CAPITULO 30

Después de la tormenta viene la calma, retorné a mi trabajo en el aserradero, las cosas siguieron su curso, mi chica regresó a trabajar en la cafetería, y llegó a un acuerdo con el centro educativo de presentar exámenes y poder graduarse, de esta manera no tendría que repetir el año. Así que, Abba se consumió en el estudio y aunque vivimos en el mismo techo, apenas es que nos tratamos.

Wolf nos pidió disculpas por el daño causado, Abba dejó de hablarle, está muy resentida por aliarse con Mael; nos explicó que en Irak fue herido de muerte, nunca nos comentó de qué se trataba su misión, solo que en su agonía, Mael llegó a él y le hizo una propuesta tentadora ¿Qué hacía Mael en ese país? Ni idea, su historia presenta incoherencias pero al menos supimos el porqué de su conversión. Creo que lo comprendo, la idea de morir tan joven no es alentadora, pero al aceptar la proposición del druida, su vida se unió a la de él.

Visito de vez en cuando a Abigail, le tengo cariño y aprecio, Wolf no se opone, él sabe que la cuidé bien mientras estuve con ella, está agradecido. En cuanto a Han, todavía llora su pérdida, se encuentra en duelo, amaba a Aldana, culpa a Wolf y lo odia por eso, le prohibió acercarse a su propiedad, le advirtió que su presencia no es grata.

Thompson me llamó apenas llegó a Villa Olivia, Stone le armó todo un espectáculo según sus palabras. Lo reprendió por llevarse su jet privado, y en castigo, los hizo regresar en un vuelo comercial y en clase económica. Me saludó de parte de Annia, no se sintió aquel vacío al pronunciar su nombre, por fin, mi corazón encontró la paz que buscaba.

Abba domina cada vez más sus poderes, la pericia con la cual aprendió a usarlos, me sorprende y asusta, espero que sepa sobrellevar su nuevo don. Desde que supe que ella era la misteriosa mujer de mis sueños, aquella repetitiva pesadilla desapareció, al fin puedo dormir sin percances, ella no murió, vencimos las probabilidades.

Incursioné un par de veces por el bosque con la esperanza de encontrar a Olivia Newman, pero es como si la misma tierra se la tragara. Dicen que fue uno de los primeros vampiros que poblaron la tierra, la facilidad con la que se deshizo de Mael, sin esforzarse si quiera, ni él fue contrincante para ella.

La jornada laboral finaliza, espero a Han para irnos juntos, el silencio es mi compañero, llegamos a la casa y paso a la habitación de Abba que está sumergida en la lectura de un libro.

-Hola amor. –La saludo.

Su vista viaja hacia mí, me sonríe, retira los lentes que usa para leer y de un brinco, se endereza para luego abrazarme.

-¿Qué tal tu día? –Me pregunta mientras unimos nuestros labios.

-Como siempre, aburrido y monótono, quería verte.

-Y yo a ti. –Nos volvemos a besar, su boca es manjar de Dioses, su contacto altera mi organismo, cuando la beso, no quiero separarme de ella.

-¿Tienes hambre? Hice pizza para la cena.

-¿Hiciste pizza? –Arqueo una ceja.

-Hey. –Golpea mi brazo. -¿Acaso pones en tela de juicio que la preparé? –Me sostiene la mirada pero luego ella misma se delata al sonreír. –Sí, bueno, la compré de camino.

Glenda una nueva compañera de la cafetería, es vecina de Abba, su casa queda como a cien metros de distancia, así que ella la recoge todas las mañanas en su vehículo.

-Muero de hambre. –Digo con doble sentido, besando su cuello, su piel se pone de gallina.

-No hagas eso. –Me pide pero su cuerpo me indica otra cosa. Sus manos se pierden en mi cabello, al tiempo que me da mejor acceso al escote de su blusa.

El timbre comenzó a sonar con insistencia, a los pocos segundos la puerta se abre y aparece Han. Nos separamos como quién es descubierto es una travesura.

-Es para ti. –Me informa cortante.
-Lo miro con el ceño fruncido. –No lo conozco. –Agrega leyendo mis pensamientos, dejándome desconcertado.

Voy al encuentro del desconocido, Abba se viene tras de mí. Han lo ha dejado puerta afuera, así que abro y me encuentro con un hombre de mediana edad, me alerta su aroma, es un licántropo.

-¿James Jennings? –Consulta.

-¿Quién pregunta? –Mantengo la puerta entreabierta.

-Me llamo Bruce Young, y pertenezco a la manada de Mael.

Al escuchar esto mis músculos se tensan y mis manos se convierten en garras. Bruce observa mi cambio pero se mantiene tranquilo.

-No estoy aquí buscando problemas, solo quiero hablar.

-No eres bienvenido y te recomiendo que te vayas. –Le recomiendo.

Bruce ladea la cabeza y determina a Abba que está detrás de mí.

-Ella es la bruja. –Afirma.

-Si sabes lo que soy te recomiendo que te marches antes de que te arrepientas de no haberlo hecho.
–Lo amenaza.

Suspira para luego añadir: -Estoy solo, no soy hostil, requiero conversar contigo, es todo.

-Está bien, pero no aquí.

-James no. –Abba me sostiene del brazo.

-No te preocupes. –La beso en la frente.

Nos alejamos unos cuantos metros, me detengo y me cruzo de brazos.

-Te escucho.

-Sabemos que Mael está muerto, se rumora que un híbrido lo mató.

La noticia me tomó desprevenido, yo no me deshice de él, fue Olivia, ¿Acaso Wolf les contó que he sido yo? Tendría sentido ya que él estaba inconsciente y nunca le dijimos sobre ella.

-Con la muerte de Mael no debería haber una manada, si él los convirtió, al morir regresaron a su condición humana, lo que me hace cuestionar ¿Por qué sigues siendo un hombro lobo?

Sonríe de medio lado para indicar: -Solo James Wolf e Ethan Stevenson eran creación de Mael.

-¿Qué me quieres dar a entender? –Agrego confundido.

-Mael quería una manada diferente, él escogía a los suyos.

Recordé cuando me pidió seguirlo, me quería porque soy híbrido.

-Yo por ejemplo, nací siendo un hombre lobo, y cada uno de los nuestros, es especial a su manera.

-¿Qué haces aquí? –Voy a grano.

-Necesitamos un líder.

-Un líder. –Repito. –Perdona pero aun no comprendo.

-El aquelarre requiere alguien que los guíe, si tú mataste a Mael, por ley ganas el mando.

Abrí la boca para decir algo pero callé de inmediato, tenía sentido, según las leyes de los licántropos cuando alguien mata a su alfa, pasa a sustituirlo. Pero la verdad es, que no lo hice, tendría una larga conversación con Wolf.

-Y si no quiero.-No negué los hechos.

-Es tu deber, sin un guía estamos a la deriva.

-Sí tienes claro lo que soy.

-No nos importa, nuestra manada no es normal. No solo hay licántropos, también vampiros, hechiceros, cambia formas; nuestra lealtad te pertenece ahora.

-No tiene sentido. –No estoy para nada convencido.

-Tienes que asumir tus obligaciones con nosotros.

-¿Y qué pasa si no me interesa?

-Uno de nosotros se debatirá en un duelo a muerte contigo, el ganador será el nuevo alfa.

Sonrío con amargura, ¿Acaso he pedido yo este privilegio? Si se le puede llamar así, además no me fio de él, y si decía la verdad, no creo que estas personas sean buenos samaritanos, no si obedecían a Mael.

-Tienes tres días a partir de hoy, regresaré para saber tu respuesta.

Bruce se va caminando perdiéndose en el bosque, cuando ya no lo visualizo entro a la casa.

-¿Qué quería? –Inquiere Abba preocupada.

-Es parte del aquelarre de Mael.

-¿Qué? –Frunce el ceño.

-Te explicaré luego, iré a ver a Wolf.

-¿Por qué? –Me mira con incertidumbre.

-Te prometo que te contaré todo, pero ahora me urge hablar con Wolf.

Ella no me debatió lo cual agradecí, cogí las llaves de la camioneta de Han y me puse en ruta. Parquee la pick up en frente de la residencia, cuando toqué el timbre, Abigail me abrió.

-¡James!-Exclama contenta de verme.

-Hola Abi. –La abrazo.

-Que gusto que vinieras a verme.

-En realidad vine por su hijo.

-¿A James? –Tengo el presentimiento que ella sabe que no nos llevamos bien.

-Sí, ¿Se encuentra?

-Aquí estoy. –El aludido llega por detrás.

-Bueno, los dejo solos. –Me sonríe y se va.

-¿A qué debo el honor? –Expresa con ironía.

-Avisaste a los tuyos que yo eliminé a Mael. –Lo encaro.

-Sí, Bruce me contactó, hay una vidente entre ellos, estoy casi seguro que ella vio su deceso pero no, quién fue partícipe del hecho.

-¿Por qué yo? –Cuestiono.

-Nadie me ha querido aclara qué pasó, deduje que fuiste tú, aunque te soy sincero, en realidad lo dudo, conociendo a Mael, se hubiera deshecho de ti sin dificultad, sin embargo, no hay explicación para lo que sucedió.

-Te das cuenta que el tal Bruce vino a buscarme. Me exige que debo asumir el mando del aquelarre. ¿Ves en el compromiso en que me pusiste?

-Es mejor así, yo fui parte de la manada, la mayoría odia a Mael, se ganaba su lealtad a base de engaños, y llevaban a cabo un ritual donde juramentaban que le serían fieles solo a él, de quebrantarlo, encontrarían la muerte. Pero una vez como parte del grupo, se daban cuenta de la particular personalidad de Mael, creo que estaba loco. Si le fallaban de alguna forma, los castigaba, no los respetaba, eran solo súbditos para él, le temían por lo que era capaz de hacer.

Conociéndolo no esperaba menos, ¿Cuál hubiera sido mi destino de aceptar?

-Si no asumo mi cargo, otro me retará para ganar el liderazgo. He llegado a pensar que lo hiciste adrede para deshacerte de mí.
–Pronuncio moviendo la cabeza a los lados en negativa.

-Qué poca confianza tienes en tus habilidades ¿Acaso no derrotaste a un antiguo?

-¿Cómo sabes eso? –Frunzo el ceño y convierto mis manos en puño.

-Mael sabía todo sobre tu pasado, él investigaba a fondo a los que quería a su lado.

-No estoy interesado en ser parte de ellos. –Añado molesto.

-No tienes opción, es eso o el duelo. Escucha, lo hice porque te considero apto para ser su guía, tienes un corazón bondadoso, serás un buen alfa, los encausaras por buen camino, te necesitan, sé porque te lo digo.

-Eres un maldito Wolf, me pusiste contra la espada y la pared, no he sido el que mató a Mael y lo sabes.

-Sí, ojos que no ven, corazón que no siente. Conocían del poder de su alfa y el que tú lo vencieras, te convierte en alguien respetado y admirado, piénsalo, no es tan malo como crees. Nunca has pertenecido a una manada, te rechazan por tu ascendencia, aquí nadie te reprocha que seas un híbrido, te aceptan tal y como eres, como yo lo veo, te estoy otorgando una familia, ellos cuidarán de ti, morirían por ti.

Analizándolo desde ese ángulo, Wolf tiene razón, por descabellado que suene yo podría ser ese mástil que los sostenga, podríamos complementarnos mutuamente.

-Veo que lo estás meditando.
–Sonríe.

-Lo pensaré.

-Sé que te decidirás al final, es lo mejor.

Abigail aparece limpiando sus manos en su blanco delantal.

-Quédate a cenar. –Me propone.

-Te lo agradezco pero Abba hizo pizza.

-¿Hizo pizza? –Wolf arquea una ceja.

-La compró. –Pongo los ojos en blanco.

-Por favor, preparé tu plato favorito. –Sus ojos me suplicaban que me quedara.

-Con gusto. –No puedo negarme, veo su rostro iluminarse.

Hablamos de trivialidades durante la comida, la presencia de Wolf me incomoda pero intento disimularlo. Abi está feliz con su hijo de regreso, y yo estoy feliz por ella. James se equivocó en sus decisiones pero ¿Puedo juzgarlo? ¿Qué haría yo en una situación así? Después de todo, nos ayudó al final, eso cuenta.

Cerca de las 9:00 p.m. decido marcharme, parqueo un momento en la orilla del camino, me bajo y me tiendo sobre el capó del coche. Admiro las estrellas, el cielo despejado, analizando todo. Cuando mi mente se despeja, continúo mi recorrido. Abba duerme cuando llego, me cambio de ropa y me acuesto a su lado. La abrazo y ella de inmediato coloca su cabeza en mi brazo, utilizándolo como almohada.

-¿Qué hora es? –Murmura entre dientes.

-Casi las 11:00 p.m., vuelve a dormir.

La escucho respirar pausado, sé que se ha dormido. La proposición de Bruce ronda en mi mente, no es una decisión que pueda tomar a la ligera, con ese pensamiento, cierro los ojos y el sueño sella mis párpados.

******

¿Qué decidirá James al final? Creo que la oferta es tentadora, tener su propia manada no suena mal. ¿Será una trampa? Ya lo sabremos.

Feliz inicio de semana.

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