Yoongi acarició al gato dormido en la escalera y sonrió al verlo completamente dormido bajo el rayo del sol que se filtraba por la ventana.

Se puso de pie y subió la escalera. Iba a buscar a Jungkook y decirle de salir a caminar o ver una película, cuando notó que la puerta de la habitación de los niños estaba entreabierta.

Frunció el ceño confundido.
No podía imaginarse a su esposo ahí por ningún motivo.

Se acercó allí y se asomó viéndolo sentado en la cama con los codos en las rodillas y su rostro en sus manos.

Hizo una mueca al verlo y mordió su belflo al oirlo llorar y ver los espasmos en su cuerpo encorvado.

Cerró los ojos respirando hondo y se dió la vuelta para regresar por el pasillo, chasqueando la lengua al bajar las escaleras y pasar sobre el gato antes de salir.

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La luz del sol había comenzado a bajar cuando ellos se sentaron en el sofá a ver una película en la televisión.

El gato estaba en los muslos de Yoongi y este lo acariciaba con ternura mientras el animal ronroneaba con gusto.

Jungkook lo vió de reojo y suspiró emocionalmente agotado.

Yoongi lo vió cruzar los brazos en su pecho y lo ignoró, devolviendo la vista a la pantalla y susurrandole al gato lo lindo que era.

Ahora sí el aire estaba tenso e incómodo.

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