos miraron a la ventana y la nieve que cubria el lugar
—Recuerdas como nos divertíamos

—Como olvidarlo

Fred la tomo de la mano
—Hagámoslo como en los viejos tiempos

Fred la tomo de la mano y ambos salieron por la puerta que se encontraba en la cocina, el blanco de la nieve toco sus pies y los copos comenzaron a caer en su cabello, sonrió como una niña.

Fred la miro, se acercó a ella rodeándola por la cintura y cargarla mientras le daba vueltas ella reía.

Cuando Lys volvió a tocar el suelo lo beso con tanta efusividad, demostrando todo aquel efecto que el uno sentía por el otro.

—Eres lo mejor que me ha pasado en la vida —declaró ella

Fred dejo un beso en su mejilla
—Eres y siempre serás alguien especial en mi vida, no lo olvides

De lejos George y Charlie los miraban por la ventana con los bebés en brazos viendo la escena de los enamorados.

-Lo que es el amor —Charlie miró a la pequeña Addison la cual sonrió

—Nos dejaron de niñeros —George miro a su hermano y después al pequeño Aiden—. Pero sus padres están disfrutando el momento haya afuera

—El amor está en el aire —Charlie miro a a George y viceversa

—Lo que nos hace falta a nosotros

Regresaron su mira a la ventana viendo a los enamorados con los pequeños en brazos tratando de arrullarlos, Lydie y Fred volvían a unirse en un beso el cual solo marcaba el principio de una historia.

«Una vez alguien me dijo El amor de tu vida, no es aquel en el que piensas y dices amar todavia. Mas bien es, quien a pesar de saberlo vive pendiente de ti... Noche y día. Eso era Fred Weasley para mí, el amor de toda mi vida, que sin saberlo siempre se preocupo por mi noche y día, y yo también lo hice por él»

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