Quincuagésima Cuarta Alma
『❝Los fantasmas del pasado me atormentan❞』
Una vez fue su hora de salida JiMin se despidió de Heechul con una referencia, ansioso por llegar a su casa y tirarse a los brazos de su alfa. Su omega aburrido lo había tentado durante aquella clase a quedarse dormido pero él con toda su fuerza de voluntad simplemente lo había ignorado.
Al menos la ropa con la que había salido lo hacía lucir mucho mejor. Odiaba admitirlo, pero el alfa era astuto en lo que hacía.
Lo único que lo sorprendió fue el ver a tantos centinelas rodeando la edificación y esperándolo alrededor de su auto. Cuando JiMin salió todos le dedicaron una larga reverencia la cual JiMin recibió con timidez.
─¿Q-Qué está pasando? ─Preguntó sin dirigirse realmente a alguien.
JaeBum se acercó a él e hizo otra reverencia.
─El centinela Min ordenó escoltarlo hasta que esté seguro en su casa, omega JiMin ─Respondió.
JiMin asintió aún un poco confundido y descolocado. Su arrogante lobito ahora estaba sentado en sus dos patas traseras mientras movía la colita orgulloso.
─Uh, no es por ser grosero, pero... ¿A qué se debe tanta protección de su parte?
─Nosotros no escuchamos razones del alfa Min, solo recibimos órdenes. Puede preguntarle después ─Finalizó. JiMin asintió de nuevo y se montó al carro seguido de otros dos alfas que miraron a sus alrededores recelosos.
Durante el trayecto JiMin se dedicó a mirar por la ventana con aburrimiento, admirando el hermoso paisaje de Esmeralda y también intentando visualizar el pie de la montaña, aunque era inútil por la neblina que cubría casi todo a su paso.
Una vez llegaron los centinelas escoltaron a JiMin hasta la entrada de la casa, luego abrieron las puertas y cuando JiMin entró cuatro de ellos se plantaron en la entrada y el patio trasero.
JiMin simplemente omitió aquello y se dirigió a la cocina para comenzar a preparar algo a YoonGi, pensando que cuando el alfa llegase podría estar muy hambriento. No estuvo equivocado.
Dos horas después cuando ya había terminado de hacer la cena y había anochecido la puerta principal se abrió. Su lobo meneó la cola y comenzó a rodar al sentir el delicioso aroma a lluvia y petricor. Cuando menos se lo esperó YoonGi ya se encontraba delante de él.
El alfa le dedicó una sonrisa cansada y se acercó a él para plantar un largo beso en sus labios, ignorando la posibilidad de mancharse con el delantal del cachorro.
─¿Cómo te fue hoy? ─Preguntó al separarse.
JiMin le indicó que se sentara e hizo caso inmediatamente, ansioso por probar lo que el omega había hecho, pues este tenía una sazón bastante buena. El menor rió, un sonido suave y melifluo viajando por el aire.
─Me fue bien ─Dijo sirviendo la comida en frente suyo─. El alfa Heechul hoy no estuvo tan irritante.
─Eres imposible ─Sonrió─. Y tú, ¿Cómo te has sentido hoy? ¿Has tenido malestares? ─JiMin negó, sentándose delante suyo e indicando que ya podían comer.
─Me siento muy bien desde... ─Al recordar lo que había pasado JiMin no pudo evitar sonrojarse.
YoonGi sabía que solo los idiotas se inflaban el ego después de haber tenido relaciones sexuales con alguien, sin embargo su lobo no pudo evitar sentirse orgulloso de haber hecho sentir mejor a su omega. El que no pudiera olvidarlo y que eso le hubiera aliviado definitivamente lo engrandecía, pero comprendía que era por su naturaleza dominante.
─Pero, quiero preguntarle algo, alfa ─YoonGi alzó la mirada y luego levantó las cejas. El omega no pudo evitar pensar que se veía adorable─... ¿Por qué de repente hoy me vinieron a recoger tantos centinelas? ─Todo quedó en silencio durante unos pocos segundos en los que YoonGi masticó y luego tragó su alimento.
─Es por tu seguridad, JiMinnie ─Dijo─. Estamos muy cerca de la Luna de Sangre y tú eres mi pareja. Aunque no es seguro que Zafiro ataque, por más mínima que sea la posibilidad debo velar por tu integridad.
─O-Oh... ─Apartó la mirada.
Su mente recordó a aquel alfa de hoyuelos y no pudo evitar sentirse extraño al pensar que no había vuelto a verlo. A pesar de que había pasado muy poco tiempo algo dentro de él le decía que algo andaba mal.
Al sentir su incomodidad, YoonGi tuvo un pequeño flash.
─Yo también quiero hacerte una pregunta, JiMin ─Dijo, poniéndose serio repentinamente.
─A-Adelante, alfa ─El nombrado tomó una de las servilletas y limpió sus labios para luego relamerlos. JiMin quedó embobado ante la imágen.
¿Cómo era posible que YoonGi se viera tan jodidamente sexy y hermoso con tan solo existir?
─¿Quién es ese "Alfa de hoyuelos" y cómo supiste que era un alfa?
─JiMin frunció en ceño y luego lo miró, relajando su expresión al notar la inseguridad a través de la marca.
JiMin no podía mentirle, y si lo hacía YoonGi lo sabría. Aún así no quería arriesgarse a darle la información completa, pues en su mente aún se hallaba el recuerdo de cómo había atacado al lobo gris una vez lo había visto.
─S-Simplemente le llamé así ─Se excusó─... y supe que era un alfa porque mi omega me lo dijo ─La repentina tensión en el cuerpo de YoonGi lo obligó a continuar─, ¡Pero no es nada importante!
─Está bien ─El ambiente nublado que acompañó su cena fue incómodo para el omega, que ya no estaba tan efusivo.
Una vez ambos terminaron YoonGi tomó los platos antes que el omega para lavarlos. Necesitaba despejarse un poco.
Sin querer interrumpirlo y pensando que YoonGi quería su espacio el omega salió en total silencio y se dirigió hasta la habitación. El alfa notó la incomodidad de JiMin a través del vínculo y se maldijo internamente. Él no debía actuar así con el omega.
JiMin por su parte estaba acostado en la cama que compartían ambos, aspirando el aroma de YoonGi e intentando no deprimirse por una tontería. Cuando la puerta fue abierta no se molestó en voltear, pensando que el alfa estaba molesto con él y se iría de nuevo a la habitación que antes había sido de su hermano.
Porque sí, él lo sabía.
El lado contrario de la cama se hundió y YoonGi se acercó para abrazarlo. JiMin cerró los ojos con fuerza.
─Cachorro ─La ronca voz del alfa lo obligó a estremecerse.
Éste comenzó a repartir besos a lo largo de su cuello y acarició su costados, pidiendo perdón silenciosamente.
─A-Alfa...
─Discúlpame ─Suspiró─. No quiero que estemos mal. Simplemente estaba muy estresado y el que me dijeras que tu omega pudo percibir su nivel en la jerarquía no le gustó a mi lobo ─JiMin hizo un puchero y se volteó.
─Y-Yo... Yo solo lo amo a usted ─YoonGi rió nasalmente. ─Yo también te amo cachorro ─Tras decir eso, ambos se acercaron lentamente y comenzaron a besarse con parsimonia.
JiMin se aferró a su camiseta ante la intensidad de las emociones y YoonGi bajó su mano hasta apretar su nalga. Éste dio un leve respingo, pero cuando pensó que las cosas subirían de nivel YoonGi se apartó de él.
─Pasa... ¿Pasa algo? ─Cuestionó JiMin jadeante. YoonGi asintió.
─Pasa que te deseo mucho pero ésta noche no podemos ─El menor no pudo evitar sentirse decepcionado. YoonGi soltó una imperceptible risita al sentirlo.
─¿Por qué no?
─Eso es otra cosa... Quisiera que me acompañaras mañana a mi oficina.
─¿Otra vez?
─No exactamente ─YoonGi se acercó a él, abrazándolo por la cintura y dejando un besito en su nariz─. Hoy estuve realmente ocupado porque ayer no fui a trabajar y tuvo que recuperar el tiempo. Se supone que yo debía revisar hoy mi nueva oficina y trasladarme, pero mis hombres lo hicieron por mi para que yo pudiera venir contigo. Quiero que la veas.
─¡E-En serio? ─El alfa asintió, feliz por la efusividad de su cachorro, quien lo abrazó ante la afirmación.
─Por ahora debemos descansar porque saldremos mañana temprano, cachorro...
─¡Eso haré! ─Dijo apegándose a él y cerrando los ojos con fuerza.
YoonGi suspiró y le dio un beso en sus cabellos, enterrando su nariz para poder sentir su aroma y relajarse.
Esa sería la prueba de JiMin.
» Esperemos que él no sucumba ante sus instintos.
» No seas tonto. No se puede retrasar lo inevitable.
『❝¿Podrás perdonarme algún día?❞』
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