CAPITULO 17

-James. –La voz de Abba me hace voltear. Me encontraba en la sala de espera, vestía su uniforme de camarera.

-¿Qué haces aquí? –Me pongo de pie y la recibo con un abrazo.

-Las noticias vuelan y más en este pueblo tan pequeño ¿Cómo está?

-No lo sé, desde que se la llevaron no me han informado nada. Tu padre me despedirá por ausentarme del trabajo.

-No seas ridículo, él sabe por qué no fuiste.

-Con Han nunca se sabe. –Observo.

Una doctora se acerca a nosotros.

-Hola Abba. –La saluda.

-Hola doctora Green ¿Qué le ocurrió Abigail?

-Estamos haciéndole exámenes para determinar la causa del desmayo.

Los ojos de la doctora se abrieron como platos, y un "Santo cielo" salió de su boca con sorpresa. Tanto Abba como yo volvimos a ver al mismo tiempo. Un joven caminaba hacia nosotros, lo conocía, lo había visto en fotos. La expresión de mi chica se descompuso, se puso pálida y un "James" salió de su boca antes de desvanecerse.

Muchas cosas me vinieron a la mente en ese momento, logré atrapar a Abba antes que cayera al suelo. James Wolf estaba en frente de nosotros, me observaba con desconfianza y cierto odio, su mandíbula se tensó y sus ojos se oscurecieron. La doctora Green ignoró este hecho ya que se encontraba atendiendo a Abba. Se la llevaron y la recostaron sobre una camilla ubicada en el pasillo.

-Ha sido por la impresión. –Nos recalca. –Y no la culpo, yo misma no puedo creer que estés aquí. –Le habla a Wolf.

-Tengo muchas cosas que aclarar, ya habrá tiempo de eso. –Dice pausado. –Por el momento, sé que mi madre está internada y quiero saber sobre su condición.

En ningún instante me quitó la vista de encima, noté como mantenía sus manos en puño, quizás controlándose para no abalanzarse sobre mí.

-Te enterramos. –Sigue la doctora aún impactada.

-Enterraron un féretro vacío. –Explica él sonriendo de medio lado. –Pero estoy de regreso, con los míos. –Acentúa en esta última parte.

-Sígueme por favor. –La doctora Green se adelanta y él se va tras ella, mirándome con el rabillo del ojo. Los veo alejarse, saco de inmediato mi celular y hago esa llamada.

-Aún no tenemos nada.-Me advierte Thompson.

-Tenemos un problema mayor. –Le indico.

-Siempre eres portador de malas noticias. –Me señala.

-James Wolf está aquí. –Dejo ir de una vez.

Thompson guardó silencio unos segundos.

-Esto va de mal en peor. –Escucho un remedo de sonrisa.

-Y qué lo digas. –Agrego masajeando mi entrecejo.

-¿Dónde estás? –Inquirió

-En el hospital, algo le pasó a Abigail.

-Que conveniente, ella enferma y él aparece.

-Esto no me gusta nada, se mantuvo oculto, por qué exponerse ahora.

-¿Ya comprobaste si es el convertido?

-Huele diferente, apesta a licántropo pero no es él.

Maldición! –Exclama Thom con frustración. –Eso no me lo esperaba, ahora resulta que hay otro más en la lista, que no sabemos quién demonios es.

-Dímelo a mí ¿Qué haremos?

-Por el momento tienes que salir de casa de Abigail, con Wolf de regreso, no es pertinente tu presencia ahí.

-No quiero dejarla sola.

-No tienes opción, él no la lastimará, o eso espero.

-No tengo a donde ir. –Expreso hastiado.

-Como no, la posada Rever te está esperando.

-No me apetece volver.

-No tendrás que hacerlo, ¿Recuerdas la cabaña del alemán? –Pregunta.

-Sí. –Contesto sin entender.

-Bueno, nadie la está ocupando, Royner y yo pensábamos mudarnos, tiene dos cuartos así que...

-Es propiedad privada.
–Manifiesto. –Y lugar de un crimen.

-El propietario está muerto, no pienso que a él le importe, es eso o Débora.

-La cabaña suena tentadora.

-Lo sabía, saca tus cosas de casa de Abigail mientras que James esté en el hospital, no queremos encuentros del tercer tipo.

-Lo haré.

-Llega al hotel, no veo el momento de irme.

Sonrío y corto la comunicación, me acerco a Abba, una enfermera le pone un algodón sobre la nariz, es alcohol ella comienza a reaccionar. Abre los ojos despacio y se endereza, su mirada se pierde en los alrededores.

-No lo soñé verdad. –Se vuelve a recostar.

La enfermera nos sonríe y se marcha al ver que Abba reacciona.

-No, yo también lo vi.

-¿Cómo es eso posible? –Coloca su brazo izquierdo sobre los ojos, cubriéndolos.

-No tengo respuesta a eso. –Le acaricio el cabello.

-¿Dónde está? –Quiso saber.

-Con la doctora Green, informándose sobre Abigail.

-James. –Me llama.

-Sí. –Pronuncio al momento que otra voz me secunda. Me giro para encontrar a Wolf. Abba se sienta en la camilla, sin quitarle la vista de encima.

-Abba. –Él le sonríe sin ganas, sus ojos azules son inexpresivos.

-James ¿Puedes dejarnos solos?
–Veo que se dirige a mí, la idea no me gusta. Wolf me ve de reojo y una sonrisa torcida se dibuja en su cara, hay maldad en él.

-No. –Me cruzo de brazos.

-Perdón. –Mi novia frunce el ceño sin entender.

-No confío en él. –Me limito a contestar.

-No lo conoces, ¿Qué te pasa? ¿Hay algo que quieras decirme?
–Inquiere.

-Tranquilo Jennings, no me la comeré. –Wolf se dirige a mí por mi apellido, creo que es mejor, limitación de llevar los mismos nombres.

-Por favor. –Abba toma mi mano.
–Necesito hablar con él a solas.

Wolf me fulmina con la mirada ante este contacto.

-Estaré cerca. –Me acerco a ella y la beso en la frente.

Me dirijo a la cafetería pero con el oído atento, no perdería una sola palabra intercambiada entre ambos.

***********

Narra Abba:

No podía creer que en realidad James Wolf estuviera en frente de mí. Cuando lo vi la impresión fue tan fuerte que sin darme cuenta me desvanecí. Las preguntas me invadían, muchas veces soñé con este momento, o al menos lo hacía antes de conocer a mi James.

-Estás hermosa como siempre.-Me dijo cabizbajo.

-Tienes mucho que explicar. –Me bajé de la camilla y nos sentamos en las bancas de espera, él toma asiento junto a mí.

-¿Podemos hablar en otro sitio?
–Me consulta. –Más privado.

Algo en mi interior me alerta que no, es extraño, pero James no parece el mismo.

-No, aquí es tan buen lugar como cualquier otro.

-¿Me temes? –Arquea una ceja,

-¿Debería? –Lo encaro, aquí hay algo que no encaja.

-Sabes que no. –Pronuncia casi en un susurro.

-Un año James, un año y te presentas como si nada ¿Qué demonios fue de ti en este tiempo?

-Esperaba un saludo más caluroso, que me abrazaras al menos, quizás algunas lágrimas de alegría y luego, besarnos como si no hubiera un mañana.

Quité la mirada y la dirigí a la pared, si mi James no estuviera, posiblemente lo hubiera hecho, pero ahora todo es diferente.

-Es por él ¿Verdad? –Su tono denotaba enojo.

-Sí. –Respondí aún sin poderle sostener la mirada.

-Abba ¿Ya no me amas? Tan pronto te olvidaste de todo lo vivido juntos.

-Han pasado muchas cosas.
–Agregué y escogí mis siguientes palabras con cuidado. –Te amé, pero, hay alguien más y.... –No sé cómo continuar.

-Comprendo. –Se pone de pie.

-¿A dónde vas? –Interrogo.

-Regresaré con mi madre, al parecer ella es la única persona que se alegró de verme y le intereso.

-Eso no es cierto. –Me levanto y trato de tomarle la mano, pero la retira con brusquedad. Su mirada recae en la mía, y me atemorizó al notar que sus ojos son negros como el carbón, y no azules.

Dejo que se vaya, ¿Por qué esta sensación de que algo no está bien? Mi teléfono suena es mi otro James.

-Estoy en la cafetería. –Me indica.

-Imagino que escuchaste.
–Confirmó.

-Sí, lo lamento.

-¿Qué no me has dicho? –Le reprocho. –Merezco la verdad.

-Tienes razón, me estoy dirigiendo a la salida del hospital, te espero en la entrada principal.

-Bien. –Cortó la comunicación y me dirijo a su encuentro.

James aguardaba con las manos metidas en las bolsas de su pantalón. Lucia nervioso.

-¿Lista? –Arquea una ceja.

Asiento y nos tomamos de la mano, llegamos donde la camioneta de Abigail está parqueada y nos ponemos en marcha.

-¿A dónde nos dirigimos?
–Averiguo.

-A casa de la señora Wolf.

-¿Le traerás ropa o algo?

-No que de eso se encargue su hijo.

-¿Entonces?

-Me mudo.

-¿Te mudas? No entiendo.

-Me voy a vivir con Thompson y Royner.

-¿Regresas a la Posada Rever?
–Estoy sorprendida.

-No precisamente.

-Ve al grano. –Comienzo a impacientarme.

Deja ir un suspiro y su azulada mirada me observa por unos segundos.

-Abba por favor prométeme que no te enojarás cuando te cuente la verdad.

-Siempre que dicen eso es todo lo contrario, por algo lo mencionas.

-Creímos que era mejor ocultártelo, pero ya no vale el esfuerzo, todo se fue al carajo.

-Dímelo de una vez.

-Sospechábamos que James Wolf era el convertido.

-¿Estás de broma? –Mi voz retumba en el vehículo.

-Pero hoy nos dimos cuenta que no es él, aunque también averigüe que tu ex es un hombre lobo.
-Continuó

El aire me empezó a faltar, esto no estaba pasando. -¿Y algún día pretendían decírmelo? –Espeté furiosa.

Se encogió de hombros, le incomodaba hablar sobre este asunto, pero yo tenía derecho a saberlo y no me hicieron partícipe.

-Ahora entiendo muchas cosas.
–Añadí bajando la mirada.

-No fue intencional, me refiero a qué, entendíamos que la noticia podía afectarte.

-Aun así, una cosa no justifica la otra.

-¿Estás molesta?

La pregunta era obvia, puse los ojos en blanco y me crucé de brazos.

-Sí, y mucho. –Mi vista se perdió en el paisaje que parecía decirnos adiós en nuestro recorrido.

-Él es peligroso Abba, no es la misma persona que conociste, no sabemos si él ha sido partícipe de los recientes asesinatos, ¿Lo tienes claro cierto? –Me señaló

-Lo entiendo, sé cuidarme.

-Abba, no debes confiar en él.

-No quiero hablar sobre eso.

-Es importante que comprendas que te puede lastimar.

-James jamás me haría daño.
–Expresé alzando el tono de voz.

Guardó silencio y así nos mantuvimos hasta llegar a casa de Abigail. Me quedé esperándolo afuera mientras que él recogía sus pertenencias, no se demoró más de quince minutos. Vi como colocaba la llave debajo de una maseta ¿Por qué siempre hacían eso? Ocultar la llave en una maseta o alfombra, deberían ser más creativos, así cualquiera la encontraría, al menos que esa fuera su intención.

Se reunió conmigo, puso ambas manos en el manubrio y me volvió a ver.

-Merezco que estés enfadada, pero quiero que sepas que todo ha sido para protegerte, te amo demasiado, no deseo que nada malo te pase.

Con esas simples palabras me derritió, de repente mi enfado desapareció y lo abracé. Yo también lo amaba, sé que lo hizo porque creyó que era lo más conveniente para mí, estaba hecho, el recriminárselo no ayudaba. Cerramos la reconciliación con un beso, y me olvidé de lo ocurrido.

Regresamos a JamesVille, donde Thompson lo esperaba con Royner.

-Quiero pedirte un favor. –Me solicita.

-Dime.

-Lleva la camioneta al hospital y déjala parqueada, vete a casa Abba y no estés sola en ningún momento. Mael te tiene en la mira, y el desconocer la razón no hace más que complicarlo todo. La aparición de Wolf es un mal presagio.

Sabía que se preocupaba por mí, y talvez sus advertencias no estaban de más. De todos modos, James pudo matar a esa gente y no podía ignorar este hecho.

-Lo haré, descuida.

Nos despedimos con otro beso, cuando estaba con él, nada más parecía importar, si por mí fuera, no me separaría de su lado.

Lo vi unirse a los vampiros, para luego montarse al otro coche y retirarse, de la prisa no le pregunté a dónde se iban, luego averiguaría.

********
Las cosas se complican, James Wolf apareció y hay otro licántropo por ahí, eso no lo esperaban verdad 😉

Graciassssssssss por sus votos y comentarios, son súper importantes para mí. 😊

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top