CAPITULO 31
-Dime que estás de broma. –Expresa Thompson.
-No, ya quisiera.
-Muchacho tú no sales de una para entrar en otra.
-¿Crees que yo pedí esto?
-Pronuncio molesto.
-No, sé que no, pensé que con Mael muerto estarías tranquilo al lado de la mujer que amas, y resulta que las cosas se vuelven a complicar.
-Es una maldita pesadilla.
–Masajeo el entrecejo con la mano libre.
-¿Y qué harás? Mañana se vence el plazo.
-Antes de decidir nada, iré con él a conocer al aquelarre.
-Bueno si lo ves por el lado positivo, pertenecerás a una manada, es lo que siempre has añorado.
-No en estos términos y lo sabes.
-Quisiera darte apoyo, pero ahora que Stone regresó de su luna de miel, me ascendió a Jefe de Seguridad. Además si me voy otra vez, Xavier me pateará el trasero y llegaré a la luna.
-¿Quién quedó como guardaespaldas de Annia?
-Royner, lo recomendé muy bien para el cargo.
-Supongo que está feliz. –Digo con doble sentido.
-Casi me mata al enterarse, pero no tiene opción.
Sonrío de solo imaginarme a este par discutiendo, los extrañaba.
-Le hablé a Rose de JamesVille, quiere conocerlo algún día y claro, también verte.
-Las puertas están abiertas cuando deseen venir. –Thom sonríe en respuesta. -¿Y cómo está Annia?
-Radiante, jamás la vi tan feliz, y Jeremy será padre, Ruddy está embarazada.
-Oh, bien por los futuros padres.
-Tengo que dejarte, me convocaron a una reunión y no es mi intención oír a Stone gritarme porque llegué tarde.
-No te preocupes, gracias por escucharme.
-Si no lo menciones.
-Cuídate Thompson, y dale mis saludos a Royner.
-Y tú, algunas veces es bueno dejarse llevar por el corazón.
Luego de cortar la comunicación me sentí de verdad triste, busqué a Abba, la encontré dormida con un libro en la mano y los lentes puestos, mañana es el último examen, se ha esforzado mucho, espero que gane todas las pruebas. Se ve preciosa recostada sobre la cama. Retiro los anteojos y el libro, me acuesto junto a ella, la admiro en silencio, no sé qué hubiera sido de mí, si no llega a mi vida.
El otro año irá a la universidad, hemos hecho planes a corto y largo plazo, no sé qué tanto nos perjudicaría acepar ser el alfa de tan peculiar manada. No he podido dormir bien desde que Bruce me visitó, por más que intento no pensar en el asunto, es simplemente imposible.
-James. –Abba abre los ojos despacio.
-Lo siento no quise despertarte.
-Soñé que hacía el examen y no traía lápiz, además leía las preguntas y no sabía las respuestas, ha sido horrible.
-Amor, ten un poco de fe en ti, sé que los ganaras con excelentes notas.
-¿Lo crees? –Bosteza.
-Claro, hemos estudiado juntos, dominas la materia.
-Sí, tengo un buen profesor.
–Sonríe para luego sentarse sobre mí.
-¿Qué haces? –Mis manos se posicionan en su cintura.
-Estoy estresada, necesito distraerme, creo que ha sido suficiente estudio por hoy.
Me besa el cuello y va subiendo hasta llegar a mis labios. Me alegro que Han no esté, así tendremos privacidad. Abba retira su blusa con agilidad y casi al instante el sostén. Unos cuántos minutos después hacíamos el amor, entregándonos a un compás, saboreando el néctar de su cuerpo, declarando con besos y caricias nuestro amor; dejándonos embriagar por la pasión que nos consume como leña en la hoguera.
********
-¿Y qué has decidido? –Mi chica descansa sobre mi pecho nos miramos con el rabillo del ojo.
-Estoy pensándolo, en cierta forma no te miento que, la idea no me desagrada, más bien es tentadora, pero, no sé quiénes son ellos, tampoco puedo precipitarme para luego darme cuenta, que ha sido una mala elección.
-Te comprendo. –Deja ir un suspiro.
-Sea lo que sea que decida ¿Me apoyarás? –Le consulto.
-Por supuesto, y hablando del tema, hay algo que hemos pospuesto.
Me tensé de solo escucharlo, conozco a qué se refiere.
-Abba no. –Me enderezo, quedando sentado sobre la cama.
-El hecho que soy bruja no significa que venga con el paquete de inmortalidad.
-No quieres esto. –Me levanto y me pongo los pantalones.
-Yo sí lo quiero, tú eres el que está obstinado en ni siquiera analizarlo, te pones a la defensiva cuando lo saco a la luz.
-No puedo hacerte ese daño, será para toda la vida ¿Comprendes?
-Sí James, Wolf me iba a convertir, si él no tuvo objeción por qué tú te opones tan rotundamente.
-Porque no es mi deseo que seas un monstruo como yo.
-Oh James, ¿Así te ves? Cuando te observo, visualizo al hombre que amo, a mi alma gemela, por quién estoy dispuesta a sacrificar todo, incluso mi humanidad. Si no lo haces, envejeceré y moriré, estarás solo, me perderás.
Estas últimas palabras me hicieron reaccionar, Abba tiene razón, la sola idea de verme sin ella, me oprimió el pecho, clavándose un profundo dolor, como una daga que perforaba mis entrañas.
-Está bien. –Contesto rindiéndome.
-¡Perdón! –Exclama abriendo lo ojos como platos. –Así nada más.
-Tienes razón, no me veo sin ti, un mundo sin mi chica de ojos turquesa es una tortura. Pero debes saber que si te convierto en licántropo envejecerás, aun paso más lento pero lo harás, en cambio como vampiro tu juventud prevalecerá por siempre.
-¿Me pones a decidir? –Alega con el rostro radiante de felicidad.
-Abba como soy un híbrido, yo no conoceré la vejez, pero prefiero que seas una mujer lobo a un vampiro, así la muerte nos separe al final.
-Pero entonces no estaremos juntos para toda la vida. –Abandona la cama y se acerca a mí.
-No, pero disfrutaré de tu compañía por muchos siglos, un licántropo tiene un promedio de vida de quinientos años.
-No es justo ¿Por qué te molesta que sea un vampiro?
Los nombres Xavier y Annia Stone salen a relucir en mis pensamientos, tengo un resentimiento con los vampiros, principalmente, por lo que Aldo le hizo a mi madre.
-Es complicado. –Respondo dejando ir el aire contenido.
-Cuéntame, hay cosas de tu pasado que desconozco.
-En otro momento será, no estoy listo, pero no puedo decidir por ti, si quieres ser vampiro lo voy a respetar, no te dejaré de amar por eso. Te prometo que lo haré, pero después de solucionar este asunto de la manada.
-Gracias, puedo esperar. –Se pone de puntillas y me da un beso casto.
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Otra noche que pasé en blanco, el amanecer me sorprendió despierto. Sin sueño, me levanté con cuidado y tomé una refrescante ducha, el agua disipó un poco el estrés, me quedé debajo de la ducha algunos minutos. Me vestí y al bajar a la cocina me encontré con Han.
-Buenos días. –Lo saludo.
-Buenos días. –Contesta sorbiendo un trago de su café. –Ya decidiste qué hacer. –Me consulta.
-Es la pregunta del año, y la respuesta es no. Le propondré a Bruce conocer al aquelarre antes de tomar la gran decisión.
-Si aceptas ¿Te llevarás a Abba?
-Eso lo decide ella. –Respondo tomando una taza y sirviéndome café.
-Entonces sé de antemano que no se separará de ti. –Sonríe sin ganas. –Primero Aldana y ahora ella.
-Han, no apresures hechos, la última palabra no ha sido dicha.
-Tengo el presentimiento que aceptaras. –Guarda silencio unos segundos. –Imagino que hoy no irás a trabajar.
-No lo sé, si Bruce accede a que los visite, posiblemente estaré ausente unos días.
-Ummm, veré que excusa invento esta vez. –Termina su café, lava la taza y tomando las llaves de la pick up se marcha.
Abba no tarda en aparecer, ya vestida para el gran día.
-¿Y papá? –Arquea una ceja.
-Se fue. –Contesto mordiendo una galleta de canela que nos mandó Abigail.
-¡Maldición! Olvidó que debía llevarme al pueblo. Ahora llegaré tarde a hacer el examen.
-Cálmate, llama un taxi.
-Si no me queda de otra. –Saca su celular y marca el número de la compañía de taxis.
-Desayuna mientras esperas.
-No tengo hambre, estoy con ansiedad. –Se acerca al coffee maker y se sirve café.
-Amor tú no tomas café. –Recalco.
-Pues hoy empezaré el hábito.
Me acerqué a ella y retiré la taza poniéndola sobre el desayunador, la rodee con mis brazos por la cintura y la obligué a mirarme.
-Todo saldrá bien, así que ya tranquilízate.
-Para ti es fácil decirlo, no eres el que va al matadero.
-Abba. –Pongo los ojos en blanco.
–Te has preparado, has estudiado hasta quedarte dormida, estás lista amor.
-Dilo otra vez. –Sus manos cubren mi nuca.
-Estás lista. –Repito.
-No eso tonto, lo otro.
-Amor. –Frunzo el entrecejo tratando de adivinar.
-Exacto. –Me planta un beso sonoro.
El sonido de la bocina afuera nos indica que el taxi ya está aquí.
Abba respira varias veces, para luego agregar: -Deséame suerte.
-Suerte. –Contesto sonriéndole.
Ella se apresura a marcharse, quedando la casa vacía, dando cabida nuevamente a mis inquietantes pensamientos. El timbre suena dos veces, al abrir la puerta Bruce me recibe al otro lado, pero ya sabía que era él, su olor impregnó mis fosas nasales desde la cocina.
-Pasa. –Le permito la entrada.
-Gracias. –El aludido ingresa.
-¿Y qué has pensado de nuestra proposición?
-Antes que nada, quiero conocer a los integrantes de tan peculiar grupo.
-Eso no es problema, te puedo llevar, ellos también desean conocerte.
-¿Dónde viven? –Indago.
-En Nueva York, pero no están ahí, nos ocultamos en el bosque, te llevaré.
-¿Están en JamesVille? –Inquiero sorprendido.
-Desde que nos enteramos de la muerte de Mael, fue unánime viajar y buscarte, fui elegido como el interlocutor.
-En ese caso, no perdamos más tiempo.
Ambos salimos y nos pusimos en camino, recorrimos alrededor de cuarenta minutos, hasta llegar a un claro. Se observan varias tiendas de campaña, y una fogata, rodeada por piedras, recientemente apagada, ya que humeaba.
Las miradas recaen de inmediato en mí, algunas curiosas, otras, no supe cómo interpretarlas.
-Así que es él. –Una mujer de cabello castaño rizado y ojos marrones se aproxima a nosotros, es un vampiro. –No creí que fuera tan joven y apuesto. –Muerde su labio inferior, tragándome de manera literal con la mirada.
-Escuchen todos, él es James Jennings, venció a Mael y por lo tanto, como todos saben, es nuestro líder por derecho.
-No estoy de acuerdo. –Visualizo a un hombre de mediana edad y una espesa barba, sus ojos negros me escudriñan con desconfianza, es humano, quizás un hechicero. –Yo debí ser el alfa, no un desconocido, Mael me dejó a cargo de la manada.
-Conoces nuestras leyes.-Le recalca Bruce.
-Esas leyes aplican para jaurías, nosotros en cambio, somos una mezcla de criaturas sobrenaturales.
-Y yo sostengo que debemos respetarlas, somos una manada, así no seamos todos licántropos. Y si quieres el liderazgo, deberás enfrentarlo en un duelo a muerte, a menos que también lo pongas a discusión.
Me miró con odio puro, acababa de llegar y ya contaba con un enemigo, no todos me recibieron con los brazos abiertos.
-No tengo problema, si el niño lindo no me niega ese derecho.
-Si alguien te reta, no puedes rechazarlo. –Me explica Young.
-Aún no soy su líder. –Trato de salirme de este lío, maldiciendo a Wolf en lo más profundo de mi ser.
-Aquí no se trata de aceptar, ya eres nuestro alfa, si lo rechazas de todos modos tendrás que debatirte a duelo con el que quiera el mando.
¡Maldita sea mi suerte! le dije a mi fuero interno, no tenía salida, de cualquier manera es inevitable impedir esta pelea. Miro al tipo con descontento, me alegró que Abba no estuviera en casa, de lo contrario, conociéndola, estuviera aquí conmigo.
Medito la situación, suspiro con desgano, lo desee o no, debo enfrentarlo, y si gano, mantengo el liderazgo de esta manada, por lo cual, otro me retará, como yo lo veo, no tengo como librarme de este compromiso.
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Hola, pobre James, ahora resulta que lo quiera o no, tiene que pelear por un liderazgo que ni siquiera está seguro de tomar las riendas. Veremos cómo le va.
A poco no los sorprendí con la actualización hoy, me iba a esperar al lunes pero me dije, no pobrecitos, sin embargo, no prometo subir capi el lunes,
hasta el viernes si Dios quiere, o quizás los vuelva a sorprender.
Feliz fin de semana terrícolas😘
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