-Es un día hermoso ¿No crees?-

Yoongi sacó la mano por fuera de la ventana, sintiendo el viento golpear contra su mano, provocandole un suave cosquilleo en la palma.

-Ajá- Respondió su esposo a su lado.

El menor rodó los ojos y volvió su vista a la ventana para ver los arboles pasar con cada metro que el auto avanzaba.

-¿Puedes fingir interés?- Preguntó el castaño.

Jungkook soltó un largo suspiro se resistió a poner los ojos en blanco ante sus palabras.

-Estoy conduciendo, Yoongi- Soltó serio. -Lamento si no me parecen fascinantes el pavimento y el sol cegador-

-¿Quieres que conduzca yo?- Preguntó viéndolo de reojo negar.

-Tu conduces de regreso, ya lo hablamos- Dijo con la mirada fija en el camino. -Sabes que yo no puedo hacerlo de noche-

-Sonó a otra cosa- Soltó junto a una risita haciendo a su esposo reír entre dientes. -Pero si puedes hacerlo de noche-

Jungkook chasqueó la lengua y siguió su tarea.

🌿

-¡Espera, espera!- Gritó Yoongi haciendo a su esposo detener el auto asustado. -Aquí terminan las marcas de neumáticos, bajemos-

-Yoongi, estamos en el medio de la nada- Dijo Jungkook viendo al rededor.

-No quiero arruinar el cesped, Jungkook- Dijo viéndolo lastimero. -No puede estar muy lejos, a unos metros hay un camino, mira-

El mayor entrecerró los ojos viendo hacia adelante, notando un fino sendero que continuaba el camino que tenían que seguir.

-Nos robarán el auto- Dijo viendo a su espso bajar de este y cerrar la puerta tras él.

-Nadie lo robará- Dijo abriendo el maletero. -No hay nadie en kilómetros-

Jungkook soltó un suspiro y quitó las llaves para bajar del auto y ayudar al menor con el equipaje.

-Amor ¿Puedes con eso?- Preguntó al ver a Jungkook cargar con las maletas y la heladera portátil al interior de la cabaña.

-Si, si, tu sigue con lo tuyo- Respondió el mayor.

Yoongi rodó los ojos y guardó el teléfono en su bolsillo para seguir a su esposo por el camino y quitarle de las manos una maleta.

-Podrías haber esperado dos segundos- Dijo el castaño adelantandose para sacar la llave del bolsillo.

-¿Por qué? Si podía hacerlo solo- Respondió subiendo la escalera para dejar las cosas en el suelo, y ver a Yoongi abrir la puerta.

Entraron casi arrastrando las cosas. Jungkook cerró la puerta y apagó las luces de afuera, mientras veía a Yoongi recorrer el lugar con ilusión.

-Es hermosa- Dijo pasando las yemas de su mano por el respaldo del sofá. -¿No crees?-

-No me interesa la decoración de interiores- Soltó alzando los hombros para tomar la heladera portátil. -Mientras te guste a ti...-

Yoongi le regaló una sonrisa mientras Jungkook se dirigía a la cocina para guardar la comida que había llevado.
Se sentó en el sofá y vio hacia las ventanas con expresión de emoción.

-Será una buena semana para nosotros- Dijo el castaño. - Nos hará bien-

-Si tu lo dices...- Susurró Jungkook guardando la comida en el refrigerador, sin que su esposo llegara a oírlo.

Yoongi sonrió y se acomodó mejor en el sofá, dejando que el calor del sol relajara su cuerpo tenso.

-¿Qué tal si vamos a recorrer?- Preguntó Yoongi viendolo sentarse agotado a su lado. -Oí que hay paisajes muy lindos cerca nuestro-

-Amor- Llamó dejando su mano en su muslo. -Conducí cuatro horas y dormí solo cinco- Dijo con una sonrisa apenada. -¿Puedo descansar un rato?-

-Vamos a buscar el cuarto- Sonrió asintiendo.

Ambos se pusieron de pie y se dirigieron al piso superior de la casa, abriendo puerta por puerta hasta dar con la habitación principal.

-Acuestate y descansa un rato- Dijo Yoongi dejando un beso en su mejilla. -Yo iré a hacer lo del agua caliente y luego subiré la maleta para desempacar-

Jungkook asintió con una sonrisa cansada y lo vio salir del cuarto, dejándolo solo en este con la puerta cerrada.

-Huele a humedad- Susurró viendo las ventanas.

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