《Cap.29》
Mi último día se resume en colocar todas mis pertenencias dentro de cajas de distintos tamaños.
Hoy es el día en que lastimosamente dejo el maravilloso pueblo de Rigny-Ussé y por eso me encuentro en un estado de melancolía, tomo mis últimas pertenencias, ya que toda la mañana estuve pasando las cajas al auto que me llevará a Estrasburgo.
Junto a la puerta de mi habitación, veo a esta por última vez. Este lugar se convirtió en mi primer hogar, en este he vivido tantas cosas y me ha refugiado de tantos males. Con un gran suspiro, cierro la puerta y me encamino hacia la parte frontal del castillo.
Al acercarme a esta, veo a un grupo de personas las cuales me reciben con una gran sonrisa.
—¿Qué sucede? —digo con risa nerviosa.
—Necesitábamos despedirnos de ti —exclama Lizzie mientras me abraza. Entre las personas están Odette, los reyes y Lizzie. Pero, no veo a Nate por ninguna parte, así que me tiendo a decepcionar.
—Molly Rose, fue un gusto tener a una jovencita tan talentosa y amable en el castillo, siempre serás recordada y cuando quieras puedes venir a visitarnos —pronuncia el rey—. Admiro tu valentía, ya que tomar una decisión tan grande como esta y arriesgar todo, no es algo para cobardes.
—Opino lo mismo. Molly, estaremos siempre agradecidos contigo, nos has ayudado mucho —añade la reina con una pequeña sonrisa.
—No quería dejar este lugar, pero creo que esta es una oportunidad innegable. Siempre estaré sumamente agradecida por todo lo que han hecho por mí —respondo con dulzura y una reverencia.
—Jamás le negaríamos un sueño a alguien —exclama la reina y luego de esto, ambos reyes se retiran.
—Molly fue un gusto tenerte como empleada, siempre diste lo mejor de ti y eso te lo agradezco. Admito que, al principio, no me convenciste —dice Odette con una leve sonrisa.
—Gracias Odette, fue un gusto conocerte —respondo y tiendo a soltar una sutil risa por lo que dijo al final.
—Molly, te voy a extrañar. Eres la persona más increíble que he conocido, por cierto, ¿estás segura de que no tienes hermanos? —dice Lizzie abrazándome nuevamente.
—Yo también te voy a extrañar mucho y créeme cuando te digo que no tengo hermanos —respondo riendo.
—Es una lástima —dice haciendo un puchero.
—Te admiro mucho, Lizzie. Jamás te voy a olvidar —exclamo observándola.
Miro el castillo por última vez y no puedo dejar de sentirme conmocionada por lo que sucederá con mi vida desde este momento. Miro con atención la parte del castillo en donde está la habitación de Nate y una sonrisa triste se forma en mis labios.
—Lo siento, no sé por qué no está aquí —dice Lizzie con preocupación.
—Quizás somos las personas correctas, pero en el momento incorrecto o tan solo dos personas que se hacía bien mutuamente y ya —digo con un pequeño suspiro lleno de sentimientos—. Dile que jamás lo olvidaré y que muchas gracias por todo —añado para luego alejarme y dirigirme al auto que me llevará. La familia real insistió en que fuera uno de sus conductores, la persona que me llevara. Gesto el cual agradecí enormemente.
Abro la puerta trasera del auto y miro por última vez el castillo, una lágrima resbala por mi mejilla, pero dejo que esta caiga. Es increíble en la persona que me he convertido. Escapar del orfanato fue la mejor decisión que he podido tomar.
Subo al auto y a los pocos segundo este comienza a avanzar, miro por la ventana hacia el castillo y una triste sonrisa decora mi rostro. Pero, dejando toda la tristeza a un lado, estoy emocionada por todo lo que viviré en esta nueva etapa de mi vida.
-Nathaniel Curie-
—Bueno, Nate. Hoy es tu último día con Molly —exclamo al despertar por culpa de un rayo de sol que asoma en la ventana y cae justamente en mi ojo. Miro mi reloj y puedo ver que son las once de la mañana—. No, por favor no —digo en voz alta al mirar la hora. Se supone que Molly se iba a las diez, lo que significa que me quedé dormido y no la volveré a ver. De un salto me levanto de la cama y me coloco mi bata roja. Al salir de la habitación, entro de una vez a la de Lizzie y la encuentro escribiendo en su máquina de escribir.
—Eres un tonto, hermano. El último día para decirle a Molly tus verdaderos sentimientos y te duermes —dice ella mientras una sonrisa burlona asoma sus labios.
—¿Ahora qué hago? —exclamo con frustración mientras me siento en su cama.
—Ya es muy tarde, hace una hora se fue. Tuviste que madrugar —dice ella y continúa escribiendo—. Nathan, sé lo mucho que ambos se aman y es gracioso el ver cómo ambos prefieren esquivar eso. Ambos son felices el uno con el otro, pero ninguno quiere arruinar la vida del otro y por eso...
—Tengo una idea —exclamo con emoción interrumpiendo a Lizzie—. ¿Qué pasa si rechazo el cargo de rey? —pregunto sobre aquello que he pensado durante largas noches.
—¿Qué estás diciendo? —dice Lizzie dejando su máquina de escribir a un lado.
—Lizzie, tu bien sabes que detesto llevar a cabo el cargo de rey. Así que puedo rechazarlo e irme a Estrasburgo con Molly y poder pintar allá.
—Nathan, sabes bien que, si rechazas el cargo, te quedarás sin dinero.
—Eso es lo que menos me preocupa —digo con alegría—. Voy a ir hablar con nuestro padre.
—Te alejarás de nosotros y nunca lo has hecho —pronuncia ella con frustración.
—Lo siento, Lizzie, pero yo jamás sería feliz siendo rey —exclamo y ella se queda mirando el suelo con tristeza.
—Padre, necesito hablar contigo seriamente —digo entrando a su oficina.
—Claro, hijo. Entra.
—Quiero rechazar el puesto de rey —digo sentándome junto a él. Pensé que, si era directo sería mejor.
—Discúlpame, pero ¿qué deseas? —dice él casi ahogándose con su té.
—No quiero ser rey —digo con firmeza.
—¿Podrías ser más específico?
—No es mi sueño, yo quiero... quiero pintar —exclamo observando sus penetrantes ojos.
—¿Pintar?
—Sí, padre. Mira —digo y le enseño mi libro de dibujo—. Siempre ha sido mi sueño.
—Eres bueno —indica mientras pasa las hojas de dicho libro, lo cual provoca en mí una pequeña sonrisa—. Pero, no puedes hacer tal cosa como abandonar tu futuro cargo.
—¿Por qué no?
—¿Quién quedará a cargo del reino? —cuestiona devolviéndome mi libro—. Además, si renuncias, no podrás volver a pisar este castillo, porque estarías renunciando a la realeza.
—¿Lizzie y yo podemos cambiar de cargos?
—No me creas discriminador, pero una mujer como reina no es muy aceptado por la sociedad y menos si no es por edad, sabes muy bien que el hijo mayor es el que gobierna.
—Tenemos pocos minutos de diferencia por nacimiento. No creo que haya problema alguno. Yo quedaría como príncipe, cargo el cual no me preocupa, ya que son mínimas las cosas por hacer y podría dedicarme a la pintura.
—Necesitamos una reunión familiar —indica—. Tan solo espero que esto no solo lo estés haciendo por la chica que acaba de irse. He visto las miradas que hay entre ambos —puntualiza con seriedad, pero pocos segundos después me brinda una pequeña sonrisa.
La reunión familiar empezó después del almuerzo. Todos nos sentamos frente a una de las grandes mesas de la biblioteca y fue mi padre quien inició la conversación. Mi madre no reaccionó de la mejor manera, ya que estaba preocupada por mí, además de que pensaba en todo el estrés que esto llevaría a Lizzie, ya que no había tenido ningún tipo de preparación previa. Por otra parte, Lizzie no decía nada, tan solo estaba escuchando y mirándome constantemente.
Sin embargo, luego de varias horas todos acabaron aceptando mi propuesta de cambio de cargos. Tanto Lizzie como yo firmamos varios documentos, los cuales hacían constar quien era la próxima reina, así como las responsabilidades de ambos.
Cuando salimos de allí, abracé a mi hermana como nunca antes y le agradecí infinitas veces por todo lo que había hecho, literalmente, estaba aceptando tener el triple de responsabilidades que tenía como princesa.
—Mi recompensa será tener a Molly como familiar. ¿Entendiste? Así que más te vale casarte con ella.
—No somos ni novios y ya me pides que me case con ella.
—También, quiero sobrinos.
—¿Perdona? —comento observándola y ella comienza a reír mientras se aleja.
De regreso a mi habitación, comienzo a buscar en mis libros y periódicos, ya que hace algunos meses había leído sobre una escuela de arte en Estrasburgo, si logro entrar podré estudiar pintura y estar con Molly. No creo que haya algo mejor.
Luego de mi breve investigación, logro planificar todo para que en un máximo de una semana, me vaya a ese pintoresco pueblo y pueda crear mi propia vida.
Molly voy por ti. Escuela de arte voy por ti. Vida soñada voy por ti.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top