CAPITULO 24
No saltes. Grito al momento en que aquella mujer se arroja al precipicio, hacía ya varias semanas que dormía sin contratiempos. Los rayos del sol se asomaban por entre las rendijas de la cortina, amaneció y para mí es como si recién me hubiera acostado.
Me levanté con dirección al baño, Royner me cedió su recámara para que descansara, él durmió en el sofá. Lavé mi cara y al verme en el espejo noté que ahora quedaban cicatrices rosáceas pero aun así, el panorama no es agradable.
-Déjame entrar o te juro que te clavaré una estaca en el corazón. -Se escuchó afuera, reconocí aquella voz de inmediato.
La puerta se abrió de golpe y una muy disgustada Abba, ingresó con Thompson a sus espaldas.
-Está bien Thom, déjanos solos.
El aludido cierra la puerta al tiempo que Abba se acerca a mí, su mano derecha viajó a mi rostro y lo tocó con sumo cuidado.
-Dijiste que no era nada, creo que tu versión de nada es contradictoria.
-Debiste verme ayer, hoy estoy mejor.
-¿Por qué no has sanado por completo? -Indaga.
-Necesito sangre y últimamente los animales se dieron a la fuga, me imagino que es cortesía de Mael y compañía.
-Aliméntate de mí. -Se ofreció.
-No lo haré, no eres un aperitivo al que le puedo echar mano cada vez que estoy débil.
-No es como si fueras a drenarme ¿O sí?
Sonreí sin poderlo evitar ante su inusual comentario.
-Hazlo. -Insistió notando como sus mejillas se tornaban rojo cereza.
-No creo que tu mamá lo apruebe. -Le digo mirándola como n el rabillo del ojo.
-Ella no está aquí, ni papá, me dejó y se fue a trabajar, así qué. -Se encoge de hombros. -No hay excusas, solo hazlo en una parte no visible y listo.
Se quita la blusa y me ofrece su hombro, ver su piel al desnudo me provoca algo muy diferente que probar su sangre. Me acerco al tiempo que el corazón de Abba se dispara, puedo sentir como su cuerpo reacciona ante mi proximidad, la ansiedad que la invade. Coloco un beso haciendo que su piel se erice al contacto, su respiración es irregular, desea que la muerda, lo hago con cuidado de no lastimarla, ahoga un quejido para luego, simplemente cerrar los ojos y dejarse invadir por las emociones que le nublan el sentido.
Su sangre corre por mi paladar endulzándolo, ella no se mueve, permanece estática, disfruto de este momento tan íntimo entre los dos. Cuando he bebido lo suficiente me alejo, Abba le toma unos segundos reaccionar, abre los ojos y me sonríe.
-Me encanta que te alimentes de mí, no te puedo explicar lo que siento cuando lo haces, es como si hiciéramos el amor pero sin contacto físico. -Expresa.
-Es porque somos almas gemelas, te puedo asegurar que de no ser así, no sería tan agradable, incluso puede llegar a ser doloroso.
-¿En serio? -Arquea una ceja.
-Sí, la mordida duele bastante, y como te comenté el otro día, si no somos cuidadosos a la hora de alimentarnos, no será para nada placentero.
-Oh vaya, es decir que si Royner o Thompson lo hicieran ¿Me dolería?
-Sí. -Me limito a contestar.
-Podemos hacer la prueba -Se escucha desde afuera.
-Que no tienes nada mejor que hacer. -Le reclamo al guardaespaldas de Annia. La respuesta fue una sonora carcajada.
-Es incómodo no poder tener una conversación privada. -Se queja Abba.
-Lo lamento ¿No deberías estar en la escuela?
-Sí, mis cosas están afuera, le dije a papá que tú me llevarías, pero olvidé el detalle que no tienen coche y papá iba tan sumergido en sus pensamientos que tampoco lo previó.
-Eso es extraño. -Comento más para mí mismo.
-Mamá y él discutieron hoy temprano, no logré escuchar el por qué, desde entonces él ha estado muy disperso.
-Bueno ya lo arreglarán, ahora el detalle es cómo llevarte al pueblo.
-Puedes cargarme, eres un híbrido con fuerza y velocidad.
-No es como si fuera un súper héroe con poderes. -Le recalco.
-Para mí lo eres. -Me sonríe. -O por el contrario puedo quedarme aquí contigo.
-Y perder el día de escuela, ni lo sueñes, tu madre me colgaría del mástil más alto, me cambio y nos vamos.
-¿Y cómo se supone llegaremos?
-Royner alquiló una camioneta al tipo del depósito, está detrás de la cabaña.
Abba se queda de pie, mirándome.
-Me das un minuto. -Indico al tiempo que me quito la camiseta y busco otra.
-Claro, el paisaje aquí está de lujo. -Muerde su labio inferior.
Me quede observándola unos segundos para luego ponerme el jeans y las converse. Arreglé un poco el cabello y estuve listo.
-Vamos señorita, no queremos que llegue tarde.
Mi chica pone los ojos en blanco y me sigue.
-Ten. -Thom me arroja las llaves, que atrapo en el aire.
-Pórtense bien. -Nos advierte divertido.
Ignoro su comentario y salimos en busca de la camioneta, al llegar me doy cuenta que las cuatro llantas está desinfladas.
-Hey chicos, pueden venir. -Les grito.
En un abrir y cerrar de ojos están junto a mí.
-No creo que se desinflaran solas.
-Señala Roy, moviendo la cabeza a los lados.
-Es imposible, hubiéramos sentido su presencia, no pudieron estar tan cerca sin que nos diéramos cuenta. -Apunta Thompson.
-¿Cómo lo hicieron? Es la interrogante. -Me cruzo de brazos.
-Saben que esto no impedirá que nos movilicemos, pero estoy seguro que hoy en la madrugada cuando salí a cazar las llantas estaban bien, tuve que ser reciente.
-Sabían que Abba vendría.
-Observo.
-Eso quiere decir que la tienen vigilada. -Especula Thom.
-Thompson lleva a Abba a la casa, Roy y yo iremos a dar un vistazo a los alrededores, quizás sepamos quién fue nuestro visitante indeseado.
-James. -Abba me llama.
-Hazlo y por favor obedece.
Ella intenta decir algo pero calla; me mira con enojo pero acata mi instrucción.
-Thompson cualquier evento extraño nos llamas.
-Lo haré, pierde cuidado.
Me alejo con Roy que comienza a hacer lo suyo, sigue rastros invisibles ante mi vista hasta que no detenemos.
-¿Qué sucede? -Cuestiono.
- Por el tamaño de las pisadas es una mujer. Lo curioso es que nunca tuvo contacto con la camioneta, sus huellas inician mucho más atrás ¿Cómo lo hizo? A menos que sea por arte de magia.
Estas palabras activaron una alarma en mi fuero interno.
-¿Qué pasa James?
-Debemos volver ya.
Nos habíamos alejado lo suficiente para demorar, aun corriendo, unos cinco minutos, al llegar la puerta se encontraba entreabierta, fue forzada.
-Thompson, Abba. -Los llamo.
Los muebles tirados por doquier, indicios de una pelea, me alarmó ver sangre, al inclinarme y olerla me percate que no era de ella, sino de mi amigo, lo que significaba que estaba herido.
-Fue una maldita trampa. -Espeta Royner comprendiendo.
-Meticulosamente planeado.
-Agrego. -¡Demonios! Como he sido tan iluso.
-No te culpes, cómo saberlo.
-Tuvo que ser Mael. -Aspiro más profundo, y es cuando me llegan dos esencias. -Wolf estuvo aquí y el convertido, pero Thom puede con ellos sin problema, no entiendo, no son rivales para él.
-A menos que no estuvieran solos. -Roy se levanta y recoge un pendiente, me lo entrega. - ¿La misma mujer? -Inquiere.
-¿Por qué no puedo percibir su olor? -De verdad estoy frustrado.
-No hace tanto se fueron, puedes encontrar su rastro.
-Debería pero las pisadas llegan hasta aquí, donde se desvanecen.
-Vamos a casa de Han. -Sugiero.
-¿A casa de Han? En cuanto tu suegra se entere te mata.
-Ya veremos.
Nos ponemos en camino, en treinta minutos divisamos la residencia. Toco el timbre varias veces, no abren de inmediato.
-Aldana sé que estás ahí, abre la puerta. -No tardó en abrirnos, empujo la puerta y entro con rapidez.
-¿Dónde está? -Casi grito.
-¿Quién? Tú no puedes entrar.
-Detiene a Royner. -No permito a los de su clase en mi casa.
-No juegues conmigo, maldita sea Aldana no estoy de humor.
-Cuida el tono con que me hablas, ¿Dónde está Abba? ¿La dejaste en la escuela?
-Sabes que Abba desapareció, no te hagas la ingenua.
-Qué mi hija qué. -Luce contrariada.
-James. -Roy señala la oreja de Aldana, le falta un pendiente, al corroborar el otro, son los mismos.
-Perdiste esto en casa del alemán.
-Coloco el arete en su mano, su rostro palidece.
-Estúpido y entrometido muchacho. -Sus ojos se volvieron negros, levantó la mano y tanto Roy como yo, fuimos lanzados contra la pared sin ser tocados, inmóvil.
-No pueden evitar lo que se avecina, está muy por encima de su entendimiento.
-¿Por qué raptar a tu propia hija?
-Le recrimino.
-Porque ella ha sido llamada.
-¿De qué carajos hablas? -Estoy furioso.
-Mi hija no es una simple ascendiente de brujos, es un druida, lleva su sangre en sus venas.
-Pero ella es humana, tú misma lo dijiste.
-Lo es, por ahora, pero durante el ritual, su don despertará, y será más poderosa incluso que yo. Pero no lo pueden entender, ¿Qué pueden saber un asqueroso vampiro y una abominación como tú? Un repugnante híbrido, he deseado matarte tantas veces, pero me contuve porque él te quiere en su manada.
-¿Mael? ¿Era con él que estabas el otro día en el bosque?
-Sí, lo descifraste, creí que te llevaría más tiempo.
-Si les haces daño. -La amenazo.
-Tonto James, jamás lastimaría a mi niña, en cuanto a tu amigo, no correrá con la misma suerte.
-¿Por qué lo haces? ¿Lo sabe Han?
Aldana se ríe como una desquiciada.
-No, es tan inocente y estúpido como ustedes.
-¿Por qué aliarte con Mael?
-Eso no te incumbe, mis razones tengo, ahora, esta conversación empieza a aburrirme.
Baja sus manos y quedamos a centímetros del suelo, aún inmovilizados, toca nuestra frente, siento gran dolor, al abrir los ojos estoy mareado y algo desubicado.
-¿Qué sucede James? ¿Qué hacen aquí? -Consulta Aldana.
-Abba ha desaparecido, nosotros vinimos porque....... -Intenté recordar por qué estaba ahí pero mi mente es una hoja en blanco.
-Mi hija desapareció ¿Cómo ha ocurrido eso?
-No lo sé. -Vuelvo a ver a Roy, tiene el mismo semblante que yo.
-Se supone que tu deber era protegerla, vaya guardaespaldas resultaste ser.
-Nos tendieron una trampa.
-Respondí confundido.
-Han debió escucharme, si algo le pasa a Abba te haré directamente responsable. Ahora fuera de mi casa, le avisaré a mi esposo.
-Aldana, podemos ayudar.
-Ya han hecho suficiente. -Contesta fulminándome con la mirada.
Royner me pone la mano en el hombro, interpreto su expresión, no vale la pena discutir con ella.
-La buscaremos también, por favor cualquier noticia, hazlo de nuestro conocimiento, Thompson desapareció con ella.
-Lo que le suceda al vampiro, me tiene sin cuidado.
Royner endurece sus facciones, a mí tampoco me ha gustado su comentario.
-No te quitamos más tiempo.
Salimos de aquel lugar, con más interrogantes y una fuerte migraña.
-Algo no está bien. -Observa Roy.
-¿Qué es lo último que recuerdas?
-Ver a Thompson y Abba irse a la cabaña, después de eso, solo fragmentos.
-Estoy igual, ¡Maldita sea! Jugaron con nuestras mentes.
-James, necesitamos apoyo, y ahora sin Thompson.
La cabeza me va a reventar, estamos peor que al principio. No dejo de pensar en Abba, Mael tiene el control absoluto de la situación.
-Regresemos a la cabaña, volveremos a investigar.
Roy estuvo de acuerdo, pensativo y frustrado, volvemos donde esta pesadilla comenzó.
*******
Bueno, todo comienza a tener sentido, o al menos una parte. Aldana resultó estar en el bando contrario, cien puntos a los que sospecharon de ella. Veremos que ocurre de aquí en adelante.
Feliz inicio de semana.
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