🌿 once
–Hiciste el desayuno– Soltó Jungkook cuando bajó a la cocina y lo vio sentado en la mesa con una taza de café.
–Es solo café– Susurró con la mirada fija en su taza. –Intenté hacer tostadas pero quemé el pan y, como tejemos comida limitada, me pareció inteligente no seguir intentandolo–
–El gesto es lo que cuenta– Dijo dejando un beso en su mejilla y tomando una taza para llenarla del café que Yoongi dejó en la barra.
El silencio los inundó por unos largos minutos donde solo hacían eco en la casa la lluvia del exterior chocando con las tejas y la entrada.
–Te oí hablando con Jimin anoche– Susurró Yoongi. –¿Lo extrañas?–
–¿Cómo me oiste?– Preguntó alzando la ceja.
–Fui a buscarte a la madrugada– Susurró. – Pensé que hacía demasiado frió para que duermas ahí–
Jungkook soltó un sonido a modo de comprensión y asintió viendo su café sin alzar la mirada a su esposo con expresión cansada.
–Te oí reír – Agregó Yoongi. –Creí que estarías deprimido luego de lo que pasó–
–Le costó como tres o cuatro horas sacarme una risa– Confesó frunciendo el ceño. –Y si lo extraño, es mi mejor amigo–
–Un increíble mejor amigo– Susurró rodando los ojos, ignorando la mirada de su esposo.
Jungkook chasqueó la lengua y vio de reojo por la ventana la lluvia cayendo cada vez con más fuerza hasta perderse en el pasto verde.
–¿Quieres que veamos una película?– Preguntó Yoongi viéndolo a los ojos.
Jungkook parpadeó sorprendido por la propuesta pero asintió en silencio, viendo como Yoongi devolvía los labios a su taza.
🌿
Habían pasado horas en el sofá viendo películas. Se habían hecho una maratón de superheroes y se acabaron la palomitas que habían llevado.
Para el final de La Liga De La Justicia, habían dejado de ver a la pantalla para devorarse sus labios a besos.
Yoongi había pasado su pierna por sobre los muslos de su esposo, bajo la manta que cubría sus cuerpos, y las manos de Jungkook se habían escabullido a su trasero.
Ninguno notó cuando la película acabó o cuando los créditos pararon. Para ese momento, ya estaban acostados en el sofá en ropa interior bajo la manta.
Yoongi iba a detenerlos, debían almorzar y ya era tarde para hacerlo, pero cuando los besos de su esposo hicieron un camino hasta su erección cubierta, suspiró y arqueó la espalda resignado a él mismo ser el almuerzo ajeno.
Soltó un gemido y abrió las piernas cuando sus boxers se deslizaron fuera de ellas hasta dejarlo completamente desnudo a su disposición.
Jungkook engulló por completo su falo y jadeó excitado al sentir el delicioso sabor inundar su paladar, acompañado del intenso aroma a sexo bajo la manta.
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