Epílogo: Bajo la mesa


Un barco volador surcaba el cielo de Merindia cerca del anochecer, solitario se dirigía al oeste adentrándose al corazón de los ducados rebeldes, Paradise.

En el camarote principal se encontraban el general Igor y el duque Fernández sentados en una mesa circular con siete asientos, cada uno con una esfera de cristal frente de sí, ambos hombres ocupaban cada uno su propia silla.

Igor extendió su mano derecha hacia el centro de la mesa.

- [Mensajero divino, permíteme hablar a través de ti]

Pronuncio haciendo que la esfera de cristal del duque Fernández brillara en un tono rojizo, pero también una tercera, de la cual surgió una imagen en tonos rojos de una joven mujer, una Atradishe que vestía con ropas elegantes, quien portaba un monóculo en su ojo izquierdo.

-Ya estamos reunidos todos... Hilgo no pudo reunirse hoy, está ocupado con una junta con Lionel y Hansel.

Hablo la mujer soltando un suspiro pesado.

-Al menos la guerra está en pausa por ahora... sin embargo paso algo demasiado serio, la gema del fuego escogió como el sucesor de Brand... el chico es oriundo de Horizon.

Igor hablo con seriedad haciendo que la mujer guardara silencio por un instante.

-Esto es muy raro... los guardianes suelen ser escogidos en las cercanías de la gema que los elige, y bueno, Horizon está al lado opuesto del continente.

Añadió la mujer procesando la información que le habían proporcionado.

-Ahora el joven Rohei está con nosotros, también algunos de sus compañeros desertaron... son dos magos, un alquimista y una niña que parece guardar un vínculo con el joven Rohei.

Esas palabras fueron dadas por el duque Fernández quien parecía querer proponer algo pero de inmediato Igor lo detuvo.

-Jonathan, mientras la guerra continúe tú no tienes permitido adoptar a nadie, el consejo te lo prohibió... lo siento mucho.

Dijo Igor ante lo cual el duque Fernández negó.

-No era eso, quisiera que tanto Rohei como sus compañeros conserven sus apellidos, yo me ofrezco a darle un hogar a él y a la pequeña, bajo mi tutela podría fortalecerse.

-Pero tú no eres un caballero ígneo...

Añadió la mujer suspirando y pensando.

-Si, por eso Rohei ira a mi escuela, pero si es buena idea que ambos estén bajo tu protección, hare lo mismo con el alquimista... pero estoy pensando que deberíamos separarlos, Nare, quiero que usted se encargue de entrenar a los dos magos.

Hablo Igor dirigiéndose hacia la mujer por su nombre, Nare, la maga más poderosa de la rebelión de Paradise.

-Eso podrida causar problemas... separarlos ahora que quieren estar junto... ¿no te parece un poco excesivo?

Pregunto el duque Fernández preocupado.

-No, esos chicos serán de gran ayuda para cuando el fénix se desarrolle, por ello debemos darle el mejor entrenamiento a cada uno, además existen las cartas para hablar entre sí.

Aquello último lo dijo Igor con una gran sonrisa haciendo que los demás suspiraran con cansancio.

-Está bien, me encargare de que los dos magos reciban un duro entrenamiento en la escuela de magia de Paradise, ustedes se encargan de los otros tres.

Nare asintió para después cortar su llamada, dejando solos a Igor con el duque Fernández.

- [Conversación terminando]

Añadió Igor haciendo que las esferas de cristal se apagaran para después levantarse.

-Le pediré ayuda a los de la escuela de alquimistas que acepten a Josef... cuando lleguemos a Paradise les daremos aviso a los chicos, dejemos que por ahora estén juntos.

Dijo Igor dándole unas palmadas en su espalada a su compañero saliendo del camarote para tomar aire, entonces el duque Fernández extendió su mano hacia su esfera pronunciando unas palabras en voz baja, solo su esfera se encendió emitiendo un brillo esmeralda.

-Lo siento, he fallado en mantener a todos juntos... sin embargo, Rohei y Lucy están conmigo.

Susurro a la esfera con cuidado de no ser escuchado.

-Gracias viejo amigo... te encargo a mis hijos, por favor protégelos, nos mantendremos en comunicación.

La voz de Marcus Castelar salió de la esfera susurrándole al duque Fernández antes de cortarse la llamada.

-Protegeré a tus hijos de quienes atacaron tu hogar... Marcus.

Se levantó caminando hacia la puerta mirando hacia el frente convencido.

-Los miembros del jardín dorado no los tocaran.

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