Capitulo#8. ✷ La Cena ✷

España, Madrid./ 18 de Mayo.

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Gareth Russo .

Mi padre junto a Mía Brown estarían ausentes por algunas semanas debido a la celebración de su luna de miel.

Dejándome solamente con la compañía de mi antipática hermanastra.Algo que no era bueno pero tampoco malo.

Ya que ambos habíamos dejado las cosas muy claras. Y ahora solo nos tocaba convivir como si nada hubiera  pasado.

Aún así el permanecer juntos en un mismo lugar era un poco incómodo. Pero lastimosamente para los dos, no teníamos otra opción.

Además también teníamos que asistir a una cena mañana, lo cuál no me agradaba en lo absoluto. Un poco cansado de pensar en todos mis problemas me levanté de la cama para ir al cuarto de baño a cepillarme mis dientes.

Unos minutos después tomé la iniciativa de bajar las escaleras a la segunda planta donde visualice a mi hermanastra comiendo sus filas de panqueques.

—Buenos días, Niñata.— Digo entusiasmado mientras ella a lo lejos me fulmina con la mirada.

No me pregunten el porqué, pero me fascinaba molestarla. Era uno de los pasatiempos más entretenido que podían existir.

—Buenos días, Idiota.— Me responde con simpleza. Para continuar devorando su desayuno.

—Tu Idiota.— Corrijo inmediatamente para luego guiñarle un ojo, mientras ella volteaba los suyos.

Decido no seguir sacandola de sus casillas. Y me siento en el comedor esperando que Claudia me traiga el desayuno.

Claudia es hija de Hazly una de las señoras de servicio, con los años ella comenzó a ocuparse de algunas labores de sus madre. Sin embargo , aún así siempre le dejábamos tiempo para sus estudios. La chica trae mi desayuno, y lo coloca delante de mi.

—Nuevo Luck.—Le pregunto mostrando interés. Por lo cuál por mi comentario me mira sorprendida.

Y la entendía no tenía nada fuera de lo común. Llevaba el mismo estilo desde que la conozco pero quería colocar a alguien un poco celosa, y esa persona era Melany.

—Si Garecito, gracias por notarlo.— Dice la chica giñandome un ojo. Entendiendo claramente mis intenciones.

Mi hermanastra al escuchar el apodó por el que se dirigió la chica. Hizo un gesto de desagrado. Para luego dirigir su mirada hacia otro lugar.

Muy dentro de mi quería reírme pero tuve que contenerme. Así que comencé a devorar mi desayuno con avidez mientras Melany solo estaba haciendo algo que no entendía en una hoja.

— Debo ir a la empresa.— Le hago saber y sólo me mira tratando de entender a qué viene mi comentario.

—No es mi incumbencia a dónde vayas.— Responde a la defensiva. Mientras la miro incredulo pidiendo paciencia.

Está Niñata no entendía mis señales y eso me sacaba de quicio.

—Te gustaría venir conmigo.— Le pregunto y ella me mira anotada pero luego me ignora.

—Invita a la chica que te dijo Garecito.—Comenta ella con desdén. Para luego levantarse de la mesa dejando nuestra conversación a media.

¿Pero que le pasa a la antipática está?.

Un poco confundido me levanté de la mesa y la seguí sabiendo claramente el porque de su actitud. Se encaminaba al pasillo y yo hiba detrás de la mocosa.

—No te cansas de fastidiarme.—Inquiere ella mientras se coloca delante de mi persona, muy molesta.

—Jamás podría cansarme de fastidiarte.—Le aseguro con una sonrisa cómplice.—Y mucho menos sí estas celosa.

—Yo celosa.— Dice con cara de sorpresa mientras se señalaba a sí misma.—No te creas el centro del mundo Gareth.

—No me creo el centro del mundo. Solo de tú mundo.— Le expresó mientras con delicadeza le acaricio las mejillas.—¿Quiero que vengas conmigo a la empresa?.

Sus ojos color miel conectan con los míos. Y Dios mío, de verdad qué me fascinaba poder ser espectador de los mismos con está cercanía.

—Y si no quiero ir.

—Pues seguiré detrás de tí como un acosador hasta que aceptes.— Le respondo seguro en mi repuesta y Melany sonríe sarcásticamente.

—No quiero ir contigo imbecil.— Me dice con sinceridad para luego darme la espalda y encaminarse a su habitación.

Yo quedé como un bobo tratando aún de procesar lo que habia sucedido. La muy antipática me rechazó. Y mi mente no lograba comprenderlo del todo.

Ninguna chica me rechazaba, ningúna  lograba resistirse a mis encantos. Pero mi hermanastra era diferente, y en eso no tenía dudas.

Aún así me frustraba demasiado el no poder tenerla bajo mi dominio.

Decidí irme a su habitación porque esta situación no podía quedarse de ese modo . Me dirigí al pasillo y cuando llegue a su habitación toqué la puerta una y otra vez. Al abrirse la misma segundos después, logro ver a una Melany furiosa.

—¿Que quieres Gareth?.—Inquiere  histérica, cruzándose de brazos.

—Te quiero a tí, Melany.—Le respondí serio. Pero ella solo me ignoró nuevamente .

En este momento perdí todo mi autocontrol.

Así que la empuje un poco brusco y entré a la recamara cerrando la puerta en el proceso. Al instante se esfuerza por huir de mi, pero antes de que pueda escaparse completamente. La sostuve de sus caderas con fuerza, para pegarla a mi cuerpo.

—E-Esto es invasión de propiedad.—Me dice tartamudeando, mientras siento como su cuerpo tiembla por nuestra cercanía.

—Al carajo la invasión.

Agarré su rostro con sutileza en mis manos mientras estampaba mis labios contra los suyos. No me importo en ése momento romper todas las reglas, tampoco si me estaba condenando, porque por ella toda valía la jodida pena.

Me correspondía con esa necesidad tan veroz mientras sus labios se movian al compás con los míos, la sostuve con mayor fuerza de su cintura al no querer que escapará. Sólo fuí capaz de disfrutar ése beso tan placentero hasta el momento que tuvimos que separarnos por falta de oxígeno.

—No deberíamos hacer ésto.—Me reclama con seriedad.

Yo la miro fijamente a esos lindos ojos miel. Mientras pego mi frente a la suya queriendo controlar nuestra respiraciones entrecortadas. Y deseando profundamente permanecer así por mucho tiempo.

—Dime que no te gusta quemarte, que no te incita sentir está satisfacción. Y te juro que te dejo tranquila.—Le expresó mientras me mantengo expectante a su respuesta.

—Gareth, ésto no es amor.

Aquel comentario me sorprendió, no lo negaba. Pero nosotros solo nos divertíamos tampoco era como si fuéramos hacer novios. O al menos eso suponía.

—Lo nuestro nunca será amor Melany.—Le aseguro mientras la miro directamente.

—Yo no creo en el romance, Por lo cuál no podemos involucrar sentimientos.— Propone ella y yo asiento con una sonrisa cómplice.

—Cero sentimientos Niñata.—Le digo con seguridad.—Sabes que ambos estamos jugando con fuego, y eso puede ser peligroso.

Mi hermanastra me visualiza con esa inocencia tan propia de su ser que la hacé lucir frágil e ingenua. Pero lo que nadie sabe es que detrás de esa fachada puedes conocer a alguien muy lejos de ser inocente.

—Estoy dispuesta a correr el riesgo.— Dice muy segura en si misma.—Porque te confieso Gareth Russo que me encanta quemarme.

Al decir aquello acerca su rostro a centímetros del mío para con delicadeza unir nuestros labios. Y así fué cómo nos fundimos en un beso que callaba un secreto inmoral y un pacto peligroso.

Me fascinaba cada sensación que producían sus besos. Y al mismo tiempo todo lo que ella causaba en mi interior.

No obstante, éramos una tentación peligrosa que sólo podía terminar en un hermoso desastres.

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—Cuanto falta para que lleguemos.—Inquiere ella mirándo con fascinación
por la ventana.

Lo que más me impresionaba de Melany era su habilidad para encontrar la belleza en cada cosa, incluso en aquellos lugares donde a simple vista no parecía haber nada positivo.

Y lo entendía había belleza donde miradas, sólo tenías que encontrarla.

—Un poco más de paciencia.— Le digo mientras con delicadeza le acariciaba la piel expuesta de sus piernas debido a su corta falda.

—No me gusta esperar.— Me confiesa y yo la miro de mala manera.

— Cuando será el día que no me lleves la contraria en algo.— Inquiero molestó mientras mantengo mi vista en la carretera.

— Algún día.— Me dice sin mucha importancia.

Yo decido no comentar nada porque sabía que si lo hacía . Esta discusión se hiba a extender mucho más. Así que la ignore por completo para después de un largo trayecto llegar a la empresa Russo.

Bajo del vehículo, y Melany después de unos segundos imita mi acción. Juntos nos encaminamos hacia la entrada del lugar donde nos abren las puertas dos hombres vestidos de negros.

Ingresamos y escuchó los suspiros de diversas chicas, algunas se ríen y otras se quedan embobadas. Pero las ignoró por completo, ya que es algo a lo que estoy acostumbrado.

—Vaya al parecer tienes un club de admiradoras.— Dice mi hermanastra asombrada por el efecto que tengo en las chicas.

—Supongo.—Le digo encogiendome de hombros.—Pero solo me interesa la persona que tengo al lado.

Al decir aquello sus mejillas de encienden de roja haciéndola lucir tierna.

—Y tu tienes una lista de pretendiente.—Inquiero intrigado y ella sólo aparta la mirada un poco pensativa.

—Ninguno.— Reveló algo apenada.

—Ya puedes agregar al primero.—Le aseguro con una sonrisa cómplice, mientras ella sólo me miró anotada.

Pero luego ninguno de los dos  comentó más nada hasta que llegamos a dónde se encontraba los ancesores. Unos minutos después se abrieron las puertas de los mismos e ingresamos.

Presioné el botón de el último piso mientras veía cómo mi hermanastra ponía distancia entre nosotros. Al llegar ella salió de primera del ascensor , y yo me encamine apresurado para poder alcanzarla.

—Porque huyes de mí Niñata.— Le pregunto con poca paciencia.

—No estoy huyendo.— Asegura para luego restarle importancia.—Simplemente no me gustan los ancesores.

—Y te constaba tanto decírmelo.—Le reclamo molestó. Y ella sólo se mantuvo inexpresiva.

No queriendo discutir con ella termine dejándola sola en el pasillo para luego ingresar a la oficina. Mi secretaria, Jéssica me informo todas la actividades del día incluyendo la cena con los nuevos socios.

Decidí ir a mi reunión con los inversionistas. Le dije Jéssica que se encargará de Melany y sin tener más nada de que preocuparme ingresé a al reunión.

En está se trató diversos puntos sobre el proyecto cadena de empresas, desde el mercado, hasta el estudio de factibilidad del mismo.

Las ganancias que nos brindada, las personas interesadas y la expansión de esté incluyendo las nuevas empresas que desean incluirse. Al tener las estadísticas y las estrategias de lo que se hiba a realizar.La reunión se dió por finalizada.

Mi secretaria me entrego parte de los estudios que se han realizado del proyecto, cómo las ventajas y desventajas para que pudiera leerlas. Le agradecí para luego encaminarme hacia los pasillos.

Justamente me encamine hacia los estudios de arte , música y teatro que tienen la empresa y sin preámbulo una conversación captó mi atención por completo.

—Pintas muy lindo.— Le dice una niña morenita con ojos negros a Melany.

Tiene aproximadamente como unos cuatro años, es muy bonita.

—Te gusta el arte.— Le pregunta directamente con una sonrisa cálida.

La niña lo pienso por unos minutos hasta que por fin asiente.

—Y porque no recreas algo en ese lienzo.— Le dice Melany a la niña señalando un marco en blanco.

—Mi mamá dice que es un sueño imposible.— Confiesa cabizbaja mientras mi hermanastra le acaricia sus hebras negras.

—¿Sabes algo?, Ami tambien me dijeron lo mismo y mira aquí estoy haciendo lo que me apasiona.— Le dice dulcemente mientras la toma de la mano y la lleva hacia un lienzo.— En está vida no hay sueños imposibles sino personas que no luchan la suficiente por ellos.

—Crees que pueda a llegar hacer una gran pintora.— Le pregunto la niña con ojos brillosos.

—Si bonita.— Le asegura con una pequeña sonrisa genuina.—Un lienzo es como si tu historia fuera una tela en blanco, y tú eres el artista que añade los colores y las formas que hacen que tu historia sea única y hermosa.

—Entonces mi vida es como un canevas en el cuál puedo decidir que  colores quieres agregar.—Inquiere la dulce niña y Melany asiente.

Ambas comienzan a pintar dejándose llevar por su imaginación y yo me quedo mirándolas atentamente . Las dos tenían talento y estaba seguro que ninguna era conciente de eso. Así que decidí ser el primero en hacérselo saber.

—Ambas me impresionaron.—Les digo con sinceridad mientras entraba a la habitación.

Ellas dos me mirando un poco asombradas pero ninguno comento algo al respecto.

—Dios mío, Ana me tenías preocupada.—Dice una señora morena intervieniendo en el estudio. Era muy parecida a la niña y tenía tono de preocupación.—Que te he dicho sobre pintar.

—Qué no lo haga.—Murmura la pequeña con tristeza mientras abraza a Melany con lágrimas en sus ojitos .

—Perdon por entrometerme.—Le digo a la señora cortésmente.—Pero es más que obvio que la niña seguirá buscando la manera de pintar. Y tú deberías apoyarla a cumplir ese sueño en vez de apagarlo.

La mamá de la pequeña nos mira un poco pensativa hasta que nos sonríe genuinamente.

—Siempre y cuando no me haga pasar otro susto estaré complacida en inscribirla en un escuela de arte.—Le asegura a su niña mientras nos mira con agradecimiento.

La pequeña comenzó a saltar de alegría. Hasta qué mamá e hija salen del salón de arte dejándonos a mi hermanastra y ami en completá soledad.

—Lo lamento.— Expresa ella con sinceridad mientras me mira con arrepentimiento en sus ojos.

—No yo lo lamento.—Le aseguro rápidamente.—Debí haberte preguntado el porque de tu actitud,en vez de actuar como un completo imbécil.

Su sonrisa se expande por su rostro y en ese momento me sentí todo menos un idiota.

—Yo también soy culpable al no haberte dicho.— Asevera ella y yo le sonrió ampliamente.

— Me gusta estar bien contigo.—Le confieso mientras le acaricio la mejilla y ella cierra los ojos por mi tacto.

—Ami también.

Al abrir sus lindos ojos éstos me miradon atentamente, se acercó hacía mí para luego envolverme en un abrazo que me hizo tensar los músculos. Al principio no reaccione, pero luego la abrace tan fuerte que no quería soltarla.

Su presencia era como una brisa cálida que se abría camino a través de mi ser, calmando mi mente y mi corazón al igual que las olas tranquilizan la arena. Con una simple caricia, un beso o un abrazo, podía hacer desaparecer los problemas del mundo, y yo no estaba dispuesto a perder esa emoción tan maravillosa.

******✯******

Me encontraba en la sala esperando a la mocosa de mi hermanastra. Y la verdad mi paciencia había llegado a su final. Consejo cuando una mujer te diga que solo necesita 20 minutos, te aseguro que esos minutos se volverán horas interminables.

Ya cansado de esperar decidí usar mi teléfono mientras trataba de mantenerme entretenido. La verdad no sé cuento tiempo llevo usando el celular, pero eso quedo a un lado cuando fuí testigo del ruido de un tacón bajando la escalera de la casa. Yo levante mi mirada y mierda quedé hipnotizado.

Melany llevaba un vestido corto negro que se pegaba a su cuerpo como una segunda piel, le llegaba más abajo de sus muslos, teniendo un escote pronunciado en su pechos que solo me hacía querer probarlos. Su cabello castaño estaba completamente liso haciéndola lucir una Diosa.

En ese instante me restratecte de lo mencionado haces unos minutos.

No me importaba haberla tenido que esperar toda una eternidad, Sí mis ojos eran capaces de captarla de esa manera aunque sea una sola vez.

Se veía jodidamente sexy.

—Te ves deslumbrante.— Le hago saber aún asombrado mientras ella enarcaba una ceja en mi dirección.

—Gracias.— Dice con una sonrisa amplia.— Tu tampoco luces nada mal con ese traje.— Me dice recorriendo mi cuerpo con su mirada.

—Y eso que aún no me has visto sin él.
—Le digo en complicidad y ella se coloca completamente roja de la vergüenza.

—Prefiero con la mantengas durante todo la cena.— Me aconseja fulminadome con la mirada y yo levanto las manos en modo de rendición.

Ella me da la espalda caminando con elegancia con sus altos tacones negro. Yo hiba detrás de sus andar siendo espectador de un gran trasero que solo hacia que mi amigo se despertará.

Parecía un maldito pervertido pero no me importaba en lo absoluto.

Cuando mi querida hermanita entro a Lamborghini, traté de disimular un poco mi erección mientras segundo después me adentraba en el mismo simulando que estaba todo en orden.

Conduje por carreteras extensa y aunque el trayecto parecía cada vez más lejano no me sentía incómodo. Aún así después de casi una hora llegamos a la entrada principal de la mansión de la familia Jones.

Al bajar del vehículo decidí ser un cabellero y abrirla la puerta a mi acompañante.

—Gracias.—Murmura ella mientras enlazaba nuestras manos.

El tacto de ese acto es tan sutilmente delicado que solo fuí capaz de admirar ese momento.

Juntos nos encaminamos a la entrada de la casa donde los vigilantes anunciaron nuestras llegada.

—La familia Russo ha llegado.

Al comunicar nuestras presencia finalmente nos abren las puertas e ingresamos a la expredida casa que estaba implacable, mostrando elegancia en todo el sentido de la palabra.

Visualizo a nuestro socios, que estaban ya sentados en una mesa enorme con diversos platillos, bebidas, vinos, frutas. Sin mencionar la cantidad de cubiertos que estaban colocados.

Toda mi vida me había involucrado al mundo de los negocios, pero aveces me frustraba vivir en apariencias y perfeccionismo. Éramos las familias más privilegiadas de la ciudad deberíamos tener una vida deseada por mucho pero la realidad no era de ese manera.

—Buenas noches Señor y señora Jones.

Debía admitir que ambos formaban una pareja hermosa con una hija muy contemporáneo a mi edad. Gisella Jones era una mujer de aproximadamente cincuenta años, su cabello caoba con algunas hebras blanca la hacían lucir sabía, sus ojos eran iguales a los de su hija de un tono grisáceo. Mientras que Ruben Jones es un hombre de alrededor de sesenta y cinco año, con todo su cabello blanco, mostrando siempre esa confianza que desprendía de sus ojos marrones.

—Sientance en casa.— Nos dicen amablemente.

Malany y yo nos sentamos en la enorme mesa mientras fuimos testigos del delicioso platillo servido.

Conformado de una pasta con diversas salsas e ingredientes cubierta de vegetales. Al llevar el primer bocado a mi pupilas gustativas fui testigo de la explosión tan fascinante de sabores.

—Gareth debo de confesarte que tienes una muy hermosa mujer a su lado, ¿verdad Rubén?.—Asegura Gisella con sinceridad. Preguntándole a su esposo.

El mencionado mira a mi acompañante. Para luego sonreírle a su esposa.

—Hacen una expredida pareja.—Asevera mientras lleva una copa de vino a su labios.

—En realidad somos hermanastro.—Le hace saber Melany y ambos nos miran apenados.

—Lamentamos los incómodo comentarios.

—No se preocupen señores Jones.— Le expresó cortésmente mientras agrego.—Es muy entendible el que sé hayan equivocado.

Ambos asiente en repuesta para luego seguir devorando nuestras comidas. Luego de haber terminado de ingerir nuestros alimentos y que los sirvientes hayan recogido los trastes.

Decidí comenzar con nuestros negocios.

— Todos saben que el proyecto "Cadena de empresas" se lanzará en un par de semanas. Y el objetivo de esté es llevar la mayor red de distribución, compras, enlaces y por supuesto mayor cantidad de ganancias.— Le digo con honestidad mientras les extiendo una carpeta.

En está se encontraba las empresas enlazadas, los listados de las empleados, empresas e inversionistas. De igual manera la mercancía, las estadísticas de la cantidad de dinero invertido hasta los resultados de algunas ganancias.

La información necesaria estaba en esa carpeta. Había trabajado tanto en éste proyecto que era casi imposible que no resultará.

— Es unos de los mejores proyectos empresariales.—Comenta el señor Rubén con cierto interés.— Pero no me convence del todo.

La verdad estaba punto de marcharme de esa cena en la que sentí que perdí el tiempo. Hasta que mi hermanastra intervino.

—Señor Jones, está claro que esté negocio no tiene perdida.— Dice ella muy confiada en si misma.— Es factible en muchos aspectos pero hay algo más personal e humilde que lo hace dudar para integrarse.

Rubén me mirá anotado cómo preguntándome con la mirada dónde encontré a está chica. Y Gisella con una sonrisa cálida interviene en la conversación.

—Nos gustas ayudar a las personas más necesitadas. Y aunque el proyecto es impresionante no deseamos formar parte. — Dice sincera mientras mira a su esposo exigiéndole que comente algo al respecto.

— La única forma de unirnos es que podamos ayudar a otros atraves de la cadena empresarial.— Argumenta Rubén con cierta seriedad.

—Gracia por la velada señores Jones. Pero si nos disculpan nos retiramos .
—Comento estresado mientras me levanto de la mesa.

No obstante,veo que mi hermanastra ni siquiera se levantó de su silla un poco confundido me quedé parado esperando alguna reacción de su parte.

—Señor Rubén, este negocio es una red de distribución de ventas en la que obtenemos el 100% de ganancias.—Argumenta Melany como una experta en estadísticas y finanzas.

—Porque tanto interés por las ganancias.— Comentó yo de repente enarcando una ceja en su dirección.

—Si hacemos los cálculos de las inversiones, los gastos, las mercancías, más la distribución de ganancia de cada empresa. Nos queda el suficiente dinero para ayudar a personas que necesiten alguna necesidad.— Comenta con una sonrisa en su rostros.

Nuestros socios piden retirarse pará pensarlo por algunos minutos. Y yo me quedo viendo a mi acompañante aún con el asombro en mi expresión.

—Donde aprendiste a  administrar.— Le pregunto incrédulo.

—Mi familia tiene una pequeña empresa en la que trabaje un tiempo.—Dice honesta mientras se encogía de hombros.

Joder quería besarla, de verdad lo deseaba pero contuve el impulso. Y unos minutos después los señores Jones regresaron a la mesa.

—Mi esposa y yo lo hemos discutido por algunos minutos.—Nos informa Rubén a ambos sin mostrar alguna expresión.— Y la verdad nos interesa ser parte de tu proyecto Gareth.

La antipática lo había logrado. Nuestros socios de confianza serían parte del proyecto .

Los empleados de la mansión traen cuatro copas con vino. Cada uno de los presentes en la cena agarra una en sus manos para luego levantarlas brindando por nuestro nuevo negocio.

Al culminar el brindis y la bebidas Llegó el momento de despedirnos de esta hermosa pareja.

—Sera un placer trabajar con usted.— Les digo estrechado mi mano con Rubén.Como dos hombres empresarios.— Espero verlo en la oficina mañana para firmar el papeleo.

—Hay estaré.

Melany se despidió de los señores Jones y juntos salimos de aquella mansión.

El cielo se encontraba lleno de estrellas y yo solo era capaz de admirarlo.

Cuando ambos ingresamos al vehículo. Encendí el motor y esté comenzó a transitar por las calles de España. No quería llegar a la casa todavía, así que decidí cambiar la ruta a un pequeño acantilado.

Al llegar estacione el auto y los ojos de Melany conectaron con los míos.

—¿Que hacemos aquí?.—Inquiere confundida mirándo por la ventana.

—Ven conmigo.— Le digo sin darle mucha importancia a su pregunta.

Ella asiente mientras bajo del auto y yo lo hago segundo después. Esté lugar apesar de no ser  impresionante. Tenía una vista indescriptible de la ciudad.

—Es maravilloso.—Comenta muy entusiasmada.

—A menudo los tesoros más preciosos se encuentran escondidos en los rincones más oscuros, y su belleza no se deja oscurecer por la falta de luz.—Le confieso mientras mis ojos se pierden en los suyos.

—Acaso es una indirecta, idiota.

Yo me río a carcajadas porque por una vez en la vida la antipática había entendido mis señales.

Y con una sonrisa pervertida la sostuve de sus caderas mientras pegaba mi frente con la suya.

—Si querías ponermela dura con ese vestidito tuyo. Te confieso que lo lograste.—Le susurro cerca de su oido mientras siento como su cuerpo se estremece.

—Mucha sinceridad,¿No crees?.— Dice ella con sus mejillas rojas de la vergüenza. Mientras mira hacia otro lado.

—No soy un hombre mentiroso Niñata.—Comento mientras dejo un cálido beso en la comisura de su labio.
—Tu me pones cachondo y te detesto por eso.

— Tranquilo ya se te pasará.

Odiaba que fuera tan tranquila e inocente de cierta manera. Y yo aquí muriéndome por querer quitarle el vestido de una jodida vez.

Tratando de alejar mis pensamientos más pervertido. Mi curiosidad divagó a preguntarle un detalle que me había atormentado desdé la tardé.

—¿Porque le tienes miedo a los ancesores?.—Le pregunto muy intrigado en querer saber la respuesta.

—Una vez quedé atrapada en uno de ellos por horas que sentí interminables.—Me dice para luego chasquear un poco incómoda.—Ahora cada vez que ingresó a uno es imposible no sentir ansiedad de que vuelva a suceder.

Me sentía un completo imbécil le habia hecho recordar algo impactante y ahora no sabía cómo hacerla sentir Mejor.

Con un poco de frustración pasé mis manos por mis hebras amarillas hasta que decidí acariciar sus mejillas con delicadeza mientras dejaba un dulce beso en su frente.

—Hay situaciones que de alguna manera nos hacen pasar momentos complicados y no somos capaces de salir de ellos. —Le expreso tiernamente.— Pero es nuestro deber volver esas experiencias Algo maravilloso por recordar.

—Gracias por traerme a este hermoso lugar. Y por reconfortarme de la manera que lo hiciste.— Confiesa sincera mientras dejá un beso tierno sobre mi mejillas.

—Gracias a tí por ser mi acompañante.— Le digo con honestidad.

Luego la envolví con unos de mis brazos. Mientras que juntos captamos aquellas hermosa vistas que teníamos al frente.

La vida es un viaje marcado por desafíos y aprendizajes, donde encontramos obstáculos que debemos superar, situaciones que evitar y experiencias que nos moldean.

Tanto los triunfos como los fracasos nos enseñan, y la sabiduría reside en las lecciones que extraemos de ello.

Porque las experiencias nos enseñarán valiosos aprendizajes

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Nota de al Autora: Holas mis queridos lectores. De verdad lamento haberlos olvidado cómo le hice pero tengo mis razones.Principalmente he tardado en actualizar porque no tenía internet, me enferme de gripe y el malestar general que sentía era fatal.

Me cayó la siete plagas de Egipto, jajajajaja :)

Aún así estoy de vuelta mis amores y con mucho entusiasmo.

Les avisó que voy a cambiar algunas cositas de los capítulos anteriores. Para dar mejor estructura a la historia pero nada de que preocuparse.

Muack los quiero 💘

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