Capítulo 4: Momento de huir


Aquella mañana, cuando salí de casa lo hice con prisas, aún recuerdo a mi madre, con sus ojos plateados y su pelo dorado viéndome desde el balcón, pidiéndome que me cuidara, pero no pude responderle, ahora sentía que no podría volver a verla, a abrazarla, su recuerdo empezaba a borrarse.

Taurus, aquella pequeña aldea situada en la ribera del rio del mismo nombre, una aldea que creció cerca del castillo de los toros, edificio que había sido mi hogar desde que tengo memoria. Recuerdo los largos paseos que daba a caballo con mi padre por los campos de pastoreo o de cultivo, cazar junto con mi hermano en los bosques, hablar con los caballeros dragón, entrenar junto a Luna o pasear con ella junto al rio.

Recordaba mi hogar, el castillo de los toros, una fortaleza construida sobre una de las islas del rio, con uno de sus afluentes haciendo de muro, aun así sus grandes muros la protegían de ataques, mientras que en su centro se encontraba la torre principal, cuadrada y con cuatro pequeñas torres en sus esquinas. Recuerdo recorrer los pasillos, los tapices que cubrían la piedra, el olor a la madera, así como mi habitación, algo desacomodada, con piezas de armadura en una esquina, un barril de espadas en otra, algunos escudos sobre las paredes, junto a algunos mapas, mi mesa llena de papeles con mis notas y mi cama, lo único que se encontraba realmente ordenado, era cómoda y firme, me atrapaba en las noches permitiéndome descansar.

Recuerdo la vista por las tardes o por las mañanas de los fines de semana, como al mirar a través de las ventanas podía ver el rio y los bosques, imaginar que se encontraba más allá del horizonte. A veces pensaba en volverme aventurero y viajar por el mundo, tal vez así nadie me odiaría como ahora.

Pero, era un sueño imposible.

Poco a poco sentía como me sumergía más y más en una profunda oscuridad.

–No permitiré que mueras... hijo.

Escuche un leve susurro, apenas pude distinguir aquella voz.

Entonces empecé a sentir un calor envolviéndome, abrazándome dispersando aquella oscuridad que me rodeaba.

–¡¡Roe despierta por favor!!

Escuche gritándome, llamándome.

–¡¡Regresa con nosotros!!

Era la voz de Luna, intentaba moverme, levantarme, pero mi cuerpo no me respondía.

–Creo que ya es suficiente... [Dios de lo alto, responde mi llamado, dame un poco de tu fuerza] ¡Relámpago!

Escuche para luego sentir una poderosa descarga eléctrica golpear mi pecho, de inmediato abrí mis ojos recuperando el control de mi cuerpo.

–¡¡DUELE, DUELE, DUELE!!

Exclame mientras me retorcía en el suelo sintiendo como aun las descargas recorrían mi cuerpo.

Cuando el dolor disminuyo y pude tranquilizarme, mire hacia los lados intentando saber dónde nos encontrábamos, no era el almacén, tampoco estábamos en el exterior. Era un lugar muy húmedo y oscuro, junto a mi pude ver a Mateo quien intentaba disimular que no me había lanzado el hechizo.

– ¿Mateo porque hiciste eso?

Dije mientras me sentaba y en ese momento también vi a Josef quien me miraba con alivio.

Antes de que pudiera decir algo alguien me abrazo por detrás, casi escuchaba un leve llanto.

–Estúpido... creí que habías muerto.

Esa voz era de Luna, no sonaba triste, era un llanto de felicidad, sonreí mientras la miraba de reojo.

Pero en ese momento algo me pareció extraño, mi cuerpo no me dolía para nada, el entumecimiento del hechizo había pasado por completo, pero recordaba haber sido herido de muerte antes de eso, solo me sentía ligeramente más débil, parte de mi uniforme se encontraba rasgado y quemado demostrándome que lo que me había ocurrido no había sido un sueño. Al mirar más detenidamente pude darme cuenta que estamos en las mazmorras, una serie de laberintos que se encontraban bajo la escuela.

– ¿Qué ocurrió?

Pregunte algo confundido.

–Tienes mucha suerte Rohei, el disparo del cañón eléctrico pudo dejarte bien tostado de no haber fallado... La llorona de Luna corrió para curarte antes de que estiraras la pata, luego ella y Josef te levantaron y corrimos por la escuela evitando los soldados, logramos bajar hasta aquí...

Me respondió Mateo en un tono serio rascándose un poco la cabeza con preocupación.

–Francamente no creo que hubiéramos durado mucho, los enemigos no eran muy fuertes, luche contra algunos pero... eran demasiados, de no ser por la magia de Mateo...

Hablo Josef con preocupación para luego soltar un suspiro aliviado.

No era la primera vez que Luna me salvaba de la muerte, su magia blanca era la más poderosa entre los estudiantes, sin embargo haberme curado por completo significaba que había gastado toda su magia, tardaría un buen rato en recuperarse por completo.

Pero lo que más me preocupaba la situación en la que estábamos, estábamos en una ciudad invadida, no sabía cómo estaba el exterior, en el peor de los casos la ciudad ya había caído, por lo que teníamos que escapar, el segundo problema era que la única salida de las mazmorras era su propia entrada, otro punto era que yo me encontraba desarmado y sin armadura.

– ¿Nadie nos ha seguido hasta aquí?

Pregunte intentando saber la situación.

–Es por esta runa, pero su efecto se acabara pronto.

Respondió Mateo mientras me mostraba una piedra color jade azul con unos símbolos tallados en ella, pude reconocerla, era la runa de armada desvanecida que había tomado antes.

–Esta nos ocultó, oculto nuestra presencia ante los invasores, pasaron algo cuantos por esas dos puertas.

Respondió Mateo, señalando a las puertas que estaban del lado opuesto a nuestra esquina.

–Escogiste un buen lugar, suponía que esta serviría para algo así... bueno no exactamente, pero lo deduje.

Respondí pensando un poco, la runa nos había salvado ocultándonos, pero, notaba que el jade empezaba a opacarse, entonces como señal de mal augurio la piedra se rompió terminado su vida.

–Me alegra que la hayas usado...... pero quiero hacerles una pregunta... ¿Cuánto tiempo estuve dormido?

–4 horas, aunque diría que un poco menos.

Respondió Mateo mientras dejaba caer la runa al suelo.

–Estamos perdidos...

–Con cuerdo contigo Josef.

Luna se puso de pie y cruzo sus brazos mirándome como si me quisiera dar una orden, en ese momento pude darme cuenta que llevaba su armadura, era una armadura ligera que protegía su pecho y unas hombreras doradas. Josef llevaba consigo una gran mochila quien sabe cuántas cosas tenía en ella.

–Ya que la runa se ha vuelto una piedra inútil ahora estamos expuestos al peligro, Roe, creo que deberíamos ir por tu equipamiento, si no podrías ser fácilmente asesinado... de todas formas no podemos quedarnos en este lugar apestoso y húmedo...

Al escuchar que Luna me dijo eso empuñe mis manos, era cierto mi uniforme de estudiante no sería nada frente a los ataques de mis enemigos, rasgado y ligeramente quemado sin mencionar lo lleno de polvo que estaba. Aun así no estaba tan seguro si ir a la armería seria lo correcto en estos momentos, todos podíamos luchar pero aun estábamos de nivel bajo y no sabíamos que tan fuertes eran nuestros enemigos, fácilmente podríamos ser rodeados y ahí terminaría todo. Por otro lado mientras más nos quedáramos más aumentaba la probabilidad de que nos encontraran.

–Como lo veo ahora, solo tenemos dos opciones morir aquí o morir afuera.

Comento Mateo mientras tomaba su vara de metal del suelo y luego la colocaba en su cintura.

Era casi como si él hubiera leído mi mente, pero ahora me sentía más vivió que nunca debíamos salir de aquí y vivir.

–Te equivocas, tenemos tres opciones, morir aquí, morir afuera o sobrevivir a un verdadero infierno.

Sonreí mientras me levantaba, me percate que mi espada no se encontraba por ningún lado, ante lo cual suspire, me era triste perderla pues yo mismo la había forjado, pero en la armaría tenía otra, a pesar de que no quería volver a usarla.

–Eso quiere decir que escaparemos... ¿Luna, acaso tu no vives con tus padres aquí en la ciudad?

Pregunto Mateo seriamente mirando hacia Luna.

–Eh...... mmm...

Luna no tenía las palabras para explicar su situación, parecía no querer revelar ninguna información, pero en realidad dudaba acerca de que palabras usaría para explicar, además fue sorprendida por el cuestionamiento. Tartamudeo varias veces mientras intentaba explicar con sus manos, aunque solo lograba que los demás se confundieran más, realmente me podría hacer reír si estuviéramos en un momento tranquilo, así que, solo por compasión decidí explicarle la situación a los demás.

–Los padres de Luna salieron.

Dije mientras empezábamos a caminar, Mateo nos dirigía hacia la salida, caminado con cuidado evitando que nos sorprendieran los enemigos.

–El señor Enrique tuvo que ir a ver un negocio en Dolores personalmente, la señora Lila quiso acompañarlo, Luna vive temporalmente en casa de sus abuelos.

Al terminar de hablar Luna suspiro relajada. Solo Luna y yo teníamos nuestras familias en este ducado, aunque no estuvieran en la ciudad, Josef era de la marca de Stone que separaba al resto del imperio de Paradise, debido a un conflicto con su padre acabo viniendo a estudiar aquí, o eso era los que nos había dicho.

Mateo si había nacido en esta ciudad y vivía aquí, pero era huérfano, sus padres murieron cuando era joven durante la guerra, vivió un tiempo en Crescend con su tía, para luego regresar a estudiar aquí, no se mucho sobre su razón, tal vez sea para recuperar las tierras de su padre o solo por simple gusto, a Mateo nunca le ha gustado hablar de su pasado, la información que tengo son cosas básicas que nos ha contado.

Pero con la pregunta que Mateo había hacho era solo con el fin de saber si Luna estaba mentalmente estable, se preocupaba por ella, que sus preocupaciones causaran que se distrajera, un error podía significar la muerte, pero todavía quedaban sus abuelos y sus tíos.

Al igual que Luna, también tenía a mi familia, esta se encontraba en Taurus, estaba a poco más de una hora de Horizon en barco volador y 3 horas en carruaje, mi hermano menor y mi madre estaban ahí, no tenía manera de saber cómo estaban, eso me preocupaba, aun así tenía que velar por mi propia seguridad y solo rezar por que ellos estén bien.

–No sé si aún quedan aliados, pero estoy seguro que si nos encontramos con algún grupo de sobrevivientes tendremos mejores oportunidades.

Dijo Mateo en tono pensativo, pero en ese momento Josef refuto.

–Con esa enorme flota de barcos voladores y esos números tan grandes, me preocupa que no quede alguien con vida.

–Eso es cierto, pero puede que algunos sobrevivieran.

–Luna...

Yo mantenía un pensamiento de "todo puede empeorar", debíamos ser cuidadosos con cada movimiento, pero algo me preocupaba, el no saber quiénes nos habían atacado, por qué nos atacaron y lo más importante, solo estaban de paso o pretendían usar esta ciudad como base mientras llegaban más, de cualquier forma debíamos huir.

–Bien Roe, ya se acabó nuestro tiempo... ¿Qué haremos?

Pregunto encontrándonos en la entrada de la mazmorra, nos había quedado claro que nadie más que nosotros al menos dentro de esta mazmorra.

–Chicos... debemos irnos de inmediato, si solo están aquí de paso tal vez ya estén por dejar la ciudad, pero si están aquí para quedarse un tiempo más... debemos escapar, para ello iremos a la armería, luego escaparemos por el túnel del puente hacia la ciudad, escapar nadando nos haría presa fácil y nos dejaría expuestos, los túneles de la ciudad son nuestra mejor opción, aunque esté lleno de monstruos serán más fáciles de derrotar que los soldados... sé muy bien que hay túneles que nos sacan a varios kilómetros de la ciudad.

–Líder... esto es nuestra última opción, si logramos salir de la ciudad ¿a dónde iríamos después?

–Eso es fácil, Horizon está rodeada por un denso bosque con muchas colinas, podríamos caminar hasta Taurus nos tomaría cerca de medio día cortando camino por es espeso bosque, si los invasores usan los barcos voladores o alguna otra cosa no nos verán, ¿verdad Roe?

La idea de Luna era la mejor para ese momento, el bosque era peligroso por los monstruos, pero la mayoría eran fáciles de derrotar, ya teniendo experiencia contra ellos, pero habían algunas excepciones, pero de todas formas era mejor que quedarse en la ciudad y arriesgarnos a que lleguen más enemigos.

–Seguiremos el plan de Luna, escaparemos y huiremos a Taurus... pero primero debemos salir de aquí.

Mis compañeros asintieron. Ellos también estaban preparados, entonces abrimos la puerta de la mazmorra.

Una extraña sensación ataco mi estómago, quería vomitar.

El cielo se veía extraño, ni siquiera parecía que estaba cubierto por nubes, su color era como la sangre, también parecía tener una serie de venas palpitantes a través de esté, era más como ver los músculos de un cuerpo.

No solo era eso, supuestamente debería ser medio día, pero todo estaba oscuro, como si fuera a anochecer.

Pero lo que realmente nos pudo haber quebrado fueron los cuerpos que vimos al salir de la base del castillo, muchos eran de nuestros compañeros... pero habían otros, soldados de armaduras negras con un emblema en su pecho, un cráneo llorando sangre. No todos los cuerpos enemigos eran humanos.

–Licántropos.

Susurre tomando una espada del suelo aun sujetada por un compañero escudero sin vida, cubrí mi rostro con mi mano izquierda intentando no vomitar, luego tome la funda del cuerpo rezando por su descanso, antes de colocarla en mi cintura y guardar el arma en su interior.

Los "licántropos" eran una de las cinco razas humanas, también conocidos como hombres lobos siendo parte de las dos especies llamadas "hombres bestia", ellos se caracterizan por su fuerza bruta y su peculiar aspecto que los hacen parecer mitad lobos, pero normalmente solo eran orejas y colas de lobos, pero los cadáveres tenían una apariencia completa, eran como si fueran lobos con figura humanoide. Muchos parecían medir más de dos metros y tenían una gran cantidad de espadas clavadas en sus cuerpos.

Lo raro es que esta especie no suele encontrarse en Ershia, no es del continente, su hogar viene de más allá de mar del este, el gran archipiélago de Osland siendo especialmente abundantes en él norte. Aquel archipiélago era un conjunto de naciones, pero actualmente se mantenían aislados, por esa razón no sabía exactamente de donde eran, solo sabía que venían de Osland, pero por sus números estaba seguro que era una invasión. Pero, era raro que no pudiéramos ver más soldados, al menos que estuvieran vivos, parecían haber abandonado la fortaleza.

–Esto realmente imposible, no sé qué tendrían ellos contra nosotros, pero eso explica porque no tienen barcos voladores.

Dijo Mateo, aunque había algo que me preocupaba, Osland no tenía grandes conocimientos acerca de la magia o gran resistencia, a decir verdad la mayoría de las personas no cuentan con una magia latente, las personas con un nivel son muy escasas, la mayoría son miembros de la nobleza que hacen un pacto pero no sé con qué, aun así tenían cañones y escudos mágicos, su poder nos superó.

Pero tampoco conocía mucho de ese lugar, mi conocimiento era solo lo que las historias y algunos escasos libros me habían dado.

–Eso no importa ahora, larguémonos de una vez.

Dije asqueado en ese momento escuche un sonido un poco desagradable.

Di la vuelta y luego vi a Luna con un tono verde en su cara, claramente había vomitado por la impresión, Josef también parecía estar por repetirla, mientras que Mateo y yo también nos sentíamos de una forma similar.

–Luna...

–Tranquilo no pasa nada... estaré mejor, no te preocupes.

–No creo que estés bien, lo más probable es que terminemos arrebatándole la vida a otras personas para poder huir de aquí... luego preocúpate por obtener el perdón.

Empuñe mis manos. Matar a alguien, aunque sea por sobrevivir... no quería hacerlo, pero debía hacerlo, debíamos sobrevivir. No era algo tan nuevo para mí, pero para Luna era algo distinto, su profesión de maga blanca le impedía matar a alguien ella misma.

–Congelaremos nuestros corazones... olvidemos la piedad y salgamos de aquí.

Aquellas palabras hicieron que Mateo tragara saliva, ahora eran conscientes que debían matar para sobrevivir.

Esta vez mis compañeros no asintieron, pero tampoco retrocedieron, ellos me siguieron empezando a avanzar junto a mí empezando a avanzar caminado junto a los muros de la fortaleza.

Caminábamos por los pasillos de la fortaleza silenciosamente, a lo lejos podíamos escuchar disparos y de vez en cuando algunas explosiones, aun debían quedar sobrevivientes, pero no podíamos hacer nada por ellos, solo debíamos velar por nuestra seguridad.

Pronto pude ver la armería al otro lado de la plaza central junto con el enorme cráter, que el cañón había dejado junto con una pared medio derribada, aquel daño me hizo tragar saliva pensando en lo que pudo hacerme si me daba. Pero, también notaba la distancia, entre nosotros y la plaza central había un largo pasillo de unos 5 metros de ancho y unos 15 de largo.

GRRRR...

Trague saliva escuchando un gruñido, pues al final del túnel se encontraba un enorme felino devorando una estudiante, era del tamaño de un oso grande, de pelaje naranja rojizo, con crines amarillas que iban desde la base de su cráneo hasta detrás de sus hombros, era muy parecido a un león. No era de aquí, pues era la primera vez que lo veía frente a mí en carne y hueso, pero su apariencia me decía que era un Bandersntach, una bestia mágica de Osland.

Esta tenía un collar sobre su cuello, eso quería decir que estaban bajo el control de un domador, una persona que se encargaba de controlar bestias y en este caso, usarlas para la guerra. Aquella escena causo que sintiera un gran odio surgiendo de mi interior, por lo que di un paso saliendo de aquella esquina y colocándome en el pasillo empezando a avanzar.

¡¡GRRRRAAAA!!

Al verme el Bandersntach rugió llamando a otros dos quienes se colocaron a sus lados empezando a avanzar hacia mí, los tres avanzaban asechando. Suspire tomando mi espada mientras avanzaba con lentitud para confrontarlos.

–¡¡Roe!!

–Silencio... solo cúbrame.

Respondí, mis compañeros intentaron hacerme entrar en razón, pero no escucharía lo único a lo que yo le prestaba atención era a la bestia frente a mí y a sus ojos sedientos de sangre.

El Bandersntach me gruño ligeramente y luego se abalanzó contra mí, cerré mis ojos.

Sentía mis latidos, sentía mi respiración, sentía mi propio poder fluyendo en mi interior, entonces todo se detuvo, el tiempo, mi respiración, mis latidos... entonces mi magia estallo en mi interior deje que me inundara.

"Blood Warrior se había activado"

En ese momento el Bandersntach me ataco con sus poderosas garras, lo siguiente que mis ojos vieron fue un destello plateado.

En ese instante una línea fue trazada en el Bandersntach.

¡¡¡GRRRAAAAHH!!!

Grito el Bandersntach, mientras una línea de sangre empezaba a brotar desde su pata derecha hasta su lomo seguido por un chorro de sangre manchando las paredes, el Bandersntach retrocedió con miedo hacia mí, en la espada que yo sostenía se deslizaba una gota de sangre, los otros dos retrocedieron rugiéndome.

–Aun me tiemblan las manos... falle por poco.

Dije sosteniendo la espada con fuerza, hacia dos meses desde que no tenía una pelea que requiriera usar "Blood Warrior" a toda su capacidad, no sentía la muerte tan cerca acariciando mis hombros desde el gran torneo, mis instintos parecían lentos o era que mi rival era más rápido, su piel era muy dura mientras que mi espada tampoco estaba afilada correctamente, no estaba peleando contra un Thoder salvaje, era un monstruo domado, debía tener cuidado.

Mire fijamente al Bandersntach mientras sostenía mi espada con mi mano derecha y esperaba a que el monstruo hiciera un movimiento o que mostrara una debilidad. Empecé a notar que el monstruo no colocaba su pata sobre el suelo, pronto la llevo a su boca empezando a lamerla, parecía que la herida le molestaba más de lo que creía.

–Esa es mi señal.

Susurre flexionado mis rodillas para después lanzarme hacia él, empuñe mi espada con fuerza usando ambas manos, debía matarlo rápido antes de que los otros dos decidieran atacarme.

En ese momento el Bandersntach se levantó sobre sus patas traseras listo para golpearme con su pata derecha, sus garras eran demasiado filosas. Al atacar por primera vez tuve que detenerme dando un salto hacia atrás mientras su zarpa rasgaba el aire cerrando cortes mágicos los cuales avanzaron hacia mi causándome algunas heridas y dispersándose, su golpe continuo impactando sus garras contra el muro lanzando chispas y arrancando algunos trozos de las piedras. Era claro que si me daba en mi estado actual no dudaba que pudiera partirme en dos. Pero, ese golpe lo dejo descubierto, con sus garras enterradas en la piedra.

–¡¡AAAAARRGG!!

Grite con fuerza mientras lo atacaba con la espada dando una estocada, mi hoja atravesó su garganta perforándola hasta salir del otro lado, rápidamente use todo mi peso y mi fuerza para intentar decapitarlo, en su lugar solo logre que la espada se rompiera, quedando el mango en mis manos, pero había sido suficiente para matarlo, su sangre se desbordo por las heridas abiertas.

El Bandersntach cayó muerto, mientras yo caía sentado en el suelo, miraba la espada rota en mis manos sintiéndome realmente desprotegido, en respuesta mi magia ardía con fuerza advirtiéndome del peligro.

Sin previo aviso dos sombras naranjas pasaron junto a mí avanzando hacia mis compañeros.

– ¡Roe!

Luna exclamo preocupada, rápidamente me puse de pie.

– ¡Encárguense de ellos!

Exclame en respuesta mientras limpiaba la sangre del monstruo que había caído sobre mi cara, ambos Bandersntach me habían ignorado, sin embargo, entre mis compañeros había alguien que actualmente me superaba.

–Parece que ahora nos toca a nosotros.

Josef se apresuró a disparar su rifle contra los dos monstruos, el disparo impacto el hombro izquierdo de uno de los Bandersntachs haciendo que ambos frenaran, Mateo rápidamente tomo posición para lanzar un hechizo.

– [Dios de lo alto]

Empuñando su vara con ambas manos, la extendió hacia los Bandersntachs, al empezar a cantar un círculo mágico dorado apareció bajo sus pies y su cuerpo comenzó a cubrirse de electricidad.

– [Responde mi llamado, dame un poco de tu fuerza]

La punta de su vara empezó a brillar con un intenso dorado.

–¡¡RELAMPAGO!!

Un rayo amarillo salió disparado hacia uno de los Bandersntach electrocutándolo haciendo que él se levantara en dos patas.

–¡¡Ahora Josef!!

Sin pensarlo dos veces Josef disparo justo en el pecho del Bandersntach abriéndole una profunda herida acabando con su vida.

–... Mi turno...

Susurro Luna mientras desenfundaba su espada y comenzaba a correr hacia el Bandersntach que seguía con vida. Confundido intento rugir para asustar a Luna y poder defenderse, pero aquello fue un error Luna ataco asestando un golpe en la garganta del Bandersntach, un golpe limpio y elegante, el monstruo no pudo gritar, tan pronto como ataco Luna se retiró de un salto alejándose del alcance de la bestia.

La herida comenzó a sangrar más y más, el golpe había atravesado una vena rompiéndola causando que se desangrara, además de cortar su garganta evitando que pudiera gritar empezando a ahogarse en su propia sangre.

–Lo lamento.

Nuevamente Luna arremetió contra el Bandersntach dando una precisa estocada contra el pecho del monstruo atravesando su corazón antes de volver a retirarse.

Suspire al ver al último Bandersntach caer, claramente mi magia se había desactivado eso significaba que no había ningún peligro cerca, aunque sé que se activara más veces mientras intentamos escapar.

– ¿Roe como estuve?

Luna corrió hacia mí mientras enfundaba su espada.

–Bastante bien, has mejorado mucho tu técnica.

–Aunque no practico todos los días... ¡me esfuerzo por mejorar!

Al escuchar eso nos dirigimos hacia la armería.

***

–Realmente no fueron muy difíciles.

Hablo Josef bajando su rifle para después colocar su correa sobre su hombro.

–Dices que nos enfrentaremos a más.

–Por supuesto, no podemos dejárselo todo a él es seguro que en cualquier momento seremos rodeados por el enemigo, tengo los objetos necesarios para defensa pero no creo que sean suficientes.

Mateo miro a Josef quien tenía su mochila en el suelo buscando algo en su interior.

–Es posible que tengamos... que alguno deba sacrificarse por el resto.

–Josef... no estarás diciendo que...

En ese instante Josef saco tres tubos de vidrio que adentro llevaban un líquido azul, dos los coloco en su cintura y uno lo conservo en su mano, después miro a Mateo.

–Digo que solo es una posibilidad.

–Ah... ya veo, más vale que te olvides de eso.

En ese momento Mateo le arrebató la mochila a Josef y se la coloco en la espalda.

–Si llevas esta mochila contigo no podrás luchar adecuadamente, la llevare por ti... además te lo de debía, amigo.

Hablo mateo empezando a caminar, Josef sonrió para después mirar hacia los lados, por último suspiro caminado hacia el resto de sus compañeros.

***

Luna caminaba junto a mí mientras trepábamos por los escombros de la pared, al llegar vimos dentro del edificio a una gran cantidad de cadáveres de soldados enemigos, además de algunos caballeros de la ciudad, pude reconocer el cadáver del profesor de esgrima con varias espadas cubriendo su cuerpo.

–Rohei, entra, nosotros estaremos aquí afuera cubriéndote.

Me dijo Josef mientras llagaba corriendo con su rifle entre sus manos, Mateo lo seguía con una expresión un tanto cansada sosteniendo las correas de la gran mochila con sus manos.

–Oye Josef... ¿¡Qué demonios traes aquí!?

Exclamo Mateo enojado, no me parecía que fuera algo muy pesado, pero, a pesar de su apariencia delgada Josef tenía una fuerza descomunal, mientras que Mateo carecía completamente de esta, aunque en cuestión de magia era al revés.

–No te quejes no están pesado, pero eso es desde mi punto de vista...... oye Roe toma esto, la magia de Luna es buena pero no debemos depender plenamente de ella.

En ese momento Josef me lanzo un tubo de cristal, lo atrape y lo mire con cuidado, su color azulado me hizo darme cuenta que era una poción de salud, aunque no su efecto era menor que el de un hechizo de Luna también era muy útil.

–Gracias...

–Rohei, entra y apresúrate, no sé qué nos pueda atacar en este punto.

Los cuatro entramos en la armería, pero Josef y mateo se quedaron en la entrada cerca del muro caído usando sus escombros para ocultarse. Mientras Luna y yo entrabamos a la armería, debía ir por mi armadura y regresar antes de que algo nos encontrara.

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Creo que este es el primer capitulo de este año, un poco tarde, aunque también es un capitulo que ya estaba publicado... de aquí en adelante se vienen algunos cambios para la historia, no se preocupen, son cosas que serán de gran importancia en el futuro y el pasado. Me despido, nos vemos el próximo capitulo.

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