Hoy era un día cualquiera en el instituto. Me llamo Elisabeth, tengo 15 años y como toda chica estoy enamorada de un chico en especial. Ese era Louis. El típico deportista popular al que tod@s quieren y admiran. Estaba pasando por el pasillo y estaba tan centrada en mi libro, que no me di cuenta que él estaba en frente mía.
- Hola.
- Ho-Hola...
- ¿Te apetece quedar esta tarde?
- C-Claro, ¿dónde?
- ¿En la entrada del parque de atracciones a las 19:30?
- De acuerdo...
- Allí nos vemos.
SMe dio una nota en la que ponía "Te quiero". Me lié un poco. Bueno, da igual, estoy super emocionada.
*A las 19:30*
Estaba en la puerta del parque de atracciones, el cual estaba cerrado. Lo ví llegar y me agarro la mano.
- Vamos.
Nos colamos dentro del parque de atracciones. ¿A donde me lleva?
Llegamos a la sala de espejos y me abrió la cortina para que pasara. Pase y me reflejaba en todos los espejos del pasillo. Estaba cubierto por el techo, el suelo y las paredes. Cerró la cortina y no se veía nada. De repente unas luces se encendieron dejándonos ver nuestros reflejos por todas partes. Yo no distinguía donde estaba. Entonces llegó.
- ¿Sabes para que te he traído aquí?
Negué con la cabeza.
- Para que no escapes...
Me besó. Me quedé noqueada. Entonces me sacó de allí. Espero que esto dure para siempre...

Al día siguiente, lo vi con otra... Me había engañado... Sólo quería hacer una cosa y era llegar al suicidio... tampoco  creo que a nadie le importe...

Pasó el día y por cada minuto que pasaba tenía más ganas de desaparecer. Llegué a casa y me fui a mi cuarto. Cogí una navaja. Pero no quería acabar con mi vida ahí. Quería acabar con ella donde había empezado todo. En la sala de los espejos.

Salí de casa y me fui al parque de atracciones cerrado. Llegué allí y me colé por la cortinilla. Ya estando dentro apareció una especie de persona en los espejos.

- ¿Quién eres?

- El motivo por el cuál cerraron este parque de atracciones.

- ¿Por qué? 

- Soy un espíritu, y traumaba a todo el mundo.

- Porque no me traumas.

- Porque tú vas a ayudarme a acabar con la vida de dos personas más.

- ¿Cómo?

- Mira.

Tocó un espejo y vimos como Louis con esa niña se dirigían hasta aquí.

- ¿Conoces la leyenda de los espejos rotos?

- No.

- Pues la vas a experimentar. Trata de que si una persona se da su primer beso,  y cualquier espejo lo ve, si ese mismo espejo ve como una de esas personas se suicida este se rompe reventándose en mil pedazos. En tu caso, no te ha visto uno, sino todos los de la caseta. Suicídate cuando entren, todos los espejos reventarán y tú y el chico este morirán, junto con la chica que entre.

Acepté el trato. Esperé que entrarán y rápidamente me corte el cuello.

                                                                       ***

(POV NARRADORA)

Al día siguiente en las noticias salió que se encontraron tres muertos en el parque de atracciones cerrado, enterradas entreun millón de cristales de espejos rotos.  Las imágenes eran aterradoras, una chica tenia medio cuello rajado y tenía miles de trozos de espejo atravesándole el cuerpo y después a una chica con varios cristales traspasando su cuerpo pero inmensa mayoría estaba en los ojos y la boca, y luego al chico le pasó algo curioso... Todos los cristales los tenía en el corazón, el  resto del cuerpo lo tenía impecable.