Almas en guerra (Parte 2/2)

Aelion y Lyara, atrapados entre dos mundos que se odian, continuaron viéndose en secreto, ocultos en cuevas y bosques oscuros, donde las miradas vigilantes de sus pueblos no pudieran alcanzarlos. Cada encuentro les traía una mezcla de felicidad y temor, pues sabían que, de ser descubiertos, sus propios pueblos los considerarían traidores.

Una noche, después de horas de susurros y promesas de amor, Aelion tomó la mano de Lyara con una mirada decidida. "No podemos seguir ocultándonos," le dijo. "Si queremos un futuro, debemos enfrentar a nuestros pueblos y mostrarles que el amor puede vencer el odio."

Lyara sintió su valentía desmoronarse al escuchar esas palabras. Sabía cuán profundo era el rencor de los Néflidos, especialmente su padre, Vorlak, quien había perdido a muchos en las guerras contra los Arcarianos. "Aelion, mi padre jamás aceptará esto. Para él, tú eres el enemigo, el símbolo de todo lo que nos ha condenado a la oscuridad."

Aelion acarició su rostro, buscando darle fuerzas. "Entonces hablaremos con ambos. Nadie puede negar lo que hemos encontrado el uno en el otro." Pero, en el fondo, él también sentía la inseguridad crecer. Sin embargo, por amor, ambos decidieron intentarlo.

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Al día siguiente, Aelion voló hacia el palacio de su madre, la reina de los cielos, que dirigía a los Arcarianos con mano firme y corazón de hielo. Cuando le habló sobre su amor por Lyara y su deseo de paz, la reacción de la reina fue un estallido de ira. "¡Estás infectado por las sombras!" le gritó. "¿Un príncipe de la luz traicionando a su propia sangre por una criatura de oscuridad? Has deshonrado todo lo que somos."

Antes de que Aelion pudiera responder, la reina ordenó que lo encarcelaran en la torre más alta, donde ningún Néflido podría alcanzarlo. Para los Arcarianos, el amor de Aelion era una traición tan grave que solo merecía el aislamiento.

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Mientras tanto, en las profundidades de la tierra, Lyara confesaba su amor a Vorlak. La oscuridad parecía envolverlos, volviéndose aún más densa con cada palabra que pronunciaba. "Padre, Aelion es diferente. No es nuestro enemigo. ¡Si tan solo pudiéramos hablar de paz!"

La furia de Vorlak fue tan intensa que las sombras a su alrededor parecieron cobrar vida. "¿Hablas de paz con el enemigo? ¡Nos han forzado a vivir en estas cavernas, lejos del sol y de la libertad! Traicionas nuestra causa, Lyara. Nunca aceptaré una alianza con esa luz que tanto daño nos ha hecho."

En castigo por su traición, Vorlak desterró a Lyara a las cavernas más profundas, donde ni siquiera la tenue luz de las hogueras Néflidas podía alcanzarla. Allí quedaría sola, condenada a un aislamiento eterno por haber osado amar a un Arcariano.

Sin embargo, el amor entre Aelion y Lyara ya había sembrado las semillas de una guerra sin precedentes. Los rumores sobre el amor prohibido se extendieron rápidamente. Tanto los Arcarianos como los Néflidos, cegados por el odio y temerosos de una traición, desataron sus ejércitos. Los cielos brillaban con los relámpagos de los Arcarianos, mientras la tierra temblaba con las sombras venenosas de los Néflidos.

Aelion, encerrado en la torre de cristal, podía ver cómo su mundo se desmoronaba ante sus ojos. Cada batalla le recordaba la promesa de paz que había hecho con Lyara, y la impotencia lo consumía. Desesperado, reunió toda su energía para escapar de su prisión. Al romper las barreras que lo retenían, voló hacia las profundidades, buscando a Lyara.

Lyara, atrapada en la oscuridad, también sentía la devastación causada por su amor. Los gritos y el temblor de la tierra eran un constante recordatorio de lo que había perdido. Pero entonces, una luz apareció en la distancia: Aelion. La esperanza renació en su corazón al verlo allí, dispuesto a arriesgarlo todo por ella.

Se abrazaron, conscientes de que, aunque juntos habían desencadenado esta guerra, también eran la única promesa de paz. Pero sabían que su unión era un desafío para ambos pueblos, y que no los dejarían escapar tan fácilmente.

Los líderes de ambas especies, al enterarse de que Aelion y Lyara estaban juntos una vez más, enviaron a sus ejércitos para capturarlos. El enfrentamiento final fue brutal. Luz y sombras se enfrentaron en una batalla devastadora, hasta que finalmente Aelion y Lyara quedaron atrapados en medio de la tormenta de poderes. Sus cuerpos caídos fueron el último resplandor de su amor antes de que la oscuridad y la luz consumieran todo a su alrededor.

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En la calma que siguió a la tragedia, los Arcarianos y los Néflidos se dieron cuenta de la magnitud de su odio. Habían perdido a sus herederos, a sus futuros líderes, y con ellos cualquier esperanza de un nuevo comienzo. El amor de Aelion y Lyara, que había intentado unir dos mundos, terminó siendo la chispa de una destrucción irreversible. Así, en su muerte, ambos se convirtieron en una advertencia viviente del precio de la intolerancia y el odio.


Fin?

























































































































































































Pues obvio que es un final, Jaja.

Y aqui esta el final de esta historia. Es pero que les haya gustado. Ahora les pregunte...

1.Quieren que les haga una historia completa? Que tenga capitulos y todo?

O

2.talvez que haga otra version...que sea un final feliz?

Eso sera desicion de ustedes. Me gustaria leer sus opiniones. No importa si es positiva o negativa, todas son validas. Hasta aqui mi reporte juaquin!! XD

Nos leemos pronto!!

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