Cuadragésima Tercera Alma
『❝Cuando me miro al espejo, solo puedo ver todo lo que odio❞』
Estaba nervioso. Aún cuando su omega estaba totalmente seguro de lo que estaba haciendo, había incertidumbre en JiMin. El omega se sentía incómodo por la idea de que en cualquier momento YoonGi pudiese llevar y se enojara con él aún más de lo que ya estaba.
Cuando llegó, el lobo se le lanzó encima y JiMin se tensó.
Pero aquella tensión abandonó su cuerpo cuando se dio cuenta de que lo único que buscaba el lobo era olerlo de arriba abajo y luego lamerlo. Era algo extraño, sin embargo, JiMin no se sentía extrañado por estas acciones del gran lobo.
─H-Hey... más despacio ─Pidió JiMin, riendo porque el lobo le estaba causando cosquillas por los lametones─. Lobito, ¿Qué haces...?
«Estoy comprobando que ese alfa no te haya hecho nada»
─Él no me hizo nada. Él me... ─Se detuvo. ¿Estaría bien decir que YoonGi lo quería?
«¿Por qué está dudando, Luna?»
─O-Ohm... Realmente no lo sé ─Respondió JiMin─. Solo sé que él no me haría daño. O e-eso creo...
«Usted no está seguro de su amor ni de que él pueda protegerlo. Él es un mal alfa»
─¡No! ─Se apresuró a negar JiMin─, solo es un hombre con una coraza, no más.
El lobo pareció quedarse tieso durante unos momentos. JiMin pensó que había ganado la conversación y que el lobo no insistiría más, en cambio, el lobo simplemente comenzó a gruñir y a olfatear desesperadamente.
«Luna, luna, ¡Luna!»
Inesperadamente, el lobo de JiMin comenzó a chillar y a escarbar, necesitando salir. JiMin no pudo ni siquiera dar una opinión de ello cuando él ya estaba convertido en el pequeño lobo con olor a leche materna.
El lobo grande se sorprendió cuando vio a JiMin en su forma de cachorro, pero solo se concentró en tomar al cachorro por su lomo y comenzar a correr como desquiciado por el bosque, dejando atrás la camioneta negra que había estacionado fuera del lugar en el que se había encontrado su Luna anteriormente.
JiMin gimoteó a su lobo pidiendo explicaciones, sin embargo éste no soltó más que ladridos suaves y agudos que enternecieron al lobo mayor, pero que lo hicieron sentirse confundido de igual manera. ¿Por qué su Luna era un lobo de ese tamaño?
Definitivamente no era normal.
Recién amainó su carrera contra quién sabe qué veinte minutos después, exactamente en un enorme lago con una cascada.
Sus alrededores estaban esculpidos en piedra caliza, al igua que el fondo, que lograba ver perfectamente porque el agua era cien por ciento cristalina. Era impresionante.
Luego seguía una vertiente que desembocaba en un río que tenía un caudal furioso, casi peligroso.
Aquella era la parte más alta del río en donde habían arrojado a MinJi, pero él no recordaba haber visitado aquel lugar, a pesar de que se le hacía familiar.
El lobo soltó al cachorro, que soltó un chillido al caer de piernas abiertas al piso, siendo amortiguado por su gorda pancita. El alfa se transformó inmediatamente y su omega lo siguió, desorientando a JiMin por la transformación repentina.
Recién ahí se dio cuenta de que se encontraba desnudo y no habían rastros de su ropa por ningún lado. El alfa moreno también estaba desnudo, sin embargo no parecía mortificado por ello y se lanzó al lago, nadando para remojar su cuerpo y relajarse un poco.
─Luna ─Aquella voz que había escuchado venir del lobo no era nada comparada con esa, que venía con una intensidad férrea que sedujo a su omega de buena forma─. Venga usted también.
JiMin se sonrojó y negó, pero el hombre insistió.
─Venga, Luna ─Extendió su mano─. Debe bañarse aquí y permanecer durante un tiempo.
─¿P-Por qué? ─Preguntó confundido.
─Es su cuna ─Respondió simplemente.
El lobo parecía saber todo tan sencillamente que eso alertó a JiMin, que se dio cuenta de que aunque no conocía al hombre, se le hacía extrañamente familiar y su lobo no se sentía amenazado como con cualquier alfa normal de Esmeralda.
─Tú... ─Indeciso sobre cómo llamarlo, paró.
El hombre sonrió mostrando sus característicos hoyuelos de manera tranquilizante, lo que incentivó a JiMin a soltarse un poco más.
─¿Q-Quién eres tú? ─Cuestionó con cautela.
─Soy NamJoon, Luna ─Respondió él─. Pierda cuidado conmigo. Al contrario de al hombre a quien usted llama alfa, yo jamás podría hacerle daño alguno.
─¿NamJoon? ─El alfa asintió─, significa genio del sur.
─Efectivamente, Luna ─Confirmó─. Soy el genio de la manada que está ubicada en el sur de esta montaña.
─¿Por qué dices que mi alfa me haría daño? O por qué lo insinúas ─JiMin no recibió respuesta pronto.
El hombre se hundió en el agua y se dedicó a nadar durante un tiempo antes de dignarse a responder.
─Él no es un alfa, Luna ─Dijo de nuevo─. Pero no reparemos en eso. Debe venir conmigo ─Repentinamente se tornó serio y carraspeó, acercandose a JiMin a través del agua.
─No me mires tanto ─Reprochó JiMin sonrojado al ver que el alfa lo examinaba minuciosamente.
─Tranquilo, Luna ─NamJoon dijo─. Yo no tengo interés en su representación carnal.
─¿Por qué hablas tan extraño? ¡Y por qué sigues mirándome!
─Estoy buscando la marca ─Dijo a JiMin─. Sin embargo no la encuentro.
─¿A qué marca te refieres? ─Su vista se tornó borrosa y sintió una punzada en la cabeza.
─La marca. Yo no le puedo decir, debe decidir algunas cosas por usted mismo. Yo solo estoy para ayudarle, Luna.
─¿Por qué me sigues llamando Luna? Mi nombre es JiMin ─Como si hubiera dicho el mejor chiste del mundo, NamJoon comenzó a reír como desquiciado.
Aún así su risa era bastante suave y melodiosa. Simplemente perfecta. Había una familiaridad en él que JiMin no lograba identificar.
─Usted está tan desinformado, Luna... ─JiMin ladeó la cabeza confundido y luego se acercó más al lago.
─¿Podrías explicarme, entonces?
『❝Almas Gemelas❞』
─¡Imbéciles! ─Gritó YoonGi, sus ojos inyectados en rabia.
Los centinelas bajo su mando, los que se supone, estaban destinados a cuidar a JiMin solamente bajaron la cabeza mostrando su vergüenza a través del silencio. No conforme con eso, YoonGi los cacheteó a ambos, y ellos no cambiaron su semblante.
─¡Por su incompetencia ahora se han llevado a mi omega! ¡Dónde está? ─Exigió saber, sin embargo, no recibió respuesta alguna de parte de ninguno de ellos.
Dispuesto a darles otro manotazo YoonGi alzó la mano, pero Jae lo detuvo antes de que lo hiciera. Era una reacción normal del alfa que estaba furioso por pensar que su omega pudiese estar en peligro, además de que como Centinela no podía permitir la incompetencia de sus soldados.
─Encontré algo ─Dijo el otro alfa, acercándose cautelosamente a YoonGi. No quería ser víctima de un ataque de su parte.
Le sorprendió la rapidez con la que YoonGi se giró y su semblante cambió de uno enojado a uno preocupado y esperanzado en cuestión de segundos. Lo único que su lobo inyectado en rabia podía percibir era el aroma de aquel lobo café que había ocasionado que JiMin lo atacara.
Aunque el omega pensase que él estaba enojado, no era cierto.
Más que nada estaba dolido y celoso, pero eso no era razón para...
─Aquí ─Señaló Jae─. Es su ropa, y también hay un rastro, Centinela Min.
YoonGi tomó las prendas del omega y comenzó a olfatearlas desesperadamente. Su lobo gruñó al sentir el aroma del otro alfa de Zafiro impregnado en la ropa de su omega, y temió por su vida y su integridad.
Sin esperar a nada ni nada su lobo actuó por sí solo, obligando a YoonGi a cobrar su forma animal y correr rápido hacia el interior del bosque, siguiendo el rastro de su pareja. Jae maldijo y tomó una prenda del alfa del piso, aquel saco que cubría su traje perfectamente acomodado, y luego también se transformó.
Podía sentir a JiMin cerca, pero a pesar de que no sentía nada peligroso, no confiaba en su vínculo. Aún era demasiado débil y debía trabajar en fortalecerlo.
Pero seguramente lo haría, pronto.
Por otro lado, las plantas de los pies de NamJoon comenzaron a hormiguear, y eso no significaba nada bueno. El alfa sabía que había alguien en camino, y muy probablemente era el supuesto alfa de JiMin.
Optó por posición de defensa y agudizó su oído, buscando percibir algo más allá de, e intuía que estaban a aproximadamente diez minutos de ese lugar.
─¿NamJoon? ─Preguntó JiMin al ver que éste había detenido su explicación.
─Debemos irnos ─Dijo NamJoon, sacudiéndose para poder secarse─. Debe entrar al manantial, Luna. Así podremos irnos.
─¿A dónde?
─A casa ─Dijo él.
Pero JiMin no cedió por más que el alfa insistiera y ya estaban perdiendo demasiado tiempo.
JiMin le tenía miedo a los ríos y lagunas, y no estaba dispuesto a vencer su miedo en esa ocasión.
Tenía malos recuerdos de los mismos, y no se sentía bien.
NamJoon se desesperó y tomando el atrevimiento cargó a JiMin, dispuesto a comenzar a correr lejos de ahí, sin importarle que ambos estuvieran desnudos, pero ya era tarde.
Un enorme lobo lo atacó y mordió su pierna fuertemente, con rabia acumulada. El dolor y la impresión lo obligaron a soltar a JiMin que cayó en el manantial, aunque no en su totalidad dentro. Un calor invadió a JiMin y su vista se tornó roja inmediatamente.
El alfa de hoyuelos soltó un grito de dolor y se transformó dispuesto a huír, pues no quería morir y estaba en desventaja ante los que pronto serían dos.
Como pudo liberó su pata y comenzó a correr con menos agililidad debido a la herida.
YoonGi se levantó dispuesto a perseguirlo, pero JiMin no quería que algo le pasase al alfa de hoyuelos. Su omega se sentía inquieto ante la idea y le transmitió aquella inquietud al centinela a través de su vínculo, que gracias al no estar tan bien formado lo dejó bastante confuso.
─A-Alfa... ─Gimió JiMin cuando sintió que el calor era demasiado en su cuerpo y el malestar comenzaba a recorrerlo.
El lobo de YoonGi perdió el interés inmediatamente en el otro lobo que ya iba cuesta abajo por el camino y se concentró en su omega que al parecer estaba sufriendo. La transformación fue inmediata, y segundos después llegó Jae, quien no dudó en transformarse al llegar.
─¿JiMin? ¿Estás bien? ─YoonGi se alarmó al no recibir respuesta─ ¡JiMin!
─M-Me duele ─Por fin dijo─... Alfa...
─O-Oh no, bebé, tran-tranquilo... Yo estoy aquí contigo ─JiMin comenzó a respirar irregularmente.
En la boca del estómago de YoonGi se creó un enorme vacío y su lobo aulló triste al ver a su compañero en ese estado.
─¿Qué te pasó JiMin? ¡Qué te hizo ese alfa? ─JiMin negó débilmente y tosió.
─M-Me duele alfa, d-duele...
─¿Q-Qué...? ¿Qué te duele, JiMin? ─Dejó una caricia en su pequeña carita y maldijo por lo caliente del toque.
─M-Mi espalda alfa.... Arde... y veo r-rojo... ─Poco a poco el omega fue cerrando los ojos, sintiéndose demasiado débil como para mantenerse despierto.
YoonGi no reaccionó a tiempo, sabiendo que no podía hacer nada para detenerlo. Alzó la mirada hacia el bosque y maldijo al no sentir al lobo cerca, pues había pasado demasiado tiempo con JiMin, aunque no se arrepentía.
─Hermano, toma ─Jae tras suyo, ofreció su propio saco, obviamente con la intensión de arropar a JiMin y no dejar que el sereno del ambiente lo afectase.
El centinela la tomó y haló a JiMin, envolviéndolo como un capullo, maldiciendo en voz baja al pensar que el alfa de Zafiro le hubiese podido hacer algo. ¡Todo JiMin olía a él y estaba enfermo! No podía evitar sentirse mal.
─¿Estás...?
─Encuéntralo ─Ordenó fríamente levantándose del piso y llevando a JiMin consigo.
Para su desgracia, el lobo había escapado. Y lo único que tenía e sus brazos era a un JiMin ardiendo en fiebre, aferrado a él buscando su aroma y totalmente descompensado.
» Eso no salió bien.
» Salió como debía salir, aunque no parezca.
『❝Si todo era mentira, debiste decírmelo desde el primer momento❞』
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top