CAPITULO 21
—¿Estás tan segura de que todo ha terminado? —Cuando el Halo Divino se desató, el cuerpo de Sara fue juzgado y por alguna razón salvado. Sin embargo, la sombra del primer demonio y sus alas fueron eliminadas. Ahora sólo es una vasija vacía, un cuerpo con un alma débil y desahuciada.
—No, no lo estoy. —Enfrento a Sara mostrándole con mi mirada que no le temo. Se encuentra herida. Hay moretones y cicatrices sanando en todo su cuerpo, su cabello está corto y disparejo, algunas hebras quemadas y cuando me da la espalda puedo ver las heridas aún frescas de donde se supone deberían estar sus alas—. Sé que esto apenas comienza. Pero no tengo miedo, lucharé por la verdad, la luz y la justicia, aunque me cueste ésta y mil vidas más.
—Esta guerra es más grande que tú. No conoces lo que sucede ahí abajo, no tienes idea la magnitud de nuestros planes. —Resopla y se queja de dolor después de hacerlo—. Cuántos creen en nuestra causa, en nuestro poder y en que merecemos triunfar sobre todos los ignorantes y crédulos como ustedes, que creen que Él les ama.
—Dime tú entonces, ¿qué tan grande es su ejército? Muéstrame por qué aseguras que el lado oscuro es el ganador, ¿cuáles son las pruebas? ¿De qué manera has convencido a los nuestros?
—¿En verdad me crees tan estúpida para decirte cuáles son nuestros planes? ¿Qué es lo que está destinado para quienes rechacen la oportunidad que nuestro señor oscuro ofrece? —Sus cadenas golpean el suelo y el sonido resuena en la pequeña celda.
—Aceptaste unirte al lado oscuro, dejaste que un demonio poseyera tu cuerpo, intentaste luchar contra los guerreros de Dios, atentaste contra tus hijos... ¿Y aún preguntas si te creo estúpida?
—Tú, miserable. Eres tan crédula, Ageysha. —Intenta reírse, pero al igual que cuando intentó resoplar, se encoje de dolor—. ¿Crees que porque él se compadeció de ti y te dio un pañito de agua tibia como poder, ya tienes esto ganado? Él juega de esa manera, te ilusiona, te llena de esperanza. Sin embargo, al final verás con tus propios ojos como el mundo y todo en él, arderá.
—Mientras exista fe, todo será posible, Sara.
—Pronto descubrirás Ageysha, que tú estás destinada a nosotros.
—¿Qué quieres decir? —pregunto confundida.
—Lo sabrás, todo a su tiempo. Nuestro señor sólo muestra un truco por partida. —Sonríe de forma espeluznante—. Y desearé pagar asiento de primera fila, para ver tu estúpido y sobrado rostro caer al darte cuenta de quién y qué está detrás de todo esto. Tal vez, en ese momento lo entiendas. El lado oscuro prevalecerá. —Aplaude como si esto fuera un show de primera—. Todas las almas, Ageysha. Todas, sin importar si son puras u oscuras serán suyas. Y tu señor ya no tendrá a nadie para jugar.
—Mientras yo exista, mientras mi familia y todos los que creemos en la luz estemos respirando, jamás permitiremos que ustedes bastardos, destruyan la creación y esclavicen a los humanos.
—¿Esclavizar? ¿Y cómo le llamas a lo que hace tu señor? Él que juega con las emociones, sueños e ilusiones humanas. Que exige ser adorado y servido cuando permite que el hombre sufra y llore. ¿Acaso es justo tentarlos y luego castigarlos por caer? Tu creador es sólo un enfermo y perverso ser que disfruta confundir, castigar y lastimar a sus súbditos.
—Tú puedes decir lo que quieras Sara, pero mi fe en él jamás será quebrantada.
—Tú y tu estúpida promesa. Esas son solo palabras, Ageysha. Te veré, te veré maldiciendo y desechándolas cuando todo esto acabe y seas tú la que caiga y pierda sus estúpidas alas doradas.
—No perderé más el tiempo contigo. Espero que ese ser vil que mencionas se haga presente el día de tu juicio y te dé el peor de los castigos por traicionar a tu familia y a tu raza.
Me marcho del lugar, escuchando como Sara maldice mi nombre, mi existencia, mi presencia y mi poder. Voy hacia el ala donde debe ir mi habitación y cierro la puerta tras ella. Mi mente vaga hacia las palabras de aquella horrible y perversa mujer.
...Y desearé pagar asiento de primera fila, para ver tu estúpido y sobrado rostro caer al darte cuenta de quién y que está detrás de todo esto. Tal vez, en ese momento lo entiendas. El lado oscuro prevalecerá...
¿Quién es el demonio que está detrás de todo esto?
¿Acaso será el mismo Lucifer?
...Todas las almas, Ageysha. Todas, sin importar si son puras u oscuras serán suyas. Y tu señor ya no tendrá a nadie para jugar.
No puedo permitir que continúen robando las almas como lo hicieron con Samayaza.
Y hablando de Samayaza...
Adif dijo que le harán su propia ceremonia, la imagen de su asustada y desesperada alma al descender me enfurece. ¿Qué están haciéndole? ¿Acaso aún sigue oponiéndose a servir al lado de los caídos? Debemos detenerlos, ¿cuántas almas han sido obligadas a caer por el estúpido ego de un demonio?
Un golpe en mi puerta me desvía de la línea de pensamiento. Adira y Adina ingresan después de que les indico que pasen. Ambas se ven cansadas, derrotadas y se nota que han estado llorando.
—¿Chicas? ¿Qué sucede?
—Hemos hablado con papá, todos nosotros lo hemos hecho. —Abrazo a Adira, Adina se sienta en mi cama y retuerce sus manos.
—Todos lo hicimos. Después de lo que dijo Baruch sobre nuestra madre. Queríamos saber la verdad.
—¿Y?
—Nos duele saber que papá no la amaba como siempre creíamos que lo hizo. Y que no murió como creíamos, si no intentando probarse a sí misma frente a mi padre.
—Oh chicas...
—No importa, Ageysha. No podemos culpar a nadie por su muerte, ni siquiera a ella misma. Y tampoco podemos exigirle a mi padre que la ame, como a lo hizo con tu madre.
—Adira tiene razón, si algo hemos aprendido leyendo todas esas historias de amor y viendo esas como tú llamas "tontas películas románticas", es que no se elige a quién amar y el amor no siempre es correspondido.
Sorprendida me quedo mirando boquiabierta a mis dos hermanas. No puedo creer que sean tan maduras y sólo por el hecho de ver esas estúpidas películas y novelas de amor. Tendré que echarles un ojo a ver si aprendo algo de ellas. Esta cosa, que no he decidido nombrar, con Elijah, me tiene algo confundida.
—Hay un buen libro para ti. —¿Acaso dije algo en voz alta?—. Es semejante a lo que está sucediendo entre Elijah y tú... y el odioso de Yahir. —Resopla mi pequeña Adina.
—Yahir no es odioso —defiendo—. Sólo es un poco cerrado y centrado en sí mismo.
—Odioso —concuerda Adira con su hermana—. Desde que llegó ayer ha estado dando órdenes a diestra y siniestra como si fuera el rey del mundo y ha discutido con Elijah por todo. Le tiene celos porque es una magnífica gárgola blanca.
—¿Yahir? ¿Celoso de Elijah? —Me río por lo absurdo que suena eso. Si algo tiene ese hombre es seguridad y confianza en sí mismo. Él sabe que es uno de los mejores guerreros que existe.
—Mira que es verdad, Ageysha. No puede ni siquiera sentirlo porque empieza a decirle cosas.
—Es cierto. —Adina toma una de mis almohadas y se recuesta sobre mis piernas—. Elijah estaba preguntándole a Adif si ya habías despertado y fue como si hubiera arrancado una pluma de las alas de Yahir. Estalló, literalmente.
—Le dijo que él no debería estar cada cinco minutos preguntando por ti y que mejor se preocupara por ayudar a vigilar y asegurar el área, ya que era la "gárgola bendecida". Y quiero aclarar que él hizo comillas cuando lo dijo.
—No puedo creer lo que dicen. —Eso no es propio de Yahir. Él es cerrado, callado y discreto.
—Papá también estaba sorprendido. Incluso, sólo reaccionó cuando Elijah le dijo que se metiera en sus propios asuntos y que él tenía todo el derecho de preguntar por su chica cuando le viniera en gana.
—Yahir lo golpeó. —Adira imita el supuesto golpe de Yahir hacia Elijah, dirigiendo su puño hacia su hermana—. Pero Elijah fue más rápido y lo esquivó.
—Luego lo reto a volverse a transformar en una gárgola y cuando lo hizo se enfureció más y le dijo que dudaba que tú aceptaras a un "insignificante" guardián como su novio. —Mi boca está más abierta de lo normal en estos momentos. ¿Pero qué es todo este drama típico de novela juvenil?—. Por cierto... —Me golpean ambas chicas con sus manos.
—¡Auch! —Gimo cuando mi piel pica—. Que estoy sensible desde ayer chicas.
—¿Por qué no nos habías dicho que eras la novia de Elijah? —gruñe Adina.
—Tú más que nadie sabes que somos TeamElijah y queremos por siempre un Ageyjah. —Las tres hacemos una mueca ante el nombre—. Eso sonó horrible. Espera, ¿Elisha? ¡Por las alas de Rafael, Ageysha! ¿Por qué tienen nombres tan difíciles de combinar?
—Suenan espantosos. —Río y me dejo caer de espaldas—. Además, ¿de dónde sacan que Elijah y yo somos algo?
—Él dijo que eras su chica. —Adina se encoje de hombros y sonríe—. Está todo cavernícola advirtiéndoles a todos los hombres que han mostrado interés en la guerrera celestial. —Se levanta y con una estúpida voz de neandertal dice—: "Yo ser Elijah, la gárgola blanca. Ageysha ser mía, tú no mirar, no tocar, no respirar".
—No puedo creer que estés diciendo eso. —Aunque intento no reírme, no puedo evitarlo. Es tan ridículo todo lo que dicen. Adira camina hacia la ventana y sonríe.
—Míralo por ti misma. —Señala hacia fuera. Me levanto y junto a la chismosa de Adina camino hacia la ventana.
Elijah y Yahir se encuentran frente a frente en una acalorada discusión. Ramuel y Jericó niegan con sus cabezas mientras que otro grupo de Ascendit y gárgolas ríen. Yahir señala sin volverse hacia mi habitación, le dice algo a Elijah y éste se abalanza y lo toma por la camisa, lo empuja hacia atrás y por poco termina derribándolo. Yahir furioso, se recupera y golpea en el rostro a Elijah, gruñen y se gritan algo más.
—¿Pero qué...? —Yahir se transforma y Elijah le sigue. Me quedo atónita y embelesada contemplando la hermosa figura blanca. Es impresionante, no me cansaré de decirlo. A mi lado las chicas suspiran atolondradas por la escena.
—Es tan romántico —murmura Adira en un estado de nirvana.
—Ojalá y dos chicos se pelasen por mí así. —Abro mis ojos y contemplo consternada a las dos chicas que disfrutan de semejante espectáculo cargado de drama.
—Eso no es divertido chicas. ¿Qué carajos les pasa a estos dos? Discutiendo y peleando cuando una guerra se avecina y tenemos muchos de nuestros hermanos perdidos en batalla.
—Ningún escenario es incorrecto para el amor. —Levanto una ceja hacia Adina. Quien al menos tiene el descaro de sonrojarse, pero luego sonríe y sé que en verdad cree sus propias palabras.
—Ustedes están locas y yo voy a detener esta absurda situación. —Abro las ventanas y salgo hacia el balcón—. ¡Oigan, ustedes dos! ¿Qué carajos creen que hacen? —Todos en el jardín se vuelven hacia mi voz. Elijah y Yahir gruñen y luego proceden a insultarse.
—No la mires de esa manera cafre —gruñe Elijah a Yahir, quien sigue observándome retando a la gárgola a detenerle.
—¿Y quién te crees tú para pensar que voy a obedecerte? Ageysha no es tuya, como para que me prohíbas estar con ella.
—Claro que lo es, está conmigo ahora. Así que, ¿por qué no te alejas con todo y tus alas blancas y lucecitas, a hacerle ojitos a otra chica que no esté tomada?
—Espera, ¿qué? —Las gemelas ríen a mis espaldas, me vuelvo y las fulmino, lo que me hace merecedora de más risas. Ambas mueven sus cejas y me dan esa jodida mirada de "Te lo dijimos"—. ¿De qué mierda estás hablando? ¿Cómo que tomada? ¿Cuándo fue que sucedió todo eso? ¿Mientras estaba inconsciente o mientras me bañaba?
Yahir sonríe y Elijah simplemente me observa con el ceño fruncido. Me cruzo de brazos y golpeteo mi pie en la baldosa esperando una respuesta. Cuando Yahir se burla de Elijah, me enojo con él por comportarse como un idiota.
—¿Y qué es lo que pasa contigo? —Se detiene en su verborrea hacia Elijah y me mira confuso—. ¿Desde cuándo tú, uno de los más sabios y poderosos guerreros, se comporta como un niño de kínder? ¿Pelear por una chica? Vamos Yahir, tú más que nadie sabes lo que pienso de eso.
—No es mi culpa que la gárgolita aquí se crea tu dueño y no le guste que tú y yo seamos algo.
—Ustedes no son nada —gruñe Elijah.
Niego con la cabeza ante la absurda situación. Yahir intenta enojar a Elijah y Elijah permite que lo haga.
—Sólo para que quede claro —interrumpo las pullas entre ambos—, no tengo nada con ninguno de los dos. Y por el estúpido comportamiento de ambos, me aseguraré de jamás tener algo que ver con ustedes, además de lo necesario.
—¿Estás diciendo que...?
—Sí, Yahir —interrumpo—. Nuestra "amistad" con beneficios se acaba aquí. —Yahir luce enojado y Elijah aliviado—. Y tú —Señalo a este último—, deja de decir que soy tuya. No soy ni una mascota, ni un objeto al cual puedas reclamar como de tu propiedad. Además, te lo he dicho una y mil veces. ¡No quiero una relación! Esto es increíble. Acabamos de salir de una guerra en la que podríamos haber muerto todos y ustedes se pelean por ¡una chica! Una chica que en cualquier momento puede voltearles el culo y fijarse en otro. Dejen la maldita pelea y hagan algo productivo por su familia y su raza. —Con toda la dignidad posible, camino hacia mi habitación y cierro las puertas del balcón después de que las gemelas muertas de risa entren tras de mí.
—Eso ha sido una mala escena de Romeo, Julieta y Marcelo. —Arrugo mis cejas hacia mi hermana Adina
—¿Marcelo?
–Tenía que ponerle nombre al tercero en cuestión. —Se encoje de hombros.
—¿Y por ello escoges Marcelo?
—Es un nombre horrible, al igual que Romeo y Julieta. ¿Quién en esta vida disfrutaría llamarse Julieta?
—A mí me parece un nombre bonito.
Adira resopla.
—Sí, bueno. Tú te llamas Ageysha.
—¿Qué sucede con mi nombre? —gruño.
—Nada hermanita... es hermoso. Raro, pero hermoso.
Les arrojo una almohada y me carcajeo cuando Adina tratando de esquivarla cae de mi cama.
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¡Penúltimo capitulo!
No olviden... ¡Purifiquen su alma!
https://youtu.be/93ASUImTedo
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