Introducción

Diez en punto.

La pareja salió del restaurante, ella tenía una expresión seria y hostil, él tenía una sonrisa en su rostro mientras su mirada no la abandonaba.

Los siguió con su vista hasta que doblaron por la esquina, envió la señal y comenzó con su misión. Los siguió cruzando la calle.

—Esta es la última vez que te lo repito Sean ¡No quiero nada contigo!

La voz de la mujer era peligrosa, una orden con un transfondo de hielo.

—La última vez, eso significa que será la última vez que me rechazas.

Un gruñido salió de ella y se subió al automóvil.

Era el momento.

—Ahora.

Sus hombres salieron de sus escondites pero el tipo arrancó el motor y logró alcanzar la calle, él y los suyos se subieron a una camioneta desde ahí los siguieron. Debían capturarlos de forma limpia y sin armar demasiado alboroto.

Pero las cosas no estaban saliendo como las había planeado.

—Intercepten, desvíen el coche hasta la ruta de evacuación.

Al llegar a la avenida estatal, camino que tenía tres desviaciones que iban a parar a comunidades periféricas de la ciudad, el camión surgió del otro lado, la pareja tuvo que tomar el desvío. Ya casi los tenía.

El camino de tierra pronto pasó a un pueblo casi abandonado.

—Disparen a las ruedas.

Sus hombres salieron por la ventana y comenzaron a disparar, el auto anduvo en zigzag pero no pudo evadir las balas, el vidrio trasero se hizo pedazos.

—Disparen los tranquilizantes.

En unos segundos, el auto giró sin control, impactó de lado contra otro auto y se detuvo cerca de un edificio abandonado.

Frenó la camioneta y salió con su arma lista para disparar, los demás copia de su acción. El humo que salía del auto le impedía ver bien, el silencio se hizo eco, desatando sus nervios, sabía qué clase de personas eran ellos, el tipo de daño que podían hacer, no debía sobre estimar su poder.

De pronto, la puerta se abrió de golpe y una esbelta figura salió tambaleante. Él se detuvo y frenó a sus hombres, la mujer se quito un dardo y lo arrojó lejos.

—Imposible —murmuró.

En ese momento, la claridad dispersó el humo y pudo ver unos ojos azules, de un color que jamás había visto, eran fríos y destellaban furia.

No debía dejarla ir.

—Atrapenla.

El poder de esa mujer era impresionante, abatió a cuatro hombres dejándolos malheridos en el suelo, comenzó a correr, él tuvo que seguirla aunque por dentro crecía una contradicción. Esa mujer luchaba por evitar su captura, corría por su libertad, pero él debía cumplir con su trabajo, porque estaba en juego su propia vida.

Maldiciendo su cobardía, se detuvo y apuntó su arma directo a sus piernas y disparó.

Ella cayó al suelo pero siguió moviéndose, él logró alcanzarla. Debía inmovilizarla, pero los sedantes no le hicieron efecto, una nueva dosis no le haría nada.

Sus gruñidos eran estremecedores.

—¡Maldito! ¡Pagarás por lo que me has hecho!

Sus palabras hicieron hueco en su alma oscura, la culpa no tardó en llegar, lo que había hecho a todos esos inocentes no tenía forma de ser redimido. Había secuestrado, herido y humillado, ningún pago sería suficiente.

—Lo siento —dijo con voz ahogada y luego golpeó su nuca con la culata de su pistola.

Ella cayó inconsciente, y él deseaba que no le hubiese hecho mucho daño.  


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72 horas después... 

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El bosque se hallaba silencioso, la verde hierba crecía sin prisa, elevandose apenas unos centímetros sobre el nivel del suelo. A su alrededor, altos pinos y abetos emergian como gigantes aferrados al suelo.

La luz del sol brillaba sobre un cielo azul salpicado de blancas y pequeñas nubes.

El bosque se encontraba en la quietud normal de la naturaleza.

Con prisa, atravesó el lugar con sus dos amigos detrás. La inseguridad sobre el paradero de la mujer le carcomía por dentro. Sin embargo, debía atenerse a seguir la senda que dejó, a buscar pistas y datos.

Lo que no entendía era porqué debían reunirse en el claro, cuando debían centrar sus esfuerzos en encontrarlos.

Al llegar al espacio abierto iluminado por el radiante sol de primavera, Liam se detuvo, mirando con cierto recelo a los dos hombres desconocidos que acompañaban a Luke Mckane.

—¿Qué hacen ellos aquí? —murmuró Hunter.

El silencio se instaló en aquel claro, en tanto los hombres decidían sus movimientos.

Hacía tres días que Aria y Sean habían desaparecido, sin dejar rastro. Todavía estaban confundidos y asustados, desesperados por hallarlos.

Más allá de la desaparición, se escondía el temor de que los humanos estuviesen detrás de eso. Conocía bien los artefactos y productos que podían utilizar para derrotar las defensas de un cambiante.

Simplemente, Aria no era tan fácil de atrapar, el hecho de que alguien fuese capaz de herirla era estremecedor. Las drogas y los tranquilizantes no le hacían nada, pero habían muchas formas de inmovilizar a un cambiante.

Del otro lado, vio a Luke avanzar, Liam le hizo un gesto a Alexei y Hunter para que guardaran su posición, y luego se reunió con el puma en el centro del claro.

—¿Los han encontrado? —le preguntó.

—No, ayer he movido a los que están en Woodstone City, pero no han encontrado ningún rastro.

El rostro de Luke permanecía serio.

—Pensé que nos llamaste para darnos información —dijo Liam con desconfianza.

A pesar de que aquel puma era compañero de Kaylee y padre de Lauren, el hecho de llamar a una reunión sin tener ningún aporte dejaba lugar a sospechas.

Dudas.

—Te cité aquí para hablar de un problema mayor.

Liam se acercó, mirándolo fijo.

—¿Qué puede ser peor que dos alfas desaparecidos?

El puma siguió inmóvil, indiferente a su reacción desconfiada.

—La vulnerabilidad que eso conlleva —respondió tranquilo—. Sin Aria y Sean, nuestros clanes están desprotegidos ante los intereses de otros. Piensa Liam, la noticia de su desaparición se esparcira, y puede atraer ojos curiosos que pretendan reclamar las tierras, o algo más importante, los clanes.

Tenía sentido, pero estaba insinuando algo que no estaba decidido a hacer.

—¿Qué sugieres?

—Tomar su lugar.

Liam gruñó bajo.

Para él su alfa seguía viva.

—A menos que tengas el cuerpo inerte de Aria, no lo haré. Deberíamos estar buscándolos en vez de pensar en tomar sus puestos. ¿Qué es lo que tienes en la cabeza?

—¿Crees que para mí es fácil? —Exclamó Luke en un tono muy parecido al desafío—. Claro que no, pero estoy siguiendo el pensamiento de Sean, estoy seguro que no querría ninguna amenaza a su gente.

—Mi alfa está viva —replicó.

El puma permaneció impasible.

—También creo que el mío lo está, escucha, no estaremos usurpando nada, en tanto regresen declinaremos. Esto es por la seguridad de nuestros clanes, nada más, además forma parte de la obligación de un lugarteniente.

El azul pálido de sus ojos le dejó ver que estaba diciendo la verdad, pero eso no lo hacía más fácil.

Para él, tomar el lugar de su alfa significaba traicionar a su mejor amiga.

Pero sin otra opción y con el riesgo que suponía un clan sin líder Liam tendría que hacerlo.

—Bien, lo haré —dijo entre dientes, alzó la mirada, en su interior el felino estaba molesto—. Pero tú primero.

Luke desvió la vista a sus dos compañeros y luego regresó a él. En momentos como ese, Liam deseaba que no tuviese esa extraordinaria capacidad de permanecer con una expresión serena que no revelaba ninguna emoción.

—Yo, Luke Mckane, tomo el liderazgo del clan White Claws, honraré sus costumbres, protegeré y defenderé a sus miembros, hasta que mi antecesor regrese vivo, o muerto.

Las palabras rituales que exigía el código del alfa eran palabrería pura. El momento en el que un cambiante se convertía en alfa era cuando realizaba los vínculos de sangre, y eso no se podía hacer a menos que Aria muriera.

—Reconozco tu liderazgo —agregó Liam con una tosca inclinación de cabeza—. Ahora necesitas un nuevo lugarteniente.

Luke asintió y con una voz fuerte y clara dijo:

—Cooper Engels será mi lugarteniente —suspiró con cansancio y luego agregó—. Ahora es tu turno.

«Aria sigue viva» gruñó el animal en su mente.

Con reticencia y en una voz que costaba oírla, Liam inicio:

—Yo, Liam Gallagher, tomo el liderazgo del clan Ice Daggers, protegeré a sus miembros, les seré leal y brindare mi apoyo cuando sea necesario, hasta que mi antecesora regrese viva... O muerta.

Cada palabra, no tenía significado alguno.

—Reconozco tu liderazgo —dijo Luke apoyando una mano en su hombro.

Liam, casi por reflejo, se alejó del contacto reprimiendo un gruñido.

—Ahora necesitas un lugarteniente.

Miró hacia atrás, Hunter y Alexei seguían ahí, atentos a cualquier señal suya para reaccionar. No pudo evitar sentir orgullo por la gente a la que consideraba su familia.

—Hunter Collins será mi lugarteniente —dijo retornando su mirada al puma—. Basta de rituales sin sentido, debemos continuar con la búsqueda, mis mejores rastreadores están en Lake Saint Jerome y Woodstone City.

Con un ligero asentimiento Luke agregó:

—He puesto en movimiento a mi gente en la zona norte, los lobos Moon Fighters están dispuestos a buscar en Paradise City.

Eso aumentaba el radio de búsqueda, pero por alguna razón Liam creía que estaba pasando algo por alto, perdiendo tiempo en reuniones como ésta.

Necesitaba buscar por su propia cuenta y hacer a un lado este tipo de cuestiones diplomáticas.

—Bien, estaremos en contacto ante cualquier información ¿De acuerdo?

—De acuerdo.

Con un gesto, ambos se alejaron, regresando por el claro hacia sus compañeros.

—Andando —les dijo a sus dos amigos, internandose con prisa de nuevo en el bosque.

—¿Qué sucedió? —le preguntó Hunter detrás.

Liam se detuvo frenando el avance de ambos hombres.

—Ahora soy un alfa y tú eres mi lugarteniente.

Los ojos aguamarina de Hunter se abrieron con sorpresa y terror.

—¿Qué?

—Descuida —contestó reanudando la marcha—. Solo será temporal, Aria ha burlado a la muerte tantas veces que he perdido la cuenta. Regresará, yo mismo me encargaré de eso. 


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¡Bienvenido/a! Gracias por entrar a esta historia, sexta de su serie. Si te gusta, te invito a continuar, este es el orden de la serie Ice Daggers:

El deseo de Kaylee
El desafío de Hunter
La salvación de Alexei
Pasiones Ocultas
La redención de Liam
Alma Salvaje ▶️

Esta historia es autoconclusiva, pero contiene spoilers de las anteriores.

Pasará por constantes ediciones por lo que se añadirán cosas nuevas en el futuro.

Espero que disfrutes la lectura, y si quieres, vota o comenta :)

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