CAPÍTULO 21

Llegué al aserradero luego que Thom me dejara, iba tan sumergido en mis pensamientos que no me percaté que me llamaban.

-Hey James. –Volví a ver, era Ethan.

-Hola. –Lo saludo.

-¿Qué ha pasado contigo? Tienes varios días sin venir a trabajar. Han ha dicho que estas enfermo; ¿ya te sientes mejor?

-Sí, así es. –Sonrío tratando de lucir normal.

-Me alegro.

-¿Y cómo va el embarazo de tu esposa?

-Todo en orden, logré convencerla de saber el sexo, ella prefería que fuera sorpresa, pero yo insistí.

-¿Y qué es? –Consulté

-Un varón, aún no decidimos el nombre.

-Wow felicidades. –Lo abrazo.

-Gracias. –Me sonríe orgulloso.

-¿Qué haces aquí? –La voz de Han nos hace voltear.

-Ya me siento mejor. –Añado.

-Vamos a mi despacho.

Intercambio una mirada con Ethan, y me voy detrás de mi jefe. Ingresamos a su oficina, cerrando al paso.

-¿Qué sucede? –Indago al momento en que tomo asiento.

-Wolf estuvo ayer en la casa.

-¿Qué? –Me sobresalté.

-No podía dormir así que escuché cuando Abba abandonó su habitación, al no regresar, decidí investigar, te imaginaras mi sorpresa al darme cuenta que conversaba amenamente con él.

-No me ha dicho nada. –Miro mi celular, ninguna llamada o mensaje de su parte.

-Ni a nosotros, creí que nos contaría en la mañana, pero lo omitió. Pude haberla interrogado, sin embargo, quiero que sea ella la que nos comente, sin presionarla.

-Quieres que hable con ella ¿Cierto?

-Sí. –Deja salir el aire contenido. –Y hay más, el convertido vino por Wolf, se marcharon juntos.

-¿Por qué no me avisaste? Wolf pude hacerle daño.

-Estuve atento, créeme que de haberlo considerado oportuno, hubiera actuado. Además es posible que él supiera de mi presencia, sin embargo, no pareció importarle, o no me consideró una amenaza. Sí me preocupé cuando le pidió que se marchará con él.

Mis ojos viajaron a los suyos, me contó con lujo de detalles cada palabra de la conversación, me tensé al escuchar la parte donde le sugería convertirla, que adecuado, ofrecerle lo que tanto quiere, y yo le he negado.

-Es difícil para mí pedirte esto, tuve una diferencia de opinión con Aldana temprano, pero siento que es la decisión correcta.

-¿A qué te refieres? –Presté atención.

-Apreciaría si cuidaras a nuestra hija.

-Eso ni siquiera tienes que pedirlo.

-Lo sé, pero más bien la idea es que seas como su guardaespaldas.

-Oh. –Me limité a contestar, en realidad lo pensé en algún momento, recuerdo cuando se lo solicité a Thom. –Claro, no hay problema.

-Aldana se mostró en desacuerdo, sé que no eres santo de su devoción. No tengo nada en contra de ti. –Continúa . –Es solo que, me asusta esto de las almas gemelas y esa conexión entre ustedes, y el hecho de que, ella tendrá que elegir si seguir siendo humana o no.

-Lo comprendo Han, pero si por mí fuera, no la convertiría. Abba me ha tocado el tema y lo he evitado, no obstante, resultó ser muy persistente.

-Dímelo a mí, la conozco bien. Por otro lado, Aldana esta recelosa contigo, por tu naturaleza.

Sonrío para mis adentros, lo dicho, no es novedad, y no puedo culparlos.

-Sé que Abba seguirá insistiendo, es caprichosa. –Han pasa las manos por su rostro. –Pero jamás he visto a mi hija tan feliz y realizada como contigo. No le voy a quitar crédito que desde que te conoció, volvió la misma de antes. Desde que supo de la desaparición de Wolf en combate, una parte de ella murió con él, pero tú se la devolviste, gracias por eso.

Me quedé atónito, no esperaba esta confesión, sé lo difícil que está siendo para Han decírmelo, y lo aprecio.

-Amo a Abba, y no permitiré que le hagan daño.

-Lo sé James, eres un buen chico, a pesar de.

Sonrío, ese a pesar de, mi condición de híbrido.

-Ve a verla, sé que anoche discutieron, ella no contó nada, pero se encuentra de muy mal humor y decaída.

Por un momento, analicé si Han supo que la visité anoche, pero de ser así, me lo reclamaría.

-Ten. –Me tira las llaves de la pick up.

Las tomo en el aire y me retiro, de camino me encuentro con Ethan.

-¿Todo bien? –Lo noto un poco ansioso.

-Sí. –Frunzo el ceño.

-Ah que bueno, temí que te llamaran la atención por las ausencias.

-No, necesitaba un favor mío, es todo.

-Te llevas su camioneta. –Mira las llaves.

-Así es.

-¿Supiste lo de Wolf?

Empezamos caminar, él a mi lado.

-Muy a mi pesar. –Murmuro.

-¿Qué dices? –Es obvio que no escuchó lo dije entre dientes.

-Es la novedad del día ¿No? –Juego con las llaves en mi mano.

-Oh vaya que sí, es una maldita locura, pero me alegro por Abigail.

Llegamos al vehículo e Ethan pierde su mirada en el suelo, sé de antemano que quiere preguntarme algo en particular.

-Ya dilo. –Pongo los ojos en blanco.

-No me gustaría parecer indiscreto, pero.... Todos en el pueblo lo comentan, ya sabes, tu relación con Abba, y el regreso de Wolf, es como, wow, extraño, porque ellos estuvieron juntos.

-Gracias Ethan, lo tengo muy pendiente, créeme.

Subo al coche y lo enciendo, pronto el sonido del motor ronronea.

-Lo lamento, no es que sea chismoso, te aprecio James, únicamente deseaba saber que estás bien con eso.

-Lo estoy. –Mentí, en realidad me carcomía por dentro como un cáncer, aunque no me cabía duda que Abba es mi alma gemela, no terminaba de asimilar que ella y Wolf fueron pareja, por lo que tienen un pasado y no puedo evadir los celos que se acrecientan en mi interior. –Te veo luego. –Me despido.

-Cuídate.

Lo veo por el espejo retrovisor regresando al aserradero.

************

Parqueo al frente de la residencia de los Charpentier, no tengo necesidad de tocar la puerta, Abba la abre al instante, recibiéndome con un abrazo.

-Hola. –Me saluda, hundiendo su cabeza en la hendidura de mi cuello.

-Hola. –Mis manos viajan a su espalda.

Levantó su mirada y buscó mis labios, apenas los rozó, y esa conocida sensación se clavó en el estómago.

-Perdóname por mi actitud de anoche. –Se disculpó.

-No importa. –Contesté abrazándola más fuerte.

El cielo se inundaba de nubes negras, y tronaba anunciando que pronto llovería. Diminutas gotas, comenzaron a mojar mi rostro.

-Mejor entremos. –Recomiendo.

De la mano entramos, me extraño no ver a Aldana por ningún lado.

-¿Y tú madre? –Inquirí.

-Ha salido.

-¿Al pueblo?

-No, al bosque.

-Es muy arriesgado que vaya sola.

-Se lo he dicho, pero siempre me replica que ella es una bruja y que puede cuidarse sola.

-Pero te ha dejado sola. –Me cruzo de brazos, estoy molesto.

-Puso unos encantamientos alrededor de la casa, según sus palabras "ningún ser sobrenatural podrá atravesarlos".

-Pero yo lo hice. –No me gusta la ida que esté sin protección.

-Tranquilo, a ti no te incluyó en el hechizo, ya sabes, con eso que ahora eres mi guardaespaldas.

Sus delgados brazos me rodean por la nuca, los míos bajan a su cintura. La lluvia se precipitó con fuerza, a los pocos minutos pequeños charcos decoraban el panorama. Me asomé por la ventana pensando en Aldana.

-¿Qué sucede? –Abba me toma la mano.

-Estoy preocupado por tu mamá, no debería estar afuera con este clima.

-Será conveniente ir a buscarla.
–Abba pierde su mirada en el bosque.

-Echaré un vistazo, espérame.

-Iré contigo.

De atrás de la puerta saca una capa impermeable color azul y se la coloca, al tiempo que se calza unas botas de hule.

-Definitivamente no. –Le advierto.

-Es mi madre. –Me señala.

-Eres mi responsabilidad y no vienes, punto.

Coloca ambas manos en sus caderas y su expresión cambia, sé que se aproxima una discusión.

-Cómo harás que me quede. –Me reta.

-No me tienes Abba.

Me sostiene la mirada altanera, muevo la cabeza con resignación, pero no me daré por vencido. Me acerco a ella y sin que pueda reaccionar, la levanto cargándola sobre mi hombro.

-James bájame. –Empieza a golpear mi espalda con sus puños, pero de nada le sirve el berrinche.

El sótano tiene llave, sé dónde la guardan. Las viejas escaleras de madera rechinan con mi peso, la pongo sobre el suelo.

-No te atrevas. –Intenta pasar a través de mí pero soy más rápido y frustro sus pobres intentos.

-Me obligaste a esto, lo siento.

-Si me dejas aquí no te hablaré nunca más.

-Lo harás. –Me aproximo a ella, quién retrocede hasta pegar contra la pared. Mis manos quedan a cada lado de su cara.

Le sonrío y la beso, al principio opone resistencia pero luego es dócil como un cordero, pronto el beso aumenta su magnitud, sintiéndola estremecer, como el corazón se le acelera y la respiración es irregular, aprovecho que se encuentra en este estado para separarme y correr escaleras arriba, cierro la puerta y le paso la llave.

-James, me engañaste. –Toca la puerta sin delicadeza. –Abre la maldita puerta Jennings.

Ups, de verdad está enojada, jamás me ha llamado por mi apellido. Sé que no podrá salir, así que salgo en dirección al bosque. Intento captar su aroma, pero el olor a tierra mojada y el viento, se han llevado cualquier rastro. Camino durante unos minutos, el aguacero es torrencial, se forman riachuelos que lavan la tierra. Apenas soy capaz de escuchar el eco de una conversación. Cuando estoy cerca me oculto, Aldana está de espaldas, parece discutir, no puedo oír la conversación por el ruido de la lluvia golpeando el suelo y la rayería.

Me asomo pero está sola, quién sea que haya estado ahí, se marchó. Ella va rumbo a su hogar, la persigo a una distancia prudente. Luce nerviosa, vuelve a ver a los lados como si se diera cuenta de mi presencia. ¿Por qué estaba en el bosque? ¿Con quién hablaba? Aquí huele a gato encerrado.

-¿La dejaste encerrada en el sótano? –Me reprocha al unirme con ella en la cocina, Abba a su lado.

-Ha sido por su bien, insistía en venir.

-Que ahora me espías. –Aldana casi grita.

-No, únicamente deseaba cerciorarme que se encontraba bien, ¿Dónde estaba? No la pude encontrar. –Mentí.

-Soy bruja y mitad druida, a veces requiero reconectarme con la naturaleza.

-Entiendo. –Me limité a contestar.

Ni ella indagó más, ni yo tampoco, no me decía la verdad, su corazón la delató, su presuroso palpitar, su conducta agresiva, averiguaría por mi cuenta.

****************

Hola, pido disculpas por no actualizar pero me ha sido imposible. Como les he comentado estoy haciendo tesis para obtener mi licenciatura y esto absorbe todo mi tiempo, perdonen pero debo dar prioridad, y por ahora, mi prioridad es el estudio.

Pido su comprensión, no crean que me gusta dejarlos sin escribir aunque sea un capítulo, pero créanme cuando les digo, que de verdad no he podido. Sin embargo, haciendo un esfuerzo sobrehumano, he escrito tres capítulos, uno por cada lunes sin subir nada. Intentaré ponerme al día, saludos y gracias por entender mi situación. 😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top