UNA LLAMADA
"¿Cómo juzgar en un mundo donde se intenta sobrevivir a cualquier precio, a aquellas personas que deciden morir? Nadie puede juzgar. Sólo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento, o de la ausencia total de sentido de su vida."
Paulo Coelho
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Estaba sola en casa, tenía frio a pesar de que el sol resplandecía en la calle, no había comido en días, me sentía bastante débil, desorientada y muy cansada.
Camila y yo seguíamos en contacto, ella pasaba días en mi casa, se quedaba a dormir y hablábamos por horas, le conté de Alicia, mi amiga que no veía ya hace tanto tiempo, la extrañaba demasiado pero su madre me dijo que tenía prohibidas las visitas hasta que los médicos dieran una orden contraria.
Por otro lado, mis padres estaban en proceso de divorcio, mi padre se había ido de la casa y mi madre estaba muy deprimida, mi hermano afrontaba la situación de la manera en que él podía, se hacia el fuerte ante los demás, era rebelde y ya no pasaba tiempo en casa, yo por otro lado, trate de llevar una buena relación con mi madre, la apoyaba y cuidaba cuando me era posible pero también estaba triste, extrañaba mucho a mi padre, él era el único que siempre velo por mí, el me cuidaba, me protegía, me leía cuentos antes de dormir, con él todo era muy tranquilo y aunque a veces era cruel o muy exigente conmigo, nunca había tratado de herirme directamente.
Ese día estaba sumida en mis pensamientos, pensaba en la escuela, el deporte, mi familia, mis amigas y en mi misma y en mi situación; en eso sonó mi celular, era la madre de Alicia y me sorprendí mucho ya que no sabía nada de ella desde hace meses.
- Buenos días señora – dije con cortesía
- Buenas días hija – dijo la madre de Alicia con la voz quebrada
- ¿Qué ha sucedido? – pregunte temerosa, sabía que algo malo había pasado
- Es Alicia, ella... - la señora rompió en llanto
- Señora tranquilícese, voy para su casa inmediatamente
- No hija, ven al hospital por favor – dijo aun entre sollozos
- Voy para allá espéreme
Tome un taxi y le pedí que fuera lo más rápido posible al hospital central, cuando llegue ahí corrí hasta el ala oeste donde se suponía debía estar Alicia, antes de llegar me detuvo un mareo, me había esforzado mucho, me sentía muy mal pero la madre de Alicia me necesitaba, camine el último tramo y divise a la madre de Alicia en la puerta de la zona de trastornos alimenticios.
- Señora, ya estoy aquí, ¿Qué paso?
- Hija... - dijo la señora mientras lloraba
- Tranquila, explíqueme que ha pasado
- Alicia... ella murió... anoche – la madre de Alicia rompió en llanto nuevamente
- ¿Cómo? ¿Cómo fue que sucedió eso? – mis ojos tenían lagrimas que luchaban por salir
- Alicia... se suicido
- No, no... no puede ser... Alicia nunca lo haría
Ambas rompimos en llanto y yo abracé a la madre de Alicia, con todas mis fuerzas; sentía un profundo dolor en mi corazón, ella era mi amiga y había muerto.
- Ella te dejo una carta – dijo la madre de Alicia secándose las lágrimas y entregándome un pedazo de papel que tenía en su bolso
- Gracias – lamento mucho lo que ha ocurrido
- Gracias a ti por estar siempre con mi hija
Nos abrazamos y mientras ella se iba para hablar con los médicos sobre el funeral de su hija, yo abrí el sobre.
Querida amiga:
Si estás leyendo esta carta es porque ya no estoy aquí en este mundo, de seguro te estas preguntando porque lo hice, porque me quite la vida y lamento decirte que no tengo una respuesta clara, simplemente ya no podía seguir viviendo; se en lo que estas metida, sé que estas en el mismo camino que yo y aunque lo niegues tal y como yo lo hice, ambas sabemos que estábamos enfermas, para mí ya era tarde, estaba muriendo poco a poco, consumida por mi mente y sin poder dar un paso para salvarme pero tu aun tienes una oportunidad, no te dejes vencer, afronta la enfermedad antes de que sea muy tarde para hacerlo, yo sé que puedes salir adelante, lucha por ser feliz, lucha por volver a sonreír como cuando solo éramos dos niñas emocionadas por jugar al tenis, lucha por ser quien eras antes de que conocieras a Ana y Mía, lucha por tu vida, no te des por vencida antes si quiera de iniciar la pelea.
Mi muerte es algo que no podrás cambiar, no te centres en eso, yo tome mi propio camino, elegí mi destino, hice de mi vida un tormento solo para poder encajar en sociedad, me lastime sin darme cuenta y lastime a muchos en el camino.
Ahora me pregunto, que hubiera sido de mi si nunca hubiera entrado a este mundo, si nunca me hubiera enfermado de esto; me pregunto qué sería de tu vida si nunca hubieras sabido de Ana y Mía, si nunca me hubieras visto vomitar en ese viaje, te hice tanto daño, pero te juro que lo siento; has sido una gran amiga, siempre has estado para apoyarme, ayudarme y nunca me has dejado sola, eres la mejor amiga que el destino pudo darme.
Por favor, cuida de mi madre, ella debe estar sufriendo inmensamente por mi muerte, apóyala para que pueda superar mi partida este mundo, dile que nunca quise herirla, dile que la amo y que desde donde yo este ahora, la cuidare a ella, a mi padre y a ti. Por favor, busca ayuda, trata de salvarte antes de que termines como yo; te quiero y lo siento, nunca quise hacerte daño, quiero que tengas la vida que no pude tener.
Alicia
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top