TakemicchixMikey; Capítulo 14.

— Con qué eso paso... — Comentó Mikey pensativo,  mirando entre Chifuyu y Takemichi.

La situación  con Valhalla se había complicado en tan poco tiempo.

— Traer a Baji-san es complicado.— Habló Chifuyu, de repente triste. Takemichi le dió unas palmaditas en la espalda para animarlo.

— Ya tomó su decisión, nosotros estaremos listos para pelear contra  valhalla lo antes posible.

— ¿Estás seguro qué eso es lo mejor, Mikey-kun? — Está vez fue el turno de Takemichi de opinar, el comandante suspiró y asintió.

— Lo es, no tenemos otra opción si queremos que está absurda guerra terminé. Traeremos a Baji con nosotros, lo prometo.

— Gracias, comandate.— Chifuyu se llenó de esperanzas. Extrañaba el retorcido humor de Baji.

— Chifuyu, ven acá.— Lo llamó Draken, y susurrando palabras de ánimo hacía Takemichi, se alejó corriendo hacia el sub comandante, dejando a la pareja sola.

Takemichi tembló de pie a cabeza, sin saber que hacer o decir, pensó en seguir a Chifuyu, pero Mikey estaba preparado en caso de que se escabullera. No le quedó de otra que quedarse de pie, hablando en voz baja.

—  Mikey-kun...

— ¿Aún sigues molesto por lo de Kisaki? — Preguntó Mikey, más calmado que la última vez que se vieron.

— Te equivocas, no estoy celoso. ¡Hina-chan y yo ya no salimos! — aclaró, viendo como en el rostro de Mikey se dibujaba la sorpresa.

— ¿En realidad? ¿Desde cuándo? — Un atisbo de alivio se escuchó en esas preguntas, Takemichi se sintió culpable por no haber aclarado sus sentimientos antes.

— Desde el cumpleaños de Emma-chan.

— Oh, ese día que la elegiste a ella y me dejaste abandonado.— Reprochó el comandante, inflando sus mejillas.

— Debía hacerlo, tenía que decirle que me gustas. — Bajó la mirada, lo suficientemente nervioso como para morirse allí mismo.

Por fin había confesado sus sentimientos.

— Pensé que la habías elegido a ella por sobre tu alma gemela. — El tono de voz de Mikey de repente fue muy suave, no apartaba la mirada de él.

— No te voy a negar que temía lastimarla, pero ella me ayudó a tomar la mejor decisión.

— Takemicchi...— Mikey se acercó a él, colocando con sutileza sus manos sobre sus mejillas encendidas, obligándolo a mirarlo.

Takemichi conocía la mayoría de facetas del comandante, incluso cuando estaba molesto, pero justo esa mirada que le brindaba era confusa, como si estuviese aliviado y ¿Enamorado?

— Mikey-kun, déjame cuidarte. Te necesito.—  Dijo en voz baja, bebiéndose el toque delicado del chico. En esos momentos no había palabra para describir lo feliz que se sentía.

— Yo te necesito a ti, no imagino vivir sin ti y esa valentía absurda que cargas encima.

Los ojos de Takemichi se llenaron de lágrimas, pero está vez de la emoción contenida.

Mikey no se aguantó y lo besó por segunda vez, pero a diferencia del hospital, ese beso estuvo cargado de cariño y ternura.

Nada los separaría de nuevo, ambos se apoyarían en las buenas y en las malas, porque si Mikey era oscuridad, Takemichi era esa luz que necesitaba.

...

— ¡¿Pueden para ya?! Estamos a pocas horas del encuentro con Valhalla y no prestan atención.— Se quejó Draken, viendo cómo Mikey y Takemichi se besaban en medio de la reunión.

Desde que la pareja oficializó su relación, no paraban de estar juntos. Mikey lo buscaba en la escuela, Takemichi le mandaba mensajes a cualquier hora preguntándole si tenía hambre.

Y qué decir del contacto físico, ¡Nadie podía separarlos! Y menos cuando Mikey les lanzaba esa mirada de advertencia con un aura oscura de fondo.

Ahora estaba más insoportable.

— Draken-kun tiene razón, debemos prepararnos. Iré con Chifuyu.— Se separó del comandante, ignorando las quejas y las amenazas que le lanzaba a Draken por la interrupción.

Llámenlo loco,  pero Takemichi estaba feliz con su novio dominante y protector. Se sentía mimado y muy querido.

— ¿Por fin te soltó el perro guardian?  Quién se iba a imaginar que Mikey fuese tan posesivo.— Se burló Chifuyu, ganándose unas risas de parte de Takemichi.

— Creo que solo está nervioso por la pelea de hoy, pero, estoy seguro que todo saldrá bien.

— Eso espero, extraño mucho a Baji-san.

Y definitivamente hubo una pelea, con un resultado agridulce. Por un lado, La Tokyo manji había ganado, por otro, hubo una perdida muy importante para todos.

Nadie hubiese podido prever ese final, ni siquiera Mikey que había luchado hasta el final y con todas sus fuerzas.

Takemichi tomó su mano, prometiendo que nunca se la soltaría, ambos lucharían por  el futuro de ensueño.


¡Este es el final!

Ya sé, parece broma, pero no. 

Publicaré una nota, así que por favor, espero que la lean.

Aunque habrá un capítulo extra. 

Odio los finales, así que ando triste.

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